Browsing by Author "Bejarano, Lisbeth"
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Item Open Access Análisis y evaluación histórica de lluvias extremas en la región Tacna(Instituto Geofísico del Perú, 2021-12) Castro, Rubén; Tavera, Hernando; Bejarano, LisbethEl Fenómeno El Niño es un evento climático que ocurre desde hace miles de años afectando con lluvias a la costa norte del Perú y deficiencia de lluvias en el sur. El departamento de Tacna, ubicada en el sur del Perú y en la cabecera del desierto de Atacama, la demanda de agua es muy escasa; sin embargo, hubo años con abundantes precipitaciones que afectaron a la población ubicada en cauces de quebradas y ríos temporalmente secos. En el año de 1927, después que el norte del país sufriera una de las más grandes inundaciones por el fenómeno El Niño de 1925, fuertes precipitaciones cayeron sobre el departamento de Tacna incrementando el caudal de los ríos Caplina y Caramolle, activando quebradas como Del Diablo que afectó a la ciudad de Tacna y a la localidad de Mirave asentada sobre el cono aluvial de la quebrada del mismo nombre. Después de 90 años, nuevamente las quebradas de Mirave (2019) y Del Diablo (2020) se vuelvan a activar causando daños mayores que en eventos pasados, esto debido al crecimiento urbano desordenado que permito invadir los cauces de quebradas temporalmente secas, siendo un peligro latente que pudo evitarse.Item Open Access Análisis y evaluación histórica de precipitaciones en Chaclacayo, Chosica y áreas aledañas(Instituto Geofísico del Perú, 2023-01) Castro, Rubén; Tavera, Hernando; Bejarano, LisbethChaclacayo y Chosica se encuentran ubicados entre los kilómetros 21 y 37 de la Carretera Central, en el valle del río Rímac, cuyo crecimiento urbano ha ido ocupando el cauce de quebradas temporalmente secas. Dichas quebradas se activan en periodos de fuertes precipitaciones estacionales o por la recurrencia del fenómeno El Niño. En Chaclacayo, las quebradas ocupadas son Huascaran, Cusipata, y Los Cóndores; mientras que, en Chosica son California, Quirio, Pedregal, La Libertad, Corrales, entre otras. Históricamente, las lluvias de 1925 generaron deslizamientos de lodo y rocas en varios sectores entre Chosica y San Bartolomé, quedando intransitable la Carretera Central. Así mismo, las centrales hidroeléctricas de Chosica y Yanacoto quedaron destruidas por las abundantes precipitaciones. Las precipitaciones de 1983 y 1998 ocasionadas por el fenómeno El Niño, activaron las quebradas de las localidades de Santa Eulalia, Ricardo Palma, Chosica y Chaclacayo. Parte de la infraestructura vial y urbana de los asentamientos humanos cercanos al cauce del río Rímac o a las quebradas Corrales, Carosio, La Libertad y Quirio, quedaron destruidas. Asimismo, en el año 2017, se activaron las quebradas de los distritos de Lurigancho - Chosica y Chaclacayo. Al igual que en eventos pasados se perdieron vidas humanas. Mientras no se reduzca el riesgo o se reubique a las familias que ocupan los cauces de quebradas, los escenarios de daños y efectos se repetirán.Item Open Access Análisis y evaluación histórica del fenómeno El Niño en Lima Metropolitana: un aporte a la gestión del riesgo de desastres(Instituto Geofísico del Perú, 2022-08) Castro, Rubén; Tavera, Hernando; Bejarano, LisbethA partir de la década del 50, la ciudad de Lima se expande rápidamente por la migración del poblador rural a la ciudad. Estos se asentaron de manera desordenada, ocupando zonas periféricas y construyendo viviendas precarias cerca de cauces de ríos y quebradas temporalmente secas. Este escenario fue el resultado de la poca o nula importancia que se dio a la planificación. En Lima Metropolitana, las lluvias son escasas, sucediendo en la mayoría de las veces por el fenómeno El Niño u otras anomalías climáticas; sin embargo, las precipitaciones estacionales en las cuencas media y alta de los ríos Chillón, Rímac y Lurín, aumentan sus caudales causando desbordes e inundaciones en zonas rurales y urbanas de la parte baja. En los últimos ciento veinte años han sucedido cuatro eventos extraordinarios del Fenómeno El Niño (1925, 1983, 1998 y 2017), que impactaron de manera negativa sobre la ciudad de Lima. Asimismo, en el año 1970 se presentó una lluvia que atemorizó a la población limeña y no fue por el fenómeno El Niño. Senamhi atribuyó las lluvias a la presencia de una capa de nubes de 1300 m de espesor, llevada por vientos del Este y Sur-Este, atravesando la cordillera y generando lluvias desde Trujillo hasta Chincha y en la sierra central (La Crónica, 17/01/1970). El análisis de las fotografías aéreas de la década del 50, muestra que las calles Malecón Checa y Gran Chimú en Zárate, eran parte del cauce del río Rímac o zonas de inundación. Carapongo y Huachipa son parte del área inundable por la crecida del caudal del río Rímac. En las siguientes décadas, la expansión urbana terminará por ocupar las partes bajas del río Chillón y Lurín, estrechando su cauce al mínimo, tal como sucedió con el río Rímac, representando un alto riesgo para las ciudades de Lima Metropolitana y Callao.