TOMO II C P Instituto Geofísico del Perú MANEJO DE RIESGOS DE DESASTRES ANTE EVENTOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS EN EL VALLE DEL MANTARO M A N EJ O D E RI ES G O S D E D ES A ST RE S A N TE EV EN TO S M ET EO RO LÓ G IC O S EX TR EM O S EN E L VA LL E D EL M A N TA RO Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro Resultados del proyecto “Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos (sequías, heladas y lluvias intensas) como medida de adaptación ante el cambio climático en el valle del Mantaro—MAREMEX” Instituto Geofísico del Perú 2 Foto de la carátula: Mate burilado de Irma Poma, Cochas Chico, Huancayo. Crédito: Luis Miguel Ocampo. Para descargar éste y otros documentos relacionados: http://www.met.igp.gob.pe/proyectos/maremex Título: “Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro.” Autor: Instituto Geofísico del Perú Editor: Alejandra G. Martínez ISBN: 978 612 45795 5 4 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: Nro. 2012-04452 Para más información y detalles, por favor contáctenos: Instituto Geofísico del Perú Calle Badajoz 169, Urb. Mayorazgo IV Etapa, Ate, Lima, Perú Central Telefónica: (511) 317 2300 http://www.igp.gob.pe Primera edición: abril 2012 Tiraje de la edición impresa: 200 ejemplares Diseñado por: Juan Carlos Pereyra y Dante Guerra. ,PSUHVRSRU/HWWHUD*Ui¿FD6$& Jr. Emilio Althaus 460 Lince Teléfono 471 0700 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 3 Agradecimientos La ejecución del proyecto “Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos (sequías, heladas y lluvias intensas) como medida de adaptación ante el cambio climático en el valle del Mantaro MAREMEX” fue posible gracias al apoyo de numerosas instituciones y personas que nos acompañaron en sus diferentes fases de desarrollo. Ante todo, queremos agradecer a las instituciones que, formal ó informalmente, se convirtieron en miembros de una alianza estratégica que permitió al IGP enriquecer y viabilizar las investigaciones y actividades desarrolladas, Estas instituciones son: Gobierno Regional de Junín, Municipalidad Provincial de Concepción, Instituto Nacional de Defensa Civil, Grupo Yanapai, REDES, CARE, y la Technische Universitat Dresden. Asimismo, al Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), que nos brindó los datos meteorológicos utilizados en las investigaciones. Agradecemos la apertura y generosidad de los pobladores del valle del Mantaro, y en especial a las comunidades campesinas de las subcuencas de los ríos Achamayo, Cunas y Shullcas que nos brindaron su tiempo, apoyo y conocimientos: Comunidad Campesina de Quilcas, Comunidad Campesina de San Juan de Jarpa y a la Comunidad Campesina de Acopalca. A los asesores de tesis de los estudiantes del proyecto: Dra. Alicia Huamantinco Araujo, Facultad de Geografía de la 8QLYHUVLGDG1DFLRQDO0D\RUGH6DQ0DUFRV'U&pVDU$UJXHGDV0DGULG)DFXOWDGGH,QJHQLHUtD*HRJUi¿FD$PELHQWDO y Ecoturismo de la Universidad Nacional Federico Villareal; Dr. Pablo Enríquez, Facultad de Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Dra. Nieves Sandoval, Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asimismo, a las siguientes personas e instituciones: Ing. Santos de los Reyes Maza Ysilipú, Director General de Información Agraria del Ministerio de Agricultura; Ing. Aldo Antonio Capcha Párraga, Director de la Agencia Agraria de Chupaca– Huancayo; Ing. Francisco Flores Arzapalo, Director de la Dirección de Información Agraria – Junín; Téc. Moisés Flores Capcha, Técnico de Campo de la Agencia Agraria de Chupaca; Dr. Próspero Najarro Torre y al Dr. Marco Bartolo Marchena de la Dirección Regional de Salud de Junín; Dr. César Augusto Reyes Luján de la Gerencia Regional de Salud del Gobierno Regional Junín; Ing. Ulises Panez, Gerente de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno Regional Junín; Dr. Fidel Villena Lara, especialista en Gestión en Salud y Gestión del Riesgo de Desastres, 2¿FLQD*HQHUDOGH'HIHQVD1DFLRQDO 2*'1 GHO0LQLVWHULRGH6DOXG 0,16$ DO'U$OGR0RQWHFLQRVGHOD8QLYHUVLGDG de Concepción (Chile), y a los responsables de los centros y postas de salud de los distritos de: Matahuasi, Quichuay, Quilcas, Nueve de Julio e Ingenio. )LQDOPHQWHDO,QWHUQDWLRQDO'HYHORSPHQW5HVHDUFK&HQWUH,'5&SRUVXDSR\R¿QDQFLHURSDUDODUHDOL]DFLyQGHHVWH proyecto. Instituto Geofísico del Perú 4 Índice Acrónimos 5HODFLyQGHHOHPHQWRVJUi¿FRV Prefacio El proyecto MAREMEX Terminología Capítulo 1 Caracterización socioeconómica del valle del Mantaro Introducción Capítulo 1 Características socioeconómicas del valle del Mantaro Alejandra Martínez, Enma Núñez y Ricardo Zubieta Bibliografía Capítulo 1 Capítulo 2 Percepción de la población y conocimiento local Introducción Capítulo 2 Percepciones de la población rural y urbana en el valle del Mantaro Enma Núñez, Lidia Enciso, Luis Céspedes y Alejandra Martínez Determinación de umbrales de lluvias intensas y su presencia en los medios de comunicación Marco Moreno Conocimiento local sobre tiempo y clima en el valle del Mantaro Alejandra Martínez, Enma Núñez, Violeta Beraún, Luis Céspedes y Lidia Enciso ¿Sirve el conocimiento tradicional desde un punto de vista físico?: Estudio de caso sobre el pronóstico de heladas en el valle del Mantaro Miguel Saavedra Bibliografía Capítulo 2 Capítulo 3 Vulnerabilidad física Introducción Capítulo 3 Estudio geológico de aluviones en la subcuenca del río Shullcas Luis Miguel Ocampo, Juan Carlos Gómez y Alejandro Lagos Determinación de la potencialidad de generar movimientos en masa Franklin Blanco Vulnerabilidad física de los principales centros poblados piloto del proyecto Luis Céspedes Determinación de umbrales de precipitación que generan GHVOL]DPLHQWRV\ÀXMRVGHHVFRPEURV Marco Moreno ....................................................07 ....................................................08 ....................................................18 ....................................................20 ....................................................25 ....................................................29 ....................................................31 ....................................................38 ....................................................40 ....................................................42 ....................................................46 ....................................................54 ....................................................61 ....................................................64 ....................................................65 ....................................................68 ....................................................73 ....................................................79 ....................................................90 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 5 Capítulo 4 Vulnerabilidad socioeconómica Introducción Capítulo 4 Sector Forestal Antecedentes generales sobre el sector forestal y su importancia frente al cambio climático Fernando Jakitsch Medina y Claudia Zuleta del Solar Estudio de caso: Análisis de sistemas agroforestales desde la perspectiva de los pobladores locales en la subcuenca del Achamayo Claudia Zuleta del Solar Monitoreo de los cambios en los usos y cobertura del suelo utilizando teledetección y SIG en las subcuencas de los ríos Achamayo y Shullcas Fernando Jakitsch Medina Bibliografía Capítulo 4: Sector Forestal Sector Agricultura Antecedentes generales del sector agricultura y los impactos de eventos meteorológicos extremos Lucy Giráldez, Yamina Silva y Grace Trasmonte Impactos de las heladas en la agricultura del valle del Mantaro Lucy Giráldez y Grace Trasmonte Impactos de los veranillos en la agricultura del valle de Mantaro Lucy Giráldez, Yamina Silva y Grace Trasmonte Impactos de las lluvias intensas en la agricultura del valle del Mantaro Lucy Giráldez, Yamina Silva y Grace Trasmonte Bibliografía - Capítulo 4 Sector Agricultura Sector Acuícola Impacto del clima en los sistemas productivos acuícolas Jahir Anicama, Yamina Silva y Nieves Sandoval Estudio de caso: Frecuencia de lesiones histopatológicas en truchas arcoíris sugerentes a una infección de Yersinia ruckeri Jahir Anicama, Yamina Silva y Nieves Sandoval Bibliografía Capítulo 4: Sector Acuícola Sector Ganadería Antecedentes generales de la ganadería en el valle del Mantaro Enma Núñez, Raúl Yaranga y Ricardo Zubieta Evaluación de las zonas de peligro frente a inundaciones por máximas avenidas en el valle del río Mantaro Ricardo Zubieta, Julio Quijano, Karen Latínez y Percy Guillermo Bibliografía Capítulo 3 ....................................................95 ..................................................100 ....................................................102 ....................................................104 ....................................................105 ....................................................109 ....................................................115 ....................................................122 ....................................................125 ....................................................126 ....................................................131 ....................................................137 ....................................................143 ....................................................150 ....................................................152 ....................................................153 ....................................................158 ....................................................165 ....................................................166 ....................................................167 Instituto Geofísico del Perú 6 Sector Salud Aspectos generales de los impactos de los eventos meteorológicos extremos en el sector salud de Perú Fidel Villena Bajas temperaturas y su impacto en la salud infantil en la subcuenca del río Achamayo Lidia Enciso, Grace Trasmonte y Fidel Villena Bibliografía Capítulo 4: Sector Salud ....................................................181 ....................................................182 ....................................................189 ....................................................195 Impacto de los eventos meteorológicos extremos en el sector ganadero del valle del Mantaro Enma Núñez Bibliografía Capítulo 4: Sector Ganadería ....................................................179 ....................................................174 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 7 ANA Autoridad Nacional del Agua ANP Áreas Naturales Protegidas ATFFS Administración Técnica de Forestal y Fauna Silvestre ARARIWA Asociación Arariwa para la Promoción Técnico Cultural Andina CAF Corporación Andina de Fomento CAN Comunidad Andina de Naciones CC Cambio Climático CCTA Coordinadora de Ciencia y Tecnología en los Andes CEPLAN Centro Nacional de Planeamiento Estratégico CESA Centro de Servicios Agropecuarios CIP Centro Internacional de la Papa CONAM Consejo Nacional del Ambiente CONCYTEC Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología COSUDE Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación DIGESA Dirección General de Salud DIRESA JUNIN Dirección Regional de Salud- Junín EME Evento Meteorológico Extremo EE.SS Establecimientos de Salud EIRD Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres ELI Evaluación Local Integrada FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FEN Fenómeno El Niño GIZ Cooperación Técnica Alemana GORE JUNIN Gobierno Regional de Junín IGP Instituto Geofísico del Perú IIAP Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana INCAGRO Innovación y Competitividad para el Agro Peruano INDECI Instituto Nacional de Defensa Civil INEI Instituto Nacional de Estadística e Informática INIA Instituto Nacional de Investigación Agraria INRENA Instituto Nacional de Recursos Naturales IPCC Intergovernmental Panel on Climate Change Acrónimos Instituto Geofísico del Perú 8 Figura 1.3 Evolución de la población urbana y rural en porcentajes. Fuente: INEI – Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1940, 1961, 1972, 1981, 1993 y 2007. Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales . Foto 1.3 Vista de la ciudad de Huancayo. Tabla 1.3 Perú y Junín: Población estimada y proyectada, y tasa de crecimiento medio anual 1995-2025. Fuente INEI, 2007. Figura1.4 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en las paredes exteriores, 2007. Figura1.5 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en los pisos, 2007. Fuente INEI, 2007 Figura 1.6 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de abastecimiento de agua, 2007. Fuente INEI, 2007. Figura 1.7 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de servicio higiénico, 2007. Fuente INEI, 2007. Figura 1.8 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de energía o combustible que más utilizan para cocinar, 2007. Fuente INEI, 2007. Figura 1.9 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de servicio de información y comunicación que tienen, 2007. Fuente INEI, 2007. Figura 1.10 Junín: Aporte al PBI por principales actividades económicas, 2008. Fuente INEI, Dirección Nacional de Cuentas Ambientales, 2009. Figura 1.11 Junín: Población censada de 15 años y más de edad, según área de residencia y nivel de educación alcanzado (INEI, 2008). Tabla 1.4 Tasa de desnutrición crónica de niños menores de 5 años. Fuente INEI, ENDES Continua 2005 y 2009, ENDES de Línea de Base 2007-2008. Tabla 1.1 (YHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVLGHQWL¿FDGRVHQHOYDOOHGHO0DQWDUR\VXV impactos negativos. Tabla 1.2 6XSHU¿FLHWRWDOSREODFLyQGHQVLGDG\DOWLWXGGHODFDSLWDOVHJ~QGHSDUWDPHQWR y provincia, 2010. Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) – Dirección Nacional de Censos y Encuestas (DNCE). Foto 1.1 Vista del glaciar Huatapallana. Crédito A. Martínez. Foto 1.2 Vista del valle del Mantaro. Crédito A. Martínez. Figura 1.1 Junín: Pirámide poblacional por sexo y edad. Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda 2007. Figura 1.2 Evolución de la población total, urbana y rural en números absolutos 1940- 2007. Fuente: INEI – Censos Nacionales de población y vivienda, 1940, 1961, 1972, 1981, 1993 y 2007. Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales. Tabla 1.5 Provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca y sus distritos. Fuente INEI, Dirección Nacional de Censos y Encuestas, 2011. Capítulo 1 Caracterización socioeconómica del valle del Mantaro Figura 1.12 Población de las provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca. Fuente: INEI, Censos Nacionales 2007: XV de población y VI de Vivienda. Figura 1.13 Provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca: Hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes por servicios de información y comunicación que posee el hogar en porcentajes, 2009. Fuente INEI, Censos Nacionales 2007: XV de Población y VI de Vivienda. 5HODFLyQGHHOHPHQWRVJUiÀFRV Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 9 Capítulo 2 Percepciones de la población y conocimiento local Tabla 2.1 Información base de las encuestas sobre percepciones en el ámbito rural y urbano del valle del Mantaro. Figura 2.1 Grado de instrucción de la población encuestada por subcuenca y ámbito rural ó urbano. Tabla 2.2 Principales actividades económicas de los núcleos familiares según ámbito rural y urbano, y por subcuenca. Fuente: Encuestas participativas y encuestas - Proyecto MAREMEX. Tabla 2.3 (YHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVLGHQWL¿FDGRVSRUiPELWRUXUDO\XUEDQR y por subcuenca. Fuente: Entrevistas participativas y encuestas. - Proyecto MAREMEX. Foto2.1 Realización de entrevistas a familias ganaderas sobre el impacto de los eventos meteorológicos extremos en la subcuenca del río Shullcas. Crédito E. Núñez. Figura 2.2 Ejemplos de noticias periodísticas sobre la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos en la zona de estudio. Crédito Diario Correo. Tabla 2.4 Ubicación de las estaciones meteorológicas utilizadas. Mapa 2.1 Ubicación de las estaciones meteorológicas utilizadas. Tabla 2.5 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Huayao. Tabla 2.6 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación San Juan de Jarpa. Tabla 2.7 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Laive. Tabla 2.8 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Ingenio. Tabla 2.9 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Santa Ana. Tabla 2.10 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Shullcas. Tabla 2.11 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Viques. Figura 2.3 Comparación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Viques. Tabla 2.12 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación San Lorenzo. Tabla 2.13 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Jauja. Tabla 2.14 (VWDFLyQPHWHRUROyJLFDXPEUDOVXJHULGR\iPELWRGHLQÀXHQFLD Tabla 2.15 Técnicas tradicionales revaloradas por INIA Foto 2.2 Taller participativo en Quilcas (subcuenca del Achamayo). Crédito V. Beraún. Foto 2.3 Taller participativo en San Juan de Jarpa (subcuenca del río Cunas). Crédito V. Beraún. Foto 2.4 Taller participativo en Acopalca (subcuenca del río Shullcas). Crédito V. Beraún. Figura 2.4 &ODVL¿FDFLyQGHO FRQRFLPLHQWR ORFDO VREUH WLHPSR\ FOLPDHQHO YDOOHGHO Mantaro. Instituto Geofísico del Perú 10 Foto 2.5 Arbusto llamado “ramilla” en la subcuenca del río Cunas. Crédito: E. Nuñez. Fotos 2.6 y 2.7 Cactácea “hualujo”, vista tomada en la zona alta de la subcuenca del río Achamayo. Créditos E. Nuñez. Foto 2.8 “Misillo”, vista tomada en la subcuenca del río Cunas. Crédito: V. Beraun. Foto 2.9 Alga “cushuro” o “lacha”, vista tomada en la subcuenca del río Cunas. Crédito V. Beraun. Foto 2.10 Árboles de eucalipto, vista tomada en el Distrito de Nueve de Julio, subcuenca del río Achamayo. Crédito E. Nüñez. Foto 2.11 El arco iris es un indicador común para cada una de las subcuencas en estudio. Vista de la zona de Siusa en la subcuenca del río Achamayo. Crédito E. Núñez. Tabla 2.16 ,QGLFDGRUHV LGHQWL¿FDGRV SDUD SURQRVWLFDU OD RFXUUHQFLD GH HYHQWRV meteorológicos extremos en el valle del río Mantaro. Tabla 2.17 0HGLGDV LGHQWL¿FDGDV SDUD HYLWDU  DPLQRUDU ORV HIHFWRV GH ORV  HYHQWRV meteorológicos extremos en el valle del río Mantaro. Tabla 2.18 Festividades asociadas a la ocurrencia de heladas en el valle del Mantaro Figura 2.6 En violeta, el número total de eventos de temperaturas mínimas. (Izquierda) en verde, eventos de temperatura mínima previa observación de cielo despejado a las 19 horas del día anterior. (Derecha) en marrón, eventos de temperatura mínima previa observación de cielo con nubes a las 19 horas del día anterior. Los datos corresponden a los años /meses de mayo a agosto del año 2003 al 2008. Capítulo 3 Vulnerabilidad física en el valle del Mantaro Foto 3.1 Deslizamiento en Chamisería, Acopalca, subcuenca del río Shullcas. Crédito J. C. Gómez. Figura 3.1 (VTXHPDGHODIRUPDFLyQGHXQDOXYLyQ\WLSRVGHÀXMRVDVRFLDGRVDHVWRV eventos. Mapa 3.1 Mapa de ubicación: Subcuenca del río Shullcas Foto 3.2 Vista de los tres niveles de terrazas. Crédito L. Ocampo. Tabla 3.1 3ULQFLSDOHVIDFLHVLGHQWL¿FDGDVHQODVXEFXHQFDGHOUtR6KXOOFDV Fotos 3.3 a 3.8 Foto 3.3 Flujo de escombros; Foto 3.4 Flujo hiperconcentrado; Foto 3.5 Flujo normal; Foto 3.6 Depósito coluvial; Foto 3.7 Depósito lacustre; Foto 3.8 Depósito glaciar. Créditos L. Ocampo Figura 2.7 5DGLDFLyQ DWPRVIpULFD HQ D]XO \ WHPSHUDWXUD GH OD VXSHU¿FLH GHO VXHOR en rojo. Los datos fueron recopilados en una campaña observacional realizada durante el mes de julio de 2010, durante los días 15, 16, 17 y 18. Figura 2.5 Pronóstico del clima según el conocimiento local en el valle del Mantaro. Figura 3.2 6HFFLRQHVHVWUDWLJUi¿FDVGHGHSyVLWRVDOXYLDOHVHQORVGLIHUHQWHVVHFWRUHV seleccionados: A) Cabeceras; B) Acopalca; C) Vertiente empinada y D) Abanico aluvial. Tabla 3.2 &RQWDELOL]DFLyQGHDOXYLRQHVLGHQWL¿FDGRVHQORVWUHVQLYHOHVGHWHUUD]DVHQ los diferentes sectores de la subcuenca del río Shullcas. Figura 3.3 &XDGURGHFRUUHODFLyQWHQWDWLYRHQWUHD ODFROXPQDFURQRHVWUDWLJUi¿FDE  dataciones, c) glaciaciones y d) terrazas y su depósitos. Figura 3.4 Metodología para determinar la potencialidad de generar movimientos en masa. Elaboración F. Blanco. Tabla 3.3 Zonas según el nivel de potencialidad. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 11 Fotos 3.9 a 3.13 Posibilidades de generar movimientos en masa Foto 3.9 Muy baja, poblado de Siusa (vista al NE) en la parte alta de la subcuenca de Achamayo; Foto 3.10 Baja, un km. aguas arriba del poblado de Chaquicocha (vista al SE), parte media de la subcuenca del Cunas; Foto 3.11 Moderada, cerca al paraje de Ceboyllayo (vista al NE) en la parte alta de la subcuenca de Achamayo; Foto 3.12 Alta, medio kilómetro aguas arriba del poblado Chamisería (vista al N) en la parte media de la subcuenca del Shullcas; Foto 3.13 Muy alta, frente al paraje Nuñungayoc en la parte media de la subcuenca del Shullcas (vista al N). Créditos F. Blanco. Mapa 3.2 Mapa de susceptibilidad: Achamayo. Mapa 3.3 Mapa de susceptibilidad: Shullcas. Mapa 3.4 Mapa de susceptibilidad: Cunas. Tabla 3.4 Cuadro de ubicación política de los centros poblados en estudio. Figura 3.5 Pasos de la metodología para la determinación de la vulnerabilidad física. Tabla 3.5 Cuadro aplicativo para la evaluación de la vulnerabilidad física. Fotos 3.14 y 3.15 CC Campesina de Acopalca: Foto 3.14 Se observa que la condición física de las viviendas, están referidas a la localización de un número determinado de viviendas asentadas a escasos metros del cauce del río Shullcas. Foto 3.15 Se aprecia que la población ha reforestado la ladera del cerro con pinos y han elaborado andenes como medidas de mitigación ante la presencia de ÀXMRVGHORGRHQODHVWDFLyQGHLQYLHUQR&UpGLWRV/&pVSHGHV Fotos 3.16 y 3.17 CC Campesina de San Juan de Jarpa: Foto 3.16 Parte del cauce del río Negro, que inundó las viviendas que se ubican en los bordes de su ribera (como las que se aprecian en la imagen), hecho ocurrido en marzo del 2010. Foto 3.17 Infraestructura del colegio I.E. Indoamericano de Jarpa GRQGHXQDGHVXVHGL¿FDFLRQHVWLHQHJULHWDVHQVXVSDUHGHVTXHSRUHO pésimo estado de conservación de la infraestructura, tiene un alto riesgo de colapso. Créditos L. Céspedes. Fotos 3.18 a 3.20 Distrito se Concepción: Fotos 3.18 y 3.19 Se observa que la base de ODV HGL¿FDFLRQHVGH ODV YLYLHQGDV FRQVWUXLGDV VH YHUiQDIHFWDGDVSRU OD gran humedad que existe, por la existencia del canal de regadío, que se encuentra a 0,50 - 1,00 metros. Foto 3.20 Vivienda de adobe en pésimas condiciones de conservación, que se encuentra en riesgo de colapso por la antigüedad de su infraestructura. Créditos L. Céspedes. Fotos 3.21 a 3.22 Distrito de El Tambo: Foto 3.21 Las viviendas que se encuentran asentadas en la primera terraza del río Mantaro son vulnerables a inundaciones ya que no tienen defensas ribereñas. Foto 3.22 Se muestra uno de los muchos casos, donde las viviendas construidas tanto en la parte alta como en la parte baja, en los bordes de las terrazas, tienen problemas de erosión de las paredes del suelo y caída de rocas respectivamente. Créditos L. Céspedes. Fotos 3.23 a 3.24 CC de Rangra; Foto 3.23 Se observa la parte posterior del local comunal y la parte lateral de una vivienda que se encuentra en una zona de alta pendiente. Foto 3.24 Se aprecia un escarpe de 0.5 a 1.5 metros de altura, el cual evidencia que el lugar es suceptibles a deslizamientos; por tanto la C.C. Rangra presenta una alta vulnerabilidad física. Créditos L. Céspedes. Mapa 3.5 Mapa de suelos de Acopalca. La comunidad está asentada sobre un suelo gravoso bien graduado y también presenta zonas mal graduadas (GP), DPERVPH]FODGRVFRQDUHQDV\SRFRV¿QRV(OVXHORGHFLPHQWDFLyQWLHQH un nivel de regular a alta capacidad portante. Mapa 3.6 Mapa de suelos de San Juan de Jarpa. La comunidad está asentada sobre un suelo gravoso bien graduado (GW) y también presenta zonas con gravas PDOJUDGXDGDV *3 DPERVPH]FODGRVFRQDUHQDV\SRFRV¿QRVGHQLYHO PHGLRGHFDSDFLGDGSRUWDQWH$GHPiV WLHQH]RQDVHVSHFt¿FDVGRQGHHO suelo es predominantemente arcilloso y limoso (CL y ML), que presentan valores bajos de capacidad portante. Instituto Geofísico del Perú 12 Mapa 3.7 Mapa de suelos de Concepción. El distrito se asienta sobre un suelo gravoso predominantemente mal graduado mezclados con arenas, arcillas y limos. También tiene una pequeña área donde el suelo es de arcillas arenosas (CL). El suelo de cimentación tiene un nivel de regular a alta capacidad portante. Mapa 3.8 Mapa de suelos de El Tambo. El distrito se asienta sobre un suelo gravoso predominantemente —mal graduado— mezclados con arenas, limos \PDWHULDO ¿QR (O VXHORGHFLPHQWDFLyQ WLHQHXQQLYHOGH UHJXODUDDOWD capacidad portante. Mapa 3.9 Mapa de suelos de Rangra. La comunidad está asentada sobre un suelo arenoso con presencia de arcillas y limos (SC Y SM). Además, tiene suelos gravosos mal graduados con mezcla de arcilla y arena (GP). El suelo de cimentación tiene un nivel regular de capacidad portante. Tabla 3.6 Ubicación política de los centros poblados y los eventos a evaluar. Figura 3.6 Ubicación del centro poblado de Rangra en la parte central del cuerpo del deslizamiento activo. Fotos 3.25 a 3.29 Pasos para la obtención de datos de entrada: Foto 3.25 Localización del escarpe; Foto 3.26 Elaboración de la calicata; Foto 3.27 Instalación del piezómetro de hincado; Foto 3.28 Acoplamiento de los alambres del piezómetro con el cable transductor del lector de datos; y Foto 3.29 Toma de datos de la presión de poros mostrados en el lector de datos. Créditos M. Moreno. Figura 3.7 Distribución de calicatas elaboradas en el centro poblado de Rangra. Foto 3.30 Mapeo de las partes del deslizamiento. Se puede observar el escarpe de 2 m. aproximadamente (línea negra), el tipo de vegetación en la zona y la fuerte pendiente. Crédito M. Moreno. Tabla 3.7 Resultados de los ensayos de granulometría y de tipo de suelo de las muestras del suelo obtenidas de las calicatas. Tabla 3.8 Parámetros que a utilizar en los modelos de análisis de estabilidad de taludes. Figura 3.8 $QiOLVLVGHHVWDELOLGDGGHO WDOXGGH OD ODGHUDGHXQDVHFFLyQ WRSRJUi¿FD SW-NE, donde se emplaza el centro poblado de Rangra. Figura 3.9 Factor de seguridad para una sección analizada en la ladera del centro poblado de Rangra simulando la presión de poros crítico de 80 kpa Foto 3.31 Inundación de cultivos en el valle. Crédito R. Zubieta. Foto 3.32 Desborde del río Mantaro. Crédito R. Zubieta. Figura 3.10 Flujograma metodológico empleado en el estudio de las inundaciones en el valle del río Mantaro. Figura 3.11 Ocurrencia de inundaciones en el valle del Mantaro. Figura 3.12 Modelo digital de elevación del valle del río Mantaro obtenido por técnicas de aerotriangulación digital. Tabla 3.9 Caudales máximos estimados—Distribución Log normal (m3/s). Figura 3.13 Simulaciones HECRAS del río Mantaro para tiempos de retorno de 1,10,25,50 y 100 años. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 13 Figura 4.3 Volumen de producción de madera rolliza por especies en Junín (2009). Fuente MINAG, 2010. Figura 4.4 Volumen de producción de madera aserrada por especies en Junín (2009). Fuente MINAG, 2010. Foto 4.3 Los campesinos del valle del Mantaro enfrentarán nuevos retos con el cambio climático. Crédito C. Zuleta. Foto 4.4 Eucaliptos plantados en terrenos de baja fertilidad no apto para producción agrícola. Crédito C. Zuleta. Tabla 4.1 Criterios e indicadores para la toma de datos de los factores físicos y naturales. Foto 4.5 Los árboles son plantados en los bordes de los campos agrícolas. Crédito C. Zuleta. Foto 4.6 Campo preparado para la siembra de papa con Eucaliptos en los linderos. Crédito C. Zuleta Foto 4.7 Plantación de un año de Eucalyptus globulus en suelo rocoso y pendiente pronunciada. Crédito C. Zuleta Tabla 4.2 Contribución de los árboles según especies a los medios de vida de los campesinos. Fuente: Entrevistas a los hogares, 2011 Tabla 4.3 Percepciones de la población sobre las principales especies forestales. Fuente: Entrevistas a hogares, entrevistas a comités de conservación y talleres participativos 2011 Foto 4.8 El quinual es la especie nativa más comúnmente encontrada en sistemas agroforestales. Crédito C. Zuleta. Foto 4.9 Plantaciones en las zonas altas y agricultura en la parte baja. Crédito F. Medina. Capítulo 4 Caracterización socioeconómica del valle del Mantaro Tabla 4.4 Dinámica de los cambios en el uso y en la cobertura del suelo de 1985 a 2010 (los valores positivos indican aumento y los negativos disminución). Foto 4.10 Ejemplo de área de pastizal de alta densidad. Crédito F. Medina. Mapa 4.1 Mapa de cambios en el uso y cobertura del suelo para el período de 1985-2010 Foto 4.11 Área de bofedales en el valle del Mantaro. Crédito F. Medina. Foto 4.12 Plantaciones de eucalipto en el valle del Mantaro. Crédito F. Medina. Foto 4.13 Vista de la ciudad de Huancayo. El área urbana también ha presentado cambios VLJQL¿FDWLYRV&UpGLWR$0DUWtQH] Foto 4.14 Laderas reforestadas en el valle del Mantaro. Crédito C. Zuleta. Foto 4.15 Vista del valle del Mantaro desde Chupaca (San Juan de Ninanya). Crédito L. Giráldez. Foto 4.16 Agricultura tradicional sobre laderas en el valle del Mantaro. Crédito L. Giráldez. Figura 4.5 6HULH KLVWyULFD GH VXSHU¿FLH DJUtFROD DIHFWDGD \ SHUGLGD D FDXVD GH HYHQWRV adversos a nivel nacional (Campaña agrícola 1996/97—2009/10). Elaboración L. Giráldez. Foto 4.17 Agricultura en zona sierra, cosecha de papa en Chupaca. Crédito L. Giráldez. Foto 4.18 Agricultura en zona de selva, La Merced. Crédito Marisol Remax. Figura 4.1 Figura 4.2 Foto 4.1 Foto 4.2 Distribución de los bosques naturales en el Perú. Fuente ENDF, 2002.Elaboración propia. 6XSHU¿FLH UHIRUHVWDGD DFXPXODGD HQ ORV SULQFLSDOHV GHSDUWDPHQWRV GHO 3HU~ (2009). Fuente MINAG, 2010. Los árboles de eucalipto en linderos contribuyen a reducir efectos negativos de las heladas. Crédito C. Zuleta. Laderas reforestadas con E. globulus en la subcuenca del río Shullcas. Crédito C. Zuleta. Instituto Geofísico del Perú 14 Figura 4.6 6HULH KLVWyULFD GH VXSHU¿FLH DJUtFROD DIHFWDGD \ SHUGLGD GH ORV SULQFLSDOHV cultivos transitorios a causa de eventos adversos en el departamento de Junín (1995/96-2010/11, campaña incompleta agosto 2010—mayo 2011). Elaboración por L. Giráldez. Fuente MINAG-SEGMA, DRAJ, OIA. Figura 4.7 Valorización de las pérdidas económicas a causa de eventos adversos en el departamento de Junín (2005/06—2010/11) Elaboración L. Giráldez. Fuente: DRAJ, OIA. Foto 4.19 Agricultura de autoconsumo en la zona alta del valle del Mantaro. Crédito L. Giráldez. Tabla 4.6 Valorización económica de las pérdidas de las campañas agrícolas en el valle del Mantaro. Foto 4.20 Cultivo de maíz afectado por la helada del 09 de diciembre de 2011. Crédito L. Giráldez Tabla 4.7 Fechas reportadas con ocurrencia de heladas en el valle del Mantaro. Fuentes: DRAJ, OIA, Diario Correo, Trasmonte (2009). Foto 4.21 Daño por helada en el cultivo de maíz. Crédito Juan Osorio. Tabla 4.5 Junín, porcentaje de tierra agrícola bajo riego según región natural. Foto 4.22 Daño por helada en el cultivo de papa. Crédito ANDINA (Agencia Peruana de Noticias). Figura 4.8 Valorización de las pérdidas a causa de los eventos extremos en el valle del Mantaro (provincias de Concepción, Chupaca y Huancayo). Foto 4.23 Cultivo de papa en el valle con síntomas de marchitez foliar causado por veranillo, campaña agrícola 2007/08. Crédito L. Giráldez Figura 4.9 6XSHU¿FLHDJUtFRODDIHFWDGDRSHUGLGDDFDXVDGH ORVHYHQWRVH[WUHPRVHQ el valle del Mantaro (provincias de Concepción, Chupaca y Huancayo), se destacan los veranillos. Figura 4.10 6XSHU¿FLH VHPEUDGD \ FRVHFKDGD GH SDSD SURPHGLR SDUD OD SURYLQFLD GH Chupaca, durante las campañas agrícolas del 1999/00 – 2009/10. Fuente de datos: DRAJ, OIA. Figura 4.11 Producción total afectada por los veranillos en las provincias de estudio en el valle del Mantaro (2005/06—2010/11). Fuente: DRAJ, OIA. Figura 4.12 Producción de maíz afectada por los veranillos en las provincias de Huancayo y Chupaca (2005/06—2010/11). Fuente: DRAJ, OIA. Tabla 4.8 Factores de vulnerabilidad ante heladas evaluadas para la provincia de Chupaca. Tabla 4.9 9DORUDFLyQGHOIDFWRUGHYXOQHUDELOLGDGGH³3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJUtFROD bajo riego” para 9 distritos de la provincia de Chupaca. Tabla 4.10 Vulnerabilidad ante heladas por cultivos y distritos. Mapa 4.2 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de papa ante heladas (Provincia de Chupaca) Mapa 4.3 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de maíz ante heladas (Provincia de Chupaca) Mapa 4.4 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de zanahoria ante heladas (Provincia de Chupaca) Tabla 4.11 Factores de vulnerabilidad de los cultivos a los veranillos. Tabla 4.12 3XQWDMHSRUFHQWDMH\FDOL¿FDFLyQGHYXOQHUDELOLGDGHVWLPDGRVDQWHYHUDQLOORV en Chupaca. Mapa 4.5 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de papa ante veranillos (Provincia de Chupaca) Mapa 4.6 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de maíz ante veranillos (Provincia de Chupaca) Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 15 Figura 4.13 Efectos de las lluvias intensas en el valle del Mantaro. Fuente de datos: OIA - DRAJ. Figura 4.14 Campañas agrícolas afectadas por diversos eventos meteorológicos en el valle. Fuente de datos: OIA, DRA - Junín. Figura 4.15 6XSHU¿FLHSHUGLGD\DIHFWDGDSRUOOXYLDVLQWHQVDVSRUWLSRGHFXOWLYR)XHQWH OIA, DRA - Junín Figura 4.16 Producción perdida y afectada por lluvias intensas, por tipo de cultivo. Fuente: OIA - DRAJ. Figura 4.17 7RWDOGHVXSHU¿FLHDIHFWDGDSRUODVOOXYLDVLQWHQVDVHQORVSULQFLSDOHVFXOWLYRV del valle. Fuente: OIA – DRAJ. Fotos 4.25 - 4.27 Síntomas de enfermedades fungosas en el cultivo de papa. Foto 4.25 Síntomas de rancha en el follaje de papa. Foto 4.26 Pudrición de tubérculos de papa. Foto 4.27 Síntomas de pudrición en tallos de papa. Créditos L. Giráldez. Figura 4.18 Posibles impactos del cambio climático sobre la Acuicultura. Tabla 4.17 Efectos generales de aumento de la temperatura en los ciclos de vida GHOSDUiVLWR VXVDQ¿WULRQHV\ ORVSURFHVRVGH WUDQVPLVLyQ 0RGL¿FDGRGH Marcoglieses DJ., 2008). Figura 4.19 Diagrama de la patogénesis de Yersinia ruckeri. Elaboración J. Anicama. Tabla 4.18 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido branquial. Tabla 4.15 Temperaturas tolerantes para diferentes especies cultivables acuícolas 0RGL¿FDGRGH'H6LOYD  Foto 4.29 Vista de una piscigranja de truchas en el valle del Mantaro. Crédito J. Anicama. Tabla 4.16 Impactos potenciales del cambio climático en los sistemas acuícolas. Foto 4.28 Tubérculos de papa de mala calidad, con manchas ocasionadas por Rhizoctonia solani. Crédito L. Giráldez. Tabla 4.13 Factores de vulnerabilidad de los cultivos a las lluvias intensas. Tabla 4.14 3XQWDMH SRUFHQWDMH \ FDOL¿FDFLyQ GH YXOQHUDELOLGDG HVWLPDGRV DQWH OOXYLDV intensas en Chupaca. Mapa 4.8 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de papa ante lluvias intensas (Provincia de Chupaca) Mapa 4.9 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de maíz ante lluvias intensas (Provincia de Chupaca) Mapa 4.10 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de zanahoria ante lluvias intensas (Provincia de Chupaca) Mapa 4.7 Mapa de vulnerabilidad del cultivo de zanahoria ante veranillos (Provincia de Chupaca) Foto 4.24 Cosecha de zanahoria en un campo inundado. Campaña agrícola 2010/11. Crédito L. Giráldez. Foto 4.30 Lesiones adaptativas en branquias: Hiperplasia, fusión lamelar. 