El Niño-Oscilación Sur (ENSO, por sus siglas en inglés) es el fenómeno océano - atmosférico de mayor importancia en escala global. Se caracteriza por variaciones interanuales en la temperatura superficial del mar (TSM) en el océano Pacífico Ecuatorial y en la circulación atmosférica a escala global, lo cual produce cambios en el clima mundial con importantes repercusiones sociales y económicas. Recientemente la comunidad científica se está enfocando en entender la diversidad en estos eventos y sus impactos, la cual se puede caracterizar según dónde se produce el mayor calentamiento en el océano, especialmente en el Pacífico Central o el Pacífico Oriental (Takahashi, 2014). En particular, El Niño costero o de calentamiento de TSM en el Pacífico Oriental puede incrementar las lluvias en la costa mientras que El Niño en el Pacífico Central tiende a reducirlas en los Andes peruanos (Lavado y Espinoza, 2014). En general, es importante reconocer esta diversidad para la correcta interpretación de registros paleoclimáticos, ya que estos típicamente reflejan cambios locales que pueden estar asociados a diferentes aspectos de ENSO. En un artículo previo se presentaron las evidencias y perspectivas de la ocurrencia de los diferentes tipos de eventos ENSO durante el último milenio a partir de registros históricos y reconstrucciones paleoclimáticas (Apaéstegui et al., 2015). Ahora nos remontamos más hacia el pasado y resumimos nuestro conocimiento sobre la ocurrencia del ENSO y sus trazos paleoambientales durante el periodo conocido como Holoceno.