40 X. Crédito J. Anicama. Tabla 4.19 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido branquial. Foto 4.31 Branquias. Linfocitos, necrosis con acortamiento de lamelas (compárese el tamaño de lamelas). Tabla 4.20 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido renal. Instituto Geofísico del Perú 16 Foto 4.32 Riñón: Lesión adaptativa: Degeneración hidrópica, regeneración tubular. 40X. Crédito J. Anicama. Foto 4.33 Riñón. Incremento de células melanomacrófagas. 40 X. Crédito J. Anicama. Tabla 4.21 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido renal Foto 4.34 Intestino. Hiperplasia en mucosa. 40 X. Crédito J. Anicama. Tabla 4.22 Presencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido intestinal. Tabla 4.23 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido esplénico. Figura 4.20 Tipo de ganadería en el Perú. Tomado del Plan Ganadero Nacional 2006-2015 del Ministerio de Agricultura Foto 4.35 Praderas naturales subcuenca de Shullcas. Crédito E. Núñez. Tabla 4.24 Regiones naturales en las que se desarrolla la ganadería en la sierra central. Foto 4.36 Rebaño familiar mixto en el Anexo de Siusa, Subcuenca de Achamayo. Crédito R. Yaranga Tabla 4.25 Sociedades Agrícolas de Interés Social SAIS en la región Junín, creadas durante la Reforma Agraria. Fuente: Ministerio de Agricultura, Dirección de Asentamiento Rural Setiembre 1974. En Caycho H. 1977. Foto 4.37 Vaquilla Brown Swiss, dentro de un cerco eléctrico. Chaquicocha, San José de Quero, subcuenca del Cunas. Crédito E. Núñez. Foto 4.38 La llama, especie doméstica de interacción entre la agricultura y ganadería, en Turno Isla- Quilcas, subcuenca de Achamayo. Crédito Enma Nuñez. Foto 4.49 Rebaño familiar de ovinos mejorados. Paraje Isla en la subcuenca del río Achamayo. Crédito Enma Nuñez. Foto 4.40 San José de Quero, distrito ganadero de la subcuenca del río Cunas. Crédito E. Nuñez. Figura 4.21 Relación de comunidades campesinas reconocidas y tituladas en el valle del Mantaro. Foto 4.41 La mujer es quién toma las decisiones para el destino de la lana en la crianza familiar. Chicche, Subcuenca del Cunas. Crédito E. Núñez. Foto 4.42 Comercialización de lana de ovino en la feria local en el distrito de Quilcas. Créditos E. Núñez. Foto 4.44 Rebaño de ovinos afectados por lluvias intensas. Anexo de Ñahuinpuquio, Rangra. Crédito E. Núñez Tabla 4.26 Número de animales promedio por familia antes y después de la temporada de bajas temperaturas. Fuente: Evaluación de la situación de seguridad alimentaria en cuatro departamentos del Perú afectados por bajas temperaturas, FAO, 2007. Tabla 4.27 Especie animal, tipo de enfermedad y porcentaje de hogares afectados. Fuente: Evaluación de la situación de seguridad alimentaria en cuatro departamentos del Perú afectados por bajas temperaturas, FAO, 2007. Tabla 4.28 Indicadores de morbilidad. Fuente: MINSA. Figura 4.23 Atenciones por neumonías en menores de 5 años. Perú 2005-2010. Figura 4.22 Comportamiento anual de la producción de leche 1995-2010 en las subcuencas de Achamayo, Shullcas y Cunas. Foto 4.43 Producción de leche a nivel familiar. Ahuac, Subcuenca del Cunas. Crédito E. Núñez. Figura 4.24 Incidencia cumulada de atenciones por neumonía en menores de 5 años, según departamento Perú 2010. Fuente MINSA. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 17 Figura 4.25 Defunciones por neumonía en menores de 5 años por años. Perú 200-2010. fuente MINSA. Figura 4.26 Defunciones por neumonía en menores de 5 años por departamentos, periodo de lluvias y periodo de frío. Fuente: MINSA. Figura 4.27 Neumonías en menores de 5 años, Junín 2010. Fuente MINSA. Figura 4.28 Atenciones de neumonías y defunciones en menores de 5 años por departamentos del Perú. Fuente MINSA. Figura 4.29 Malaria por P. falciparum: Perú 2010. Fuente MINSA. Figura 4.30 Malaria por P. vivax: Perú 2010. Fuente MINSA. Figura 4.31 Dengue: Departamento Junín 2011. Fuente MINSA. Figura 4.32 Dengue sin señales de alarma: Perú 2010. Fuente MINSA. Tabla 4.29 Vulnerabilidad de los establecimientos de salud Tabla 4.30 Factores de riesgo del huésped y del ambiente, que incrementa la incidencia de neumonías adquiridas en la comunidad en países desarrollados. Fuente: *Igor Rudan, Cynthia Boschi-Pinto, Zrinka Biloglav, Kim Mulholland, Harry Campbell Epidemiology and etiology of childhood pneumonia Bulletin of the World Health Organization | May 2008, 86 (5). Elaboración MINSA. Mapa 4.11 Mapa de la subcuenca de Achamayo. Foto 4.48 Persona adulta mayor con su menor nieto —quien vive en la comunidad de Llacta, parte alta del distrito de Quilcas— dedicada a la crianza de animales como su principal sustento económico para toda la familia. Madre del niño apoya en las actividades de crianza de animales, producción de la papa, etc. Crédito L. Enciso. Foto 4.49 Madre de familia encuestada sobre temas socioeconómicos y de salud, en el distrito de Ingenio, mientras realiza el cuidado de sus vacunos. Esta tarea la realiza todos los días acompañada de su menor hijo. Crédito L. Enciso. Mapa 4.12 Riesgo en la salud de la población infantil de la subcuenca de Achamayo. Tabla 4.31 Matriz de ponderación del riesgo a las bajas temperaturas de niños menores de 5 años. Foto 4.46 Técnica en enfermería asistiendo a un niño de pocos meses de nacido en la posta de salud de Quilcas, quien ha sido llevado por la madre para ser registrado y atendido, ya que el parto fue atendido por una partera (persona encargada de ayudar en el nacimiento, cuando las madres gestantes no pueden acudir a las postas de salud). Crédito L. Enciso. Foto 4.47 Encuesta dirigida a una madre de familia en el centro poblado de Yanamuclo distrito de Matahuasi. Ella, con sus dos menores hijos, se encuentra en una de sus actividades: corte de alfalfa para dar a sus animales, cuya tarea lo realiza conjuntamente con sus niños, puesto que son muy pequeños para dejarlos en el hogar. Crédito L. Enciso. Instituto Geofísico del Perú 18 Prefacio La cuenca del río Mantaro es altamente vulnerable a eventos meteorológicos extremos relacionados con la variabilidad climática, y de acuerdo con proyecciones recientes, esta vulnerabilidad se incrementaría en los próximos años debido al cambio climático (IGP, 2005c). Los eventos meteorológicos extremos constantemente generan desastres “naturales” que afectan a la población del país y a sus principales actividades económicas. A pesar de ello, existe solamente un limitado número de investigaciones en los aspectos físicos de estos eventos y su aplicación para la prevención de desastres. En este contexto, el valle del Mantaro es particularmente vulnerable: inequidad social, económica y de género, SREODFLyQFRQHVFDVDHGXFDFLyQ IRUPDO IDOWDGHDFFHVRD OD LQIRUPDFLyQ\D UHFXUVRV¿QDQFLHURVHWF(OSULQFLSDO sector económico de la zona es la agricultura, y además Huancayo (capital de la región Junín) es una dinámica zona de comercio y de servicios. La agricultura de la zona provee con importantes productos (papa, haba, maíz, kiwicha, etc.) a las principales ciudades de la costa, como la capital del país, Lima. Además, como vía terrestre es una importante zona de tránsito entre la costa y la selva central. La agricultura se caracteriza porque aproximadamente el 70% se realiza bajo el sistema de secano, es decir, dependiente de las lluvias; y además existe una gran parcelación de la tierra, con cerca de un 80% de parcelas pertenecientes a PX\SHTXHxRVSHTXHxRV\PHGLDQRVSURGXFWRUHVTXH WLHQHQFRPRFDUDFWHUtVWLFD ODGLYHUVL¿FDFLyQGHFXOWLYRV OR TXHLPSLGHVXLQVHUFLyQHQPHUFDGRVPiVJUDQGHVSRUHMHPSORSDUDH[SRUWDFLyQ3RURWURODGRHVWDGLYHUVL¿FDFLyQ es un mecanismo de protección ante eventos climáticos y meteorológicos extremos (Torres, 2008) y variaciones en el mercado. La población del valle es de aproximadamente 500,000 habitantes, de los cuales un 70% del total de población se concentra en las principales ciudades: Huancayo, Jauja y Concepción. Sin embargo, estos porcentajes son relativos, dado que existe un continuo proceso de migración entre el campo y la ciudad, en parte debido a la estacionalidad de la agricultura; así, no es inusual que las familias que residen en las ciudades, paralelamente cultiven tierras agrícolas en zonas rurales no necesariamente localizadas en el valle. En el valle coexisten y se complementan dos entornos paralelos: el urbano y el rural, con importantes diferencias, como la densidad poblacional, diferentes actividades económicas, etc. Sin embargo, el entorno urbano tiene componentes rurales y el entorno rural a su vez tiene componentes urbanos, y las fronteras entre ambos entornos son sumamente difusas, y los enlaces muy fuertes (De la Cadena, 1988). Tanto la población urbana como la rural son altamente vulnerables a los eventos meteorológicos extremos, que SXHGHQFRQYHUWLUVHHQGHVDVWUHVGHJUDQPDJQLWXG(VWRVHYHQWRVKDQVLGRLGHQWL¿FDGRVXVDQGRGLIHUHQWHVIXHQWHVGH información, como datos meteorológicos, información de periódicos locales, entrevistas y encuestas. /RVHYHQWRVPHWHRUROyJLFRVLGHQWL¿FDGRVIXHURQHYHQWRVGHOOXYLDVLQWHQVDVVHTXtDV\KHODGDVFRQLPSDFWRVItVLFRV ELHQLGHQWL¿FDGRVWDQWRSDUDORVHQWRUQRVUXUDO\XUEDQR7DPELpQORVLPSDFWRVVRFLRHFRQyPLFRVGHULYDGRVGHEHQVHU considerados, como pérdidas humanas, daños en casas, disminución en la producción, pérdidas en hombres/hora de WUDEDMRQLxRKRUDVGHHVWXGLRHVFDVH]GHDOLPHQWRVHVWUpVHWFTXHQRVRQIiFLOPHQWH LGHQWL¿FDEOHV/DVLWXDFLyQ puede tornarse más compleja debido a que muchas veces estos eventos se presentan simultáneamente en varias zonas del valle. Así, la capacidad de manejo de riesgo de las comunidades afectadas, de por sí muy escasa, se ve aún más mermada. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 19 Entre las principales causas de esta escasa capacidad de gestión de riesgos se encuentra la poca información sobre el funcionamiento del sistema nacional de gestión de riesgo de desastres, mínima interacción entre la población afectada y las instituciones responsables, poca organización y coordinación de la población, falta de planes de prevención a mediano y largo plazo, etc. Por otro lado, el sistema de organización comunitaria ante situaciones de inminente peligro y de respuesta que SUHYDOHFHHQ]RQDVPiV UXUDOHVHVPiVH¿FLHQWHHQFRPSDUDFLyQD ODVDFFLRQHVPiVSHUVRQDOHVTXHSUHYDOHFHQ en zonas también agrícolas, pero más urbanas. Sin embargo, los cambios en los sistemas sociales y económicos prevalentes en las últimas décadas viene menoscabando la capacidad de organización comunal tal como se ha conocido hasta ahora. Las tendencias del comportamiento actual del clima indican que eventos extremos tales como sequías, heladas y OOXYLDV LQWHQVDVSRGUtDQ LQWHQVL¿FDUVH\KDFHUVHPiV IUHFXHQWHV ,*3F 6RQHVWRVHYHQWRV UHFXUUHQWHV\GH pequeña escala los que golpean año a año los medios de vida de las poblaciones del valle del Mantaro. La mejora de la capacidad de responder a este tipo de eventos fortalecería la capacidad general de adaptación de las poblaciones afectadas a cambios en el clima futuro. Dada la problemática mencionada, el IGP formuló el proyecto “Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos (sequías, heladas y lluvias intensas) como medida de adaptación ante el cambio climático HQHOYDOOHGHO0DQWDUR±0$5(0(;´HOPLVPRTXHREWXYR¿QDQFLDPLHQWRGHO&HQWUR,QWHUQDFLRQDOGH,QYHVWLJDFLRQHV para el Desarrollo de Canadá IDRC (www.idrc.ca), con una duración de tres años. El objetivo principal del proyecto fue fortalecer la capacidad de manejo del riesgo a eventos meteorológicos extremos VHTXtDV KHODGDV \ OOXYLDV LQWHQVDV  D ¿QGHGLVPLQXLU OD YXOQHUDELOLGDG \PHMRUDU OD FDSDFLGDGGHDGDSWDFLyQGH la población urbana y rural en el valle del Mantaro frente a cambios del clima, con vistas a que los conocimientos generados sirvan como insumo en la preparación de los planes locales de adaptación. Y al ser éste un proyecto GHLQYHVWLJDFLyQDFFLyQODVFRPSRQHQWHVEXVFDURQFXEULUWDQWRORVDVSHFWRVGHLQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FDFRPRORVGH acción a nivel de autoridades, instituciones y población local. Este segundo volumen incluye los resultados vinculados al análisis de vulnerabilidad del proyecto: caracterización socioeconómica, percepciones y conocimiento tradicional y vulnerabilidad física y socioeconómica. Lima, febrero de 2012 Instituto Geofísico del Perú 20 El Proyecto MAREMEX Alejandra Martínez Objetivos El principal objetivo del proyecto buscó fortalecer la capacidad de manejo del riesgo ante eventos meteorológicos H[WUHPRV VHTXtDVKHODGDV\OOXYLDVLQWHQVDV D¿QGHGLVPLQXLUODYXOQHUDELOLGDG\PHMRUDUODFDSDFLGDGGHDGDSWDFLyQ de la población urbana y rural en el valle del Mantaro, frente a cambios del clima, y se espera que los conocimientos generados sirvan como insumo en la preparación de los planes locales de adaptación. /RVREMHWLYRVHVSHFt¿FRVGHVDUUROODGRVIXHURQ  ,GHQWL¿FDUORVDFWRUHVFODYHVLQYROXFUDGRV\HYDOXDUODVDFWXDOHVFDSDFLGDGHVGHORVSREODGRUHVGHOYDOOHGHO0DQWDUR HQHOPDQHMRGHOULHVJRGHGHVDVWUHVSRUHYHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVLQFOX\HQGRODLGHQWL¿FDFLyQGHWRPDGRUHV de decisiones regionales y locales. 2) Fortalecer y profundizar los estudios sobre causas, ocurrencia e impactos de heladas, sequías y fenómenos de OOXYLDV LQWHQVDVHQ OD UHJLyQ(VWHREMHWLYRHVSHFt¿FREXVFy OOHQDUHO YDFtRGH LQIRUPDFLyQH[LVWHQWHSRU ODHVFDVD FDQWLGDGGHHVWXGLRVFLHQWt¿FRVVREUHHYHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRV KHODGDVVHTXtDV\ OOXYLDV LQWHQVDV HQ OD UHJLyQDQGLQDD¿QGHTXHODVFDXVDVRFXUUHQFLDH LPSDFWRVGHHVWRVHYHQWRVSXGLHUDQVHUXWLOL]DGRVHQHVWXGLRV posteriores y en planes de manejo de riesgo de desastres. 3) Evaluar la vulnerabilidad actual para apoyar la elaboración de planes participativos de manejo de riesgo local frente a heladas, sequías y lluvias intensas en el valle del Mantaro, con la participación de autoridades locales, gobiernos regionales, comunidades, ONG y otros actores relevantes. 4) Fortalecer las instituciones locales, sensibilizar a la población y difundir los resultados del proyecto a la población, LQVWLWXFLRQHV\PHGLRVFLHQWt¿FRVDWUDYpVGHODFUHDFLyQRIRUWDOHFLPLHQWRGHFDSDFLGDGHVGHLQYHVWLJDFLyQGHHQWLGDGHV e investigadores locales en temas de adaptación al cambio climático. Cada objetivo se convirtió en componente del proyecto (Figura A.1), cada uno con diferentes grupos técnicos de trabajo que contaron con sus propias estrategias de desarrollo, sin embargo, se buscó trabajar en forma integrada desde el inicio del proyecto, con reuniones bimensuales de integración de información con los diferentes grupos de investigadores y estudiantes. Identificar los actores clave involucrados y evaluar las actuales capacidades de manejo del riesgo de desastres Fortalecer y profundizar los estudios sobre los procesos físicos que rigen la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos en la región Evaluar la vulnerabilidad actual y elaborar planes participativos de manejo de riesgo local Fortalecer las instituciones locales, sensibilizar a la población y difundir los resultados del proyecto Investigación - Acción Figura A.1 Componentes del proyecto MAREMEX. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 21 Zona de estudio Las áreas de intervención del estudio incluyeron, además de la estrecha franja que corresponde al valle del Mantaro, ODVVXEFXHQFDVGH ORV UtRV$FKDPD\R&XQDV\6KXOOFDV 0DSD FRQVLGHUiQGRODVFRPRXQLGDGHVJHRJUi¿FDV ecológicas, sociales, económicas y culturales básicas en cualquier estudio relacionado con los recursos naturales en JHQHUDO\FRQORVUHFXUVRVKtGULFRVHQSDUWLFXODUGHELGRDTXHWLHQHQOtPLWHVFODUDPHQWHGH¿QLGRV\HOUHFXUVRDJXD es el factor transversal común en las actividades humanas que allí se desarrollan. /DVVXEFXHQFDVGH$FKDPD\R&XQDV\6KXOOFDVFRUUHVSRQGHQSDUFLDOPHQWHGHVGHHOSXQWRGHYLVWDJHRJUi¿FRD las provincias de Concepción, Chupaca y Huancayo; sin embargo, la delimitación política no coincide exactamente FRQODUHDOLGDGJHRJUi¿FDGHODVVXEFXHQFDV&RQ¿QHVSXUDPHQWHPHWRGROyJLFRVHQHOSUR\HFWRVHKDQWUDEDMDGR FRQVLGHUiQGRODV HTXLYDOHQWHV \D TXH ORV GDWRV HVWDGtVWLFRV DFWXDOL]DGRV \ PHWRGROyJLFDPHQWH FRQ¿DEOHV VRQ trabajados a nivel de provincia y distrito. Organización de la investigación Los objetivos del proyecto plantearon interrogantes como: ¿Cuáles son las características físicas de los eventos meteorológicos extremos?, ¿Cuáles son los impactos de estos eventos en la población urbana y rural?, ¿Cuáles son ODV UHVSXHVWDVGH ODSREODFLyQ\ ODVDXWRULGDGHV"\¿QDOPHQWH¢&XiOHVVRQ ODVHVWUDWHJLDVGHDGDSWDFLyQTXHVH vienen implementando y cuáles son las óptimas a ser implementadas?. 3RUHOORODLQYHVWLJDFLyQVHRUJDQL]yFRQHO¿QGHSRGHUUHVSRQGHUDHVWDV\RWUDVLQWHUURJDQWHVHQOD)LJXUD$VH presenta el esquema de organización. En la primera columna se tienen los eventos extremos analizados, escogidos por ser aquellos de mayor repercusión e impactos negativos en la zona de estudio. En la segunda columna, los tipos de análisis para cada uno de los eventos, mencionados líneas arriba. Los sectores analizados se presentan en la tercera columna. Si bien inicialmente se consideró solo trabajar con los sectores de Agricultura, Ganadería y Salud, en el transcurso de la investigación se incorporaron los sectores de Piscicultura y Forestales. Asimismo, se agregó “Centros poblados”, que si bien no es un sector económico propiamente dicho, es crítico en el análisis de vulnerabilidad. En la cuarta columna se indican aquellos temas de corte transversal: Género, recurso agua y Educación/Institucionalidad. Si bien estos temas no fueron objeto de investigación por sí mismos - a excepción del recurso agua que fue analizado como parte de la caracterización climática -, fueron temas que estuvieron permanentemente presentes en el desarrollo del análisis de vulnerabilidad y propuestas de medidas de adaptación. Los aspectos de género son sumamente importantes en el manejo de riesgo de desastres. Las poblaciones más afectadas por los impactos del cambio climático, incluyendo la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos son Uso de información para la gestión de riesgo y preparación de planes locales de adaptación Caracterización física Caracterización de los impactos Respuestas de la población Respuestas de los tomadores de decisiones Estrategias de adaptación Ganadería Piscicultura Forestal Salud Centros poblados Sequías Heladas Lluvias intensas EVENTOS EXTREMOS TIPOS DE ANÁLISIS Recurso Agua Género Educación/ Institucionalidad SECTORES TEMAS TRANSVERSALES OBJETIVO GENERAL Agricultura Figura A.2 Organización de la investigación del proyecto MAREMEX Instituto Geofísico del Perú 22 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 23 VLQGXGDDTXHOODVPHQRVSUHSDUDGDVHLQIRUPDGDV\FRQPHQRUDFFHVRDUHFXUVRVHFRQyPLFRVVRFLDOHV\¿QDQFLHURV En esta población en riesgo, son las mujeres las más vulnerables debido a las relaciones de inequidad existentes entre hombres y mujeres, mayormente relacionadas con acceso a la educación, propiedad de la tierra y la vivienda, acceso diferenciado a recursos naturales como el agua, y la disparidad en la toma de decisiones en materia de gestión local, a pesar de la importancia económica de las actividades domésticas y productivas que desarrollan y de su fuerte participación en actividades de gestión comunitaria. Paradójicamente, las realidades de género hacen que el sector de la población que primero detecta los problemas ambientales, que propician un mejor uso de los recursos naturales y una distribución equitativa de los ingresos son las mujeres. Esto debido a diferencias culturales que establecen diferentes percepciones y relaciones entre las mujeres y recursos naturales como el agua (Martínez, 2007). En forma similar, el tema de institucionalidad es clave para el manejo de riesgo de desastres, pues son necesarias instituciones (a todo nivel: nacional, regional y local) fuertes, y con un buen nivel de articulación y coordinación entre sí. Además este tema viene de la mano de una estrategia educacional que incluye el fortalecimiento de capacidades en las instítuciones involucradas, incluyendo municipios distritales, provinciales y al gobierno regional; en este sentido, Educación fue visto como un medio de sensibilización y de transmisión de información y conocimiento a todo nivel. )LQDOPHQWHHQODXOWLPDFROXPQDVHFRQVLJQDHOREMHWLYRJHQHUDODSURYHFKDUODLQIRUPDFLyQFLHQWt¿FDJHQHUDGDSDUD su uso en la gestión de riesgos, y preparación de planes locales de adaptación. Estrategias Para el logro de los objetivos propuestos se emplearon diversas estrategias que permitieron ahondar y/o facilitar el desarrollo de las investigaciones del proyecto. Entre las estrategias utilizadas están aquellas relacionadas a la investigación en sí misma: uso de diversas fuentes de datos, desarrollo de tesis de investigación; uso de la cuenca/subcuenca como unidad de análisis, y multidisciplinariedad; las directamente vinculadas con la población y sus medios de vida: LGHQWL¿FDFLyQ GH FRQRFLPLHQWR ORFDO UHFRMR GH percepciones, y sensibilización de la población a través de la toma de datos meteorológicos. Finalmente,- aquellas estrategias relacionadas con la gestión del proyecto: temas de investigación abierta, interinstitucionalidad, y difusión de resultados, tal como se muestra en la Figura A.3. Las principales estrategias utilizadas son descritas a continuación. Combinación de diversas fuentes de datos La escasez de datos, tanto meteorológicos como socioeconómicos, fue una constante a lo largo de todo el desarrollo GHOSUR\HFWR&RQHO¿QGHWHQHUPD\RUHVIXHQWHVGHUHIHUHQFLDSDUDHODQiOLVLVGHYXOQHUDELOLGDGVHXWLOL]DURQYDULDGDV fuentes de datos, entre las que se pueden contar, además de los datos meteorológicos disponibles y descritos en el Volumen I: ‡ Noticias sobre la ocurrencia de eventos meteorológicos y sus impactos en el valle del Mantaro publicados en periódicos locales en los últimos 40 años. ‡ Base de datos de DesInventar (www.desinventar.org). ‡ Base de datos del Sistema de Información Nacional para la Respuesta y Rehabilitación - SINPAD (www.http:// sinpad.indeci.gob.pe/sinpad/). ‡ Información obtenida a través de encuestas y talleres participativos. ‡ Entrevistas puntuales, etc. Estrategias del proyecto Combinación de diversas fuentes de datos Desarrollo de tesis de investigación Cuenca/subcuenca como unidad de análisis Multidisciplinariedad Identificación de conocimiento local Recojo de percepciones Sensiblización a través de datos Interinstitucionalidad Investigación abierta Difusión de resultados Relacionadas a la investigación per se Relacionadas a la gestión del proyecto Directamente vinculadas a la población Figura A.3 Estrategias del proyecto MAREMEX Instituto Geofísico del Perú 24 El uso de diversas fuentes permitió complementar, contrastar, y en algunos casos validar la información disponible, añadiendo consistencia a las conclusiones. Desarrollo de tesis de investigación Varios de los temas puntuales de investigación del proyecto se realizaron a través del desarrollo de tesis de pregrado HQ ODVHVSHFLDOLGDGHVGH)tVLFD0HFiQLFDGH)OXLGRV*HRJUDItD ,QJHQLHUtD*HRJUi¿FD ,QJHQLHUtDGH6LVWHPDV\ Medicina Veterinaria. A cada estudiante se le dio un tema de investigación y el apoyo del proyecto incluyó subvención mensual, el costo de los gastos de investigación (análisis de laboratorio, trabajos de campo, etc.) y el acceso a las facilidades de la institución. Además, a los estudiantes se les asignó un asesor, que guió la investigación; además de contar con su propio asesor en sus respectivas universidades. Se contó con diez estudiantes, de los cuales solo uno abandonó la investigación; los restantes nueve culminaron satisfactoriamente sus tesis. Esta estrategia permitió el fortalecimiento de capacidades en la investigación en diversos temas vinculados a la YDULDELOLGDG\HOFDPELRFOLPiWLFRDGHPiVGHDKRQGDUHQWHPDVHVSHFt¿FRVGHDQiOLVLVTXHGHRWUDPDQHUD²SRU ejemplo a través de la contratación de consultores— no se hubiera podido lograr. Interinstitucionalidad y multidisciplinariedad A lo largo del proyecto se buscó la formación de una alianza estratégica, buscando el trabajo colaborativo y complementario entre instituciones de alcance local y nacional, y de naturaleza tanto estatal como privada. Sin embargo, la consolidación de dicha DOLDQ]DD WUDYpVGHFRQYHQLRV¿UPDGRVQRVLHPSUH IXHSRVLEOH debido a trabas burocráticas, cambio de funcionarios, etc. A pesar de ello se trabajó coordinadamente con el Gobierno Regional de Junín y el Gobierno Provincial de Concepción, además de las comunidades campesinas de Quilcas, San Juan de Jarpa y Acopalca. Las ONG Grupo Yanapai, REDES y CARE dieron un apoyo decisivo sobre todo en los temas de sensibilización. Por su parte el Instituto Nacional de Defensa Civil, apoyó con las metodologías de estimación del riesgo, así como su experiencia en la gestión de desastres. Finalmente, por parte de universidades, se contó con la participación del Instituto de Forestería Internacional y Productos Forestales de la Facultad de Forst-, Geo und Hydrowissenschafte, de la Technische Universitat Dresden (TUD) de Alemania. Limitaciones generales Cada una de las etapas del proyecto supuso diferentes retos y limitaciones metodológicas, que se describen brevemente en cada uno de los capítulos siguientes. Sin embargo, algunas de las limitaciones presentes a lo largo de toda la investigación, incluyeron la falta de datos, tanto hidrometeorológicos como socioeconómicos y biológicos. El intercambio de información entre instituciones, estatales o privadas, fue también un problema que se solucionó SDUFLDOPHQWHPHGLDQWHOD¿UPDGHFRQYHQLRVSDUDHVWXGLRV\DSR\RFRQMXQWRFRQYDULDVLQVWLWXFLRQHV /DGLIHUHQFLDH[LVWHQWHHQWUH ODGHPDUFDFLyQJHRJUi¿FDGHVXEFXHQFD\RYDOOH \ ODGHPDUFDFLyQSROtWLFD IXHRWUD OLPLWDFLyQTXHVHDUUDVWUyDORODUJRGHWRGRHOSUR\HFWR\DTXHGL¿FXOWyHQRUPHPHQWHODREWHQFLyQGHLQIRUPDFLyQVREUH todo socioeconómica que se puede conseguir a nivel de distritos y provincias, los que a menudo cruzan y/o comparten distintas subcuencas ó microcuencas. También la programación de actividades fue compleja, puesto que muchos de los temas de investigación desarrollados incluían trabajos de campo, talleres, etc., que debía ajustarse tanto a las DJHQGDVR¿FLDOHVSURWRFRODUHVFRPRDODVDFWLYLGDGHVFRWLGLDQDVGHODSREODFLyQTXHDPHQXGRLQFOXtDQPLJUDFLRQHV estacionales vinculadas a la ganadería y la agricultura, así como una cargada agenda festiva local y regional. Este artículo puede ser citado como: Martínez, A. (2012): “El proyecto MAREMEX Mantaro”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Foto A.1 Varias de las tesis desarrolladas incluyeron trabajos de campo para la recolección de datos. Crédito F. Blanco. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 25 Terminología* Adaptación al cambio climático.- Un ajuste en los sistemas naturales —o humanos— como respuesta a los estímulos FOLPiWLFRVUHDOHVRHVSHUDGRVRVXVHIHFWRVORVFXDOHVPRGHUDQHOGDxRRH[SORWDQODVRSRUWXQLGDGHVEHQH¿FLRVDV Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) la DGDSWDFLyQDOFDPELRFOLPiWLFRVHGH¿QHFRPRDODMXVWHGHORVVLVWHPDVKXPDQRVRQDWXUDOHVIUHQWHDHQWRUQRVQXHYRV R FDPELDQWHV /D DGDSWDFLyQ DO FDPELR FOLPiWLFR VH UH¿HUH D ORV DMXVWHV HQ VLVWHPDV KXPDQRV R QDWXUDOHV FRPR respuesta a estímulos climáticos proyectados o reales, o sus efectos, que pueden moderar el daño o aprovechar sus DVSHFWRVEHQH¿FLRVRV6HSXHGHQGLVWLQJXLUYDULRVWLSRVGHDGDSWDFLyQHQWUHHOODVODSUHYHQWLYD\ODUHDFWLYDODS~EOLFD \SULYDGDRODDXWyQRPD\ODSODQL¿FDGD Amenaza.- Un fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa que pueden ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. Amenaza geológica.- Un proceso o fenómeno geológico que podría ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. $PHQD]DKLGURPHWHRUROyJLFD8QSURFHVRRIHQyPHQRGHRULJHQDWPRVIpULFRKLGUROyJLFRXRFHDQRJUi¿FRTXHSXHGH ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. Amenaza natural.- Un proceso o fenómeno natural que puede ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. Amenaza socio-natural.- El fenómeno de una mayor ocurrencia de eventos relativos a ciertas amenazas geofísicas e hidrometeorológicas, tales como aludes, inundaciones, subsidencia de la tierra y sequías, que surgen de la interacción de las amenazas naturales con los suelos y los recursos ambientales explotados en exceso o degradados. Cambio climático.- (a) El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en LQJOpV GH¿QHDOFDPELRFOLPiWLFRFRPRXQ³FDPELRHQHOHVWDGRGHOFOLPDTXHVHSXHGHLGHQWL¿FDU SRUHMHPSORPHGLDQWH el uso de pruebas estadísticas) a raíz de un cambio en el valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, y que persiste durante un período prolongado, generalmente decenios o períodos más largos. El cambio climático puede obedecer a procesos naturales internos o a cambios en los forzantes externos, o bien, a cambios antropogénicos persistentes en la composición de la atmósfera o en el uso del suelo”. E /D&RQYHQFLyQ0DUFRGHODV1DFLRQHV8QLGDVVREUHHO&DPELR&OLPiWLFR &018&& ORGH¿QHFRPRXQ³FDPELRGHO clima atribuido directa o indirectamente a actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera mundial, y que viene a añadirse a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. Capacidad.- La combinación de todas las fortalezas, los atributos y los recursos disponibles dentro de una comunidad, sociedad u organización que pueden utilizarse para la consecución de los objetivos acordados. *Terminología tomada de: 2009 UNISDR Terminología sobre Reducción del Riesgo de Desastres, NN.UU. Instituto Geofísico del Perú 26 Capacidad de afrontamiento.- La habilidad de la población, las organizaciones y los sistemas, mediante el uso de los recursos y las destrezas disponibles, de enfrentar y gestionar condiciones adversas, situaciones de emergencia o desastres. Concientización/sensibilización pública.- El grado de conocimiento común sobre el riesgo de desastres los factores que conducen a éstos y las acciones que pueden tomarse individual y colectivamente para reducir la exposición y la vulnerabilidad frente a las amenazas. Degradación ambiental.- La disminución de la capacidad del medio ambiente para responder a las necesidades y a los objetivos sociales y ecológicos. Desarrollo de capacidades.- El proceso mediante el cual la población, las organizaciones y la sociedad estimulan y GHVDUUROODQVLVWHPiWLFDPHQWHVXVFDSDFLGDGHVHQHO WUDQVFXUVRGHO WLHPSRD¿QGH ORJUDUVXVREMHWLYRVVRFLDOHV\ económicos, a través de mejores conocimientos, habilidades, sistemas e instituciones, entre otras cosas. Desarrollo sostenible.- Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Desastre.- Una seria interrupción en el funcionamiento de una comunidad o sociedad que ocasiona una gran cantidad de muertes al igual que pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la comunidad o la sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios recursos. (O1LxR2VFLODFLyQGHO6XU (126  8QD LQWHUDFFLyQFRPSOHMDGHO2FpDQR3DFt¿FR7URSLFDO \ ODDWPyVIHUDJOREDO que da como resultado episodios cíclicos de cambios en los patrones oceánicos y meteorológicos en diversas partes del mundo, frecuentemente con impactos considerables durante varios meses, tales como alteraciones en el hábitat marino, precipitaciones, inundaciones, sequías y cambios en los patrones de las tormentas. Estudio del impacto ambiental.- Un proceso mediante el que se evalúan las consecuencias ambientales de un proyecto RSURJUDPDSURSXHVWR(OHVWXGLRVHHPSUHQGHFRPRSDUWH LQWHJUDOGH ORVSURFHVRVGHSODQL¿FDFLyQ\GH WRPDGH decisiones con el propósito de limitar o reducir el impacto negativo del proyecto o del programa en cuestión. Evaluación del riesgo.- Una metodología para determinar la naturaleza y el grado de riesgo a través del análisis de posibles amenazas y la evaluación de las condiciones existentes de vulnerabilidad que conjuntamente podrían dañar potencialmente a la población, la propiedad, los servicios y los medios de sustento expuestos, al igual que el entorno del cual dependen. Gases de efecto invernadero.- Componentes gaseosos de la atmósfera, tanto de origen natural como antropogénico, TXHDEVRUEHQ\HPLWHQODUDGLDFLyQLQIUDUURMDGHODVXSHU¿FLHWHUUHVWUHODSURSLDDWPyVIHUD\ODVQXEHV Gases integrantes de la atmósfera, de origen natural y antropogénico, que absorben y emiten radiación en determinadas ORQJLWXGHVGHRQGDVGHOHVSHFWURGHUDGLDFLyQLQIUDUURMDHPLWLGRSRUODVXSHU¿FLHGHOD7LHUUDODDWPyVIHUD\ODVQXEHV Esta propiedad causa el efecto invernadero Grado de exposición.- La población, las propiedades, los sistemas u otros elementos presentes en las zonas donde existen amenazas y, por consiguiente, están expuestos a experimentar pérdidas potenciales. Gestión correctiva del riesgo de desastres.- Actividades de gestión que abordan y buscan corregir o reducir el riesgo de desastres que ya existe. Gestión de emergencias.- La organización y la gestión de los recursos y las responsabilidades para abordar todos los aspectos de las emergencias, especialmente la preparación, la respuesta y los pasos iniciales de la rehabilitación. Gestión del riesgo.- El enfoque y la práctica sistemática de gestionar la incertidumbre para minimizar los daños y las pérdidas potenciales. Gestión del riesgo de desastres.- El proceso sistemático de utilizar directrices administrativas, organizaciones, destrezas \FDSDFLGDGHVRSHUDWLYDVSDUDHMHFXWDUSROtWLFDV\IRUWDOHFHUODVFDSDFLGDGHVGHDIURQWDPLHQWRFRQHO¿QGHGHUHGXFLU el impacto adverso de las amenazas naturales y la posibilidad de que ocurra un desastre. Gestión prospectiva del riesgo de desastres.- Actividades de gestión que abordan y buscan evitar el aumento o el desarrollo de nuevos riesgos de desastres. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 27 Medidas estructurales.- Cualquier construcción física para reducir o evitar los posibles impactos de las amenazas, o la aplicación de técnicas de ingeniería para lograr la resistencia y la resiliencia de las estructuras o de los sistemas frente a las amenazas. Medidas no estructurales.- Cualquier medida que no suponga una construcción física y que utiliza el conocimiento, las prácticas o los acuerdos existentes para reducir el riesgo y sus impactos, especialmente a través de políticas y leyes, una mayor concientización pública, la capacitación y la educación. 0LWLJDFLyQ/DGLVPLQXFLyQRODOLPLWDFLyQGHORVLPSDFWRVDGYHUVRVGHODVDPHQD]DV\ORVGHVDVWUHVD¿QHV Plan para la reducción del riesgo de desastres.- Un documento que elabora una autoridad, un sector, una organización RXQDHPSUHVDSDUDHVWDEOHFHUPHWDV\REMHWLYRVHVSHFt¿FRVSDUDODUHGXFFLyQGHOULHVJRGHGHVDVWUHVFRQMXQWDPHQWH FRQODVDFFLRQHVD¿QHVSDUDODFRQVHFXFLyQGHORVREMHWLYRVWUD]DGRV 3ODQL¿FDFLyQ GH FRQWLQJHQFLDV 8Q SURFHVR GH JHVWLyQ TXH DQDOL]D SRVLEOHV HYHQWRV HVSHFt¿FRV R VLWXDFLRQHV emergentes que podrían imponer una amenaza a la sociedad o al medio ambiente, y establece arreglos previos para SHUPLWLUUHVSXHVWDVRSRUWXQDVH¿FDFHV\DSURSLDGDVDQWHWDOHVHYHQWRV\VLWXDFLRQHV 3ODQL¿FDFLyQRUGHQDPLHQWRWHUULWRULDO(OSURFHVRTXHHPSUHQGHQODVDXWRULGDGHVS~EOLFDVSDUDLGHQWL¿FDUHYDOXDU\ determinar las diferentes opciones para el uso de los suelos, lo que incluye la consideración de objetivos económicos, sociales y ambientales a largo plazo y las consecuencias para las diferentes comunidades y grupos de interés, al igual que la consiguiente formulación y promulgación de planes que describan los usos permitidos o aceptables. Plataforma nacional para la reducción del riesgo de desastres.- Un término genérico para los mecanismos nacionales de coordinación y de orientación normativa sobre la reducción del riesgo de desastres, que deben ser de carácter multisectorial e interdisciplinario, y en las que deben participar los sectores público y privado, la sociedad civil y todas las entidades interesadas en un país. Preparación.- El conocimiento y las capacidades que desarrollan los gobiernos, los profesionales, las organizaciones de respuesta y recuperación, las comunidades y las personas para prever, responder, y recuperarse de forma efectiva de los impactos de los eventos o las condiciones probables, inminentes o actuales que se relacionan con una amenaza. Prevención.- La evasión absoluta de los impactos adversos de las amenazas y de los desastres conexos. Pronóstico.- Una declaración certera o un cálculo estadístico de la posible ocurrencia de un evento o condiciones IXWXUDVHQXQD]RQDHVSHFt¿FD Recuperación.- La restauración y el mejoramiento, cuando sea necesario, de los planteles, instalaciones, medios de sustento y condiciones de vida de las comunidades afectadas por los desastres, lo que incluye esfuerzos para reducir los factores del riesgo de desastres. Reducción del riesgo de desastres.- El concepto y la práctica de reducir el riesgo de desastres mediante esfuerzos sistemáticos dirigidos al análisis y a la gestión de los factores causales de los desastres, lo que incluye la reducción del grado de exposición a las amenazas, la disminución de la vulnerabilidad de la población y la propiedad, una gestión sensata de los suelos y del medio ambiente, y el mejoramiento de la preparación ante los eventos adversos. Reforzamiento.- El refuerzo o la modernización de las estructuras existentes para lograr una mayor resistencia y resiliencia a los efectos dañinos de las amenazas. Respuesta.- El suministro de servicios de emergencia y de asistencia pública durante o inmediatamente después de la ocurrencia de un desastre, con el propósito de salvar vidas, reducir los impactos a la salud, velar por la seguridad pública y satisfacer las necesidades básicas de subsistencia de la población afectada. Resiliencia.- La capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, DGDSWDUVH\UHFXSHUDUVHGHVXVHIHFWRVGHPDQHUDRSRUWXQD\H¿FD]ORTXHLQFOX\HODSUHVHUYDFLyQ\ODUHVWDXUDFLyQ de sus estructuras y funciones básicas. Riesgo.- La combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas. Riesgo aceptable.- El nivel de las pérdidas potenciales que una sociedad o comunidad consideran aceptable según sus condiciones sociales, económicas, políticas, culturales, técnicas y ambientales existentes. Instituto Geofísico del Perú 28 Riesgo de desastres.- Las posibles pérdidas que ocasionaría un desastre en términos de vidas, las condiciones de salud, los medios de sustento, los bienes y los servicios, y que podrían ocurrir en una comunidad o sociedad particular HQXQSHUtRGRHVSHFt¿FRGHWLHPSRHQHOIXWXUR 6HUYLFLRVGHORVHFRVLVWHPDV/RVEHQH¿FLRVTXHREWLHQHQGHORVHFRVLVWHPDVODVSHUVRQDV\ODVFRPXQLGDGHV Sistema de alerta temprana.- El conjunto de capacidades necesarias para generar y difundir información de alerta que VHDRSRUWXQD\VLJQL¿FDWLYDFRQHO¿QGHSHUPLWLUTXHODVSHUVRQDVODVFRPXQLGDGHV\ODVRUJDQL]DFLRQHVDPHQD]DGDV VHSUHSDUHQ\DFW~HQGHIRUPDDSURSLDGD\FRQVX¿FLHQWHWLHPSRGHDQWLFLSDFLyQSDUDUHGXFLUODSRVLELOLGDGGHTXHVH produzcan pérdidas o daños. Vulnerabilidad.- Las características y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien que los hacen susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 29 Capítulo 1 Caracterización socioeconómica del valle del Mantaro Instituto Geofísico del Perú 30 Introducción Capítulo 1 Tal como se mencionó en el prefacio, el valle del Mantaro es altamente vulnerable a eventos meteorológicos extremos relacionados con la variabilidad climática, tales como heladas, sequías y lluvias intensas, las que además tienen diferentes impactos negativos dependiendo del entorno rural ó urbano (Tabla 1.1), y que son los que más preocupan a los pobladores del valle, ya que afecta sus actividades en el día a día, produciendo en muchos casos pérdidas que debilitan fuertemente sus medios de vida. . Ámbito/ Eventos LGHQWL¿FDGRV Lluvias intensas que provocan deslizamientos Sequías Heladas Urbano Pérdidas en infraestructura de transporte (puentes, caminos, etc.), vivienda y agua potable; pérdidas en vidas humanas. Cortes en el servicio de agua potable; reducción en la generación de energía hidroeléctrica. Enfermedades bronco pulmonares, especialmente en niños y ancianos. Rural Pérdidas de tierras agrícolas, semillas, infraestructura agrícola (canales, caminos rurales, etc.), erosión &RQÀLFWRVGH agua; descenso en el rendimiento de los cultivos; incremento de plagas y enfermedades de las plantas. Enfermedades bronco pulmonares, especialmente en niños y ancianos; impactos agropecuarios como descenso en el rendimiento de los cultivos, bajo rendimiento de leche y carne vacuno y ovino. 7DEOD(YHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVLGHQWL¿FDGRVHQHOYDOOHGHO0DQWDUR\VXV impactos negativos. La premisa del proyecto fue que era necesario conocer en profundidad las causas físicas de los eventos meteorológicos extremos, así como la vulnerabilidad de las poblaciones del valle que están expuestos a ellos, como una medida de adaptación ante un clima cambiante. El primer tema ha sido ampliamente tratado en el Volumen I de esta misma serie, mientras que los aspectos de vulnerabilidad y adaptación son descritos en éste volumen. Este cápitulo describe brevemente las principales FDUDFWHUtVWLFDV GHPRJUi¿FDV y económicas de cada una de las tres subcuencas en análisis. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 31 Características socioeconómicas del valle del Mantaro Alejandra Martínez, Enma Núñez y Ricardo Zubieta $VSHFWRVGHPRJUi¿FRV generales La región Junín está constituida por 9 municipalidades provinciales, 114 municipalidades distritales y 103 municipalidades de centros poblados, y tiene una población total de 1 301 844 habitantes (INEI, 2010). En la Tabla 1.2 se muestra OD VXSHU¿FLH SREODFLyQ GHQVLGDG poblacional, y nombre de capital de provincia y su altitud en msnm (Mapa 1.1). De las 9 provincias, Chanchamayo y Satipo corresponden a la FODVL¿FDFLyQ JHRJUi¿FD GH 6HOYD Alta representando el 54% de la VXSHU¿FLHGHODUHJLyQVLQHPEDUJR solo albergan al 31% de la población de la región. Las provincias restantes son principalmente andinas, correspondiendo a zonas por encima de los 2 300 msnm. Las altitudes varían entre 201 msnm (Quebrada Sherintiben, distrito Río Tambo, Satipo), y 5 730 msnm en el Nevado Tunshu, distrito de Canchayllo en Jauja (INEI, 2008). Los aspectos socioeconómicos y los ambientales están sumamente relacionados entre sí en el valle del Mantaro. La cantidad y calidad de agua, variaciones en el clima, JHRORJtDÀRUD\IDXQDHWFLQÀX\HQ fuertemente en la sociedad andina Región/ Provincia 6XSHU¿FLH (Kilómetros cuadrados) Población total 2010 Densidad poblacional (habitantes por Km2) Capital de provincia Altitud (metros sobre el nivel del mar) Junin 44 197,23 1 301 844 29,46 Huancayo 3 558,10 492 568 138,44 Huancayo 3 249 Concepción 3 067,52 60 521 19,73 Concepción 3 283 Chanchamayo 4 723.40 185 833 39,34 La Merced 751 Jauja 3 749,10 91 645 24,44 Jauja 3 390 Junín 2 360,07 29 269 12,40 Junín 4 107 Satipo 19 219,48 225 889 11,75 Satipo 632 Tarma 2 749,16 113 924 41,44 Tarma 3 053 Yauli 3 617,35 48 401 13,38 La Oroya 3 745 Chupaca 1 153,05 53 794 46,65 Chupaca 3 263 De izquierda a derecha Foto 1.1 Vista del glaciar Huatapallana. Foto 1.2 Vista del valle del Mantaro. Créditos A. Martínez 7DEOD6XSHU¿FLH WRWDOSREODFLyQGHQVLGDG\DOWLWXGGH ODFDSLWDOVHJ~QGHSDUWDPHQWR y provincia, 2010. Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) – dirección Nacional de Censos y Encuestas (DNCE) Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales del valle y su desarrollo. Debe tomarse en cuenta, además, que en la subcuenca coexisten y se complementan los entornos urbano y rural (para las HVWDGtVWLFDVR¿FLDOHVVHFRQVLGHUDFRPR³XUEDQR´WRGRFHQWURSREODGRFRQRPiVKDELWDQWHVLQGHSHQGLHQWHPHQWH de las condiciones de vida existentes en el centro poblado). Instituto Geofísico del Perú 32 Si bien existen diferencias como la mayor densidad poblacional en el urbano, y la presencia de actividades agrícolas como principal actividad económica en el rural, el entorno urbano tiene componentes rurales y viceversa, y las fronteras existentes entre los dos tipos de entorno son sumamente difusas, y los lazos entre ambos son muy fuertes, tal como sucede en otras realidades (Bah et. al., 2003). La población urbana depende en gran medida de los productos agrícolas y pecuarios producidos en las zonas rurales, PLHQWUDVTXHHQODSREODFLyQUXUDOGHPDQGDELHQHV\VHUYLFLRV VHPLOODVPDTXLQDULDDJUtFRODVHUYLFLRV¿QDQFLHURV servicios médicos y dentales, etc.) que se encuentran concentrados en la ciudad. Sin embargo, mas allá del simple intercambio de bienes y servicios, existen marcados vínculos de parentesco entre ambas poblaciones, tenencia de tierras paralelas (es común que una familia de la ciudad mantenga pequeñas parcelas en las afueras), y actividades complementarias estacionales vinculadas al calendario agrícola de la zona. Estos vínculos entre los entornos urbano y rural, hacen que lo que ocurre en un entorno afecte al otro. Así, las pérdidas que ocurren en el sector agrícola debido a fenómenos hidrometeorológicos – agravadas por la existencia de una agricultura extensiva que carece de tecnologías adecuadas de riego y control, etc. - también afectan negativamente las actividades económicas desarrolladas en la zonas urbanas, como Huancayo, Concepción y Chupaca. La población de la región Junín es sumamente joven, tal como puede apreciarse en la pirámide poblacional mostrada en la Figura 1.1. El 33,0% de la población es menor de 15 años, y más del 50,0% es menor de 20 años. Por otro lado, el índice de masculinidad es de 99,4 (INEI, 2008), es decir existe menor cantidad de hombres que de mujeres. La evolución de la población total de la región ha sido creciente, según muestran los datos de los Censos poblacionales de los últimos 70 años (Figura 1.2), con una tasa de crecimiento anual actual de 1,4% para la zona urbana y 0,8% para la zona rural (INEI, 2008). Al analizar la evolución de la población urbana y rural de la región en porcentajes se observa claramente que en la composición de la población total de la región, la población urbana se viene incrementando, mientras que la población rural viene disminuyendo progresivamente a tasas similares. Figura 1.1 Junín: Pirámide poblacional por sexo y edad. Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda 2007. De izquierda a derecha Figura 1.2 Evolución de la población total, urbana y rural en números absolutos 1940-2007. Fuente: INEI – Censos Nacionales de población y vivienda, 1940, 1961, 1972, 1981, 1993 y 2007. Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales. Figura 1.3 Evolución de la población urbana y rural en porcentajes. Fuente: INEI – Censos Nacionales de población y vivienda, 1940, 1961, 1972, 1981, 1993 y 2007. Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales. Foto 1.3 Vista de la ciudad de Huancayo. Crédito A. Martínez. 024681012 0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 80 -84 85 y más 0 2 4 6 8 10 12 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1940 1961 1972 1981 1993 2007 Ha bi ta nt es (e n m ile s) Años censales Junín: Evolución de la población total, urbana y rural 1940-2007 Total Urbana Rural 0 10 20 30 40 50 60 70 1940 1961 1972 1981 1993 2007 Po rc en ta je s Años censales Junín: Evolución de la población urbana y rural en porcentajes, 1940-2007 Población urbana Población rural Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 33 Además de la población de Junín, mayor a 5 años, el 86,4% aprendió castellano, el 9,6% aprendió quechua, el 3,1% aprendió asháninka y el 0,7% aprendió alguna otra lengua nativa de la selva. (INEI, 2007); y las provincias que presentan los porcentajes más altos de la población que declaró que el idioma con el que aprendió a hablar fue el quechua, fueron Junín (15,9%), Huancayo (12,4%) y Satipo (10,9%). La población de la región Junín tiene una tendencia creciente, a pesar de que las tendencia de la tasa de crecimiento se proyecta que disminuirá en los próximo 15 años (Tabla 1.3). El mayor número de migrantes de otras regiones que optan por buscar mejores oportunidades son de Huancavelica, Lima y Pasco, mientras que los emigrantes van mayoritariamente hacia Lima y El Callao. Son muchos más los que deciden dejar la región que los que deciden asentarse en ella: el número total de migrantes fue de 186.671, mientras que el de emigrantes fue de 399.609, según estadísticas del INEI (2007). Vivienda y servicios básicos En las Figuras 1.4 y 1.5, se presenta el material predominante en las paredes exteriores y pisos de las viviendas de la región Junín. El adobe ó tapia es el material predominante en las paredes exteriores, con 43,7% del total, seguido por el ladrillo o bloque de cemento con 36,1%; para el caso del material predominante en el piso, más de la mitad, un 53% es de tierra, y solo un 34% de cemento. Si bien esta información permite una visión general de las condiciones de vivienda, las mayores diferencias se pueden observar al comparar los entornos urbano y rural. En las Figuras 1.6 a 1.9, se muestran las diferencias en abastecimiento de agua, tipo de servicio higiénico, tipo de energía o combustible que se utiliza para cocinar y servicio de información y comunicación. En todos los casos son notorias, y preocupantes, las enormes diferencias existentes entre ambos entornos. Por ejemplo, para el caso de tipo de abastecimiento de agua, más del 80% de la población rural no cuenta con agua potable ubicadas dentro ó fuera de la vivienda, y más del 60% se abastece a través de ríos, acequias, manantiales ó similares. País y Junín Población Tasa de crecimiento anual (por cien) 1995 2010 2025 1995-2000 2005-2010 2020-2025 Perú 23.926.300 29.461.933 34.412.393 1,66 1,16 0,95 Junín 1.136.690 1.301.844 1.438.414 1,06 0,75 0,57 Tabla 1.3 Perú y Junín: Población estimada y proyectada y tasa de crecimiento medio anual 1995-2025. Fuente INEI, 2007. De izquierda a derecha: Figura 1.4 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en las paredes exteriores, 2007. Figura 1.5 Junín: viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en los pisos, 2007. Fuente INEI, 2007. 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Red pública dentro de la vivienda Red pública fuera de la vivienda, pero dentro de la edificación Pilón de uso público Pozo Río, acequia, manantial o similar Otros Po rc en ta je Tipo de servicio Urbana Rural Figura 1.6 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de abastecimiento de agua, 2007. Fuente INEI, 2007. Ladrillo o bloque de cemento 36,1% Adobe o tapia 43,7% Madera 14,2% Quincha 3,2% Otros materiales 2,9% Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en las paredes exteriores, 2007 Tierra 53%Cemento 34% Madera 6,9% Loseta, terrazos, 3,4% Otros 2,9% Junín: viviendas particulares con ocupantes presentes, según material predominante en los pisos, 2007 Instituto Geofísico del Perú 34 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Red pública dentro de la vivienda Red pública fuera de la vivienda, pero dentro de la edificación Pozo séptico Pozo ciego o negro / letrina Río, acequia o canal No tiene Po rc en ta je s Tipo de servicio Urbana Rural Figura 1.7 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de servicio higiénico, 2007. Fuente INEI, 2007. 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Gas Kerosene Leña Bosta, estiércol Otros No cocinan Po rc en ta je + Tipo de energía o combustible Urbana Rural Figura 1.8 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de energía o combustible que más utilizan para cocinar 2007. Fuente INEI, 2007. 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Teléfono fijo Teléfono a celular Conexión a internet Conexión a TV por cable Ninguno Po rc en ta je Tipo de servicio Urbana Rural Figura 1.9 Junín: Viviendas particulares con ocupantes presentes, según área de residencia y tipo de servicio de información y comunicación que tiene 2007. Fuente INEI, 2007. Otro indicador que muestra esta diferencia entre entornos urbano y rural, es la disponibilidad de alumbrado eléctrico por red pública. Según datos del INEI, para el año 2007 las viviendas particulares con ocupantes presentes que contaban con alumbrado eléctrico por red pública en la zona urbana era cercano al 90%, mientras que para el área rural era apenas algo más del 40%. En general, las estadísticas mostradas señalan la falta de servicios básicos tanto para la zona urbana como rural de la región Junín, siendo notorias las diferencias entre ambos entornos. Además, éstos indicadores tienen implicancia sobre aspectos relacionados a salud, como es la falta de redes de agua y desagüe y las EDAs, y el tipo de combustible utilizado para cocinar, como la leña (más del 80% de la población rural) y las IRAs. Por otro lado, a pesar de la expansión de la telefonía celular en el país, aún son notorias las faltas de servicios de comunicación e información. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 35 Principales características socioeconómicas Sectores económicos En la Figura 1.10 se presenta el aporte al PBI de la región Junín, por principales actividades económicas, donde los sectores servicio, manufactura y agricultura tienen los porcentajes más altos de aporte. En cuanto a la población económicamente activa ocupada, el 54% trabaja en sectores primarios, el 8,8% en sectores secundarios, y el 37,2% en terciarios ó de servicios. (INEI, 2006). De ellos, un 18,1% es empleador ó patrono, 17% obrero ó trabajador del hogar, un 37,4% es trabajador independiente, y un 27,1% es trabajador familiar no remunerado. Por otro lado, los adecuadamente ocupados representan un 49,1% de la PEA, 3,6% de desempleados, y un 47,3% de subempleados o no apropiadamente empleados. La información censal sobre los aspectos agropecuarios se limitan a la información del III Censo Nacional Agropecuario, UHDOL]DGRHQ6HJ~QHVWHFHQVRHOGH ODVXSHU¿FLHGH OD UHJLyQHUDQRDJUtFROD\VRORXQGHXVR DJUtFRODDGHPiVHOGHODVXSHU¿FLHDJUtFRODVHWUDEDMDEDEDMRHOVLVWHPDGHVHFDQR GHSHQGLHQWHGHODVOOXYLDV  \HOEDMRULHJR)LQDOPHQWHGHODVXSHU¿FLHQRDJUtFRODHOFRUUHVSRQGtDDSDVWRVQDWXUDOHVHOD montes y bosques, y 6,3% a otras clases. Educación y Salud La tasa de analfabetismo de la región es de 7,6% (INEI, 2007). Las provincias con mayor tasa de analfabetismo son Junín (13,1), Satipo (11,3), Concepción (10,2) y Tarma (8,3). Por otro lado, si se toma el nivel de analfabetismo por hombres y mujeres, la tasa de analfabetismo de los hombres el del 3,4%, y la de mujeres es de 11,7%. En términos absolutos, de todos los analfabetos de la región, el 22% son hombres, y el 79% mujeres. En la Figura 1.11, se presenta el nivel de educación alcanzado por la población mayor de 15 años, censada durante el año 2007. Las diferencias entre la zona urbana y rural son notorias. Como se aprecia, la total falta de educación formal en la población urbana alcanza un 5%, mientras que en la rural el porcentaje sube hasta aproximadamente un 13%. De la misma forma, la población con educación superior universitaria en las ciudades llega a aproximadamente un 18%, mientras que en el campo el porcentaje solo alcanza un 3%. 0 3 6 9 12 15 18 Otros servicios Servicios gubernamentales Restaurantes y hoteles Transporte y comunicaciones Comercio Construcción Electricidad y agua Manufactura Minería Pesca Agricultura, caza y silvicultura Porcentaje Ac tiv id ad es 14.86% 12.84% 11.74% 4.35% 7.88% 12.20% 10.86% 2.50% 6.43% 16.27% 0.05% Figura 1.10 Junín: Aporte al PBI por principales actividades económicas, 2008. Fuente INEI, Dirección Nacional de Cuentas Ambientales, 2009. 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 Sin nivel Inicial Primaria Secundaria Superior no universitaria Superior universitaria Po rc en ta je Nivel de educación alcanzado Urbana Rural Figura 1.11 Junín: Población censada de 15 años y más de edad, según área de residencia y nivel de educación alcanzado (INEI, 2008). Instituto Geofísico del Perú 36 3RU RWUR ODGR OD FREHUWXUD GHO VHFWRU VDOXG HV EDVWDQWH GH¿FLHQWH$SUR[LPDGDPHQWH XQ  GH OD SREODFLyQ QR cuenta con ningún tipo de seguro médico, haciéndola sumamente vulnerable ante emergencias o enfermedades en algún miembro de la familia, que por ejemplo en la zona rural, este tipo de situaciones obligan a la venta apresurada de algunas cabezas de ganado, lo que descapitaliza a las familias, sobre todo en las zonas rurales. El resto de la SREODFLyQDSUR[LPDGDPHQWHXQVHHQFXHQWUDD¿OLDGDDDOJ~QWLSRGHVHJXURWDOFRPR(V6DOXG6LVWHPD,QWHJUDO de Salud SIS, u otros tipos de seguro (INEI, 2009). Si bien las tasas de desnutrición crónica infantil para niños menores de 5 años mostró una disminución en el periodo 2007-08, durante el año 2009 mostró un incremento nuevamente (Tabla 1.4); mientras que la tasa de mortalidad infantil mostró una tendencia negativa: 36,02%, 27,01% y 20,01%, correspondientes a los quinquenios 1995-200, 2000-2005, y 2005-2010, respectivamente. Diferencias entre las subcuencas en estudio En la Tabla 1.5 se presenta información sobre las provincias que conforman la región Junín, de las cuales tres conforman la zona de estudio: Huancayo, Concepción y Chupaca, que para propósitos metodológicos del estudio, se han trabajado como equivalentes a las subcuencas de Shullcas, Achamayo y Chupaca, respectivamente. La población total de las tres provincias alcanza los 606.883 habitantes, y muestran marcadas diferencias en su densidad poblacional: por un lado Huancayo – marcadamente más urbano – cuenta con 138,44 habitantes por Km2; mientras que Concepción y Chupa solo 19,73 y 46,65 por Km2, respectivamente. En la Tabla 1.8 se presenta la conformación distrital de cada una de las provincias; además de los distritos, en cada provincia existen centros poblados que cuentan con sus propias autoridades municipales. Estos centros poblados son creados por ordenanza de la municipalidad provincial y son ellas las que determinan su delimitación territorial. Cabe indicar que en el país existe un alto porcentaje de distritos y provincias que no se encuentran debidamente delimitados, donde la imprecisión de límites territoriales constituyen un grave problema para la gestión del territorio. Las diferencia entre las subcuencas en gran medida están determinadas por las diferencias entre la cantidad de población urbana y rural en cada una de ellas (Figura 1.12). Años 2000 2007 a/ 2007-08 2009 Porcentaje 31,3 26,2 23,4 26,8 Tabla 1.4 Tasa de desnutrición crónica de niños menores de 5 años. Fuente INEI, ENDES Continua 2005 y 2009, ENDES de Línea de Base 2007-2008. Provincia Número de distritos Distritos Huancayo 28 Huancayo, Carhuacallanga, Chacapampa, Chicche, Chilca, Chongos Alto, Chupuro, Colca, Culhuas, El Tambo, Huacrapuquio, Hualhuas, Huancan, Huasicancha, Huayucachi, Ingenio, Pariahuanca, Pilcomayo, Pucara, Quichuay, Quilcas, San Agustin, San Jeronimo de Tunan, Saño, Sapallanga, Sicaya, Santo Domingo de Acobamba, Viques Concepción 15 Concepción, Aco, Andamarca, Chambar, Cochas, Comas, Heroínas Toledo, Manzanares, Mariscal Castilla, Matahuasi, Mito, Nueve de Julio, Orcotuna, San José de Quero, Santa Rosa de Ocopa Chupaca 9 Chupaca, Ahuas, Chongos Bajo, Huachac, Huamancaca Chico, San Juan de Iscos, San Juan de Jarpa, Tres de Diciembre, Yanacancha Tabla 1.5 Provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca y sus distritos. Fuente INEI, Dirección Nacional de Censos y Encuestas, 2011. 51% 49% Concepción 60% 40% Chupaca 88% 12% Huancayo Urbano Rural Figura 1.12 Población de las provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca. Fuente: INEI, Censos Nacionales 2007: XV de población y VI de Vivienda. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 37 Este artículo puede ser citado como: Martínez, A., Núñez, E., y R. Zubieta, (2012): “Características socioeconómicas del valle del Mantaro”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Un ejemplo de las diferencias entre las subcuencas se muestra en la Figura 1.13, donde se presentan las viviendas que cuentan servicios de información y comunicación. Así, el porcentaje de hogares que no cuentan con algún tipo de servicio es de poco menos de 35% para el caso de Huancayo (subcuenca del río Shullcas, con mayor población urbana), mientras que para Concepción (subcuenca de Achamayo) y Chupaca (subcuenca de Chupaca) alcanzan el 70% y 66%, respectivamente. Sin embargo, no solo son las zonas rurales las que presentan indicadores de alta vulnerabilidad, si bien las ciudades concentran el grueso de los UHFXUVRV HFRQyPLFRV ¿QDQFLHURV LQVWLWXFLRQDOHV educacionales, etc., factores como el incremento poblacional de las últimas décadas, y su crecimiento QRSODQL¿FDGRKDDFDUUHDGRWDPELpQODH[LVWHQFLDGH numerosos asentamientos humanos que carecen de los servicios básicos mencionados. Al igual que en las principales ciudades de Latinoamérica y el Caribe, las ciudades en la zona de estudio se caracterizan por “un medio ambiente insalubre y contaminado, la inseguridad, la exclusión social, la falta de voz, el desempleo y ODVWLHUUDVLQYDGLGDVTXHVRQVyORDOJXQDVGHODVGL¿FXOWDGHVTXHHQIUHQWDQODVFLXGDGHVGHOFRQWLQHQWHDOFRPHQ]DUHO siglo XXI.” (PNUD, 2003). 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Teléfono fijo Teléfono celular Internet Cable Ninguno Po rc en ta je Tipo de servicio Huancayo Concepción Chupaca Figura 1.13 Provincias de Huancayo, Concepción y Chupaca: Hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes por servicios de información y comunicación que posee el hogar en porcentajes, 2009. Fuente INEI, Censos Nacionales 2007: XV de Población y VI de Vivienda. Instituto Geofísico del Perú 38 Bibliografía Introducción Bah M., Cissé S., Diyamett B., Diallo, G., Lerise, F., Okali, D., Okpara E.; Olawoye J. y C. Tacoli, (2003): Changing rural-urban linkages in Mali, Nigeria and Tanzania. En Environment and Urbanization. Vol. 15, Nro. 01, Abril 2003. International Institute for Environment and Development (IIED). Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, (2011): Síntesis Regional Recursos, potencialidades y crecimiento. CEPLAN, 420 pp. Consejo Nacional del Ambiente, (2005): Plan de Acción para el Mejoramiento de la Calidad del Aire “A limpiar el Aire, Ciudad de Huancayo” (versión preliminar), CONAM. Gobierno Regional de Junín, (2003a): Plan de desarrollo regional concertado Junín 2004-2007. Gerencia regional de planeamiento presupuesto y acondicionamiento territorial, Subgerencia de planeamiento estadística y cooperación técnica internacional. Gobierno Regional de Junín, (2003b): Plan estratégico institucional de la región Junín, Gerencia Regional de Planeamiento, Presupuesto y Acondicionamiento Territorial, Subgerencia de Planeamiento Estadística y Cooperación Técnica Internacional. Instituto Geofísico del Perú. (2005a): Vulnerabilidad actual y futura ante el cambio climático y medidas de adaptación en la cuenca del río Mantaro. Cambio Climático / Evaluación Local Integrada de Cambio Climático para la Cuenca del Río Mantaro, Volumen 3. Lima, Perú: Fondo Editorial del Consejo Nacional del Medio Ambiente [CONAM]. Instituto Geofísico del Perú. (2005b): Diagnóstico de la cuenca del río Mantaro bajo la visión de cambio climático. Cambio Climático / Evaluación Local Integrada de Cambio Climático para la Cuenca del Río Mantaro, Volumen 2. Lima, Perú: Fondo Editorial del Consejo Nacional del Medio Ambiente [CONAM]. Instituto Geofísico del Perú. (2005c): Vulnerabilidad actual y futura ante el cambio climático y medidas de adaptación en la cuenca del río Mantaro. Cambio Climático / Evaluación Local Integrada de Cambio Climático para la Cuenca del Río Mantaro, Volumen 3. Lima, Perú: Fondo Editorial del Consejo Nacional del Medio Ambiente [CONAM]. Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2008): Censos Nacionales 2007 XI de población y VI de vivienda – 5HVXOWDGRV'H¿QLWLYRV'HSDUWDPHQWRGH-XQtQ±7RPR,1(,SS Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2009): Perú:Estimaciones y proyecciones de población por GHSDUWDPHQWRVH[R\JUXSRVTXLQTXHQDOHVGHHGDG%ROHWtQGH$QiOLVLVGHPRJUi¿FR1UR,1(,SS Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2010a): Estadísticas Municipales 2009: Resultados a Nivel Distrital. INEI, 92 pp. Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2010b): Directorio Nacional de Municipalidades Provinciales, Distritales y de Centros Poblados. INEI, 393 pp. ,QVWLWXWR1DFLRQDOGH(VWDGtVWLFDH,QIRUPiWLFD F 3HU~3HU¿OGHODSREUH]DSRUGHSDUWDPHQWRV,1(, 304 pp. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 39 Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2010d): Anuario de Estadísticas Ambientales 2010. INEI, 523 pp. Instituto Nacional de Estadística e Informática, (2010e): Perú: Estimaciones y proyecciones de población económicamente activa urbana y rural por sexo y grupos de edad, según departamento, 2000-2015. INEI Boletín Especial Nro. 20 – Dirección Técnica de Demografía e Indicadores Sociales, 441 pp. Ministerio de Agricultura 2010: Perú Forestal en Números Año, (2009): MINAG – Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (Documento preliminar) pp. 86. Sorensen, N., y F. Stepputat, (2000): La población desplazada entre la asistencia y el desarrollo en los Andes Centrales del Perú. Working Paper 00.6 del Centre for Development Research – Copenhagen. Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento, (2010): Las EPS y su desarrollo. Informe Técnico SUNASS, 101 pp. Trivelli, C. y Boucher S., (2005): Vulnerabilidad y shocks climáticos: el costo de la sequía para los productores agropecuarios de Piura y el Valle del Mantaro. Economía y Sociedad 61, CIES, octubre 2006. Instituto Geofísico del Perú 40 Capítulo 2 población y conocimiento local Percepción de la Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 41 Introducción Capítulo 2 Parte importante de la línea base socioeconómica y cultural en el valle del Mantaro fue el levantamiento de información sobre las percepciones de la población ante los eventos meteorológicos extremos. Interrogantes como ¿Cuáles son los eventos extremos que la población considera más dañinos?, ¿Cuáles son los impactos negativos de tales eventos?, ¿Existen diferencias entre las percepciones en cada una de las tres subcuencas estudiadas?, ¿Cuáles son las acciones que toma la población ante tales eventos?, etc. debían ser contestadas, pues la percepción de la población es un elemento clave si se quiere trabajar en forma efectiva políticas locales y regionales tanto de gestión de riesgos, cambio climático y manejo de recursos naturales. Además, las comunidades del valle del Mantaro —especialmente en zonas rurales— mantienen algunos conocimientos sobre pronóstico y control y/o respuesta ante la ocurrencia de eventos meteorológicos adversos, siendo generalmente los comuneros de mayor edad los principales depositarios de este conocimiento. En el presente capítulo se presenta un reporte sobre las “Percepciones de la población rural y urbana en el valle del Mantaro”, a cargo de Enma Núñez, Lidia Enciso, Luis Céspedes y Alejandra Martínez. En este reporte se muestran los principales resultados de las encuestas, talleres participativos y entrevistas realizados en el marco del proyecto. El siguiente artículo a cargo de Marco Moreno “Determinación de umbrales de lluvias intensas y su presencia en ORVPHGLRVGHFRPXQLFDFLyQ´HVXQSULPHULQWHQWRSRULGHQWL¿FDUORV puntos de quiebre que hacen que un evento de lluvias muy fuerte, con impactos en la población y sus medios de vida, aparezca o no en los medios de prensa. Esta información podría ser sumamente útil para alertas tempranas ante la ocurrencia de lluvias extremas. Ligado al tema de percepciones, está el siguiente artículo “Conocimiento local sobre tiempo y clima en el valle del Mantaro”, a cargo de Alejandra Martínez, Enma Núñez, Violeta Beraún, Luis Céspedes y Lidia Enciso, trabajo que ha EXVFDGRVLVWHPDWL]DUHOFRQRFLPLHQWRORFDOVREUHWLHPSR\FOLPDDVtFRPRDKRQGDUHQODQDWXUDOH]D\YDOLGH]FLHQWt¿FD de dicho conocimiento. Por ello, la investigación descrita en el último artículo “¿Sirve el conocimiento tradicional desde un punto de vista físico?: Estudio de caso sobre el pronóstico de heladas en el valle del Mantaro”, a cargo de Miguel Saavedra, buscó dar una explicación física al conocimiento local del valle del Mantaro, que indica que las heladas pueden predecirse observando la cobertura nubosa el día anterior a la ocurrencia de una helada. Foto 2.1 Realización de entrevistas a familias ganaderas sobre el impacto de los eventos meteorológicos extremos en la subcuenca del río Shullcas. Crédito E. Núñez. Instituto Geofísico del Perú 42 Percepciones de la población rural y urbana en el valle del Mantaro Enma Núñez, Lidia Enciso, Luis Céspedes y Alejandra Martínez Introducción Parte importante del proyecto fue recoger las percepciones de la población del valle del Mantaro, tanto en los ámbitos rural como urbano. Para ello se trabajaron encuestas semi estructuradas de determinación de línea base, que incluyeron fuertemente los aspectos de percepciones de la población. La información se recolectó en las tres subcuencas en estudio en el proyecto: Shullcas, Cunas y Achamayo, tanto en los ámbitos urbano y rural, y fueron tomadas entre los meses de julio-agosto 2010. Para los talleres se buscó representatividad de los diferentes centros poblados y comunidades campesinas de las subcuencas. La información sobre características de los entrevistados se presenta en la Tabla 2.1. El total de encuestas realizadas para el ámbito rural fue de 79, y para el urbano de 91. Además, las edades de ORV HQFXHVWDGRV ÀXFWXDURQ HQWUH ORV 15 y los 78 años de edad. Subcuenca Provincia Distrito Comunidad o centro poblado de procedencia Sexo del encuestado Total F M Ámbito rural Achamayo Huancayo Quilcas Quilcas- ShahuaPampa, Itañocorral, Sotomacahay, Sutuli, Ceboyllayo, Rangra, Barrio Pampa 12 17 29 Cunas Chupaca Chupaca San Juan de Jarpa -Bellavista, San Juan de Jarpa-Huaychulo, San Juan de Jarpa, San Juan de Jarpa- Shicuy, San Juan de Jarpa - Chacapampa 19 16 35 Shullcas Huancayo Huancayo Acopalca 12 3 15 Ámbito urbano Achamayo Concepción Heroínas Toledo, Santa Rosa de Ocopa, Matahuasi, Nueve de Junio, Ingenio, Quichuay, Concepción, Orcotuna Heroínas Toledo, Santa Rosa de Ocopa, Matahuasi, Nueve de Julio, Ingenio, Quichuay 15 16 31 Jauja Acolla CONVEAGRO Cunas Huancayo Chicche, Sicaya, Chupuro, Huacrapuquio Chicche, Sicaya, Huacrapuquio 10 21 31 Chupaca Yanacancha, San Juan de Jarpa, Chambará, Huacha, Chupaca, Ahuac, Tres de Diciembre, Huamancaca Chico Yanacancha, Shicuy, chambará, Santa Rosa de Tiste, Marcatuna, Huamancaca Grande, Huamancada Chico Concepción San José de Quero San José de Quero, Usibamba Shullcas Huancayo Tambo, Huancayo, Chilca Huancayo, Vilcacoto, Cullpa Alta, Cochas Grande, Cochas Chico, Uñas, Hualaoyo 7 22 29 Tabla 2.1 Información base de las encuestas sobre percepciones en el ámbito rural y urbano del valle del Mantaro. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 43 Características socioeconómicas de los encuestados 56% de los encuestados fueron varones y un 44% mujeres; fue claro el menor grado de instrucción entre los encuestados HQHOiPELWRUXUDOTXHHQPXFKRVFDVRVGL¿FXOWyODUHDOL]DFLyQGHODVHQFXHVWDVVREUHWRGRSDUDHOFDVRGHOD]RQD rural de Achamayo. En la Figura 2.1, “sin nivel” implica analfabetismo, sobre todo entre las mujeres. $QWHODSUHJXQWDGHVLORVHQFXHVWDGRVFRQWDEDQFRQWUDEDMRHVWDEOHHVGHFLUGHSHQGLHQWHVFRQXQVXHOGRRVDODULR¿MR para el ámbito rural las respuestas fueron de “no” para un 90%, 85% y 53% para las subcuencas de los ríos Achamayo, Cunas y Shullcas, respectivamente. Para el caso del ámbito urbano, la respuesta negativa correspondió a un 29%, 54% y 52% para las mismas subcuencas. Sobre la pertenencia a alguna asociación de riego, las respuestas fueron: Sí pertenecen a alguna asociación, 25%, 61% y 0% para las subcuencas de los ríos Achamayo, Cunas y Shullcas en el ámbito rural, respectivamente. Para el caso de la subcuenca de Achamayo, las asociaciones de riego están formadas por los integrantes de barrios o anexos, como los de Colpar y Quilcas, que en algunos casos están en formación. En el caso de la subcuenca del Cunas, además de las asociaciones formadas por barrios ó pertenencia a comunidades como la de Bellavista, también existen comités de regantes formalmente establecidos. Finalmente los encuestados en el Shullcas —mayoritariamente pertenecientes a la comunidad campesina de Acopalca— indicaron que no pertenecen a ninguna asociación de riego, lo que tiene sentido dado que dependen íntegramente de la lluvia para riego, mientras que un 97% y 63% de los encuestados de la subcuenca de Achamayo y Cunas también indicaron su dependencia a las lluvias como medio de riego. Figura 2.1 Grado de instrucción de la población encuestada por subcuenca y ámbito rural ó urbano. 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% Sin nivel Primaria incompleta Primaria completa Secundaria incompleta Secundaria completa Superior incompleta Superior completa Po rc en ta je Grado de instrucción Ámbito rural Achamayo Cunas Shullcas 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% Sin nivel Primaria incompleta Primaria completa Secundaria incompleta Secundaria completa Superior incompleta Superior completa Po rc en ta je Grado de instrucción Ámbito urbano Achamayo Cunas Shullcas Instituto Geofísico del Perú 44 Finalmente, las principales actividades económicas señaladas por los encuestados, variaron tanto por ámbito rural o urbano, como entre cada subcuenca (Tabla 2.2). Para el caso de Achamayo, los encuestados indicaron que sus principales cultivos son: papa nativa, papa mejorada, maíz, pastos y olluco. Para el caso del Cunas: papa nativa, cebada, haba, SDSDPHMRUDGDSDVWRV\ROOXFR<¿QDOPHQWHSDUD la subcuenca del Shullcas: papa nativa, papa mejorada, pastos, olluco y oca. Para las áreas de pastoreo, 76%, 94% y 89% de los entrevistados de las subcuencas de Achamayo, Cunas y Shullcas indicaron que realizan pastoreo por zonas y por temporadas; sin embargo, en Achamayo ningún encuestado realizaba rotación de canchas, y en el Cunas y Shullcas solo 52% y 55%, respectivamente. Además, el pastoreo se realiza en las partes más altas de la cuenca. Los principales tipos de ganado criados en las tres subcuencas son vacunos, ovinos y camélidos, y su comercialización se realiza mayoritariamente en ferias locales y provinciales Percepción de la población Se recogió la percepción de la población rural y urbana sobre aquellos eventos meteorológicos que causaban mayores daños a sus medios de vida. En las tres subcuencas, y para los ámbitos rural y urbano, las heladas constituyeron el evento meteorológico extremo que causa mayores daños, según los entrevistados. Entre los principales daños mencionados están: las plantas se “queman”, se marchitan las hojas, se puede llegar a perder los cultivos, etc.; y en los aspectos de salud, se menciona que ocasionan enfermedades bronquiales. De hecho, las IRAs son las enfermedades mayoritariamente mencionadas como recurrentes para todas las subcuencas y en ambos ámbitos (aproximadamente un 80% de las enfermedades que sufren los pobladores del valle), seguidos de las EDAs, y afecciones a la piel. Para el ámbito urbano, las sequías de larga duración (entendidas como atraso en el inicio de lluvias durante varias semanas o incluso meses), Subcuenca Principal actividad económica— Ámbito rural Principal actividad económica— Ámbito urbano Achamayo Ganadería Agricultura Peón Artesanía Otros Otras actividades económicas Agricultura Ganadería Comercio Otros Cunas Agricultura Ganadería Peón Comercio Otros Otras actividades económicas Agricultura Ganadería Comercio Otros Shullcas Agricultura Ganadería Artesanía Comercio Otros Otras actividades económicas Agricultura Artesanía Comercio Otros Tabla 2.2 Principales actividades económicas de los núcleos familiares según ámbito rural y urbano, y por subcuenca. Subcuenca Ámbito rural Ámbito urbano Achamayo 1. Heladas 2. Sequías de larga duración 3. Lluvias intensas 4. Veranillos 5. Granizadas 6. Deslizamiento 1. Heladas 2. Sequías de larga duración 3. Granizadas 4. Lluvias intensas 5. Veranillos 6. Deslizamiento Cunas 1. Heladas 2. Granizadas 3. Lluvias intensas 4. Sequías de larga duración 5. Veranillos 6. Deslizamiento 1. Heladas 2. Sequías de larga duración 3. Lluvias intensas 4. Granizadas 5. Veranillos 6. Deslizamiento Shullcas 1. Heladas 2. Deslizamiento 3. Sequías larga duración 4. Lluvias intensas 5.Veranillos 6. Granizadas 1. Heladas 2. Sequías de larga duración 3. Lluvias intensas 4. Veranillos 5. Granizadas 6. Deslizamiento 7DEOD(YHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVLGHQWL¿FDGRVSRUiPELWRUXUDO y urbano, y por subcuenca. Fuente: Encuestas participativas y entrevistas - Proyecto MAREMEX. Fuente: Entrevistas participativas y encuestas - Proyecto MAREMEX. ocuparon el segundo lugar, sin duda debido a que ante la falta de precipitaciones se generan —con frecuencia— cortes en los servicios de agua potable en las principales ciudades del valle, sobre todo en la capital, Huancayo. Siguiendo con la percepción en el ámbito urbano, en tercer lugar se ubicaron las lluvias intensas para las subcuencas de los ríos Cunas y Shullcas, mientras que para Achamayo fueron las granizadas. En este ámbito, las lluvias intensas a menudo ocasionan congestión en el tránsito, derrumbes y obstrucción de calles y carreteras, pero también son mencionados los efectos sobre la agricultura, como la aparición de enfermedades como la rancha en la papa. Para el caso de las granizadas se mencionan problemas en los techos, daño a los animales domésticos menores, etc. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 45 En el caso del ámbito rural, las respuestas variaron de la siguiente manera. Para Achamayo, al igual que en el ámbito urbano, fueron las sequías de larga duración las consideradas como más dañinas después de las heladas, debido a: i) Reducción del crecimiento de las plantas, ii) Pérdida de la producción, iii) Atraso en la siembra, etc. Y en tercer lugar se mencionó a las lluvias intensas debido a: i) Que pudren las semillas y raíces de los cultivos (por ejemplo el caso de la zanahoria), ii) Aparición de enfermedades como la rancha, iii) Maltrato de las plantas que se “aplastan”, etc. Para el caso del Cunas, las granizadas ocuparon el segundo lugar, debido a que tumban las plantas, hacen caer ODVKRMDV\ÀRUHVGH ORVFXOWLYRVDIHFWD ORVJUDQRVGHDOJXQRVFXOWLYRVFRPR ODFHEDGD\HQJHQHUDOSHUMXGLFD ODV sementeras (terrenos sembrados). En tercer lugar se mencionan las lluvias intensas, debido a efectos similares a los mencionados para el caso de la subcuenca de Achamayo. Para el caso de la subcuenca del Shullcas, el segundo lugar es ocupado por los deslizamientos, que interrumpen las carreteras a menudo dejando incomunicados pueblos y centros poblados rurales. En tercer lugar están las sequías de larga duración, ya que “malogran y reducen la producción”, y “demoran la siembra”. Por otro lado, existe una respuesta ambivalente ante las preguntas sobre las lluvias intensas, pues si bien se espera de que lleguen oportunamente (año bueno), también el exceso de estas es mencionado como un problema serio, tanto para la agricultura como para las principales vías de comunicación. Los meses donde más se producen inundaciones, son en orden de ocurrencia: enero, febrero, marzo, diciembre, abril y noviembre. Para las subcuencas de Achamayo, Cunas y Shullcas —en el ámbito rural— la comunidad campesina continúa siendo la mayor forma de organización ante la ocurrencia de eventos extremos, así lo indicaron el 22%, 73% y 36% de los encuestados, respectivamente. Este artículo puede ser citado como: Núñez, E., Enciso, L., Céspedes, L., y A. Martínez, (2012): “Percepciones de la población rural y urbana en el valle del Mantaro. En “Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro”, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 46 Determinación de umbrales de lluvias intensas y su presencia en los medios de comunicación Marco Moreno Introducción Las noticias publicadas por los medios de comunicación VRQ XQD KHUUDPLHQWD ~WLO SDUD LGHQWL¿FDU FXiQGR \ dónde han ocurrido ciertos sucesos concretos, que son importantes según el criterio del informante. Aún cuando se cuente con la información meteorológica (por ejemplo mediciones de 30 mm de lluvia en un día determinado), sin la información de bases de datos de noticias ó atención de emergencias no se podría conocer si esa OOXYLDHVVX¿FLHQWHSDUDSURGXFLUGDxRVTXHDPHULWHQVX aparición en los medios de prensa. Así, se plantea la pregunta ¿Qué determina que un evento meteorológico genere una noticia en los diarios?, información que potencialmente podría ser utilizada para apoyar la acción de autoridades y población en general ante la inminencia de una situación de desastre. Debido a la inmediatez y extensión de sus impactos, son los eventos de lluvias intensas los que tienen mayor presencia en los medios de comunicación, por lo que se decidió determinar el umbral (valor crítico) para este tipo de eventos, que fuera determinante para la aparición de noticias en los diarios locales. Se utilizó la base de base de datos DESINVENTAR (www.desinventar.org), limitándose la información a las provincias de Huancayo, Chupaca, Concepción y Jauja. Datos utilizados y metodología Los registros de precipitación fueron obtenidos del SENAMHI, a excepción de la estación meteorológica de Huayao (IGP). El detalle de la ubicación de las estaciones utilizadas se registran en la Tabla 2.4 y se muestran en el Mapa 2.1. Se utilizó la base de datos de noticias DESINVENTAR para la recolección de los registros de noticias de medios de prensa escrita entre los años 1970 y 2009. A través de esta base de datos, se obtuvo la fecha de publicación GH OD QRWLFLD OD XELFDFLyQ JHRJUi¿FD GHO lugar donde referencia la noticia, el tipo de evento registrado y la información de los impactos que causó el evento. Figura 2.2 Ejemplos de noticias periodísticas sobre la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos en la zona de estudio. Crédito Diario Correo. Estación Lat (S) Long (O) Altitud Distrito Provincia San Juan de Jarpa 12°7'12'' 75°25'54.5'' 3650 San Juan de Jarpa Chupaca Huayao 12°2'1'' 75°20'20'' 3360 Huachac Chupaca Ingenio 11°52'51'' 75°17'16'' 3422 Santa Rosa de Ocopa Concepción Santa Ana 12°0'16'' 75°13'16'' 3302 El Tambo Huancayo Shullcas 11°59'45.6'' 75°11'1.2'' 3750 El Tambo Huancayo Viques 12°9'45'' 75°14'3'' 3186 Viques Huancayo Laive 12°15'8'' 75°21'19'' 3831 Yanacancha Chupaca Jauja 11°46'59.16'' 75°28'45.84'' 3360 Jauja Jauja San Lorenzo 11°51'1'' 75°23'1'' 3320 San Lorenzo Jauja Tabla 2.4 Ubicación de las estaciones meteorológicas utilizadas Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 47 Instituto Geofísico del Perú 48 (VWDLQIRUPDFLyQIXHXWLOL]DGDSDUDLGHQWL¿FDUODIHFKDGHRFXUUHQFLDGHODQRWLFLD\HYDOXDUORVUHJLVWURVGHSUHFLSLWDFLyQ que se obtuvieron de las estaciones meteorológicas. La evaluación de la precipitación fue del día del evento y de los 5,10 y 15 días de precipitación acumulada desde el día que se publicó la noticia. Análisis de la información Provincia de Chupaca En la provincia de Chupaca se encuentran ubicadas las estaciones de Huayao, San Juan de Jarpa y Laive. 6H LGHQWL¿FDURQ  HYHQWRV UHODFLRQDGRV a las lluvias intensas en esta provincia. De estos eventos, se correlacionaron la fecha del evento de los registros de noticias con los registros de precipitación de las estaciones de Huayao, San Juan de Jarpa y Laive. Tablas 2.5, 2.6 y 2.7. Los mayores valores de precipitación se registran en los distritos de Chupaca y Huamancaca Chico registradas el 06 de febrero de 1997. La estación de Huayao tiene un alto valor de precipitación en el GtDLGHQWL¿FDGR\HVWiUHODWLYDPHQWHFHUFD a los eventos (Tabla 2.6). Sin embargo, la estación de San Juan de Jarpa —a pesar de tener una alta precipitación en el día del evento— está lejano a dichos HYHQWRV LGHQWL¿FDGRV FRPR VH DSUHFLD en el Mapa 2.1. La estación Laive sólo registró el 12,5% GHO WRWDO GH ORV HYHQWRV LGHQWL¿FDGRV que corresponde a la noticia del 17 de enero del 2001, del cual la precipitación del día fue de 14,7 mm; la precipitación acumulada de 5 días fue de 65,2; la precipitación acumulada de 10 días fue de 88,2 mm y la precipitación acumulada de 15 días fue de 93,4 mm. (Tabla 2.7). (O FRH¿FLHQWH GH FRUUHODFLyQ HQWUH ODV estaciones de San Juan de Jarpa y Huayao es 0,9749 para la lluvia diaria; el cual indica que existe una alta correlación HQWUH ORV GDWRV LGHQWL¿FDGRV SRU ODV fechas de noticias entre las estaciones de San Juan de Jarpa y Huayao. Sin embargo, para las 5 días acumulados, existe una correlación de 0,4653 que representa una correlación baja; asimismo, la correlación para los 10 días acumulados es de 0,2656 que representa muy baja correlación; sin embargo, esta correlación aumenta a 0,7054 que representa una mediana correlación para los 15 días de precipitación acumulada. Tiempo Noticia Registros de lluvias: Estación Huayao Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 10/02/1994 Chongos bajo 7.2 45.6 69.6 89.3 06/02/1997 Chupaca 15 21.4 28.9 44.2 06/02/1997 Huamancaca Chico 15 21.4 28.9 44.2 16/04/1997 Chongos Bajo 2.5 8.7 24.5 32.1 08/11/1997 Ahuac 0 22.3 42.9 42.9 08/11/1997 Huamancaca Chico 0 22.3 42.9 42.9 08/11/1997 Tres de Diciembre 0 22.3 42.9 42.9 17/01/2001 Chupaca 0 1.8 3.3 17.4 Tabla 2.5 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Huayao. Tiempo Noticia Registros de lluvias: Estación San Juan de Jarpa Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 10/02/1994 Chongos bajo 5.5 38.6 65.1 115.1 06/02/1997 Chupaca 16.2 20.4 26.8 62.2 06/02/1997 Huamancaca Chico 16.2 20.4 26.8 62.2 16/04/1997 Chongos Bajo 6.1 8.2 29.5 35.9 08/11/1997 Ahuac 1.1 1.5 3.2 6.6 08/11/1997 Huamancaca Chico 1.1 1.5 3.2 6.6 08/11/1997 Tres de Diciembre 1.1 1.5 3.2 6.6 17/01/2001 Chupaca 2.3 18.6 27.1 30.7 Tabla 2.6 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación San Juan de Jarpa. Tabla 2.7 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Laive. Tiempo Noticia Registros de lluvias: Estación Laive Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 10/02/1994 Chongos bajo 06/02/1997 Chupaca 06/02/1997 Huamancaca Chico 16/04/1997 Chongos Bajo 08/11/1997 Ahuac 08/11/1997 Huamancaca Chico 08/11/1997 Tres de Diciembre 17/01/2001 Chupaca 14.7 65.2 88.2 93.4 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 49 Provincia de Concepción En la provincia de Concepción se encuentra ubicada la estación meteorológica de Ingenio (Mapa 2.1). Según la base de datos de '(6,19(17$5 VH LGHQWL¿FDURQ  eventos relacionados a las lluvias intensas en esta provincia, los mayores valores de precipitación se registran en el distrito de Heroínas Toledo registrada el 16 de enero de 1970 (Tabla 2.8). La estación de Ingenio registró una alta precipitación en el día del evento y está SUy[LPR D GLFKRV HYHQWRV LGHQWL¿FDGRV como se aprecia en el Mapa 2.1 Provincia de Huancayo En la provincia de Huancayo se encuentran ubicadas las estaciones de Viques, Santa Ana y Shullcas (Mapa 2.1). 6HLGHQWL¿FDURQUHJLVWURVGHQRWLFLDV elaboradas a causa de las fuertes precipitaciones en el lugar, de las cuales se seleccionó las fechas de los registros de noticias que tengan todos los datos de precipitación en las 3 estaciones seleccionadas en la provincia de Huancayo. La Tabla 2.9 indica que los registros de noticias referente a las lluvias intensas, se registraron más en el distrito de Huancayo, según la base de datos consultada. De estas lluvias intensas, evaluadas de la estación Santa Ana, las que tuvieron menor intensidad fueron LGHQWL¿FDGRV HO GtD  GH GLFLHPEUH GH 1993 en los distritos de Chilca y El Tambo con un valor de precipitación de 9,4 mm por día. En el distrito de Huancayo se registraron noticias —con una lluvia diaria de 16,7 mm— el 22 de marzo del 2001; sin embargo, la precipitación acumulada de 15 días para esta fecha es de 111,2 mm; siendo el mayor valor de precipitación acumulada para los registros seleccionados. La Tabla 2.10 indica que se presentan noticias en el distrito de Huancayo a partir de una lluvia diaria de 10 mm; y para el Tambo de 11,6 mm por día. Según los registros de la base de datos consultada, sólo se cuenta con un registro de Chilca que fue de 17,1 mm por día. Los datos de mayor intensidad, fueron registradas en el distrito de Huancayo el 27 de diciembre de 2002 siendo para todos los casos evaluados, las precipitaciones diarias y acumuladas, las más intensas. Para esta fecha de referencia, se registraron intensidades de 28,7 mm / día ; 52,5 mm / 5 días ; 93 mm / 10 días y 116,3 / 15 días acumulados. Tiempo Noticia Registros de lluvias: Estación Ingenio Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 16/01/1970 Heroínas Toledo 9.9 52.2 81.5 123.7 08/04/1973 - 0 33.9 41.6 73 02/03/1986 - 9.6 51.7 99.5 132.8 23/11/1992 Orcotuna 0.7 3.8 7 12.5 24/03/1993 Orcotuna 12/09/1993 - 0.5 1.5 1.5 2.3 25/11/1993 - 2.6 23 42.4 70.9 30/01/1994 Comas 1.1 15.2 45.2 53.7 08/11/1997 - 6.9 33.5 Tabla 2.8 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Ingenio. Tabla 2.9 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Santa Ana. Tiempo Noticia Registros de lluvias Estación Santa Ana Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 11/12/1993 Chilca 9.4 11/12/1993 El Tambo 9.4 06/02/1997 Sicaya 17.5 28 32.5 58.9 11/11/1997 El Tambo 16.2 27.3 48.5 58.1 15/12/1997 Huancayo 17.2 20.3 48.8 49.4 16/02/2001 Huancayo 19.3 59.1 62.2 75.5 15/03/2001 - 15.5 31.1 52.8 78.3 22/03/2001 Huancayo 16.7 57.1 81.8 111.2 24/03/2009 El Tambo 10.3 28.7 35.6 52.9 Tabla 2.10 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Shullcas. Tiempo Noticia Registros de lluvias Estación Shullcas Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 27/12/2002 Huancayo 28.7 52.5 93 116.3 24/03/2009 El Tambo 21.2 13/01/2006 Chilca 17.1 11/11/1997 El Tambo 11.6 23.8 58.6 78.5 22/03/2001 Huancayo 10.3 22/12/2002 Huancayo 10 40.5 63.8 65.3 Instituto Geofísico del Perú 50 De las tres estaciones meteorológicas seleccionadas en la provincia de Huancayo, la estación de Viques cuenta con el mayor registros de noticias que tienen una alta intensidad de lluvia diaria (Tabla 2.11). De los registros de noticias de OOXYLDVLQWHQVDVTXHVHLGHQWL¿FDURQHOGLVWULWRGH+XDQFD\RHVHOTXHWLHQHPD\RUQ~PHURGHFDVRVGHOFXDOODHVWDFLyQ Viques registró un alto valor de intensidad de lluvia, seguido de los distritos de El Tambo y Chilca. Registro Tiempo Noticia Registros de lluvias Estación Viques # Orden Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 1 01/01/1973 30 31,3 32,4 32,7 2 17/01/1973 Chicche 15 132 174 238 3 24/02/1982 Huancayo 10 40 59,5 104,7 4 12/03/1984 Huancayo 9,7 20 46,9 83,2 5 18/01/1991 Chilca 14,2 14,2 14,2 14,2 6 18/01/1991 El Tambo 14,2 14,2 14,2 14,2 7 18/01/1991 Huancayo 14,2 14,2 14,2 14,2 8 12/02/1993 Huancayo 8,3 69,2 138,6 189,3 9 12/11/1993 11,6 53,2 95,4 110,6 10 11/12/1993 Chilca 8,1 21,6 69,8 143,5 11 11/12/1993 El Tambo 8,1 21,6 69,8 143,5 12 02/02/1994 El Tambo 16,9 90,9 185,4 204,6 13 15/02/1995 9,4 29,7 48,2 56,4 14 21/02/1995 14,3 37,6 75,6 98 15 14/03/1995 El Tambo 14,6 46,3 106,2 111,6 16 21/12/1995 23,9 32,2 45,8 49,4 17 01/02/1996 Pariahuanca 26,8 69,5 143,3 181,9 18 28/01/1998 Huancayo 19,4 44,5 83,9 84,7 19 16/02/2001 Huancayo 9,8 51,2 51,2 79,3 20 15/03/2001 18,4 67,5 73,6 73,6 21 22/03/2001 Huancayo 16,2 40,2 79,7 125,8 22 07/02/2001 9,2 49,9 74,1 107 23 13/01/2006 Chilca 9,8 16,6 42,9 49,4 Tabla 2.11 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Viques. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 51 'HELGRDODFDQWLGDGGHGDWRVGHORVUHJLVWURVGHQRWLFLDVLGHQWL¿FDGDVVHSXHGHUHDOL]DUXQDFRPSDUDFLyQHQWUHOD FDQWLGDGGH OOXYLDSUHFLSLWDGDHQ ORVGLVWULWRV LGHQWL¿FDGRV(Q OD)LJXUDVHPXHVWUD ODFDQWLGDGGHSUHFLSLWDFLyQ que se registró en la estación Viques; en el eje horizontal se expresan los registros de noticias de lluvias intensas LGHQWL¿FDGDV GHRUGHQVHJ~Q7DEOD  Provincia de Jauja En la provincia de Jauja se encuentran ubicadas las estaciones de San Lorenzo y Jauja (Mapa 2.1). La Tabla 2.7 muestra el registro de precipitación diaria y de 5, 10 y 15 días de lluvia acumulada. Según la base de noticias consultada, VHSXHGHQLGHQWL¿FDUFLQFRGLVWULWRVTXH fueron afectados por las lluvias intensas. Utilizando los registros de precipitación de la estación San Lorenzo, el distrito que registró la mayor intensad diaria de precipitación es San Lorenzo, con 10,8 mm de lluvia diaria. Sin embargo, en el distrito de Apata se presentó un aumento de precipitación brusca, ya que varió de 1,2 mm / día a 40 mm / 5 días; esto quiere decir que la noticia registrada fue referida a la percepción de los pobladores de las lluvias prolongadas de baja intensidad y no precisamente de una lluvia intensa; este caso puede apreciarse también en el distrito de Parco, que aumentó la cantidad de precipitación registrando su intensidad de 2,4 mm / día a 36,6 mm / 5 días. Figura 2.3 Comparación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Viques Tiempo Noticia Registros de lluvias Estación San Lorenzo Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 16/01/1970 Apata 1,2 40 68,8 74,7 02/03/1973 Parco 2,4 36,6 43,2 43,2 08/04/1973 - 0 24 24 24 17/10/1973 - 3,3 19,4 26,7 38,7 24/02/1974 - 12 28,5 46,4 66,1 24/02/1974 - 12 28,5 46,4 66,1 26/09/1996 Jauja 4,6 6,6 6,6 6,6 08/11/1997 - 0 15 17,5 17,5 24/02/1998 San Lorenzo 10,8 17 28,1 50,7 17/01/2001 Jauja 2 23 52 57 15/04/2001 Acolla 0 12 22 22 Tabla 2.12 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación San Lorenzo. Instituto Geofísico del Perú 52 La Tabla 2.13 muestra como existen tres eventos registrados por las noticias locales, de la fecha 24 de diciembre del 2009. Según la base de datos consultada, los distritos afectados fueron Acolla, Sausa y Yauyos. Debido a la cercanía de los distritos de Sausa y de Yauyos (Mapa 2.1), probablemente se tratase de un mismo fenómeno y que el distrito de Acolla haya sido afectado por un evento independiente. El distrito de Apata muestra una intensidad de lluvia diaria de 19,4 mm; quiere decir que la noticia de la fecha 16 de enero de 1970, pudiese haberse generado por una lluvia intensa y no prolongada. Caso contrario se muestra en la noticia del 28 de febrero de 1981 sucedido en Acolla, el cual, no presentó alguna precipitación en el día que se publicó la noticia, sin embargo, la cantidad de precipitación acumulada es alta para los 5, 10 y 15 días de precipitación acumulada de 49 mm, 94,9 mm y de 103,9 mm respectivamente; esto quiere decir que en estas fechas fue una noticia de lluvias prolongadas. Resultados Se establecieron umbrales de precipitación que generan reportes de noticias a nivel local en las provincias evaluadas, sin considerar la cantidad de registros evaluados. 6HKDFRQVLGHUDGRODFHUFDQtDGHODVHVWDFLRQHVPHWHRUROyJLFDVDORVGLVWULWRVLGHQWL¿FDGRVGHORVUHJLVWURVGHQRWLFLDV ya que existe una alta variabilidad de la lluvia; es decir, la estación meteorológica analizada puede no registrar la lluvia que sucede a 2 km de distancia de esta. Sin embargo, los distritos lejanos a las estaciones meteorológicas también fueron considerados en el análisis como una fuente de información, ya que se consideró como antecedente tanto la precipitación registrada, como la no registrada. Los resultados se muestran en la Tabla 2.14. Uno de los problemas encontrados fue la falta de información meteorológica. Por ejemplo, en el análisis de la estación Laive, se contó con registros de noticias, pero que no pudieron ser comparados por la falta de registros de precipitación de la estación en esas fechas. Este problema se repitió en el resto de estaciones, aunque en menor medida, perjudicando el cálculo de los umbrales. Tiempo Noticia Registros de lluvias Estación San Lorenzo Fecha Distrito Lluvia diaria 5 días Acumulados 10 días Acumulados 15 días Acumulados 16/01/1970 Apata 19,4 02/03/1973 Parco 2,8 37,4 57,5 70,2 08/04/1973 0 24,9 27,4 34,4 17/10/1973 7,2 28,3 43,6 48,5 24/02/1974 9,8 30,9 61,4 85,8 24/02/1974 9,8 30,9 61,4 85,8 10/10/1980 Jauja 7,5 24 56,5 59 28/02/1981 Acolla 0 49 94,9 103,9 02/02/1982 Curicaca 0 24 58,5 79 12/02/1993 Sincos 7,1 25,8 78,6 97,8 26/09/1996 Jauja 0 12,7 15,8 15,8 08/11/1997 0 18,5 33,5 34,6 24/02/1998 San Lorenzo 0,6 11,4 15,2 32,2 17/01/2001 Jauja 0,2 13,6 41,5 64,7 15/04/2001 Acolla 0 3,5 30,8 31,3 24/12/2009 Acolla 36,9 45,7 65,1 91,7 24/12/2009 Sausa 36,9 45,7 65,1 91,7 24/12/2009 Yauyos 36,9 45,7 65,1 91,7 Tabla 2.13 Relación de los registros de lluvias intensas publicados por los diarios locales y la precipitación de la estación Jauja. Estación meteorológica Umbral sugerido ÈPELWRGHLQÀXHQFLD GLVWULWRVGRQGHVH generaría la noticia) Huayao 15 mm Distritos de Huamancaca Chico y Chupaca, provincia de Chupaca. Ingenio 9,9 mm Distrito de Heroínas Toledo, provincia de Concepción. Viques y Shullcas 10 mm Distrito de Huancayo, provincia de Huancayo Santa Ana 9,4 mm Distritos de Chilca y El Tambo, provincia de Huancayo. San Lorenzo 10,8 mm Distrito de San Lorenzo, provincia de Jauja Jauja 7,1 mm Distrito de Sincos, provincia de Jauja 7,5 mm Distrito de Jauja, provincia de Jauja 7DEOD(VWDFLyQPHWHRUROyJLFDXPEUDOVXJHULGR\iPELWRGHLQÀXHQFLD Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 53 Recomendaciones Los resultados de este análisis representan un primer intento por determinar umbrales de precipitación en el valle del Mantaro, y son preliminares. Por ello es necesario realizar un seguimiento y ajuste de resultados para que la información pueda ser de gran utilidad para la prevención, así como la acción ante emergencias. Sin embargo, los umbrales no serán de utilidad a menos que se fortalezca la comunicación en forma oportuna y directa entre las autoridades, Defensa Civil, pobladores y las instituciones que brindan el servicio de proveer datos meteorológicos en tiempo real. Este artículo puede ser citado como: Moreno, M., (2012): “Determinación de umbrales de lluvias intensas y su presencia en los medios de comunicación”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 54 Conocimiento local sobre tiempo y clima en el valle del Mantaro* Alejandra Martínez, Enma Núñez, Violeta Beraún, Lidia Enciso y Luis Céspedes Introducción Si bien desde hace varias décadas ha existido interés por rescatar y/o revalorar los conocimientos y tecnologías de sociedades como la andina, en los últimos años este interés ha tomado nuevas fuerzas, sobre el supuesto de que esos conocimientos podrían utilizarse como formas de adaptación en la lucha contra los efectos del cambio climático. El conocimiento que poseen las poblaciones de los Andes se viene denominando como “tradicional” ó como “saberes ancestrales”, sobre todo en proyectos relacionados a la adaptación y mitigación al cambio climático, sin embargo se ahonda poco en su naturaleza, y muchas veces se desconoce su origen y antigüedad, A pesar de que existe abundante bibliografía que recoge información sobre conocimiento local, ésta se vincula principalmente a tecnología y buenos usos en agricultura, ganadería y forestería, por ejemplo el trabajo de Lechman y 6ROGL  \D~QVRQSRFRVORVHVIXHU]RVHQLGHQWL¿FDUUHFROHFWDUVLVWHPDWL]DU\VREUHWRGRYDOLGDUORVFRQRFLPLHQWRV locales directamente relacionados con el tiempo y clima. Asimismo existe una fuerte tendencia en considerar todo conocimiento local como positivo y/o útil, sin tomar en cuenta ODH[LVWHQFLD±yQRGHEDVHVFLHQWt¿FDVTXHORYDOLGHQORVSRVLEOHVHIHFWRVYLQFXODGRVDODLPSOHPHQWDFLyQGHHVWRV usos, y los cambios en los modelos sociales y económicos que los podrían hacer inviables. Por ello, se ha buscado ahondar en la naturaleza del conocimiento local relacionado con el tiempo y clima en el valle del Mantaro, sobre la base de la recolección de información sobre conocimiento local en tiempo y clima realizada en el marco del proyecto. Antecedentes Existen numerosos esfuerzos que han buscado recolectar y revalorar el conocimiento andino y debido a sus FDUDFWHUtVWLFDV GH DPSOLWXG JHRJUi¿FD SHUVLVWHQFLD HQ HO WLHPSR \ VHULHGDG HQ VX GHVDUUROOR GHEHQPHQFLRQDUVH en forma más detallada los esfuerzos del Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas – PRATEC y del Proyecto Conservación In Situ de los cultivos nativos y sus parientes silvestres. PRATEC, es una organización no gubernamental creada en 1986, y parte integral de su objetivo es el de “difusión de la sabiduría de nuestros pueblos”, con un ámbito de trabajo que abarca la región andina de Perú, Bolivia y norte de Chile (www.pratecnet.org). En este sentido el trabajo de recopilación de información sobre tecnologías andinas ha sido intenso en los últimos 20 años. Esta institución ha recolectado amplia información sobre conocimiento local relacionado, por ejemplo, con información de indicadores de un buen ó mal año para la agricultura, tales como: plantas, animales, fenómenos físicos y climáticos, y astros que “avisan” a los campesinos, sobre todo en la región Puno (PRATEC, 2012). Por su parte, el Proyecto “Conservación In Situ de los Cultivos Nativos y sus Parientes Silvestres” (www.insitu.org.pe), fue una iniciativa interinstitucional reciente entre el Fondo Mundial para el Medio Ambiente FMAM, la coordinación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y la participación de seis instituciones nacionales (IIAP, INIA, PRATEC, CCTA, Arariwa y CESA), que buscaba preservar el patrimonio nacional en la forma de los recursos genéticos vegetales de las especies nativas cultivadas y sus parientes silvestres en 8 sitios de trabajo del Perú, incluyendo la sierra central. En el ámbito de Junín, el INIA trabajó en las zonas de Pariahuanca, a través de la Estación Experimental Santa Ana. (*) Los autores agradecen a los ingenieros Lucy Giráldez y Raúl Yaranga por su apoyo en la realización de encuestas y entrevistas. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 55 En la Tabla 2.15, se aprecian las técnicas tradicionales revaloradas según INIA, y seguidas por el proyecto In Situ. Si bien el proyecto estuvo centrado en la conservación de cultivos, los conocimientos sobre tecnologías locales vinculadas al agro recogidos y sistematizados fueron muy valiosos, e indudablemente indesligables de la visión del poblador andino y su conocimiento local sobre tiempo y clima. Sistematización del conocimiento local en el valle del Mantaro Una de las actividades del proyecto consistió en el recojo de información sobre conocimiento local en tiempo y clima, información que se obtuvo a través de encuestas semi estructuradas tomadas en talleres participativos (ver el artículo “Percepciones de la población rural y urbana en el valle del Mantaro”, en este mismo capítulo). Estas encuestas se complementaron con los resultados de un transecto agrostológico realizado el año 2010 en cada una de las subcuencas, y cuyo principal objetivo fue obtener información sobre ganadería y conocimiento local. Posteriormente, durante los años 2010 y 2011 se realizaron entrevistas puntuales a agricultores y ganaderos informados DQFLDQRVDXWRULGDGHVGHFRPXQLGDGHWF HVSHFt¿FDPHQWH sobre el tema de conocimiento local. Cabe aclarar algunos conceptos que se utilizaron durante el proyecto: por un lado, el hecho de que el término de sequía está principalmente vinculado al inicio de temporada de lluvias. Solo será un año bueno si las precipitaciones se presentan en forma consistente y a tiempo (a partir de setiembre). El segundo concepto es el de veranillo, entendido como la falta de lluvia por más de una semana en temporadas de lluvias ya iniciadas. Además ambos conceptos son utilizados en forma indistinta por la mayoría de los pobladores entrevistados, lo que suelo ser confuso y no permite diferenciar con precisión las medidas que se suelen utilizar para pronosticar y/o evitar su ocurrencia y mitigar los efectos de ambos fenómenos. Los conocimientos locales recolectados se centraron en los temas de tiempo y clima, sobre todo (a) pronóstico y (b) mitigación ó disminución de los efectos. Para el primer caso se obtuvo información diferenciada sobre pronóstico del clima y pronóstico de eventos meteorológicos extremos. Producción agrícola Poscosecha 1. Técnicas de preparación del suelo 2. Fertilización orgánica 3. Rotación de cultivos 4. Uso de cultivos asociados 5. Mezcla de semillas 6. Control de heladas 7. Control de la rancha 8. Sistemas de deshierbo 1. Diferentes sistemas de almacenamiento 2. Sistema de selección de granos y tubérculos 3. Prevención de plagas en el almacén 4. Sistemas de limpieza e granos Tabla 2.15 Técnicas tradicionales revaloradas por INIA De arriba hacia abajo: Foto 2.2 Taller participativo en Quilcas (subcuenca del Achamayo). Foto 2.3 Taller participativo en San Juan de Jarpa (subcuenca del río Cunas). Foto 2.4 Taller participativo en Acopalca (subcuenca del río Shullcas). Créditos V. Beraún. Instituto Geofísico del Perú 56 Para el segundo caso, la información recolectada giraba en el tema de evitar la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos, y la de aminorar/evitar sus efectos negativos (Figura 2.4). (OSURQyVWLFRGHOFOLPDVHUH¿HUHDTXHVLHO año será “bueno” o malo, es decir si habrá OOXYLDVX¿FLHQWHSDUDVXVWHQWDUODDJULFXOWXUD y ganadería o no. Esto implica que por un lado la lluvia llegue a tiempo (que no haya “sequía”), y por otro que ésta sea constante y sin interrupciones de mucho días (que no hayan “veranillos”). La forma en que se pronostica el clima está vinculado a indicadores, que pueden ser: astronómicos, biológicos e hidrometeorológicos (Figura 2.5). Para el caso de los indicadores astronómicos existen dos bien diferenciados, la posición de las pléyades (llamadas 7 cabrillas), y la posición de la luna. Para el caso de las pléyades, se indica que si la estrella más grande se encuentra al Este, es indicativo de que habrá un buen año (es decir que las lluvias vendrán a tiempo), y por lo tanto la siembra debe ser primeriza. Si la posición de la estrella más grande es al Oeste indica que va ser mal año; por lo tanto las siembras debe ser más tardías. Además se indica que este indicador se aprecia a partir de San Juan (24 de junio) \ GXUDQWH ODV ¿HVWDV GH 6DQWLDJR  GH julio). Este indicador y sus causas físicas ha sido ampliamente descrito por Orlove et al. (2000). Para el caso de la posición de la luna, hubieron ligeras variaciones dependiendo de la subcuenca, pero en general si la luna se ve inclinada será un buen año, y malo si se encuentra “derecha”. Los indicadores biológicos son los más numerosos y pueden dividirse en dos JUDQGHVJUXSRVHOFRPSRUWDPLHQWRGHODIDXQDORFDO\HOHVWDGRGHODÀRUDORFDO Entre los indicadores biológicos relacionados a la fauna se indican aullido del zorro (si es grueso será un buen año, y si es débil o ronco es indicativo de un mal año), y la migración de aves y zorros (si van hacia la parte media y baja de las subcuencas), entre otros. 3DUD ORV LQGLFDGRUHVUHODFLRQDGRVD ODÀRUDVH WLHQHQEXHQDÀRUDFLyQGHFDFWXV ÀRUDFLyQGHO MXQFRDSDULFLyQGHFLHUWRV WLSRVGHDOJDVHWFFRPR LQGLFDGRUHVGH buenos años. También se indica que si hay buena cosecha de guindas, la cosecha GH RWURV SURGXFWRV QR VHUi DEXQGDQWH $OJXQRV GH ORV LQGLFDGRUHV HVSHFt¿FRV UHODFLRQDGRVDODÀRUD\TXHIXHURQUHFRJLGRVHQORVWHVWLPRQLRVVRQ ‡ Presencia del arbusto llamado “ramilla” Seneciorudbeckiaefolios, cuando hay ÀRUDFLyQLQWHQVDHQHOPHVGHDJRVWRLQGLFDTXHKDEUiVHTXtD ‡ Presencia de la cactácea llamada “hualujo” 2SXQWLDÀRFFRVD&XDQGRÀRUHDHQ abundancia y tiene abundantes frutos, y la lluvia entre el 8 y el 18 de setiembre, es indicativo de que será buen año y habrá lluvias. Testimonios muy similares se recogieron en las subcuencas de Achamayo y Cunas. Conocimiento local sobre tiempo y clima Pronóstico Aminorar / evitar efectos Pronóstico del clima Pronóstico de eventos extremos Medidas para evitar que ocurran EME Medidas para aminorar sus efectos )LJXUD&ODVL¿FDFLyQGHOFRQRFLPLHQWRORFDOVREUHWLHPSR\FOLPDHQHOYDOOH del Mantaro. Pronóstico del Clima Indicadores astronómicos Indicadores biológicos Indicadores hidrometeorológicos Posición de las pléyades Comportamiento de la fauna local Estado de la flora local Indicadores hidrológicos Indicadores meteorológicos Posición de la luna Figura 2.5 Pronóstico del clima según el conocimiento local en el valle del Mantaro. Foto 2.5 Arbusto llamado “ramilla” en la subcuenca del río Cunas. Crédito: E. Nuñez. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 57 ‡ Presencia del “misillo”, algas con la contextura semejante a la lana, y de color verde. Cuando hay abundante y “maduro” indica que habrá buena producción agrícola, por el contrario, cuando no “madura” y se pudre revela que no habrá buena producción agrícola ni de pastos. ‡ Presencia del alga “cushuro” o “lacha” Nostoccommune Vauch, crece especialmente en época de lluvias, IRUPDQGR FRORQLDV JHODWLQRVDV HVIpULFDV TXH ÀRWDQ OLEUHPHQWH SRU HO ERUGH GH  ORV UtRV VXSHU¿FLHV GH lagos, lagunas alto andinas. Cuando aparece en forma abundante por las piedras en el rio, indica que habrá buena producción; si es escaso baja producción en los cultivos. ‡ Cuando las hojas del eucalipto Eucalyptuscamaldulensis Dehn se marchitan y empiezan a caerse, entonces habrá un fuerte verano. Testimonios similares se recogieron en las subcuencas de los ríos Achamayo y Cunas. Este último indicador es un claro ejemplo de que no todo conocimiento local es “tradicional” ó “ancestral”, pues esta es una especie exótica introducida a la zona (ver “Antecedentes generales sobre el sector forestal y su importancia frente al cambio climático”, en el Capítulo 3 de este mismo volumen), y que sin embargo es utilizada como indicador de año seco. /RVLQGLFDGRUHVUHODFLRQDGRVDÀRUD\IDXQDSRGUtDQWHQHUEDVHVFLHQWt¿FDVFRPSUREDEOHVSRUHMHPSORDQWHPD\RU humedad en el ambiente las plantas se desarrollan mejor, y es conocida la sensibilidad de los animales ante cambios pequeños en el entorno, sin embargo, no hay estudios sistemáticos al respecto, y son necesarias mediciones de varios años consecutivos para determinar plenamente su validez. Los indicadores hidrometeorológicos están vinculados a la aparición y características de las primeras lluvias, y al comportamiento de las fuentes de agua, tales como pozos, manantiales y ríos: ‡ Si el río suena fuerte, será un buen año; si corre débil y sin ruido, será mal año. Este indicador es común para las tres subcuencas, a pesar de mencionarse diferentes ríos. ‡ Si nieva antes del 25 de diciembre ó del 8 de setiembre, será un buen año. ‡ Si caen rayos en agosto indican un mal año. Cuando empiezan a caer en octubre (que es lo normal), será un buen año. ‡ Las primeras lluvias acompañadas de granizo o nevado indican buen año; siempre y cuando bajen hasta la zona intermedia de las subcuencas. ‡ Si los pozos de agua se llenan de arena, será buen año; caso contrario habrá poca cosecha o será un mal año. Fotos 2.6 y 2.7 Cactácea “hualujo”, vista tomada en la zona alta de la subcuenca del río Achamayo. Crédito: E. Nuñez. Foto 2.8 “Misillo”, vista tomada en la subcuenca del río Cunas. Crédito: V. Beraun. Foto 2.9 Alga “cushuro” o “lacha”, vista tomada en la subcuenca del río Cunas. Crédito V. Beraun. Foto 2.10 Árboles de eucalipto, vista tomada en el Distrito de Nueve de Julio, subcuenca del río Achamayo. Crédito E. Nüñez. Instituto Geofísico del Perú 58 ‡ Cuando en época de lluvia (setiembre a diciembre) aparecen arco iris, es indicativo de que continuará el verano (es decir continuarán las lluvias); además, cuando los colores del arco iris son menos intensos y priman los colores fríos es indicativo de lluvia. Estos testimonios son comunes a las tres subcuencas. ‡ Cuando entre los meses de junio y julio se presentan nevadas, es indicativo de que el año será bueno y la época de lluvias será en la temporada esperada, por lo que existirá buena producción. La subcuenca del río Shullcas además tiene indicadores relacionados con el nevado que no se han recogido en las RWUDVGRVVXEFXHQFDV3RUHMHPSOR ORVSREODGRUHVD¿UPDQ que si durante el mes de agosto el nevado Huaytapallana se cubre con una intensa neblina, es indicativo de un buen año (de lluvias) y por ende de buena producción agrícola. Además, el llamado “pagapu” ó pago a la tierra es mencionado como costumbre que se practica anualmente, se realiza el 24 de julio (Fiesta del Santiago), y se realiza con chicha de MRUDWUDJRYLQR\IXPDGDFRQFLJDUURV³,QFD´ VLQ¿OWUR SUHYLDPHQWHVHUHDOL]DOD³PLVKTXLSDGD´ OODPDGDWDPELpQ³OD víspera”, donde se chaccha coca en un ritual de limpieza y preparación). En forma similar a la del pronóstico del clima, existen indicadores para cada uno de los principales eventos meteorológicos extremos que tienen lugar en el valle del Mantaro, principalmente hidrometeorológicos. En la Tabla 2.16 se presentan ORVLQGLFDGRUHVLGHQWL¿FDGRVSRUWLSRGHHYHQWR Foto 2.11 El arco iris es un indicador común para cada una de las subcuencas en estudio, vista de la zona de Siusa en la subcuenca del río Achamayo. Crédito E. Núñez. Tipo de evento ,QGLFDGRUHVLGHQWL¿FDGRV Veranillos *Cuando la pupila de los gatos no está dilatada (solo de les nota “una rayita”). *Si la nevada cae de color blanco resplandeciente. *Tarde con arco iris y las neblinas de color anaranjado. Sequías *Cuando el sol esta resplandeciente y existe un arco iris alrededor entonces indica que se prolongará el verano y no habrá lluvia. *Cuando la luna en creciente està derecha es que no habrá lluvia o serán muy escasas. *Si la helada cae en los meses de enero, febrero o marzo. *Si a través del cielo y las estrellas se ve la imagen de un arado –formado por estrellas. *Nubes en forma de ramas o son de color amarillentas y anaranjadas. *Hojas de eucaliptos se marchitan, se amarillan y empiezan a caer. *Presencia de bandadas de aves que trinan como si lloraran. *Aves silvestres como el huayanay y las gaviotas cruzan en parvadas haciendo bulla. Lluvias *Cuando la luna en creciente está inclinada. *Cuando los sapos empiezan a croar a partir de las 6.00 pm. *Cuando la pupila de los gatos està dilatada. *Si la nevada es blanco negruzco va llover (indicador de momento). *Arco iris con colores menos intensos (priman los colores fríos). Heladas *Si la siembra empieza en setiembre – octubre, es mayor el riesgo de heladas en diciembre (navidad), enero y febrero (compadre y comadre - época de carnavales). (QHOPHVGHPDU]RGRQGH¿QDOL]DRVHDOHMDODpSRFDGHOOXYLDVHSURGXFLUiQKHODGDV *Cielo despejado y noche estrellada. *Fuerte viento en la tarde de sur a norte, cielo despejado, muchas estrellas. Granizadas *Cuando en el día hace mucho calor, y de pronto el cielo se cubre de una nube oscura y espesa y empiezan a sonar truenos.. *as nubes son negras o plomas y hay viento fuerte. * Cuando la neblina es espesa. *Cuando en los meses lluviosos (diciembre-mayo) solea fuertemente. *Cuando a mediodía hay truenos fuertes, granizará. 7DEOD,QGLFDGRUHVLGHQWL¿FDGRVSDUDSURQRVWLFDUODRFXUUHQFLDGHHYHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVHQHOYDOOHGHOUtR0DQWDUR Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 59 Un indicador que fue mencionado continuamente en cada una de las tres subcuencas fue el relacionado a los cielos despejados y noches estrelladas como indicador de heladas. Por su parte, las medidas para evitar / aminorar los efectos de los eventos meteorológicos extremos, son mayoritariamente prácticas culturales, tal como se aprecia en la Tabla 2.17. Una práctica para aminorar los efectos de los EME es la práctica del humeado, que se menciona en las tres subcuencas como medida para evitar/aminorar tanto heladas, como granizadas y rayos; esta práctica aparece – con diferentes características – en otros países de la región (FAO, 2010). También es notorio que no existen medidas para evitar ó aminorar las lluvias intensas. Tipo de evento Medidas para evitar los eventos meteorológicos extremos Medidas para aminorar los eventos meteorológicos extremos Veranillos y sequías * Recoger agua de la lagunas en recipientes de barro. 6DFUL¿FDU VDSRV z UHQDFXDMRV VDFiQGRORV GH ODV lagunas y dejándolos morir fuera de ellas. *Recoger “cushuro” y dejarlo secar. *Quemar material para formar nubes *Lanzar sal negra a las lagunas con hondas, durante siete veces. *(Antiguamente) tirar piedras con sal a las lagunas, durante 12 veces. Si el verano persistía se traía agua de mar y se echaba a la lagunas. Heladas *Hacer humear quemando pastos, chala u objetos que ya no se usan (por ejemplo, llantas). *Reventar cohetes *Hacer ruido o bulla (los niños gritaban pidiendo misericordia, y llevaban en sus manos latas u otro objeto para producir ruido, a ello se agregaba el repique de campanas) *Utilizar prendas negras (sombrero, gorro, pañalón, casaca, etc.) *Hondear a las lagunas. *Situar las chacras a diversas alturas con diversidad de cultivos para no perder totalmente la siembra *No sembrar en lugares abiertos, sino cercados por cerros, muros, árboles *Abonar con abonos orgánicos para favorecer la nutrición de las plantas. *Buscar variedades tolerantes *Hacer fogatas o construir cobertizos (chozas) para los animales y a los niños y ancianos. Granizadas *Esparcir tierra negra en dirección del granizo, como indicando que se detenga allí. *Utilizar un espejo y una botella, que la tempestad se YHDUHÀHMDGDHQHOHVSHMR\VHLQWURGX]FDHQODERWHOOD *Hacer cruces con ceniza o agua bendita en el centro del patio de la casa, implorando que se aleje o detenga. *Soplar al aire (especialmente las personas que nacieron en los meses de verano). *Lanzar cohetes al cielo. *Quemar objetos (jebes) para humear. *Lanzar cohetes al cielo. *Sacar al medio del patio en una vasija la “ceniza viva”, el carbón o tizón rojo, se supone que el granizo lo pisa, se quema y se aleja. *Hacer el signo de la cruz en dirección a la nube, con un FXFKLOORKR]XRWUDKHUUDPLHQWD¿OXGDGHPHWDO *Echar orines podridos como rociando a un enemigo. *Hacer aullar a los perros. Rayos +XPHDU TXHPDQGR MHEH z FXHUQR GH FDUQHURUHV HO fuerte olor aleja los rayos. *Lanzar los cohetes *Regar agua bendita en forma de cruz. *Usar prendas de jebe o plástico. *Tener o portar un objeto de madera o jebe. *Colocar llantas en las casas por encima del techo / Poner caucho de llantas en cada una de las casas o corrales o alrededor de los postes, en los rediles y las chozas. *Tener siempre agua bendita en casa. *Evitar las partes altas de los cerros, sino en las quebradas donde hay abundante agua *Evitar llevar metales. *Bajar a los animales a las hoyadas. 7DEOD0HGLGDVLGHQWL¿FDGDVSDUDHYLWDUDPLQRUDUORVHIHFWRVGHORVHYHQWRVPHWHRUROyJLFRVH[WUHPRVHQHOYDOOHGHOUtR0DQWDUR Instituto Geofísico del Perú 60 Fechas especiales En las zonas rurales del valle del Mantaro es común TXH ORV SREODGRUHV LGHQWL¿TXHQ y FDOHQGDULFHQ OD ocurrencia de eventos meteorológicos extremos con festividades y fechas especiales. En la Tabla 2.18 se recoge un recuento de esta calendarización en relación a la presencia de heladas, que tal como se ha visto en los artículos precedentes, son los eventos que más preocupan y ocasionan mayor daño a la población del valle y sus medios de vida. Muchos de los pobladores encuestados mencionan que esta asociación de festividades a la ocurrencia de heladas ha dejado de funcionar como “antes”, y que ahora “caen heladas en cualquier fecha”. Discusión La información recopilada, caracteriza a una población muy cercana a su entorno, donde indicadores naturales pueden VLJQL¿FDU ODSRVLELOLGDGGHSURQRVWLFDUHO LQLFLRGHXQDHVWDFLyQ OOXYLRVDR ODRFXUUHQFLDGHHYHQWRVPHWHRUROyJLFRV extremos. Sin embargo, inevitablemente surgen las interrogantes de que estos indicadores son realmente útiles. Al UHVSHFWRHVHVFDVDODELEOLRJUDItDTXHRIUHFHH[SOLFDFLRQHVFLHQWt¿FDVyHVWXGLRVVLVWHPiWLFRVVREUHODFRQ¿DELOLGDGGH dichos indicadores. Por otro lado, la mención de que los indicadores eran útiles en el pasado, pero lo son cada vez menos; o de que la DVRFLDFLyQGHIHFKDVIHVWLYDVDSRUHMHPSORKHODGDV\DQRIXQFLRQDQSRGUtDVLJQL¿FDUFDPELRVHQHOHQWRUQR\RHO clima que inviabilizarían su uso en la actualidad. Uno de los indicadores más ampliamente mencionados en las tres subcuencas en estudio fue el de las noches despejadas y estrelladas como antecesor de una helada, que es un indicador panandino. Por ello, se escogió este LQGLFDGRUSDUDDQDOL]DUORHQIRUPDFLHQWt¿FD\FRPSUREDUVXYDOLGH]/RVUHVXOWDGRVGHHVWHHVWXGLRVHUHVXPHQHQOD siguiente sección. Este artículo puede ser citado como: Martínez, A., Núñez, E., Beraún, Enciso, L., y L. Céspedes. (2012): “Conocimiento local sobre tiempo y clima en el valle del río Mantaro”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Subcuenca Festividad Fecha Achamayo Virgen de la Candelaria Carnavales Comadre y Compadre Primer viernes de Semana Santa Inmaculada Concepción Navidad 2 de febrero Todo febrero 11 de febrero Variable marzo/abril 08 de diciembre 25 de diciembre Cunas Navidad Año Nuevo Bajada de Reyes San Sebastián Santiago Purísima 25 de diciembre 01 de enero 06 de enero 26 de agosto 25 de julio 08 de diciembre Shullcas Shinshilpos y Gamonales Último domingo de enero Tabla 2.18 Festividades asociadas a la ocurrencia de heladas en el valle del Mantaro Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 61 ¿Sirve el conocimiento tradicional desde un punto de vista físico?: Estudio de caso sobre el pronóstico de heladas en el valle del Mantaro Miguel Saavedra Introducción Con este estudio se buscó dar una explicación física al conocimiento local del valle del Mantaro, que indica que las heladas pueden predecirse observando la cobertura nubosa el día anterior a la ocurrencia de una helada. El conocimiento tradicional indica que debe observarse la cobertura nubosa que presenta el cielo cuando empieza a anochecer, luego de ocultarse el sol. Si el cielo se encuentra despejado, entonces es muy probable que durante la mañana siguiente se presente una helada. Para comprobar la validez de este conocimiento se utilizaron datos de la estación meteorológica de Huayao, observaciones de cobertura nubosa y datos recopilados en una campaña observacional para el estudio de las heladas. Datos y metodología En el Observatorio de Huayao se realizaron observaciones meteorológicas de cobertura nubosa a las 19 horas, además se contó con mediciones de temperaturas mínimas que generalmente se presentan durante la madrugada, antes de la aparición de los primeros rayos solares. Se utilizaron estos datos para imitar las observaciones que se KDFHQWUDGLFLRQDOPHQWHVREUHFLHORGHVSHMDGR\FXDQWL¿FDUODWHPSHUDWXUDPtQLPDTXHRFXUUHHQODPDGUXJDGD'DGR que las temperaturas mínimas se presentan durante los meses de mayo-agosto (IGP, 2005), se utilizaron los datos correspondientes a estos meses, desde el año 2003 hasta el año 2008. Resultados Cobertura nubosa y temperatura mínima En la estación m e t e o r o l ó g i c a de Huayao se presentan heladas m e t e o r o l ó g i c a s (temperaturas por debajo de 0°C) en el 38% de los casos, esto es poco más de la tercera parte del número total de días en el periodo mencionado (Figura 2.6). Figura 2.6 En violeta, el número total de eventos de temperaturas mínimas. (Izquierda) en verde, eventos de temperatura mínima previa observación de cielo despejado a las 19 horas del día anterior. (Derecha) en marrón, eventos de temperatura mínima previa observación de cielo con nubes a las 19 horas del día anterior. Los datos corresponden a los años meses de mayo a agosto del año 2003 al 2008. Instituto Geofísico del Perú 62 En las mañanas, luego de las observaciones de cielo despejado realizadas por el observador a las 19 horas, el 60 % de los casos presentan casos de heladas, esto se observa en la parte izquierda de la Figura 2.6. También se puede observar que las temperaturas mínimas entre -2 y 0 °C son las que tienen mayor probabilidad de ocurrencia: También las temperaturas entre 0 y 2°C tienen una alta probabilidad de ocurrencia luego de una observación de cielo despejado. La probabilidad de ocurrencia disminuye para temperaturas mayores a 0°C. Esto indicaría que de todos los eventos donde se observa el cielo despejado, solo en el 60 % de los casos mantendrían las condiciones de cielo despejado lo VX¿FLHQWHFRPRSDUDJHQHUDUXQHYHQWRGHKHODGD Luego de una observación con cielo nublado a las 19 horas, solo después del 13% de los casos se genera una helada, mientras en el resto se presentan temperaturas mínimas mayores a 0°C (ver Figura 2.6 – derecha). Campaña observacional Durante una campaña observacional, realizada durante tres noches en el mes de julio de 2010, se observó la ocurrencia de una helada luego de dos noches en la que se presentó cielo despejado a las 19 horas. En esta campaña se obtuvieron datos GH WHPSHUDWXUD GH OD VXSHU¿FLH GHO VXHOR \ GH UDGLDFLyQDWPRVIpULFDHPLWLGDKDFLDHOVXHOR /:  Este último puede presentar incrementos cuando hay presencia de nubes. A las 19 horas de de la primera, segunda y tercera QRFKH ORVYDORUHVGH/:IXHURQGH:P 316 Wm-2 y 273 Wm-2 respectivamente (Figura 2.7). A las 19 horas de la primera noche solo se observó nubes medias del tipo altoestrato (As) con 1/8 de cielo cubierto y la temperatura mínima en la PDGUXJDGD IXHGH HQ ODVXSHU¿FLHGHO VXHOR y de -2,5 en estación meteorológica. Durante la segunda noche se observó nubes estratocúmulos (Sc) con cielo totalmente cubierto a las 19 horas, OXHJR OD WHPSHUDWXUDPtQLPDHQVXSHU¿FLH IXHGH 1,4°C y de 4,9 en la estación meteorológica. En la WHUFHUDQRFKHVHREVHUYyFLHORGHVSHMDGRDODVKRUDVDTXtODWHPSHUDWXUDPtQLPDHQVXSHU¿FLHIXHGH\GH -0,1 en estación meteorológica. Conclusiones )tVLFDPHQWH ODSUHVHQFLDGHFLHORGHVSHMDGRLPSOLFDXQDPD\RUSpUGLGDGHHQHUJtDQHWDGHODVXSHU¿FLHGHOVXHOR lo que conlleva al enfriamiento del aire que se encuentra directamente sobre este, y lo que a la vez permite que las temperaturas mínimas decaigan por debajo de 0°C (helada meteorológica). Según los datos de cobertura nubosa a las 19 horas y de temperatura mínima, luego de una observación de cielo despejado, hay un 60 % de probabilidad de que ocurra una helada meteorológica. De acuerdo a lo observado en la campaña observacional, esto podría deberse a que luego de la observación el cielo siga manteniéndose despejado o al PHQRVFLHUWDSDUWHGHODQRFKHGHPDQHUDTXHODHQHUJtDHPLWLGDSRUODDWPyVIHUDKDFLDODVXSHU¿FLHVHDORVX¿FLHQWH para generar una temperatura mínima menor a 0° C. (ORWURLQGLFDUtDTXHOXHJRGHREVHUYDUXQFLHORGHVSHMDGRHVWDVFRQGLFLRQHVQRVHPDQWLHQHQORVX¿FLHQWHGXUDQWH la noche como para generar un evento de helada. Es decir, durante el transcurso de la noche pueden presentarse nubes TXHJHQHUHQHOLQFUHPHQWRGH/:(VWHLQFUHPHQWRSXHGHJHQHUDUFDPELRVHQODWHPSHUDWXUDVREUHODVXSHU¿FLH FRPRVHREVHUYDHQODVHJXQGDQRFKHGHODFDPSDxDREVHUYDFLRQDOGRQGHODVYDULDFLRQHVGH/:WDPELpQFDXVDEDQ FDPELRVHQODWHPSHUDWXUDGHODVXSHU¿FLH )LJXUD5DGLDFLyQDWPRVIpULFDHQD]XO\WHPSHUDWXUDGHODVXSHU¿FLHGHO suelo en rojo. Los datos fueron recopilados en una campaña observacional realizada durante el mes de julio de 2010, durante los días 15, 16, 17 y 18. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 63 Por otro lado, luego de observar la presencia de nubes durante las 19 horas, la mayoría de las temperaturas mínimas se presentan por encima de 0°C, esto podría estar asociado a la permanencia de nubosidad durante el transcurso de ODQRFKH(QHVWRVHYHQWRVODQXERVLGDGSRGUtDJHQHUDUYDORUHVDOWRVGH/:FRPRVHSUHVHQWyGXUDQWHODVHJXQGD noche de la campaña observacional. Este artículo puede ser citado como: Saavedra, M., (2012): “¿Sirve el conocimiento tradicional desde un punto de vista físico?: Estudio de caso sobre el pronóstico de heladas en el valle del Mantaro”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 64 Bibliografía Capítulo 2 Cahuana, M.A (2010): Sistematización de Experiencias de Agroforestería, Manejo Integrado de Cultivos y Manejo de Semilla de Papa en las comunidades campesinas de Cuyuni y Jullicunca, Distrito Cccatcca y Ocongate, Departamento de Cusco y en las comunidades Taype y Hanac Ayllu Escalera, en el Distrito de Ayapata, Departamento de Puno. Withassistance of T. Lindemann, D. Morra. FAO. Roma. De la Cadena, M., (1988): Comuneros en Huancayo: Migración campesina a ciudades serranas. Documento de trabajo Nro. 25. Instituto de Estudios Peruanos. (DUOV -   7KH &KDUDFWHU RI ,QFD DQG $QGHDQ $JULFXOWXUH 'HSDUWDPHQWR GH &LHQFLDV 6RFLDOHV 3RQWL¿FLD Universidad Católica del Perú. FAO, (2010): Protección contra las heladas: Fundamentos, práctica y economía. Serie sobre el medio ambiente y la gestión de los recursos naturales. Volumen 1. IGP (2005): “Diagnóstico de la Cuenca del Mantaro Bajo la Visión del Cambio Climático”. Vol. II, Fondo editorial del Concejo Nacional del Ambiente, Lima-Perú, 90 pp. Lechman H., y A. Soldi (1981): Runakunap Kawsayninkupaq Rurasqankunaqa La tecnología en el mundo andino. Universidad Autónoma de México. 496 pp. Lindemann, T.; Morra, D. (2007): Pro-Actively coping with Climate Change and Globalization in the Peruvian Andes. Addressing communities in the Alto Andino to mitigate the effects of out migration and glacial melting downstream through the Local Governance of Natural Resources. FAO. 2UORYH%&KLDQJ-&DQH0  )RUHFDVWLQJ$QGHDQUDLQIDOODQGFURS\LHOGIURPWKHLQÀXHQFHRI(O1LxRRQ Pleiades visibility. Nature 403:68-71. PRATEC, (2012): Cartillas sobre conocimiento local (Eje temático: Crianza del Clima), www.pratecnet.org/pdf_ cartillas/0226.pdf. Revisado enero 2012. Saavedra, M. (2012): Estudio de caso: ¿Sirve el conocimiento tradicional desde un punto de vista físico? Análisis sobre la ocurrencia de heladas en el valle del Mantaro. En Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro. Instituto Geofísico del Perú. Sorensen, N., y F. Stepputat, (2000): La población desplazada entre la asistencia y el desarrollo en los Andes Centrales del Perú. Working Paper 00.6 del Centre for Development Research – Copenhagen. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 65 Capítulo 3 Vulnerabilidad física Instituto Geofísico del Perú 66 Introducción Capítulo 3 El análisis de vulnerabilidad física en el valle del río Mantaro está fuertemente vinculado a OD LGHQWL¿FDFLyQGH ORVHYHQWRV extremos y la evaluación de la peligrosidad. Los eventos geológicos VXSHU¿FLDOHV VRQ GH HVSHFLDO interés para el valle de Mantaro por que a menudo son causantes de daños severos a las poblaciones y/o infraestructura física. Entre estos tenemos a los movimientos en masa: deslizamientos, aluviones, ÀXMRV GH HVFRPEURV HWF que están relacionados a la ocurrencia de lluvias intensas en la zona. /RVSURFHVRVItVLFRVGHHVWRVHYHQWRVGHWHUPLQDQXQDFRQVWDQWHHYROXFLyQPRUIROyJLFDDVtODJHRGLQiPLFDVXSHU¿FLDO evalúa el grado de peligrosidad de los movimientos en masa activados por lluvias, sismos o factores antrópicos. La estimación de la peligrosidad se establece mediante: ‡ La evaluación de la susceptibilidad a la ocurrencia de movimientos en masa (zonas donde todavía no se ha generado un movimiento en masa). ‡ (OLQYHQWDULRGHORVHYHQWRVGHPRYLPLHQWRVHQPDVDH[LVWHQWHVTXHSHUPLWHODLGHQWL¿FDFLyQGHOPi[LPRHYHQWR geológico ocurrido en una cuenca ó subcuenca. Parte importante es el establecimiento de umbrales máximos por tipo de evento, para que en base a ello estimar la recurrencia del máximo peligro evaluado. (OSUHVHQWHFDStWXORKDFHXQDPSOLRUHFRUULGRVREUHORVSULQFLSDOHVSHOLJURVJHROyJLFRVVXSHU¿FLDOHVYLQFXODGRVDOOXYLDV intensas que tienen lugar en el valle del Mantaro. El primer artículo a cargo de Luis Miguel Ocampo, Juan Carlos Gómez y Alejandro Lagos se titula “Estudio geológico de aluviones en la subcuenca del río Shullcas”, y se centra la subcuenca GHO UtR6KXOOFDV GHELGRD VXH[SRVLFLyQD OD RFXUUHQFLD GHDOXYLRQHV ÀXMRVGHHVFRPEURV  SRU IDFWRUHVHQWUH ORV TXHVHFXHQWDODGHVJODFLDFLyQGHO+XD\WDSDOODQD\EXVFDPHGLDQWHXQDQiOLVLVVHGLPHQWROyJLFRHVWUDWLJUi¿FRXELFDU cronológicamente la ocurrencia de estos eventos durante el Holoceno. El segundo artículo “Determinación de la potencialidad de generar movimientos en masa” a cargo de Franklin Blanco, permite delimitar las zonas potenciales a la ocurrencia de deslizamientos en las tres cuencas en estudio: Shullcas, &XQDV\$FKDPD\RD¿QGHWRPDUODVPHGLGDVSUHYHQWLYDVQHFHVDULDVSDUDUHGXFLUORVLPSDFWRVGHHVWRVHYHQWRV(VWD evaluación implica aplicar técnicas de sensoramiento remoto, uso de los sistemas de información Foto 3.1 Deslizamiento en Chamisería, Acopalca, subcuenca del río Shullcas. Crédito J. C. Gómez. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 67 JHRJUi¿FD 6,* SURFHGLPLHQWRVHVWDGtVWLFRV\XQDQiOLVLVJHROyJLFRJHRPRUIROyJLFRGHWDOODGR/RVUHVXOWDGRVLQFOX\HQ mapas de susceptibilidad a deslizamientos para cada una de las subcuencas en estudio. El siguiente artículo, a cargo de Luis Céspedes es “Vulnerabilidad física de los principales centros poblados piloto del proyecto”, y busca analizar y evaluar los lugares donde se asientan centros poblados representativos de las tres subcuencas, teniendo en cuenta factores como su cercanía a fallas geológicas, ladera de los cerros, riberas del ríos, etc., material utilizado en la construcción de las viviendas, calidad del suelo, etc. Los centros poblados pilotos escogidos fueron C.C. Acopalca, C.C. San Juan de Jarpa y Concepción; a los que se sumaron las asociaciones de viviendas del distrito de El Tambo, y la C.C. Rangra. Para todos los casos, un producto de la investigación fue un mapa de las características geotécnicas de suelos por cada centro poblado, que se espera puedan servir tanto para posteriores estudios como para mejorar el patrón de asentamiento de dichas poblaciones. ³'HWHUPLQDFLyQ GH XPEUDOHV GH SUHFLSLWDFLyQ TXH JHQHUDQ GHVOL]DPLHQWRV \ ÀXMRV GH HVFRPEURV´ HV HO DUWtFXOR D cargo de Marco Moreno, donde se explora la posibilidad de determinar umbrales de precipitación asociados a eventos GHÀXMRVGHHVFRPEURVDWUDYpVGHODREWHQFLyQGHSDUiPHWURVJHRWpFQLFRVH[SORUDFLRQHVGHVXHOR\SDUiPHWURV hidrometeorológicos. La determinación de umbrales permitirá adoptar medidas de prevención ante eventos extremos de lluvia por parte de autoridades y población en general. Finalmente, el artículo a cargo de Ricardo Zubieta, Julio Quijano, Karen Latínez y Percy Guillermo: “Evaluación de zonas de peligro frente a inundaciones por máximas avenidas”, utiliza el modelo hidráulico HECRAS (Hydrological, Engineering Center – River Analysis System) cuya metodología incluye el análisis de frecuencias de descargas, y la construcción de un modelo de elevación digital detallado (DEM) por métodos de estereoscopia. Con esta metodología se evaluaron áreas críticas con alto potencial a ser inundadas ante máximas descargas, a tiempos de retorno de 1, 5, 10, 25, 50 y 100 años con alta precisión. Instituto Geofísico del Perú 68 Estudio geológico de aluviones en la subcuenca del río Shullcas Luis Miguel Ocampo, Juan Carlos Gómez y Alejandro Lagos Introducción En Sudamérica, el término aluvión es usado para referirse a aquellas descargas de agua con sedimentos que VRQ RULJLQDGDV HQ ]RQDV GH LQÀXHQFLD glaciar. Técnicamente estos eventos se FRQRFHQ FRPR ÀXMRV GH HVFRPEURV H hiperconcentrados y son movimientos en masa compuestos por la mezcla de agua y sedimentos. (VWRV HYHQWRV VRQ FODVL¿FDGRV FRPR extremos debido a las grandes cantidades de agua descargada y a TXHVRQSRFRIUHFXHQWHV\FDWDVWUy¿FRV debido a que tienen la capacidad de PRGL¿FDUODJHRPRUIRORJtDGHORVUtRVSRUGRQGHÀX\HQ\SRUTXHSXHGHFDXVDUGDxRVDODLQIUDHVWUXFWXUD FDUUHWHUDV puentes, ciudades) e incluso pérdidas humanas. El origen de aluviones está asociado a una gran descarga de agua, producto principalmente por el desembalse de lagunas glaciares que generalmente ocurren como consecuencia de la caída de bloques de hielo o la ruptura del dique morrénico que contiene a la laguna. Durante un evento de este tipo, el aluvión generado se caracteriza por WHQHUSURFHVRVGHÀXMRTXHYDUtDQHQWUHXQÀXMRGHHVFRPEURVXQÀXMRKLSHUFRQFHQWUDGR\RXQÀXMRQRUPDO )LJXUD 3.1). Estas variaciones se deben principalmente a cambios en la concentración de sedimentos cuando estos son WUDQVSRUWDGRVHLQFRUSRUDGRVGHQWURGHOÀXMRRGHSRVLWDGRV\GLOXLGRVSRUFRUULHQWHVGHDJXDDGLFLRQDOHVDOÀXMR (OSUHVHQWHHVWXGLRKDVLGRHQIRFDGRDODE~VTXHGDGHHYLGHQFLDVGHÀXMRV DOXYLRQHV HQODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FD correspondiente al Cuaternario de la subcuenca del río Shullcas. Este tipo de estudios son importantes debido a TXH LGHQWL¿FDHVWH WLSRGHHYHQWRVHQHO UHJLVWURHVWUDWLJUi¿FRSHUPLWHFRQRFHU ORVSURFHVRVGHVHGLPHQWDFLyQTXH predominaron en un ambiente particular y porque proveen un mejor entendimiento de la dinámica glaciar durante los SURFHVRVGHGHJODFLDFLyQ)LQDOPHQWHUHFRQRFHUÀXMRVWDPELpQSHUPLWHLGHQWL¿FDUORVHYHQWRVGHPD\RUPDJQLWXG\ conocer las condiciones geológicas y climatológicas en las que se originaron. Esta información es parte de un estudio de prevención de desastres dado que permite saber la recurrencia y el potencial de la subcuenca para generar este tipo GHHYHQWRVJHRGLQiPLFRVFODVL¿FDGRVFRPRHYHQWRVH[WUHPRV Aspectos geológicos y geomorfológicos Este estudio se enmarca dentro del periodo Cuaternario, el más reciente y en el que ocurrieron procesos geológicos TXHFRQ¿JXUDURQHOUHOLHYHDFWXDOGHODVXEFXHQFD'LFKRSHULRGRFRPSUHQGHDSUR[LPDGDPHQWHORV~OWLPRVPLOORQHV de años, en él ocurrieron una serie ciclos climáticos conocidos como periodos glaciares (periodos fríos donde tuvo lugar una mayor extensión de los glaciares) e interglaciares (periodos cálidos y de deglaciación). )LJXUD(VTXHPDGHODIRUPDFLyQGHXQDOXYLyQ\WLSRVGHÀXMRVDVRFLDGRVDHVWRV eventos. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 69 Instituto Geofísico del Perú 70 Los materiales que se acumularon durante el Cuaternario lo componen en su mayoría depósitos no consolidados. Según el agente geológico (hielo, agua, etc.) que los IRUPyHVWRVGHSyVLWRVVHFODVL¿FDQSULQFLSDOPHQWHHQ glaciares, aluviales, coluviales, entre otros (Mapa 3.1). /DFRQ¿JXUDFLyQWRSRJUi¿FDVHGHQRPLQDQJHRIRUPDV como por ejemplo; morrenas (acumulaciones dejadas por el avance glaciar) y terrazas y abanicos (acumulaciones aluviales en el fondo de los valles que fueron depositadas por corrientes de agua). Morfológicamente, la subcuenca del río Shullcas SUHVHQWDWUHVQLYHOHVGHWHUUD]DV ORTXHVLJQL¿FDTXH la subcuenca estuvo sometida a por lo menos tres SHULRGRVGHLPSRUWDQWHDFXPXODFLyQDOXYLDO3DUD¿QHV prácticos estas geoformas han sido enumeradas de la más antigua a la más reciente: T3 la más elevada y de mayor espesor; T2 de altura y espesor intermedio y T1 la más baja y de menor espesor (Foto 3.2). Por otro lado, en la subcuenca del río Shullcas —Dollfus en 1965— reconoció cuatro episodios glaciares, el más antiguo conocido como glaciaciones Mantaro que descendió hasta los 3.600 msnm, y las otras tres más recientes —que al igual que en las terrazas— han sido enumeradas de la más antigua a la más reciente: G3 correspondiente a una glaciación que llegó hasta los 3.800 msnm; G2 que llegó alrededor de los 4.000 msnm, y G1 correspondiente a avances glaciares más recientes que bajaron hasta los 4.700 msnm. Sedimentología Los procesos de erosión, transporte y sedimentación — ocurridos durante el movimiento de un ÀXMR²  VH UHÀHMDQ en las características texturales del depósito como el tamaño, la distribución o el ordenamiento, de los sedimentos. Por tal razón, se han elaborado una serie de secciones HVWUDWLJUi¿FDV HQ cortes naturales de los depósitos aluviales donde se han descrito dichas características. Producto del análisis de las secciones HVWUDWLJUi¿FDV VH KDQ reconocido las facies mostradas en la Tabla 1, y fotos 3.3 a 3.8. Foto 3.2 Vista de los tres niveles de terrazas. Crédito L. Ocampo. 7DEOD3ULQFLSDOHVIDFLHVLQGHQWL¿FDGDVHQODVXEFXHQFDGHOUtR6KXOOFDV Facies Características texturales Interpretación Aluvión Flujo de escombros (Foto 3.3) *Amplio rango de granulometría. *Depósitos heterogéneos. *Clastos englobados por una matriz arenosa o de arcillosa. *No presenta estructuras sedimentarias. *Clastos angulosos. La granulometría, la heterogeneidad y la matriz del depósito revelan que este se formó a partir de la rápida GHSRVLWDFLyQGHXQÀXMRGHQVR\FRQXQD alta concentración que no permitió el ordenamiento de los clastos. Flujo hiperconcentrado (Foto 3.4) *Amplio rango de granulometría. *Depósitos homogéneos *Los clastos están en contacto entre sí o englobados por una matriz arenosa. *Los clastos presentan un alineamiento. La granulometría, la heterogeneidad y la matriz del depósito revelan que este también se formó a partir de la rápida GHSRVLWDFLyQGHXQÀXMRGHQVR\FRQ una alta concentración. Sin embargo, el alineamiento de los clastos revela que hubo una mayor concentración de agua FRQUHVSHFWRDOÀXMRGHHVFRPEURV Flujos Normales (Foto 3.5) *Granulometría uniforme. *Depósitos homogéneos. *Los clastos están en contacto entre sí. *Presentan estructuras sedimentarias. Coluviales (Foto 3.6) *Amplio rango de granulometría. *Depósitos heterogéneos. *Los clastos están en contacto entre sí o englobados por una matriz. *Presentan clastos angulosos y fracturados. Por las características texturales, principalmente la angulosidad de sus FRPSRQHQWHVVHLQ¿HUHTXHHVWHGHSyVLWR se formo a partir de la movimiento rápido de rocas y suelo de las laderas del valle. Dentro de estos tenemos: deslizamientos, DYDODQFKDVÀXMRVHWF Lacustre (Foto 3.7) *Granulometría correspondiente a VHGLPHQWRV¿QRV DUFLOODV  *Depósitos homogéneos 3UHVHQWDQHVWUDWL¿FDFLyQ El tamaño de los sedimentos y la HVWUDWL¿FDFLyQGHORVGHSyVLWRVUHYHODQ que se formo en un ambiente de relativa tranquilidad como una laguna. Tills (Foto 3.8) *Amplio rango de granulometría. *Depósitos heterogéneos. *Clastos englobados por una matriz limosa. *No presenta estructuras sedimentarias. El amplio rango de Los sedimentos (de diferentes tamaños) depositados a partir de la fusión del hielo del glaciar. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 71 Desde el extremo superior izquierdo y en el sentido de las agujas del reloj: Foto 3.3 Flujo de escombros Foto 3.4 Flujo perconcetrado Foto 3.5 Flujo normal. Foto 3.6 Depósito coluvial Foto 3.7 Depósito lacustre Foto 3.8 Depósito glaciar Créditos L. Ocampo. &RQOD¿QDOLGDGGHHQWHQGHUODGLVWULEXFLyQGHODVIDFLHVGHVFULWDVHQHOFXDGURDQWHULRUHOiUHDGHHVWXGLRVHKDGLYLGLGR en cuatro sectores, los que son mostrados en el Figura 3.2. A. Sector cabeceras. Comprende a las quebradas que se encuentran sobre los 4,000msnm. Dentro de estas tenemos a la quebrada Chuspe, Antayaco y Ronda que descienden de la cordillera Huaytapallana. Las observaciones de tales quebradas muestra que: ‡ (Q &KXVSH VH LGHQWL¿FDURQ DO PHQRV  depósitos de aluvión. ‡ En Antayaco se tiene al menos un depósito de aluvión, correspondiente al evento ocurrido en 1969. ‡ Ronda y otras más, no muestran evidencias de la ocurrencia de aluviones, SRUORTXHVRQFDOL¿FDGDVFRPRTXHEUDGDV inactivas. B. Sector Acopalca. Comprende a los depósitos aluviales del río Shullcas entre las cotas 4.000 y 3.800msnm. C. Sector vertiente empinada. Este sector comprende a los depósitos aluviales de río Shullcas entre las cotas 3.800 y 3.450 msnm. En este sector, donde predominan las pendientes escarpadas. D. Sector Abanico aluvial. Comprende los depósitos aluviales del río Shullcas de los 3.450 msnm hasta la desembocadura de río Shullcas en el río Mantaro (3.200 msnm). Tanto en los sectores Acopalca, Vertiente montañosa y abanico aluvial se han observado los tres niveles de terrazas. El análisis textural de los depósitos de estas revela que las facies más predominantes son los aluviones, lo que permite inferir que el relleno de estás geoformas están conformadas principalmente por depósitos de este tipo. )LJXUD  6HFFLRQHV HVWUDWLJUi¿FDV GH GHSyVLWRV DOXYLDOHV HQ ORV GLIHUHQWHV sectores seleccionados: A: Cabeceras; B: Acopalca; C: Vertiente empinada y D: Abanico aluvial. Instituto Geofísico del Perú 72 La contabilización tentativa del número de aluviones ocurridos en la subcuenca del río Shullcas durante el proceso de relleno de las terrazas se muestra en la Tabla 3.2. Comparaciones sedimentológicas entre los GHSyVLWRV GH DOXYLyQ GH ODV WHUUD]DV VXJLHUHQ TXH ORV ÀXMRV IXHURQ GH mayores proporciones que los más antiguos, esto probablemente se debería a que durante la formación de T3 y T2 había una mayor disponibilidad de agua que era proporcionada por el glaciar. Cabe mencionar que en los sectores Acopalca y vertiente montañosa, tanto HQ7FRPRHQ7KD\DSRUWHVGHPDWHULDOHVFROXYLDOHVORTXHVLJQL¿FDTXH hubo aportes de sedimentos por la caída de suelos y rocas de las laderas del valle. Por otro lado, en las terrazas T1 y T2 del sector abanico aluvial se ha observado depósitos de sedimentos ¿QRV DUHQDVOLPRV TXHKDQVLGRLQWHUSUHWDGRVFRPRGHSyVLWRVGHLQXQGDFLRQHVSURYRFDGDVSRUHOGHVERUGHGHORV ríos Mantaro y/o Shullcas. Edad relativa de los depósitos aluviales La edad de los depósitos ha sido inferida relativamente a partir de la edad de las terrazas en las que están contenidas. Si bien no hay dataciones de las terrazas, el cambio de facies de los depósitos glaciares a aluviales (Dollfus, 1965) y las relaciones geométricas entre estos depósitos, sugieren que estas formas se originaron a partir de procesos de erosión transporte y sedimentación de depósitos glaciares ocurridos al término de un periodo glaciar o al inicio de un interglaciar. De las glaciaciones o avances glaciares se tienen edades radiométricas reportadas por Seltzer (1993) del último máximo glaciar y avances glaciares del Holoceno o pequeña edad de hielo. (Q HO JUi¿FR  VH PXHVWUD OD FRUUHODFLyQ tentativa de las terrazas; T1 y los depósitos comprendidos probablemente han sido depósitados luego del avance glaciar más reciente. La T2 fueron acumuladas en el Holoceno, después del LGM (hace 11.000 años) y T3 es del Pleistoceno. Conclusiones Los depósitos aluviales rellenan el fondo de los valles. Estos depósitos están ordenados en una secuencia de tres QLYHOHVGHWHUUD]DV77\7 HQXPHUDGDVGHODPiVUHFLHQWHDODPiVDQWLJXD (VWRVLJQL¿FDTXHHQODVXEFXHQFD del río Shullcas habrían ocurrido por lo menos tres episodios de acumulación de sedimentos. El estudio sedimentológico de las terrazas y el abanico aluvial del río Shullcas revela que estas geoformas están FRPSXHVWDVPD\RUPHQWHSRUGHSyVLWRVGHÀXMRVGHHVFRPEURV\ÀXMRVKLSHUFRQFHQWUDGRV DOXYLRQHV ORTXHVXJLHUH TXHWDOHVJHRIRUPDVIXHURQFRQVWUXLGDVDSDUWLUGHOGHSyVLWRGHWDOHVÀXMRV/RVGHSyVLWRVREVHUYDGRVFRUUHVSRQGHQDO Cuaternario. La terraza T3 pertenece al Pleistoceno y habría sido formada después del avance glaciar G3. Las terrazas T2 y T1 pertenecen al Holoceno y habrían sido formadas después de los avances glaciares G2 (correspondiente al último máximo glaciar ocurrido hace 11.000 años) y G1 respectivamente. Este artículo puede ser citado como: Ocampo, L. M., Gómez, J. C. y A. Lagos (2012): “Estudio geológico de aluviones en la subcuenca del río Shullcas”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. )LJXUD&XDGURGHFRUUHODFLyQWHQWDWLYRHQWUHD ODFROXPQDFURQRHVWUDWLJUi¿FD b) dataciones, c) glaciaciones y d) terrazas y su depósitos. Tabla 3.2 Contabilización de aluviones LGHQWL¿FDGRVHQORVWUHVQLYHOHVGHWHUUD]DV en los diferentes sectores de la subcuenca del río Shullcas. Sector Acopalca Vertiente empinada Abanico aluvial Terraza T3 6 4 5 Terraza T2 5 3 4 Terraza T1 3 1 2 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 73 Determinación de la potencialidad de generar movimientos en masa Franklin Blanco Introducción Los movimientos en masa son eventos que se producen en laderas de terreno, principalmente por acción de las lluvias LQWHQVDVPRYLPLHQWRVVtVPLFRV\RPRGL¿FDFLRQHVUHDOL]DGDVSRUHOKRPEUHFRPRFRQVWUXFFLyQGHFDUUHWHUDVFDQDOHV etc. Para conocer el nivel de inestabilidad que presenta este terreno se debe evaluar un principio: la potencialidad de generar movimientos en masa (el cual se inicia con el análisis de las características más importantes del terreno), OXHJRHPSOHDQGRXQDPHWRGRORJtDGHFiOFXORVHREWLHQHHOPDSDTXH UHÀHMDUiHOSRWHQFLDOGHO WHUUHQRGHJHQHUDU movimientos en masa. Los resultados deben validarse al comparar con el mapa de inventario de movimientos en masa. (O PDSD ¿QDO SXHGH FRQVLGHUDUVH FRPR XQD KHUUDPLHQWD TXH VHUYLUi SDUD FXDQWL¿FDU OD SHOLJURVLGDG JHROyJLFD considerando además que el presente estudio (sumado a un conjunto de investigaciones de distintas disciplinas) servirá para mejorar la capacidad de adaptación ante los eventos extremos, disminuyendo su vulnerabilidad y contribuyendo DVtHQODSODQL¿FDFLyQ\GHVDUUROORGHODUHJLyQ Metodología Los movimientos en masa serán controlados en cierta medida por las características del terreno. Para ubicar que zonas presentan mayor potencial de generar movimientos en masa se deben evaluar las principales características del terreno como: tipo de roca, pendientes, formas del terreno y la cobertura vegetal existente. Figura 3.4 Metodología para determinar la potencialidad de generar movimientos en masa. Elaboración F. Blanco. Instituto Geofísico del Perú 74 &DGDFDUDFWHUtVWLFDSUHVHQWDGLVWLQWD LQÀXHQFLDKDFLD OD LQHVWDELOLGDG3DUDFXDQWL¿FDUOD VHXWLOL]DQ IUHFXHQWHPHQWH diversos métodos, algunos son del tipo probabilístico mientras que otro grupo es heurístico (Westen, 2002). Indicar cuál de ellos es el más adecuado a utilizar dependerá de las características geológicas del área en estudio, de la escala de WUDEDMR\GHOQLYHOGHFRQ¿DELOLGDGGHOPpWRGR/RVPpWRGRVXWLOL]DGRVVRQHO3URFHVR$QDOtWLFR-HUiUTXLFR $+3 \HO Análisis Discriminante (AD). /XHJRGHFXDQWL¿FDUODLQÀXHQFLDGHFDGDFDUDFWHUtVWLFDVHFRQWLQ~DFRQHOFiOFXORGHOSRWHQFLDOGHJHQHUDULQHVWDELOLGDG resultando dos mapas uno por cada método. Ambos resultados se comparan con el mapa de inventario de movimientos HQPDVDSDUDHOHJLUDVtHOTXHPHMRUUHÀHMH ODVFDUDFWHUtVWLFDVGHO WHUUHQR/RVSDVRVGHVFULWRVVHSUHVHQWDQHQ OD Figura 3.4. Resultados En la Tabla 3.3 se describen las zonas según el nivel de potencialidad a generar inestabilidad para cada subcuenca, donde se indican los poblados más importantes involucrados, así como los distritos a donde pertenecen. /RVPDSDV¿QDOHVUHÀHMDQHOSRWHQFLDOGHFDGDiUHDGHJHQHUDULQHVWDELOLGDG'LFKRVUHVXOWDGRVSXHGHQVHUDJUXSDGRV en cinco tipos: zonas de potencialidad muy baja, baja, moderada, alta y muy alta. Cada una es explicada a continuación: Potencialidad muy baja. Es nula o casi nula la posibilidad que el área presente movimientos en masa, VRQVHFWRUHVHVWDEOHVFRQEDMDQHFHVLGDGGHUHDOL]DUPHGLGDVFRUUHFWLYDVVLQHPEDUJRGHEHFRQVLGHUDUVHODLQÀXHQFLD de sectores aledaños con mayor posibilidad. Como ejemplo se tiene en la Foto 3.9 una vista del poblado de Siusa, el área está compuesta de rocas tipo calizas con pendientes menores a 10° y cubierto de pastos, estas características ORJUDQGH¿QLUXQDPX\EDMDSRWHQFLDOLGDGGHJHQHUDUPRYLPLHQWRVHQPDVD Potencialidad baja. Son áreas donde la necesidad de ejecutar medidas correctivas solo se da para FDVRVHVSHFt¿FRVFRPRDOFRQVWUXLUREUDVYLDEOHVLQIUDHVWUXFWXUDHWF'HEHFRQVLGHUDUVHODLQÀXHQFLDGHODV]RQDV cercanas con potencialidad moderada a muy alta. En la Foto 3.10 se presenta como ejemplo la zona aguas arriba del poblado Chaquicocha con pendientes menores a 15°. Nivel de Potencialidad Subcuenca Shullcas Subcuenca Achamayo Subcuenca Cunas Muy baja a baja Ocupa las zonas urbanas de Huancayo, Salcedo, Cullpa. Zonas altas por encima de Uñas Alto y alrededores de la laguna Huacracocha. Algunas quebradas como Llamioc y Huatupalla. Se presenta en parte de los poblados Santa Rosa de Ocopa, Matahuasi y Paccha. Ocupa la parte media de la subcuenca alrededores de Bellavista, Tunso, Siusa, Sutule, Iscos, Sayhua. Partes altas de las quebradas Puñunan, Corpacancha, Bandera, Uchungayo además Tisho, Viscas y Huyhuyoc. Alrededores de la Hacienda Laive, poblados como Uchcumachay, Chaucha, Llipllinayo, Palpa, Amaro, Usibamba, Maraynioc, Quishuar, Azulcocha, Tucuma y Huayao. Moderada Se encuentran los poblados de Palian, Vilcacoto, Cochas Grande, Acopilla, Santa Isabel. Alrededores de Suitocancha en la quebrada Anlayaco. Además en quebradas como Pachapata, Sillapata, Erbacio, Jallayoc y Chuspe. Abarca los poblados de Huanchar, parte alta de Santa Rosa de Ocopa, Chaupimarca, Chilca, Tunumayo, San Miguel, La Libertad, parte de Ancal, Rimaycancha, Huahuanca, Hacienda Suytucancha, Matacorral y Taptapa. Ocupa quebradas como Chía, Pumapilata, Cochapata, Liplispampa, Parte de Cebollaylloc, Mancocancha y Antacancha. Ocupa los poblados de Isla, Unión, Antapampa, Chilcas. Alrededores de la hacienda Colpa. Quebradas Tinllapata, Azaza, Consac, Chaya, Acocancha. Alta a muy alta Se puede ubicar en las laderas que se encuentran entre los poblados Chamiseria y Acopalca. Partes altas de Vilcacoto. En quebradas como Uruncancha, Canlahuayo, Ronda, Huishna. Alrededores de las lagunas Lazo Huntay y Chuspicocha. Ocupa los poblados de Chicchepampa, parte de San Antonio de Ocopa, Dos de Mayo, Culicruz, Marcatuna, parte de Ingenio, Rangra, Tintihuasi, parte de Islas, Ceboyllallo, Yuraccasha, Chiacata y Mesapata. Parte media de las quebradas Puñunan, Corpacancha, Bandera, Uchungayo, Chia, Viscas, Suytucancha, Chonta y Mituclo. Se encuentran los poblados Alto Corral, Malpaso, Paico, entre la hacienda Yanacocha y Huarisca, pasando por poblados como Chahuas, Angasmayo, San Blas, etc. También entre Jatun Huasi y Acoranra. Ocupan quebradas Surapata, Llacsa, Apahuay, Huanca Huallo, Aguas arriba de San Juan de Jarpa y alrededores. Tabla 3.3 Zonas según el nivel de potencialidad Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 75 Potencialidad moderada. No se debe construir sin previos estudios geotécnicos. Los trabajos que podrían realizarse son: movimiento de tierra, estructuras de UHWHQFLyQPDQHMRGHDJXDVVXSHU¿FLDOHV\VXEWHUUiQHDV reforestación controlada, etc. Es recomendable evaluar OD LQÀXHQFLD GH ]RQDV FHUFDQDV FRQ PD\RU QLYHO GH susceptibilidad. Un ejemplo lo muestra la Foto 3.11 de la zona de Ceboyllayo, parte alta de la subcuenca del Achamayo. Potencialidad alta. Estos terrenos deben ser sometidos a estudios detallados de estabilidad, de lo contrario es recomendable no hacer uso de estas áreas y PDQWHQHUORVVLQPRGL¿FDFLRQHV/D)RWRPXHVWUDOD zona 0.5 km. aguas arriba del poblado de Chamiseria en la parte media de la subcuenca del Shullcas. Potencialidad muy alta. (VWDV iUHDV UHÀHMDQ HO máximo potencial de generar movimientos en masa, es recomendable no hacer uso de estas áreas, evitando FXDOTXLHU FDPELR TXH PRGL¿TXH OD HVWDELOLGDG 8QD evidencia de esta zona es el paraje denominado Ñuñungayoc a 4 km. aguas arriba del poblado de Chamiseria (Foto 3.13). /DV FDUDFWHUtVWLFDV GHO WHUUHQR LQÀX\HQ GLUHFWDPHQWH en las diferentes tipologías de los movimientos, en los mecanismos y modelos de rotura (Almaguer, 2006), es así que al analizar dichas variables es posible conocer la potencialidad del terreno de generar movimientos en masa. Los mapas que indican el potencial de cada zona de generar inestabilidad se presentan por subcuenca (Mapas 3.2, 3.3 y 3.4) y han sido realizados utilizando el método $+3SRUTXH UHÀHMDPHMRU ODVFDUDFWHUtVWLFDVGHO WHUUHQR con una mayor correlación con el mapa de inventario de movimientos en masa. Discusión 'H¿QLUFXiOWLSRGHPpWRGRVHGHEHXWLOL]DUSXHGHGHSHQGHU en cierta medida del contexto geológico a evaluar, así FRPRGHOJUDGRGHFRQ¿DELOLGDGTXHJHQHUDXQPpWRGR Para realizar la comparación se utiliza frecuentemente el Índice de Densidad Relativa propuesto por Baeza (Santacana et al., 2002), el cual mide la proporción de eventos existentes por cada nivel de potencialidad. Por lo tanto es importante el desarrollo de nuevas técnicas de comparación entre métodos de cálculo de la potencialidad a movimientos en masa. De arriba hacia abajo: Posibilidades de generar movimientos en masa Foto 3.9 Muy baja, poblado de Siusa (vista al NE) en la parte alta de la subcuenca de Achamayo; Foto 3.10 Baja, un km. aguas arriba del poblado de Chaquicocha (vista al SE), parte media de la subcuenca del Cunas; Foto 3.11 Moderada, cerca al paraje de Ceboyllayo (vista al NE) en la parte alta de la subcuenca de Achamayo; Foto 3.12 Alta, medio kilómetro aguas arriba del poblado Chamisería (vista al N) en la parte media de la subcuenca del Shullcas; Foto 3.13 Muy alta, frente al paraje Nuñungayoc en la parte media de la subcuenca del Shullcas (vista al N). Créditos F. Blanco. Instituto Geofísico del Perú 76 M - 3 .2 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 77 M - 3 .3 Instituto Geofísico del Perú 78 M - 3 .4 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 79 Vulnerabilidad física de los principales centros poblados piloto del proyecto Luis Céspedes Introducción Según INDECI (2006), existen diferentes tipos de vulnerabilidad (ambiental, ecológica, física, social, económica, educativa, institucional, etc.); sin embargo, en el presente estudio trabajaremos únicamente con la determinación de la vulnerabilidad física considerando variables sociales y económicas. La vulnerabilidad física está referida especialmente a la localización de los asentamientos humanos en zonas de riesgo, \D ODVGH¿FLHQFLDVGHVXVHVWUXFWXUDV ItVLFDVSDUD DEVRUEHU ORVHIHFWRVGHHVRV ULHVJRV :LOFKHV&KDX[  A partir de este concepto decimos que la vulnerabilidad física evalúa y analiza el lugar donde se asienta el centro poblado, por ejemplo cerca de fallas geológicas, ladera de los cerros, riberas del río, etc. cuyas situaciones incrementan VLJQL¿FDWLYDPHQWHHOQLYHOGHYXOQHUDELOLGDG\HOPDWHULDOXWLOL]DGRHQODFRQVWUXFFLyQGHODVYLYLHQGDVHVWDEOHFLPLHQWRV económicos y de servicio (salud, educación, sede de instituciones públicas), e infraestructura socioeconómica (centrales hidroeléctricas, carreteras, puentes y canales de riego) para asimilar los efectos del peligro. Otro aspecto que se considera para esta vulnerabilidad, es la calidad del suelo del lugar donde se asienta la comunidad. Ubicación Los centros poblados pilotos del área del proyecto MAREMEX-Mantaro son: C.C. Acopalca, C.C. San Juan de Jarpa y Concepción; sin embargo, adicionalmente se trabajó en las siguientes dos zonas de estudios: Asociaciones de viviendas del distrito de El Tambo y la C.C. Rangra. La XELFDFLyQ JHRJUi¿FD VH SXHGH DSUHFLDU HQ el Mapa 1.1 de este mismo volumen, y su ubicación política en la Tabla 3.4. Metodología Existen diferentes metodologías para determinar la vulnerabilidad física desarrolladas por diferentes instituciones, todas ellas con un mismo objetivo: reducir el grado de vulnerabilidad y riesgo de la población ante un potencial peligro. Se decidió tomar como guía el diseño metodológico del Manual Básico para la Estimación del Riesgo desarrollado por el INDECI (2006), el cual se dividió en tres etapas: Organización y preparación de estudio; formulación y diagnóstico del área de estudio; y formulación de propuestas. La primera etapa consistió en recopilar y revisar bibliografía sobre las diferentes metodologías, enfoques, criterios de estimación de vulnerabilidad física aplicados a centros poblados, considerando que la metodología a usar se adopte fácilmente a las condiciones de cada centro poblado en estudio. Subcuenca Provincia Distrito Centro poblado Shullcas Huancayo Huancayo Acopalca Cunas Chupaca San Juan de Jarpa San Juan de Jarpa Achamayo Huancayo Quilcas Rangra Achamayo Concepción Concepción Concepción Shullcas Huancayo El Tambo Asoc. de Viv. Tabla 3.4 Cuadro de ubicación política de los centros poblados en estudio Instituto Geofísico del Perú 80 6HYLVLWyOD]RQDGHHVWXGLRSDUDLGHQWL¿FDU los peligros potenciales para un primer diagnóstico de cada centro poblado. En la segunda etapa se realiza un análisis y caracterización a nivel local de cada centro poblado; se analiza los peligros \VH LGHQWL¿FD\HYDO~D ODYXOQHUDELOLGDG física basados en las variables de estudio (Figura 3.5). Finalmente, en la última etapa se VLVWHPDWL]y FODVL¿Fy \ SURFHVy OD información en una base de datos para concluir con la presentación de los resultados obtenidos, conclusiones y recomendaciones para cada centro poblado. Vulnerabilidad física Para la evaluación y determinación de la vulnerabilidad física se consideraron las variables de estudio descritas en la Tabla 3.5: Características de la infraestructura física, condición física, características geotécnicas y geomorfológicas, y normatividad existente. A continuación se presenta la descripción de los aspectos de vulnerabilidad física de cada uno de los centros poblados analizados. Figura 3.5 Pasos de la metodología para la determinación de la vulnerabilidad física. VARIABLE NIVEL DE VULNERABILIDAD FÍSICA Vulnerabilidad Baja Vulnerabilidad Media Vulnerabilidad Alta Vulnerabilidad Muy Alta < 25 % 26 a 50 % 51 a 75 % 76 a 100 % Características de la infraestructura física: Material de construcción SUHGRPLQDQWH DOWXUD GH HGL¿FDFLyQ estado de conservación y uso actual (vivienda, comercio, colegio, etc.). Estructuras sismorresistente con adecuada técnica constructiva (de concreto o acero). Estructuras de concreto, acero o madera, sin adecuada técnica constructiva. Estructuras de adobe, piedra o madera, sin refuerzos estructurales. Estructuras de adobe, caña y otros de menor resistencia, en estado precario. Condición física: Asentamiento R ORFDOL]DFLyQ JHRJUi¿FD GH OD población (en las laderas de los cerros, terrazas del cauce del río, etc.). Muy alejada del peligro > 5 Km Medianamente cercana del peligro 1 – 5 Km Cercana del peligro 0.2 – 1 Km Muy cercana del peligro 0.2 – 0 Km Características geotécnicas y JHRPRUIROyJLFDV ,GHQWL¿FDU ODV diferentes geoformas, tipos de suelos y la capacidad de carga. Zonas sin fallas ni fracturas, suelos con buenas características geotécnicas Zona ligeramente fracturada, suelos de mediana capacidad portante Zona medianamente fracturada, suelos con baja capacidad portante Zona muy fracturada, fallada, suelos colapsables (relleno, napa freática alta, material inorgánico, etc.) Normatividad existente. Leyes y reglamentos referidos a la FRQVWUXFFLyQ GH HGL¿FDFLyQ \ ocupación/uso del suelo. Con leyes estrictamente cumplidas Con leyes medianamente cumplidas Con leyes sin cumplimiento Sin ley Tabla 3.5. Cuadro aplicativo para la evaluación de la vulnerabilidad física. Fuente: INDECI, 2006. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 81 Comunidad Campesina de Acopalca (Q OD&&$FRSDOFDVH LGHQWL¿FyTXH²HQ ORV~OWLPRVDxRV²ODSREODFLyQHPSH]yDFRQVWUXLUVXVYLYLHQGDVHQ las riberas del río Shullcas. Estas presentan una vulnerabilidad alta ante la probabilidad de ocurrencia de un aluvión en la subcuenca del río Shullcas, como los registrados en los años 1969 y 1990 y que afectó severamente el barrio de Chamisería de la comunidad de Acopalca. El material de construcción de las viviendas es predominantemente de tapia y adobe, pero aproximadamente el 50 % de ellas son infraestructuras antiguas que datan desde que se fundó la comunidad y su conservación es de regular a mala. En la ladera de los cerros correspondiente a los barrios El Salvador y del barrio Centro de la comunidad, se forman HVSRUiGLFDPHQWH SHTXHxRV ÀXMRV GH ORGR HQ pSRFD GH LQYLHUQR QRYLHPEUH  PDU]R  DIHFWDQGR OHYHPHQWH D ODV viviendas que se encuentran en su curso; sin embargo, la población gestionó la elaboración de pequeños andenes para mitigar la ocurrencia de este evento (Fotos 3.14 y 3.15). Comunidad Campesina de San Juan de Jarpa Algunas viviendas de esta comunidad —correspondiente a cinco manzanas— están asentadas en las riberas del río Negro, y en su intento de ocupar mayor territorio invadieron el cauce natural del río, el cual en época de lluvias incrementa el nivel del agua originando inundaciones que afecta a viviendas y pequeñas áreas de cultivo, como el caso registrado en marzo del 2010 que afectó aproximadamente entre 10 a 15 viviendas. (Foto 3.16). De izquierda a derecha: Foto 3.14 Debido a la localización de un número determinado de viviendas asentadas a escasos metros del cauce del río Shullcas se puede observar la condición física de las mismas, en la C.C. de Acopalca. Foto 3.15 Se aprecia que la población KDUHIRUHVWDGRODODGHUDGHOFHUURFRQSLQRV\HODERUDGRDQGHQHVFRPRPHGLGDVGHPLWLJDFLyQDQWHODSUHVHQFLDGHÀXMRVGHORGRHQOD estación de invierno. Créditos L. Céspedes. De izquierda a derecha: Foto 3.16 Parte del cauce del río Negro, que inundó las viviendas que se ubican en los bordes de su ribera (como las que se aprecian en la imagen), hecho ocurrido en marzo del 2010. Foto 3.17 Infraestructura del colegio I.E. Indoamericano de Jarpa GRQGHXQDGHVXVHGL¿FDFLRQHVWLHQHJULHWDVHQVXVSDUHGHVTXHSRUHOSpVLPRHVWDGRGHFRQVHUYDFLyQGHODLQIUDHVWUXFWXUDWLHQHXQ alto riesgo de colapso. Créditos L. Céspedes. Instituto Geofísico del Perú 82 Las viviendas de la comunidad son principalmente de adobe y tapia, de conservación regular y buena; sin embargo, se observó que algunas de las viviendas y un colegio (I.E. Indoamericano de Jarpa) se encuentran en mal estado de conservación, sobre las cuales se observan grietas en las paredes y que están a punto de colapsar; a pesar de ello, aún siguen siendo habitadas. 8QD LQVSHFFLyQ HQ WRGD OD FRPXQLGDG SHUPLWLy YHUL¿FDU TXH HQ DOJXQDV ]RQDV ORV FDQDOHV GH ULHJR QR WLHQHQ HO PDQWHQLPLHQWRDGHFXDGRGH OLPSLH]D\FRQVHUYDFLyQ ORTXHGL¿FXOWD OD FLUFXODFLyQGHODJXD FRQ ODSRVLELOLGDGGH reboso. También se observó que la infraestructura de energía eléctrica (postes eléctricos), alguno de ellos se instalaron en zonas inadecuadas (por situarse en los márgenes de canales de agua), que con el tiempo corren el riesgo de derrumbarse por la humedad del suelo. La comunidad interconecta sus barrios a través de tres puentes carrozables que cruzan el río Cunas, separados entre 0,5 y 1,0 km. de distancia. Sesenta años atrás aproximadamente, uno de estos puentes colapsó al ceder una base del puente por la crecida del caudal del río Cunas. Actualmente, ha sido restaurado con materiales propios del lugar; sin embargo, ha sido construida en lo que aún forma el cauce natural del río. Distrito de Concepción La zona urbana del distrito de Concepción, si bien no presenta problemas de eventos naturales potencialmente peligrosos, tiene problemas con el sistema de drenaje pluvial en época de lluvias intensas, inunda viviendas, las calles y avenidas del distrito. Una de las razones de estos inconvenientes es porque el sistema de drenaje es antiguo y colapsa al sobrepasar su capacidad de soporte debido al crecimiento de la población del área urbana. Otro factor a considerar es la falta de mantenimiento y limpieza de los canales de agua de las calles. El material predominante de construcción de las viviendas es de adobe y algunas de tapia, aunque ya se observan numerosas construcciones de concreto, sobretodo en el centro de la ciudad. Sin embargo, se apreció que algunas de las viviendas de adobe, presentan deterioros en su infraestructura ya sea por antigüedad y/o falta de mantenimiento. Distrito de El Tambo En el distrito de El Tambo se trabajó básicamente en las zonas donde la población se encuentra cerca del río Mantaro, a 3 km en dirección Noroeste de la ciudad de Huancayo (desde la Av. Caminitos de Huancayo o la asociación de vivienda Caminitos de Huancayo hasta la cooperativa de vivienda Víctor Raúl Haya de la Torre a la altura de la Av. Mariátegui). La población se encuentra asentada en la primera, segunda y tercera terraza del río Mantaro, las cuales tienen diferencia de nivel entre 15 a 25 metros de altura aproximadamente y en estos cambios de altura, es donde se observa que existe constantes caídas de rocas sobre las viviendas construidas en las partes bajas; sin embargo, algunas de las viviendas que se encuentran en la parte alta también se encuentran expuestas a posibles desplomes de su infraestructura por construirse en los bordes de la terraza, ya que el suelo se va erosionando haciendo que la infraestructura pierda la consistencia de su base (Foto 3.22). 'HL]TXLHUGDDGHUHFKD)RWR\6HREVHUYDTXHODEDVHGHODVHGL¿FDFLRQHVGHODVYLYLHQGDVFRQVWUXLGDVVHYHUiQDIHFWDGDVSRU la gran humedad que existe, por la existencia del canal de regadío, que se encuentra a 0.50 - 1.00 metros. Foto 3.20 Vivienda de adobe en pésimas condiciones de conservación, que se encuentra en riesgo de colapso por la antigüedad de su infraestructura. Créditos L. Céspedes. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 83 /DV YLYLHQGDV HVWiQ FRQVWUXLGDV PD\RULWDULDPHQWH GH ODGULOOR \ FRQFUHWR SHUR D~Q VH REVHUYDQ HGL¿FDFLRQHV GH viviendas de materiales de adobe, tapia y unas pocas de madera y triplay. Comunidad Campesina de Rangra La C.C. de Rangra se encuentra asentada sobre una zona que es susceptible a deslizamientos. Se observó varios escarpes en diferentes lugares de la comunidad, (Foto 3.24) lo cual evidencia que es una zona activa a deslizamientos, esto se atribuye al tipo de suelo arcilloso que tiene en algunas zonas y a la pendiente alta que presenta en la mayoría del territorio, donde se emplaza la comunidad. La infraestructura de vivienda es predominantemente de tapia y adobe, a excepción del local comunal y del nuevo PRONOEI que son de ladrillo y cemento. En general, las viviendas tienen una conservación media y presentan pésima conservación, tienen grietas en sus paredes, como es el caso de la iglesia y la bodega que se encuentra al costado del local comunal. La población es consciente del peligro con el cual conviven, es por ello que algunos pobladores abandonaron sus viviendas para reasentarse en otras zonas u otro centro poblado. De izquierda a derecha: Foto 3.21 Las viviendas que se encuentran asentadas en la primera terraza del río Mantaro son vulnerables a inundaciones ya que no tienen defensas ribereñas. Foto 3.22 Se muestra uno de los muchos casos, donde las viviendas construidas tanto en la parte alta como en la parte baja, en los bordes de las terrazas, tienen problemas de erosión de las paredes del suelo y caída de rocas respectivamente. Créditos L. Céspedes. De izquierda a derecha: Foto 3.23 Se observa la parte posterior del local comunal y la parte lateral de una vivienda que se encuentra en una zona de alta pendiente. Foto 3.24 Se aprecia un escarpe de 0.5 a 1.5 metros de altura, el cual evidencia que el lugar es suceptible a deslizamientos; por tanto la C.C. Rangra presenta una alta vulnerabilidad física. Créditos L. Céspedes. Instituto Geofísico del Perú 84 Discusión La vulnerabilidad física es un parámetro esencial en la evaluación de la gestión de riesgo de desastres. En la región de Junín, en particular los centros poblados de Acopalca, Rangra, San Juan de Jarpa y El Tambo presentan alta vulnerabilidad física por exposición a peligros de origen natural; sin embargo, falta hacer una evaluación de los peligros de origen tecnológico y hacer esta evaluación en los otros distritos y poblados rurales. Conclusiones La vulnerabilidad física de los centros poblados en estudio es de media a alta, debido principalmente a la mala condición física de las viviendas de cada uno de los centros poblados evaluados y la exposición de la población e infraestructura IUHQWHDORVHYHQWRVSRWHQFLDOPHQWHSHOLJURVRVLGHQWL¿FDGRV(QIRUPDSXQWXDOSRUFDGDXQRGHORVFHQWURVSREODGRV estudiados se puede concluir: ‡ La C.C. de San Juan de Jarpa y El Tambo son vulnerables a inundaciones. Las viviendas que se encuentran aledañas o cerca al río, aumenta su nivel de vulnerabilidad física (comunidad de San Juan de Jarpa). ‡ La C.C. Rangra es vulnerable a deslizamientos por las características geomorfológicas de su territorio y por el tipo de suelo que presenta (arena y arcilla). ‡ El Distrito de Concepción tiene zonas que son vulnerables a inundaciones en la estación de invierno (época de lluvias), afectando la infraestructura de las viviendas. ‡ La C.C. de Acopalca por sus antecedentes (eventos del año 1969 y 1990) es vulnerable a los aluviones, por lo que se debe evitar construir cerca del cauce del río Shullcas, como ha venido ocurriendo en los últimos diez años. ‡ Con la estimación de la vulnerabilidad física se puede reducir las pérdidas de materiales en infraestructura pública o privada, evitando construir en zonas que presenten alta vulnerabilidad física. Para cada centro poblado se ha elaborado un mapa de suelos, el cual permite conocer la calidad y tipo de suelo sobre el cual se encuentra asentada la población; adicionalmente con esta información la población tendrá conocimiento de cuales son las zonas con mejores características de terreno para construcción de viviendas y zonas favorables para asentamiento. Las principales características de cada mapa se describen a continuación: Mapa 3.5 Mapa de Suelos de Acopalca. La comunidad está asentada sobre un suelo gravoso bien graduado y WDPELpQSUHVHQWD]RQDVFRQJUDYDVPDOJUDGXDGDV *3 DPERVPH]FODGRVFRQDUHQD\SRFRV¿QRV(OVXHOR de cimentación tiene un nivel de medio a alta capacidad portante. Mapa 3.6 Mapa de Suelos de Jarpa. La comunidad está asentada sobre un suelo gravoso bien graduado (GW) \WDPELpQSUHVHQWD]RQDVFRQJUDYDVPDOJUDGXDGDV *3 DPERVPH]FODGRVFRQDUHQD\SRFRV¿QRVGHQLYHO PHGLRGHFDSDFLGDGSRUWDQWH$GHPiVWLHQH]RQDVHVSHFL¿FDVGRQGHHOVXHORHVSUHGRPLQDQWHPHQWHDUFLOORVR y limoso (CL y ML), que presentan valores bajos de capacidad portante. Mapa 3.7 Mapa de Suelos de Concepción. El distrito se asienta sobre un suelo gravoso mal graduado predominantemente mezclados con arena, arcilla y limo. También tiene una pequeña área donde el suelo es de arcillas arenosas (CL). El suelo de cimentación tiene un nivel de medio a alta capacidad portante. Mapa 3.8 Mapa de Suelos de El Tambo. El distrito se asienta sobre un suelo gravoso predominantemente mal JUDGXDGRPH]FODGRVFRQDUHQD OLPR\PDWHULDO¿QR(OVXHORGHFLPHQWDFLyQWLHQHXQQLYHOGHPHGLRDDOWD capacidad portante. Mapa 3.9 Mapa de Suelos de Rangra. La comunidad está asentada sobre un suelo arenoso con presencia de arcilla y limo (SC Y SM). Además, tiene suelos gravosos mal graduados con mezcla de arcilla y arena (GP). El suelo de cimentación tiene un nivel medio de capacidad portante. Este artículo puede ser citado como: Céspedes, L. (2012): “Vulnerabilidad física de los principales centros poblados piloto del proyecto“, en Manejo de Riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 85 M -3 .5 Instituto Geofísico del Perú 86 M-3.6 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 87 M -3 .7 Instituto Geofísico del Perú 88 M -3 .8 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 89 M -3 .9 Instituto Geofísico del Perú 90 Determinación de umbrales de precipitación que generan GHVOL]DPLHQWRV\ÁXMRVGHHVFRPEURV Marco Moreno Introducción En el periodo de verano (diciembre a marzo), la sierra central del Perú presenta un régimen de lluvias de variabilidad muy alta, esto conlleva a que existan temporadas de lluvias donde se registran intensidades altas que causan inundaciones, GHVOL]DPLHQWRV\ÀXMRVGHHVFRPEURV\FXDQGROD OOXYLDVHDXVHQWDGHPDQHUDSURORQJDGDVHRULJLQDQYHUDQLOORV\ sequías. Es por ello que es importante la determinación de estos valores de precipitación, puesto que permitirá adoptar las medidas adecuadas de mitigación y prevención. Suárez (1998) menciona que las zonas montañosas tropicales son muy susceptibles a sufrir problemas de deslizamientos de tierra debido a que se reúnen cuatro de los elementos más importantes para su ocurrencia: la topografía, sismicidad, meteorización y lluvias intensas. Esta premisa no escapa a la realidad de los Andes Centrales del Perú. Es por ello, que el estudio consiste en la determinación de los umbrales GHSUHFLSLWDFLyQDVRFLDGRVDHYHQWRVGHÀXMRVGHHVFRPEURVHQHOFHQWURSREODGRGH-DUSDFRPR WDPELpQDGRV deslizamientos en los centros poblados de Rangra y Chamisería (Ñuñungayoc), de donde se obtuvieron parámetros geotécnicos, mediante ensayos de laboratorio de las muestras de suelo obtenidos en los centros poblados, y parámetros hidrometeorológicos, que se consiguieron por medio de los registros de las estaciones meteorológicas cercanas a cada evento. Ubicación y metodología Los ámbitos del desarrollo de esta investigación y los tipos de eventos a evaluar en cada uno de ellos se presentan en la Tabla 3.6. La metodología para la determinación de los umbrales de precipitación que generan deslizamientos tuvo como primer paso la delimitación del área del deslizamiento y sección de la ladera a evaluar, luego la elaboración de calicatas y recolección de muestras del suelo, en tercer lugar, la determinación de la presión de poros; luego la modelación de la estabilidad de laderas considerando las presiones de poros y la correlación de la precipitación necesaria para obtener la presión de poros que se requiere para la obtención del factor de seguridad, \¿QDOPHQWHHOFiOFXORGHOXPEUDOGHSUHFLSLWDFLyQ $VLPLVPR ODPHWRGRORJtD D VHJXLU SDUD OD GHWHUPLQDFLyQ GH ORV XPEUDOHV GH SUHFLSLWDFLyQ TXH JHQHUDQ ÀXMRV GH escombros fue primero, la delimitación del área del evento (microcuenca) y la selección del cauce más largo del río, VHJXQGRODHODERUDFLyQGHVHFFLRQHVWUDQVYHUVDOHVFDGDPHWURV\ODDVLJQDFLyQGHOFRH¿FLHQWHGH0DQQLQJOXHJR HOFiOFXORGHODFDSDFLGDGDGPLVLEOHGHOFDQDOQDWXUDO YROXPHQ \ODHODERUDFLyQGHODJHRPHWUtDGHOÀXMRHQPRGHORV hidráulicos, con esto, se determina las áreas de inundación a diferentes caudales, luego se correlaciona la precipitación FRQHOFDXGDOTXHVHUHTXLHUHSDUDTXHVREUHSDVHHOYROXPHQDGPLVLEOHGHOFDQDO\¿QDOPHQWHVHUHDOL]yHOFiOFXORGHO umbral de precipitación. $FRQWLQXDFLyQVHSUHVHQWDHOHVWXGLRGHFDVRGHXQRGHORVFHQWURVSREODGRVLGHQWL¿FDGRV5DQJUDXELFDGRHQOD subcuenca de Achamayo, escogido debido a que se encuentra ubicado sobre un deslizamiento activo. Centro poblado Distrito Provincia Subcuenca Evento Jarpa San Juan de Jarpa Chupaca Cunas Flujos de escombros Rangra Quilcas Huancayo Achamayo Deslizamientos Chamisería Huancayo Huancayo Shullcas Deslizamientos Tabla 3.6: Ubicación política de los centros poblados y los eventos a evaluar. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 91 Estudio de caso: Centro poblado de Rangra El deslizamiento activo sobre el cual se ubica Rangra puede reactivarse por sismos, precipitaciones intensas o por actividad del hombre, como la deforestación. En este centro poblado se encuentran como tipos de roca predominante los esquistos y pizarras, y cuenta con una pendiente moderada a empinada en las partes altas. Figura (3.6). Aristizábal (2010), considera que la ocurrencia de los movimientos en masa en las últimas décadas ha estado íntimamente ligada al crecimiento de la población mundial y consecuente expansión urbana sobre laderas susceptibles a este tipo de procesos. La población urbana de los países en vía de desarrollo se ha incrementado por 5 en tan sólo 40 años y continuará aumentando rápidamente. Datos de entrada Para la elaboración de las simulaciones de los modelos de estabilidad de laderas en la zona de deslizamientos, se requieren los siguientes parámetros geotécnicos: ‡ Cohesión. 6H GH¿QH FRPR HO QLYHO GH DGKHUHQFLD HQWUH ODVSDUWtFXODVGHOVXHORHQODTXHLQÀX\HODJUDQXORPHWUtD (gravas, arena, limo y arcilla). ‡ Ángulo de fricción interna. Es el valor en grados que indica el momento de la rotura, a mayor valor, mayor resistencia del material. ‡ Humedad. Es la cantidad de agua contenida en los espacios vacíos (poros) de un material. ‡ Presión de poros. Es la fuerza que ejerce el agua sobre las paredes de las partículas del suelo cuando los poros se llenan de agua. Los valores de cohesión, ángulo de fricción interna del suelo y la humedad se adquirieron mediante el análisis de las muestras del suelo extraídas de las calicatas elaboradas en el centro poblado de Rangra. Este análisis fue realizado en el laboratorio de mecánica de suelos. Por otro lado, los valores de presión de poros se obtuvieron en campo, para lo cual se ejecutaron los siguientes pasos: localización del escarpe, elaboración de la calicata, instalación del piezómetro de hincado, acoplamiento de los DODPEUHVGHOSLH]yPHWURFRQHOFDEOHWUDQVGXFWRUGHOOHFWRUGHGDWRV\¿QDOPHQWHODWRPDGHGDWRVGHODSUHVLyQGH poros mostrados en el lector de datos. Figura 3.6 Ubicación del centro poblado de Rangra en la parte central del cuerpo del deslizamiento activo. De izquierda a derecha: Foto 3.25 Localización del escarpe; Foto 3.26 Elaboración de la calicata; Foto 3.27 Instalación del piezómetro de hincado; Foto 3.28 Acoplamiento de los alambres del piezómetro con el cable transductor del lector de datos; y Foto 3.29 Toma de datos de la presión de poros mostrados en el lector de datos. Créditos M. Moreno. Instituto Geofísico del Perú 92 Se realizaron seis calicatas en el centro poblado de Rangra (dos transectos en grupos de tres calicatas cada uno), para determinar simultáneamente las presiones de poros en cada transecto, utilizando los piezómetros de hincado. La distribución de estas calicatas se muestran en la Figura 3.7. Las calicatas elaboradas en el centro poblado de Rangra tuvieron una profundidad promedio de 2.5 m a 3.0 m. Los ensayos de laboratorio de mecánica de suelos se realizaron con muestras representativas —3 a 4 kilos de muestra de suelo— que se H[WUDMHURQGHOSHU¿OGHOVXHORGHFDGD calicata. En el punto más bajo de esta, se instaló el piezómetro de hincado para las mediciones correspondientes de las presiones de poros. Según Suárez (1998), la vegetación tiene los siguientes efectos con relación a la lluvia y la estabilidad de taludes: ‡ Intercepta la lluvia. ‡ $XPHQWDODFDSDFLGDGGHLQ¿OWUDFLyQ ‡ Extrae la humedad del suelo. ‡ Se generan grietas en el suelo por desecación. ‡ Raíces refuerzan el suelo, aumentando resistencia al cortante. ‡ $QFODQHOVXHORVXSHU¿FLDODPDQWRVPiVSURIXQGRV ‡ Aumentan el peso sobre el talud. ‡ Transmiten al suelo fuerza del viento. ‡ Retienen las partículas del suelo disminuyendo la susceptibilidad a la erosión. También menciona que la deforestación puede afectar la estabilidad de un talud de varias formas: D'LVPLQX\HQODVWHQVLRQHVFDSLODUHVGHODKXPHGDGVXSHU¿FLDO b. Se elimina el factor de refuerzo de las raíces F6HIDFLOLWDODLQ¿OWUDFLyQPDVLYDGHDJXD &RQVLGHUDQGRHVWRVIDFWRUHVVHHODERUyHOFDUWRJUD¿DGRGH las áreas deforestadas, el área de empozamiento del agua HQHOWHUUHQRODUHGGHGUHQDMHORVOXJDUHVGHDÀRUDPLHQWR de roca (contacto del suelo con la roca); la localización de los escarpes, entre otros; ya que este tipo de información aporta al análisis de estabilidad elaborando simulaciones de aumento o disminución de la cohesión según las características particulares de la zona. Adicionalmente, Aristizabal (2010), menciona que en general existe el consenso en que para suelos de baja permeabilidad la lluvia antecedente juega un rol muy importante, por que UHGXFHODVXFFLyQGHOVXHORFDXVDQGRTXHHOFRH¿FLHQWHGH permeabilidad incremente, lo que traduce en una mayor SHUPHDELOLGDGD OD LQ¿OWUDFLyQHQHOVXHORFRPRUHVXOWDGR la resistencia al cortante se reduce y consecuentemente, el factor de seguridad también se reduce durante la lluvia. Figura 3.7 Distribución de calicatas elaboradas en el centro poblado de Rangra Foto 3.30 Mapeo de las partes del deslizamiento. Se puede observar el escarpe de 2 m. aproximadamente (línea negra), el tipo de vegetación en la zona y la fuerte pendiente. Crédito M. Moreno. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 93 Resultados preliminares Los resultados de los ensayos de granulometría y tipo de suelo (SUCS) realizada en laboratorio de mecánica de suelos a las muestras de suelos obtenidos en campo se indica en la Tabla 3.7 Con la información de las presiones de poros, la pendiente del terreno, los parámetros geotécnicos, entre otros, se realizaron modelos de estabilidad de las laderas del centro poblado de Rangra para determinar el factor de seguridad. El factor de seguridad mayor o igual a 1 indica que la ladera es estable; en cambio,si es menor a 1 indica que la ladera a evaluar es inestable. Los parámetros geotécnicos que son utilizados como datos de entrada al modelo de estabilidad de laderas resultan de los ensayos de corte directo del laboratorio de mecánica de suelos de las muestras del suelo extraídas de las calicatas elaboradas en el centro poblado de Rangra. Este tipo de análisis permite obtener los resultados del ángulo de fricción interna del suelo, cohesión aparente del suelo, densidad promedio, entre otros. La Tabla 3.8 indica los valores que fueron utilizados en el modelo de estabilidad de laderas. Estos valores fueron generalizados para toda la ladera; sin embargo, en el centro poblado de Rangra, existen diversos tipos de suelo, esto hace que el análisis sea más complejo ya que el factor de seguridad depende de los parámetros de entrada, es decir, el factor de seguridad cambia de valor según los parámetros geotécnicos de la ladera a evaluar. Con estos datos se elaboró el modelo de estabilidad de laderas para el centro poblado de Rangra en la Figura 3.8, y el modelo que representa la simulación de la presión de poros crítica que se representa en la Figura 3.9. Calicata SUCS Descripción % Gravas % Arenas % Finos Permeabilidad 01 GM con Arena Grava Limosa con Arena 60 20 20 Alta 02 GM con Arena Grava Limosa con Arena 42 27 31 Alta 03 ML arenoso Limo de Baja Plasticidad Arenoso 10 24 66 Baja 04 SM con grava Arena Limosa con Grava 17 35 48 Media 05 CL arenoso Arcilla de Baja plasticidad 5 28 67 Baja 06 GC con Arena Grava Arcillosa Con Arena 47 25 28 Alta Tabla 3.7 Resultados de los ensayos de granulometría y de tipo de suelo de las muestras del suelo obtenidas de las calicatas Parámetros a utilizar en los modelos de estabilidad Ángulo de fricción interna del suelo 24.01° Cohesión aparente del suelo 0.06 Kg/cm² Densidad seca Promedio 1.39 gr/cm³ Humedad Natural (%) 17.15% &ODVL¿FDFLyQ68&6 GP -GC con arena Tabla 3.8 Parámetros a utilizar en los modelos de análisis de estabilidad de taludes. 'HL]TXLHUGDDGHUHFKD)LJXUD$QiOLVLVGHHVWDELOLGDGGHOWDOXGGHODODGHUDGHXQDVHFFLyQWRSRJUi¿FD6:1(GRQGHVHHPSOD]D el centro poblado de Rangra. Figura 3.9 Factor de seguridad para una sección analizada en la ladera del centro poblado de Rangra simulando la presión de poros crítico de 80 kpa. Instituto Geofísico del Perú 94 (VWHDUWtFXORSXHGHVHUFLWDGRFRPR0RUHQR0  ³'HWHUPLQDFLyQGHXPEUDOHVGHSUHFLSLWDFLyQTXHJHQHUDQGHVOL]DPLHQWRV\ÀXMRV de escombros”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Conclusiones preliminares Se determinó que el umbral de precipitación preliminar que generan deslizamientos es de 20 mm/día; esta precipitación permite obtener una presión de poros de 80 Kpa y un factor de seguridad de 0,9 aproximadamente; es decir, vence el equilibrio límite para el inicio (activación) del deslizamiento. Los valores de umbrales de precipitación que generan deslizamientos son diferentes en cada zona a evaluar debido a las características geotécnicas propias del lugar y a otros factores particulares que puedan suceder. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 95 Evaluación de las zonas de peligro frente a inundaciones por máximas avenidas en el valle del río Mantaro (*) Ricardo Zubieta, Julio Quijano, Karen Latinez y Percy Guillermo Introducción El valle del río Mantaro está siendo constantemente afectado por inundaciones en épocas de avenidas, causando grandes pérdidas económicas, sobre todo en el sector agricultura. El objetivo del estudio fue evaluar el peligro de las llanuras de inundación ante máximas descargas y a diferentes tiempos de retorno, empleando el modelo hidráulico HECRAS (Hydrological Engineering Center – River Analysis System), que incluyó el análisis de frecuencias de descargas y la construcción de un modelo de elevación digital detallado (DEM) por métodos de estereoscopia. Para el modelado se utilizaron datos de descarga REWHQLGRV GHO DQiOLVLV GH IUHFXHQFLD HO '(0 \ OD JHRPHWUtD ÀXYLDO basado en imágenes satelitales Quickbird y Geoeye. La cuenca del río Mantaro cuenta con abundantes recursos hídricos y su máximo caudal de entrada al valle se ha registrado por la ATDRM a 924 m3/s ATDRM; sin embargo, este se encuentra contaminado por actividad minera que proveniene de las alturas de la cuenca. De ahí HOJUDGRGHLPSRUWDQFLDTXHDGTXLHUHQ ORVWUHVSULQFLSDOHVDÀXHQWHV como fuentes de agua limpia: Ríos Shullcas, Cunas y Achamayo, cuyas aguas incrementan el caudal del Mantaro y que actualmente se orientan al consumo humano, y donde se desarrollan los principales núcleos de producción agrícola permanente. En los últimos 30 años, la ocurrencia de inundaciones ha sido constante en el tiempo y espacialmente distribuida en todo el valle, FRQPD\RU LQFLGHQFLD HQ ODPDUJHQ GHUHFKD GH DFXHUGR DO JUi¿FR desarrollado en base a datos históricos de DESINVENTAR (Figura 3.1). Las inundaciones son el proceso que en horas y días pueden generar el mayor volumen de pérdidas económicas y un número mayor de víctimas (Pujadas 2002). Las inundaciones en el valle del río Mantaro perjudican anualmente a la producción agrícola; y la utilización de las llanuras de inundación para la obtención de recursos naturales —tal es el caso de la extracción de materiales de construcción— ha incrementado el riesgo considerablemente. El valle tiene aproximadamente 654 km2, de los cuales el 45,5% es orientado a agricultura permanente durante todo el año y el 32,3 % del total se encuentra bajo riego por secano (Zubieta 2010). Además, el valle es considerado la despensa de la ciudad de Lima, por ser el abastecedor de principales productos como papa, maíz, trigo, cebada, etc.  1XHVWURV DJUDGHFLPLHQWRV D (PLOLR'RPHQHFK GHO ,QVWLWXWR*HRJUi¿FR1DFLRQDO GH (VSDxD SRU VX FRQWULEXFLyQ HQ HO SURFHVR GH obtención del DEM mediante LPS. A Franklin Blanco y Luis Ocampo del Instituto Geofísico del Perú por su apoyo en la toma de datos GPS y encuestas a la población para la validación de los mapas de inundación. De arriba hacia abajo: Foto 3.31 Inundación de cultivos en el valle. Foto 3.32 Desborde del río Mantaro. Créditos R. Zubieta. Instituto Geofísico del Perú 96 Hay una alta vulnerabilidad de sembríos a impactos por inundaciones, principalmente por causas meteorológicas y condicionadas por: ‡ Ausencia de defensas ribereñas en muchos distritos. ‡ La pendiente menor a 5% facilitando la expansión de la lámina de agua. ‡ Mal drenaje debido a la textura areno-arcillosa. Adicionalmente presenta erosión lateral de moderada a alta. ‡ 6LVWHPDÀXYLDOWUHQ]DGR\UHFWLOtQHRVHFWRULDOPHQWH Metodología La metodología empleada incluyó el reconocimiento de campo y recolección de datos GPS. Se empleó inicialmente el mapa de uso de la tierra del valle del río Mantaro elaborado en base a imágenes Landsat 2002-2008 (Zubieta 2010) y sistemas de LQIRUPDFLyQJHRJUi¿FD Los datos de descargas comprenden registros de máximas avenidas entre 1963 - 2006, los cuales se emplearon para el análisis de frecuencia, y el cálculo de descargas a tiempos de retorno de 1, 10, 25, 50, y 100 años. Se adquirieron 55 fotografías aéreas para la construcción del modelo digital del terreno MDT para el valle y zonas aledañas al valle del río Mantaro. El método consiste en la extracción primaria de un DEM usando técnicas fotogramétricas de Leyca Photogrametry Suite (ERDAS IMAGINE). Esta técnica emplea las ecuaciones de colinealidad y paralaje, permitiendo la generación digital de pares estereoscópicos. Para ello, se han empleado fotogramas pancromáticos a escala 1/40.000 y puntos de control para aerotriangulación. Las fotografías aéreas fueron escaneadas con alta resolución (1.200 ppp) para detectar diferencias mínimas de área, alrededor de 1 m, con un total de 70 puntos de control GCP, que fueron escogidos en el área de estudio y localizados en los fotogramas. Estos mismos GCP fueron empleados para el proceso de aerotriangulación. La cobertura forestal, cuerpos de agua y centros urbanos fueron extraídos del proceso para mejorar la precisión del MDT. /DVOODQXUDVGHLQXQGDFLyQ\JHRPHWUtDGHORVUtRVIXHURQPDSHDGRVPHGLDQWHVLVWHPDVGHLQIRUPDFLyQJHRJUi¿FD basadas en imágenes satelitales Quickbird y Geoeye, de los años 2010-2011. El río Mantaro tiene un ancho variable que depende de la geometría del cauce y del desarrollo de su llanura de inundación. La información geométrica del cauce fue tomada en época de estiaje. Para ello, se hizo una estimación de la forma del canal —tomando medidas de profundidad del cauce principal en ambas márgenes de los ríos— así como la altura de defensas ribereñas de los ríos Mantaro, Shullcas, Cunas, Achamayo, Yacuy y Chanchas. Los datos obtenidos fueron empleados para mejorar la precisión del DEM en el cauce. Todas las secciones transversales fueron tomadas perpendicularmente a la dirección del río. (QEDVHDOSURFHVDPLHQWRGHO'(0\ODREWHQFLyQ¿QDOGHOPRGHORGLJLWDOGHOWHUUHQR0'7ORVFiOFXORVGHODJHRPHWUtD del canal fueron hechos con HEC-GeoRAS y procesados en HEC-RAS. El cual es un programa de computadora que modela el sistema hidráulico del agua a través de ríos naturales u otros canales. El modelo calcula la elevación de la VXSHU¿FLHGHDJXDHQWRGDVODVORFDOL]DFLRQHVGHLQWHUpV(OSODQWHDPLHQWRVHEDVDHQHVWDEOHFHUODVHFXDFLRQHVGH energía y continuidad entre secciones transversales para un régimen subcrítico (Bedient and Huber 2002): Z 1 + Y 1 9 1 2 / 2g = Z 2 + Y 2 9 2 2 J¨K(ecuación de energía) Z 1 Z 2 = Cota de referencia Y 1 Y 2 (OHYDFLyQGHVXSHU¿FLHGHDJXD V 1 V 2 = Velocidad media &RH¿FLHQWHGHYHORFLGDG g= Constante gravitacional ¨K=Perdida de energía entre secciones Figura 3.10 Flujograma metodológico empleado en el estudio de las inundaciones en el valle del río Mantaro. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 97 Todos los datos e información espacial fueron modelados HPSOHDQGR+(&5$6/DVDOWXUDVGHVXSHU¿FLHGHDJXD resultantes a tiempos de retorno de 1, 10, 25, 50 y 100 DxRV IXHURQ HPSOHDGDV SDUD JHQHUDU VXSHU¿FLHV GH inundación. Posteriormente superpuestas al mapa de uso GHODWLHUUDHLGHQWL¿FDQGRODV]RQDVSRWHQFLDOPHQWHDVHU inundadas. Como última actividad, se realizó el análisis de zonas vulnerables históricas. Para ello, se realizó un mapa de ocurrencia de eventos (Figura 3.11) y se llevó a cabo encuestas a agricultores que viven —en su mayoría más de 30 años en la zona de estudio— en los centros poblados históricamente más afectados frente a desbordes del río Mantaro, y tratar de determinar hasta donde llegó la lámina de agua en dichos eventos extremos. Resultados y discusión La fotointerpretación e interpretación de imágenes satelitales y la toma de datos en el área de estudio mejoraron la precisión del mapa de uso de la tierra, LGHQWL¿FDQGRFXOWLYRVGHSDSDPDt]\DOIDOIDPiVSUy[LPRV a las llanuras de inundación del río Mantaro; así como los cambios de uso de la tierra, que se aprecian principalmente en la pérdida de zonas de cultivo y aumento de zonas urbanas en las márgenes del río Mantaro, como es el caso de los distritos de Huamancaca Chico y 3 de Diciembre. Modelo digital del elevación (DEM) El desarrollo del modelo digital de elevación (DEM) por estereoscopia muestra gran precisión en la mayoría de todo el valle del Mantaro con un error medio cuadrático de pixel de +/- 1,5 en la terraza 1 y +/- 2 en la terraza 2. Sin embargo, en algunas zonas —como centros urbanos — esta precisión disminuye debido al brillo y textura en el proceso de aerotriangulación digital, pues afectan la YLVLyQHVWHUHRVFySLFD\SRUWDOODSUHFLVLyQ¿QDOGHO'(0 siendo mejorado con la toma de datos de la geometría del FDXFH\ODREWHQFLyQ¿QDOGHO0'7$VtWDPELpQODSUHFLVLyQ disminuye en zonas de alta pendiente (Figura 3.12). Eventos históricos y consultas a la población 6H FDUWRJUD¿DURQ ODV ]RQDV LQXQGDGDV HQ HO SDVDGR empleando GPS; para ello se realizaron encuestas a los agricultores de la zona, los cuales —en muchos casos— fueron entrevistados en la misma llanura de inundación. Asimismo, se relacionó temporal y espacialmente los eventos registrados en noticias periodísticas locales y lo registrado por DESINVENTAR; del cual se desprende que los eventos extremos ocurridos en abril 1979, marzo 1981, enero1991 y febrero 1997, afectaron el 70% de distritos ubicados en el valle. Las principales causas de pérdidas por eventos extremos GHLQXQGDFLRQHVHQHOYDOOHLGHQWL¿FDGDVHQODVHQFXHVWDV son: Figura 3.11 Ocurrencia de inundaciones en el valle del Mantaro. Figura 3.12 Modelo digital de elevación del valle del río Mantaro obtenido por técnicas de aerotriangulación digital. Instituto Geofísico del Perú 98 ‡ Los cultivos se encuentran ubicados espacialmente muy cerca o en la misma llanura de inundación ‡ Solo el 30 % del recorrido del río Mantaro cuenta con defensas ribereñas ‡ El aprovechamiento de la extracción de materiales que se lleva a cabo en los cauces y riberas no tiene control, ni es considerado bajo estrategias de gestión de riesgo local. ‡ El incremento de los caudales máximos estacionales en verano a menudo sobrepasan las expectativas de los agricultores, y las inundaciones de cultivos se presentan en forma anual o interanual en los distritos más expuestos. Análisis de frecuencias Se relacionó la magnitud de caudales extremos con su recurrencia, los cuales fueron empleados como datos de entrada en el modelado HECRAS. Se estableció la correlación de caudales máximos a diferente tiempo de retorno, tomando en cuenta el registro de cuatro estaciones de aforo ubicadas en los ríos Mantaro, Shullcas, Cunas y Achamayo, que varían desde 1963 a 2006. Con los datos tabulados se realizó el diseño hidrológico pretendiendo estimar los caudales para periodos de recurrencia de 1, 10, 25, 50 y 100 años. Para ello se utilizó el factor de frecuencia para una función de distribución Lognormal de Chow et al. 1995. Modelado HECRAS y escenarios (O PRGHOR +(&5$6 IXH FDSD] GH ]RQL¿FDU HYHQWRV GH inundaciones con alta precisión. Cabe resaltar que la precisión es atribuible principalmente al modelo digital del terreno. Las simulaciones fueron corridas con descargas empleadas en la Tabla 3.9. Para caudales máximos con TR de un año, el mapa representa lo ocurrido recientemente en febrero de 2009, 2010 y 2011. Los escenarios con TR de 10, 25, 50, 100 obedecen a eventos históricos ocurridos en marzo 1981 y febrero 1997, que afectaron los distritos de Muqui, Sincos, Orcotuna, Matahuasi, Sicaya, Huamancaca Chico, y 3 de Diciembre ubicados en ambas márgenes del río Mantaro. TR Tramo 1 Tramo 2 Tramo 3 Tramo 4 Tramo 5 Tramo 6 1 195 204 213 286 298 306 10 688 713 746 939 996 1011 25 884 929 971 1213 1287 1307 50 1032 1107 1157 1435 1523 1548 100 1180 1310 1367 1681 1783 1813 Tabla 3.9 Caudales máximos estimados—Distribución Log normal (m3/s). Figura 3.13 Simulaciones HECRAS del río Mantaro para tiempos de retorno de 1,10,25,50 y 100 años. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 99 Conclusiones Los resultados de las simulaciones HECRAS —a régimen permanente— permitieron evaluar, en el valle del río Mantaro, las llanuras inundables ante máximas descargas con alta precisión, atribuible principalmente al modelo digital del terreno obtenido por estereoscopia, pues al ser superpuestos con los resultados recogidos en el área de estudio (basado en encuestas acerca de zonas inundadas en los últimos 30 años, como también con registros históricos de desastres por inundaciones a través de noticias periodísticas de DESINVENTAR) se obtuvo buenos resultados en el PDSHR WDOHVHOFDVRGHOFDUWRJUD¿DGRGH]RQDV LQXQGDEOHVGHGLVWULWRV ORVFXDOHVVRQSULQFLSDOHKLVWyULFDPHQWH afectados como Sincos, Orcotuna, Matahuasi, Huamancaca Chico, y 3 de Diciembre. Actualmente las pérdidas económicas pueden alcanzar los cientos de miles de dólares por inundaciones que afectan continuamente los cultivos de papa, maíz, trigo y alfalfa en todo el valle. En lo que respecta a centros urbanos, los centros poblados del distrito de Huamancaca Chico son los más propensos a ser afectados por desbordes, por estar ubicados a escasos metros del río Mantaro (Tramo 4). Además, el aumento de la población de la ciudad de Huancayo, ha incrementado la vulnerabilidad debido a los cambios de uso de la tierra, de zonas agrícolas a zonas urbanas muy cerca a llanuras de inundación; esto se aprecia claramente en fotografías aéreas e imágenes satelitales entre 1997 a 2009. Este artículo provee la base técnica para un sistema de alerta temprana en el valle del río Mantaro, mediante modelados HECRAS a régimen variable y con ello poder estimar el comportamiento dinámico de las descargas y zonas a ser inundadas, basándose en hidrograma de caudales, provenientes de modelos distribuidos de crecientes o precipitación - escorrentía. Este artículo puede ser citado como: Zubieta, R., Quijano, J., Latinez, K., y Guillermo P. (2012): “Evaluación de zonas de peligro frente a inundaciones por máximas avenidas”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 100 Bibliografía Capítulo 3 Almaguer, Y. (2006). Evaluación de la susceptibilidad del terreno a la rotura por desarrollo de deslizamientos en el yacimiento Punta Gorda. Resumen de Tesis Doctoral. Revista de Ciencias de la Tierra, Minería & Geología, Vol. 22, N° 2. Cuba. 46 p. Aristizábal E., H. Martínez & J. 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Noticias Gobierno Regional Junín http://noticiasjunin.blogspot.com/2010_03_01_archive.html 3HWURZ70HU]%7UHQGVLQÀRRGPDJQLWXGHIUHTXHQF\DQGVHDVRQDOLW\LQ*HUPDQ\LQWKHSHULRG±-RXUQDO of Hydrology 371 (2009) 129–141 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 101 Pujadas, J.(2002): “Las inundaciones en España: impacto económico y gestión del riesgo”. En: Ayala-Carcedo, F.J; y Olcina, J.(Eds): Riesgos Naturales. Ariel Ciencia. Barcelona, 879-888. Santacana, N., Baeza, C., Corominas, J., Paz, A. and Marturia, J. (2002). A GIS-Based Multivariate Statistical Analysis for Shallow Landslide Susceptibility Mapping in La Pobla de Lillet Area. Natural Hazards, n° 30. España. Pág. 281-295. Seltzer G (1993). Late-Quaternary Glaciation as a Proxy for Climate Change in the Central Andes. Mountain Research and Development, Vol. 13, no. 12, pp. 129-138. Suárez (1998). Deslizamientos y estabilidad de taludes en zonas tropicales. 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Memoria del Subproyecto: Pronostico estacional de lluvias y temperaturas en la cuenca del rio Mantaro para su aplicación en la agricultura –Instituto Geofísico del Perú. 14p. Instituto Geofísico del Perú 102 Capítulo 4 Vulnerabilidad socioeconómica Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 103 Introducción Capítulo 4 La vulnerabilidad es entendida como el grado en que un sistema es susceptible a los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad climática y sus extremos (IPCC, 2007), y debe considerar la exposición, es decir la QDWXUDOH]D\HOJUDGRDOFXDOXQVLVWHPDHVWiH[SXHVWRDYDULDFLRQHVFOLPiWLFDVVLJQL¿FDWLYDVODVHQVLELOLGDGRJUDGRHQ HOFXDOXQVLVWHPDVHYHDIHFWDGRSRUORVHVWtPXORVFOLPiWLFRV\¿QDOPHQWHODFDSDFLGDGDGDSWDWLYDHQWHQGLGDFRPR la habilidad de un sistema para ajustarse al cambio climático, moderar daños potenciales, aprovechar oportunidades y tolerar consecuencias. En este contexto, el proyecto tuvo como objetivo inicial trabajar sobre la vulnerabilidad vinculada al sector agricultura; sin embargo, la realidad de la economía del valle del Mantaro motivó la inclusión del sector ganadero como actividad complementaria. Posteriormente, y gracias al apoyo de investigadores e instituciones interesadas en trabajar problemáticas similares, se fueron incluyendo los sectores forestal y acuícola. El tema de salud, sobre todo vinculado a las heladas y la forma en que impactan la salud de la población infantil de las zonas más rurales del valle, orientó los estudio sobre este sector, del cual se cuenta con muy poca información estadística sistematizada. El capítulo se inicia con el análisis del sector forestal, con los “Antecedentes generales sobre el sector forestal y su importancia frente al cambio climático”, a cargo de Fernando Medina y Claudia Zuleta del Solar, para continuar con el “Estudio de caso: Análisis de sistemas agroforestales desde la perspectiva de los pobladores locales en la subcuenca del Achamayo” a cargo de Claudia Zuleta del Solar, y el trabajo de “Monitoreo de los cambios en los usos y cobertura del suelo utilizando teledetección y SIG en las subcuencas de los ríos Achamayo y Shullcas”, a cargo de Fernando Medina. Cabe indicar que estos trabajos fueron producto de las tesis de maestría de ambos investigadores, desarrollados en la Forst-, Geo und Hydrowissenschaften, de la Technische Universität Dresden (TUD) de Alemania. Para el sector agricultura, se presentan los “Antecedentes generales del sector agricultura y los impactos de eventos meteorológicos extremos”, a cargo de Lucy Giráldez, Yamina Silva y Grace Trasmonte, para seguir con tres artículos sobre los impactos de las heladas, veranillos y lluvias intensas en el valle, respectivamente; y a cargo de Lucy Giráldez, Grace Trasmonte y Yamina Silva. Estos estudios se centraron en la provincia de Chupaca, y tuvieron como resultados mapas de vulnerabilidad ante estos eventos extremos para los cultivos de papa, zanahoria y maíz. Por su parte, la sección sobre Acuicultura se inicia con el artículo “Impacto del clima en los sistemas productivos acuícolas” a cargo de Jahir Anicama, Yamina Silva y Nieves Sandoval, quienes centran el estudio en el impacto de la variabilidad climática en la Acuicultura desde el enfoque de medios de vida. El artículo “Estudio de caso: Frecuencia de lesiones histopatológicas en truchas arcoíris sugerentes a una infección de Yersinia ruckeri “, a cargo de los mismos autores, concluyen que las lesiones observadas en las truchas arcoíris obedecen principalmente a una mala calidad del agua, la que se encuentra asociada con el inicio de lluvias intensas en la zona. El artículo “Antecedentes generales de la ganadería en el valle del Mantaro”, a cargo de Enma Núñez, Raúl Yaranga y Ricardo Zubieta, abre la sección sobre Ganadería, y describe los sistemas mixtos de producción que se presentan en todos los valles interandinos, con énfasis en los procesos históricos de creación de las SAIS en la sierra central. A continuación, el artículo “Impacto de los eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro” a cargo de Enma Núñez, discute los daños directos e indirectos que los eventos meteorológicos extremos causan en el sector, concluyendo de que a pesar de que los ganados son sensibles a estos eventos, la ganadería es una actividad resistente, y en general los ganados son utilizados como refugio para situaciones socioeconómicas difíciles o de riesgo; como una enfermedad en la familia. Un problema latente es la baja calidad de los pastos, que se vienen degradando por la sobreexplotación, pero también por la falta de buena prácticas, tales como uso de cercos, rotación de campos, sembrado de pastos, escasa asistencia técnica, etc, considerando que el ganado se sustenta sobre el crecimiento y disponibilidad del pasto. <¿QDOPHQWHHOFDStWXORVHFLHUUDFRQODVHFFLyQVREUHVDOXGFRQHODUWtFXORDFDUJRGH)LGHO9LOOHQDVREUH³$VSHFWRV generales de los impactos de los eventos meteorológicos extremos en el sector Salud de Perú”, que nos brinda una visión amplia sobre la posición del Ministerio de Salud del país en torno a este tipo de eventos, así como algunos de los índices que utiliza para caracterizar sus impactos. El artículo “Bajas temperaturas y su impacto en la salud infantil en la subcuenca del río Achamayo”, a cargo de Lidia Enciso, cuyos resultados incluyen el mapa de riesgo ante heladas para la salud de la población infantil de la subcuenca de Achamayo, quien encuentra que un factor desencadenante ²\SRFDVYHFHVFRQVLGHUDGR²HV  ODDFFHVLELOLGDGDFHQWURVGHVDOXGTXH LQÀX\HHQHO  SHU¿OGHPRUELOLGDGSRU enfermedades respiratorias. Instituto Geofísico del Perú 104 Sector Forestal Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 105 Antecedentes generales sobre el sector forestal y su importancia frente al cambio climático Fernando Jakitsch Medina y Claudia Zuleta del Solar Caracterización general del sector forestal en el Perú La Estrategia Nacional Forestal 2002-2021 (2002) señala que el Perú posee 78,8 millones de hectáreas de bosques naturales, de las cuales la gran mayoría se encuentran en la selva, tal y como se muestra a continuación en la Figura 4.1. &RQHVWDVXSHU¿FLHHO3HU~VHXELFDHQHOVHJXQGROXJDUHQH[WHQVLyQGHERVTXHV naturales a nivel de Sudamérica y en el noveno lugar a nivel mundial (Schwartz, 2004). Es así que diversos estudios resaltan la importancia del sector forestal basados principalmente en la producción de maderas tropicales provenientes de los bosques en la selva. Pese a este potencial, la contribución del sector forestal a la economía es reducida, aproximadamente el 1% del PBI nacional y las importaciones de productos forestales, principalmente pulpa para papel, continúan excediendo las exportaciones (MINAG, 2008). 'HDFXHUGRDGDWRVR¿FLDOHVH[LVWHQPLOORQHVGHKHFWiUHDVGHWLHUUDVDSWDVSDUD la instalación de plantaciones forestales, de las cuales 7.5 millones se ubican en la VLHUUD 6FKZDUW] +DVWDHODxRODVXSHU¿FLHGHSODQWDFLRQHVLQVWDODGDV ascendía a 899.149 ha, quedando más de 9.5 millones por reforestar a nivel nacional (MINAG, 2010). El sujeto principal de la reforestación en el Perú es el Eucalyptus globulus, que representa por sí sólo el 90% del área plantada. Entre las especies restantes, son importantes otros eucaliptos (E. viminalis, E. bicostata y E. camaldulensis) y el pino (Pinus radiata) (Dourojeanni, 2009). Como se observa en la Figura 4.2, más del 50% de plantaciones se encuentran concentradas en seis departamentos. Entre las razones que explican el bajo desarrollo de las plantaciones a nivel nacional, Manuel Pulgar Vidal, Director Ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), señala que debido a la falta de titulación de tierras, no existe seguridad jurídica para la inversión. Asimismo, expresa que es necesaria una ]RQL¿FDFLyQHFROyJLFDHFRQyPLFDGHELGRDTXHQRVH puede emprender una política de reforestación si no se sabe donde se encuentran las áreas deforestadas, y sobre las cuales hay pobladores asentados (Inforegión, 2009). Similar opinión expresa Schwartz (2004), al referir que no existe en el país un plan programático ni incentivos atractivos que promuevan la reforestación, con excepción de algunos proyectos puntuales. De LJXDOIRUPDODVLWXDFLyQLQGH¿QLGD\HQPXFKRVFDVRV FRQÀLFWLYD UHVSHFWR GH OD SURSLHGDG GH OD WLHUUD GH áreas potenciales para la reforestación, constituyen un serio obstáculo para el desarrollo de plantaciones. Figura 4.1 Distribución de los bosques naturales en el Perú. Fuente ENDF, 2002. Elaboración propia. )LJXUD6XSHU¿FLHUHIRUHVWDGDDFXPXODGDHQORVSULQFLSDOHV 5% 1% 94% Costa Sierra Selva 0 20000 40000 60000 80000 100000 120000 140000 Cusco Cajamarca Ancash Apurímac Junín H ec tá re as Departamentos propia. departamentos del Perú (2009). Fuente MINAG, 2010. Elaboración Instituto Geofísico del Perú 106 Adicionalmente, existen zonas en las que éstas no son manejadas adecuadamente, en las que a pesar de tener una FRQVLGHUDEOHVXSHU¿FLHUHIRUHVWDGDFXHQWDQFRQEDMRVYRO~PHQHVGHSURGXFFLyQ 6FKZDUW]  Forestación en el valle del Mantaro El Mantaro es uno de los valles más importantes dentro de los Andes centrales, principalmente orientado a la producción agrícola (Latínez, 2010), representando la principal fuente de alimentos para Lima (Martínez et al., 2006) y siendo a su vez la principal fuente generadora de empleo en la región (IGP, 2005b). Asimismo, está relacionada a la seguridad alimentaria de los hogares de la zona, ya sea por consumo directo o por la generación de ingresos por ventas. En ese contexto, los árboles juegan un importante rol, al encontrarse en los campos agrícolas como parte de sistemas agroforestales. Cumplen diversas funciones importantes como delimitación de linderos y reducción de efectos negativos de eventos climáticos extremos (Trasmonte 2009) (Foto 4.1). Es difícil llegar a conclusiones precisas acerca del inicio de actividades de forestación en el Mantaro. Algunos estudios hacen referencia a que en el pasado existió una gran cobertura boscosa en la zona andina en general; sin embargo, en el Mantaro prácticamente no existen bosques relictos GHELGRDTXHODYHJHWDFLyQQDWLYDIXHSUREDEOHPHQWHPRGL¿FDGDSRUODVSREODFLRQHVDVHQWDGDVDXQDGRDOKHFKRTXH las condiciones ambientales limitan el desarrollo de los árboles (Jakitsch, 2011). Según Padilla (1995), el plantar árboles era parte de las prácticas comunes desde las culturas pre-incaicas. Existe evidencia de que desde la época de los Incas, se plantaban especies forestales como el aliso (Alnus acuminata ), chachacomo (Escallonia spp), quinual (Polylepis spp), quisuar (Buddleja incana) y molle (Schinus molle). Esto último puede explicar la razón por la cual al momento en que los españoles llegaron a los Andes, no existían grandes extensiones de bosques, sino sólo algunos árboles plantados para leña, madera de construcción y estabilización de laderas (Diez de San Miguel, 1964 citado por Chepstow-Lusty y Jonsson, 2000). De acuerdo a Ellenberg (1979), la mayor parte de la región andina estaba cubierta en tiempos pasados por especies forestales nativas. Las razones para la remoción de la cobertura boscosa original están relacionadas con la necesidad de madera para autoconsumo y la obtención de áreas para agricultura y pastoreo. Chepstow-Lusty y Jonsson (2000) señalan que alrededor del año 1.100 a.C., las poblaciones ya experimentaban problemas causados por la reducida cobertura boscosa, entre los que destacan erosión de suelos y baja productividad de la producción agrícola. Introducción de primeras especies exóticas El valle del Mantaro es considerado el primer lugar en el Perú en donde se iniciaron actividades de reforestación durante el siglo XIX. La iniciativa partió de los frailes franciscanos del Convento de Ocopa al introducir el Eucalyptus globulus (Foto 4.2), la cual fue años después seguida por la empresa minera Cerro de Pasco Copper Corporation (Dourojeanni, 2009). De igual manera, los campesinos del valle comenzaron a plantar el eucalipto, y se piensa que sin llegar a ser una VXSHU¿FLH PX\ H[WHQVD OOHJy D VHU LPSRUWDQWH GHELGR D que anteriormente no había tradición forestal en la zona (Schwartz y Párraga, 1982). Foto 4.2 Laderas reforestadas con E. globulus en la subcuenca del río Shullcas. Crédito C. Zuleta. Foto 4.1 Los árboles de eucalipto en linderos contribuyen a reducir efectos negativos de las heladas. Crédito C. Zuleta. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 107 /DVSULPHUDVSODQWDFLRQHVSURPRYLGDVSRUHO(VWDGRVHLQLFLDURQGHVSXpVGHVLHQGRHOSHULRGRPiVVLJQL¿FDWLYR entre 1964 y 1974. En algunos casos, se otorgaron plantones a los campesinos para que los colocaran alrededor de sus campos de cultivo (Schwartz y Párraga, 1982). Tradicionalmente, los campesinos usaban especies nativas asociadas con los cultivos agrícolas y pastos. Una vez iniciados los proyectos de reforestación, se tenía poco conocimiento sobre las especies exóticas que estaban siendo promovidas. Por esa razón, Padilla (1995) asocia el manejo silvicultural inadecuado, aunado a la competencia por agua y nutrientes con los cultivos agrícolas, como los principales motivos para los bajos niveles de productividad de los árboles. De otro lado, para Dollfus (1982) no es tan simple explicar los bajos niveles de productividad en la zona. Como algunas posibilidades, menciona las limitaciones impuestas por la altitud para el crecimiento de los árboles, así como factores socio-económicos como falta de inversión y uso de tecnologías rudimentarias. Producción forestal $OQRH[LVWLUGDWRVR¿FLDOHVDQLYHOGHOYDOOHGHO0DQWDUR se utilizan los datos a nivel departamental de Junín para analizar la producción forestal en la zona. Según el MINAG (2010), el principal producto maderable en Junín es la madera rolliza, alcanzando durante el 2009 una producción de 164 872,64 m3. De ese volumen, la mayor parte está representado por el eucalipto (Eucalyptus globulus), seguido en bastante menor importancia por especies como el tornillo (Cedrelinga catenaeformis), manchinga (Brosimum alicastrum), entre otras (Figura 4.3). De otro lado, la producción de madera aserrada es bastante inferior a la rolliza, alcanzando para el mismo año de referencia un volumen de 75.698,95 m3. A diferencia con el caso anterior, los volúmenes de eucalipto y tornillo son más similares, seguidos de cerca por la manchinga y otras especies menos representativas (Figura 4.4). 'H ORV JUi¿FRV DQWHULRUHV HV SRVLEOH UHFDOFDU OD importancia que tiene el eucalipto, principalmente en madera rolliza destinada a postes, como parte de la producción forestal de Junín. Asimismo, entre los productos de transformación secundaria más importantes del departamento destacan los durmientes de madera de eucalipto. Es importante agregar que dicha especie es la principal especie de madera rolliza comercializada a nivel QDFLRQDO  0,1$*  ORFXDO UDWL¿FDXQDYH]PiV su relevancia en el abastecimiento de la demanda de madera del mercado interno. Perspectivas frente al cambio climático De acuerdo a Seltzer y Hastorf (1990), los Andes centrales son considerados una de las áreas de mayor vulnerabilidad climática a nivel mundial. Debido a la gran importancia de la cuenca del rio Mantaro para la producción de alimentos y generación de energía en el Perú, instituciones locales y nacionales vienen desarrollando de manera conjunta estudios con el objetivo de evaluar posibles efectos del cambio climático, y generar información para el planeamiento y manejo del área (Trasmonte et al., 2008; IGP, 2005a). Figura 4.3 Volumen de producción de madera rolliza por especies en Junín (2009). Fuente MINAG, 2010. Elaboración propia. Figura 4.4 Volumen de producción de madera aserrada por especies en Junín (2009). Fuente MINAG, 2010. Elaboración propia. 39000 19500 16600 10000 6000 5000 4000 0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000 40000 45000 Eucalipto Tornillo Manchinga Moena Roble Cumala Quina quina m 3 Especies forestales 11700 11300 9700 4000 3000 2700 2500 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 m 3 Especies forestales Instituto Geofísico del Perú 108 Existe la posibilidad de que algunas zonas de dicha cuenca se vean afectadas negativamente por cambios en el clima. Algunas predicciones sugieren alteraciones en la intensidad y frecuencia de lluvias, así como en heladas y sequías, lo cual afectaría la producción de cultivos, y por ende reduciría las fuentes de ingresos de los campesinos. Deslizamientos y erosión pueden incrementar debido a mayor intensidad de precipitaciones, y aumentar la sedimentación de los ríos, afectando el caudal y calidad de sus aguas (IGP, 2005c). Asimismo, la falta de cobertura boscosa permanente y el uso inadecuado de suelos en las pendientes incrementan la susceptibilidad ante la erosión (Loayza, 1982). Sin embargo, para la actividad agrícola y forestal se predicen también algunos impactos positivos. Es posible que la productividad agrícola, pecuaria y forestal se incremente debido a la aceleración de los ratios de maduración de las plantas provocado por mayor temperatura, aumento en el cultivo de frutas, entre otros. (MINAG, 2008). Los retos, tanto para el valle del Mantaro, como para el resto del Perú deben ser abordados de manera integral. El proceso de calentamiento global genera cambios climáticos que vienen afectando a la agricultura y genera problemas económicos y sociales. Frente a este escenario, se requiere mejorar las FDSDFLGDGHVGHJHVWLyQSDUDHOXVRVRVWHQLEOH\H¿FLHQWH del agua. Por otro lado las malas prácticas agrarias que afectan al recurso tierra, tales como el riego excesivo, sobrepastoreo, deforestación, están agravando este problema. Por lo tanto es necesario implementar políticas para un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales (MINAG, 2008). Las actividades de reforestación pueden contribuir a la adaptación y mitigación de efectos negativos del cambio climático. Para ello, se debe considerar el uso de especies forestales adecuadas según el objetivo deseado. Según Chepstow- /XVW\ \:LQ¿HOG   HO HXFDOLSWR SXHGH QR VHU DSURSLDGR SDUD FRQWURO GH HURVLyQ \ HQ VX OXJDU UHFRPLHQGDQ especies nativas. Sin embargo, se deben considerar también las preferencias de las poblaciones locales. Este último IDFWRUHV LPSRUWDQWH\DTXH ODGLYHUVL¿FDFLyQGH LQJUHVRVFRQWULEX\HDODOLYLRGH ODSREUH]D\D OD UHGXFFLyQGH OD vulnerabilidad de dichas poblaciones. Este artículo puede ser citado como: Medina, F. y C. Zuleta (2012): “Antecedentes generales sobre el sector forestal y su importancia frente al cambio climático”, en Eventos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Foto 4.3 Los campesinos del valle del Mantaro enfrentarán nuevos retos con el cambio climático. Crédito C. Zuleta. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 109 Estudio de caso: Análisis de sistemas agroforestales desde la perspectiva de los pobladores locales en la subcuenca del Achamayo Claudia Zuleta del Solar Introducción El establecimiento de poblaciones en las zonas andinas marcó el inicio del proceso de aprendizaje sobre cómo adaptarse al ambiente natural en las montañas. El proceso de adaptación a los ecosistemas andinos se ha llevado a cabo durante generaciones, lo cual ha resultado en el desarrollo de diversos sistemas de producción agrícolas ampliamente extendidos en las zonas rurales del Perú. Estos sistemas constituyen la base para la subsistencia de las comunidades campesinas y a su vez proveen los medios para recuperar, conservar e incrementar la biodiversidad. Sin embargo, es probable que el cambio climático incremente los riesgos para dichos sistemas e inclusive reduzca los niveles de producción deseados (Dixon y Gulliver, 2001). A pesar de que la toma de decisiones se realiza a nivel comunal e individual, el grado de control comunal ha ido disminuyendo a través del tiempo (Mayer, 1981). Adicionalmente, la fragmentación de los territorios comunales ha resultado en su disminución, con excepción de las tierras altas que son utilizadas para pastoreo (Mayer, 1981). Actualmente, las familias campesinas se caracterizan por manejar individualmente pequeñas chacras con un alto grado de GLYHUVL¿FDFLyQ \ HQ FRQGLFLRQHV QDWXUDOHV políticas y socio-económicas altamente variadas (Pretzsch y Uibrig, 2003). La mayoría de sistemas de producción agrícolas contemplan la incorporación de árboles de alguna u otra manera (Pretzsch y Uibrig, 2003). Los árboles cumplen importantes funciones dentro de los sistemas y son esenciales para la supervivencia de las familias. En el pasado, las poblaciones que habitaban los Andes estaban distribuidas de tal manera que manejaban todas las zonas ecológicas. Después del proceso de colonización, éstas fueron obligadas a redistribuirse y cambiar sus patrones de ocupación y gradualmente se volvieron grupos independientes, restringidos y especializados en ciertas zonas (Mayer, 1981). En el futuro, se espera que se incremente la presión para el cambio acelerado del estilo de vida de la mayoría de poblaciones tradicionales (Schmink et al., 1992). Considerando que la agricultura es la principal actividad para las poblaciones rurales, la disponibilidad de tierras destinadas a la forestación es usualmente limitada. En este contexto, el rol de los árboles dentro de los sistemas de producción agrícolas es una opción que debe ser analizada. Mayor conocimiento sobre el rol de los árboles dentro de HVWRVVLVWHPDVGHSURGXFFLyQSXHGHVHUEHQH¿FLRVRSDUDODHODERUDFLyQGHSURSXHVWDVGHGHVDUUROORUXUDO 3UHW]VFK\ Uibrig, 2003). Foto 4.4 Eucaliptos plantados en terrenos de baja fertilidad no apto para producción agrícola. Crédito Claudia Zuleta. Instituto Geofísico del Perú 110 Motivación del estudio De acuerdo a De Shutter y Vanloqueren (2011), los efectos combinados del cambio climático y la escasez de energía y agua requieren que los sistemas agrícolas sean reorientados hacia modelos de producción que sean no sólo altamente productivos, sino altamente sostenibles. En ese sentido, el presente estudio pretende contribuir a la generación de mayor entendimiento sobre la situación de los sistemas agroforestales y su contribución para los medios de vida de los campesinos. Considerando el potencial de los sistemas agroforestales de ser altamente productivos y sostenibles, es necesario entender las interacciones que ocurren entre los subsistemas (forestal, agrícola y pecuario) que forman parte de ellos. Como primer paso, analizar el rol de los árboles en los sistemas agroforestales, su contribución a los medios de vida y ODSHUFHSFLyQGHODVSHUVRQDVIUHQWHDHOORVWRPDUHOHYDQFLD$VLPLVPRODLGHQWL¿FDFLyQGHORVGHWHUPLQDQWHVH[WHUQRV TXHLQÀX\HQODWRPDGHGHFLVLRQHVHVFUtWLFDSDUDSODQHDUIXWXUDVLQWHUYHQFLRQHV Los resultados y discusión del presente estudio esperan contribuir a la generación de información para desarrollar estrategias alternativas a los programas de reforestación a gran escala. Por medio de un estudio de caso en la subcuenca del Achamayo, se considera como principal fuente de información la perspectiva local de las familias con el ¿QGHSURYHHUHQWHQGLPLHQWRDFHUFDGHVXIRUPDGHYHUPDQHMDU\SODQL¿FDUHOFRPSRQHQWHIRUHVWDO Metodología Descripción e historia de la zona de estudio Las comunidades seleccionadas para el estudio están localizadas en el distrito de Heroínas Toledo, provincia de Concepción. Heroínas Toledo presenta altitudes que varían de 3000 a 4500 msnm, precipitación anual entre los 800 y 1500 mm y una temperatura media entre -6º a 18º C (Vilcapoma, 2008). La principal zona de vida en el área de estudio es el Bosque seco montano tropical (3000 – 3500 msnm). La vegetación natural aparece solo en áreas en donde no se realiza pastoreo o agricultura (Mayer, 1981). Los árboles están presentes, siendo el Eucalyptus el principal género, utilizados como cortinas rompevientos al borde de las chacras y en plantaciones en zonas de pendiente pronunciada. Son también comunes árboles nativos como el aliso (Alnus jorullensis) y arbustos como el maguey (Agave americana) y la retama (Spartium junceum). La selección de las comunidades, en un sentido amplio, se realizó considerando los siguientes criterios: ‡ Presencia de árboles en la chacras, de plantaciones y/o bosques comunales; ‡ Adecuada accesibilidad a las comunidades; ‡ Habitantes locales que mantengan prácticas tradicionales; ‡ Interés en participar en el estudio. Estudio de caso Para el estudio de caso, se realizaron 15 entrevistas en profundidad con familias de las comunidades de San Antonio, San Pedro y La Florida, localizadas en el nivel intermedio de la sub cuenca del Achamayo (3000 – 3500 msnm). El rango de edades de los entrevistados varía entre 33 y 78 años. Se logró entrevistar a ambos esposos en seis entrevistas. En cinco oportunidades, las mujeres fueron las entrevistadas debido a que los esposos no se encontraron en el hogar. Las cuatro entrevistas restantes fueron realizadas a los esposos únicamente. Adicionalmente, se realizaron cinco entrevistas con campesinos que no plantaban árboles para conocer sus razones. Determinante Criterio Indicadores Técnicas para recolección de datos Factores físicos y biológicos Chacras Tamaño y ubicación Calidad del suelo y pendiente Tipo de riego Principales cultivos y rotación Entrevista al hogar Sistemas agroforestales Tipo de sistema agroforestal Descripción de componentes Funciones de los árboles Interacciones con otros subsistemas Entrevista al hogar Usos de los árboles Principales usos de los árboles y otros productos forestales Entrevista al hogar Percepciones Especies forestales nativas y exóticas Ventajas y desventajas de los árboles Preferencias de especies forestales Entrevista al hogar, ranking de preferencias, entrevistas grupales Tabla 4.1 Criterios e indicadores para la toma de datos delos factores físicos y naturales Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 111 Durante las entrevistas, se analizaron factores socio-culturales y económicos; políticos e institucionales y físcos y biológicos. Sin embargo, se hace especial énfasis en los últimos factores, que están relacionados directamente con ORVUHFXUVRVQDWXUDOHVTXHPDQHMDQORVKRJDUHV/RVLQGLFDGRUHVFRQVLGHUDGRVSDUDGLFKRVIDFWRUHVHQHVSHFt¿FRVH detallan en la Tabla 4.1. Los principales métodos para la colección de información primaria fueron la entrevista semi estructurada a los hogares y la observación directa. Asimismo, fue necesario entrevistar a informantes clave, como personal técnico del IGP, AgroRural y los jefes de las comunidades para proveer una visión general de la situación actual en la zona. Adicionalmente, se realizaron talleres participativos en las comunidades y entrevistas grupales. Resultados Sistemas agroforestales De acuerdo a la mayoría de los entrevistados, el uso de los árboles fue introducido hace una pocas generaciones atrás. Dos entrevistados de la tercera edad manifestaron que en el pasado no había muchos árboles en estado natural en la zona; que éstos fueron introducidos y promovidos por programas de reforestación del Estado. Por ello, antiguamente utilizaban estiércol de animales como fuente de energía. Asimismo, durante las discusiones en los talleres, los campesinos manifestaron que sus abuelos empezaron a plantar eucaliptos gracias al PRONAMACHS (Programa Nacional de Cuencas +LGURJUi¿FDV  Actualmente, los campesinos desarrollan de manera individual dos tipos principales de sistemas agroforestales: plantaciones y cortinas rompevientos alrededor de los cultivos. La principal especie utilizada en las plantaciones es el eucalipto (Eucalyptus globulus) aunque es posible encontrar también plantaciones de pino (Pinus radiata). En el caso de las cortinas rompevientos, éstas se encuentran compuestas por una o varias especies. Las más frecuentes son el eucalipto, quinual (Polylepis sp), pino, aliso (Alnus jorullensis), HQWUHRWUDV/DFRPELQDFLyQGHHVSHFLHVVHMXVWL¿FDSRUTXH³&DGD especie cumple una función diferente” – Entrevista en San Antonio, 23.05.2011. La dominancia del eucalipto en los sistemas agroforestales es clara; especialmente en las plantaciones en las que el número de árboles varía de 250 a 800 árboles en promedio. El principal criterio para la selección de la ubicación de la plantación de eucalipto es el uso de zonas en las que el suelo no es apto para agricultura. Por ello, las plantaciones se encuentran frecuentemente ubicadas en zonas altas de pendiente pronunciada. Sin embargo, para el pino se tienen en cuenta otros factores: “Las raíces del pino no son tan profundas como las del eucalipto, por eso no debe plantarse en las partes altas con vientos fuertes, porque el viento lo arranca del suelo” – Entrevista en San Antonio, 20.05.2011. (QFDVRGHQRWHQHUVX¿FLHQWHWHUUHQROLEUHSDUDSODQWDUiUEROHV los campesinos hacen un acuerdo con algún vecino o pariente. Uno de ellos provee el terreno y el otro los árboles. Al momento de la cosecha y venta, los ingresos son divididos entre ambos. En el caso de las cortinas rompevientos, diferentes especies son utlizadas. Un campesino explica las razones para la combinación de varios árboles alrededor de su chacra “El aliso produce materia De arriba hacia abajo: Foto 4.5 Los árboles son plantados en los bordes de los campos agrícolas. Foto 4.6 Campo preparado para la siembra de papa con Eucaliptos en los linderos. Foto 4.7 Plantación de un año de Eucalyptus globulus en suelo rocoso y pendiente pronunciada. Créditos C. Zuleta. Instituto Geofísico del Perú 112 orgánica, el quinual y el eucalipto producen leña…” – Entrevista en La Florida, 26.05.2011. Frecuentemente, el eucalipto no es deseado en los bordes de las chacras porque según el 70% de los entrevistados, reduce la producción de los cultivos. Sin embargo, muchos de ellos continúan plantando eucalipto al borde los campos de papa. “(El eucalipto) No causa muchos problemas mientras está creciendo” – Entrevista en San 3HGUR  'RV HQWUHYLVWDGRV UH¿ULHURQ las estrategias que utilizan para minimizar los problemas del eucalipto: “Todo depende de la cantidad de fertilizante. El eucalipto consume fertlizante, entonces coloco más cantidad cerca a los árboles”– Entrevista en La Florida, 29.05.2011. La contribución de los árboles a la supervivencia de las familias puede diferenciarse en dos categorías: generación de ingresos y uso para subsistencia. En la Tabla 4.2, se presentan los usos de acuerdo a especies forestales. El eucalipto fue reconocido por el 100% de entrevistados como la principal fuente de ingresos económicos, debido a que tiene alta y constante demanda. Esperando obtener similar éxito, los campesinos han empezado a plantar pino siguiendo el ejemplo de Cajamarca. En contraste, de las especies forestales nativas, el quinual es el único con valor comercial, principalmente en diciembre para la elaboración de nacimientos para la celebración de la Navidad. El uso de subsistencia más importante es la provisión de leña. Los campesinos utilizan cualquier especie forestal, incluyendo ramas, hojas y tronco. El eucalipto fue QXHYDPHQWHVHxDODGRSRUWRGRVORVHQWUHYLVWDGRVFRPRHOPHMRUSDUDHVWH¿QGHELGRDTXHSURYHHIXHJRGHPD\RU intensidad y durante más tiempo que las otras especies. El quinual también fue mencionado en segundo lugar de importancia para la provisión de leña. En síntesis, los entrevistados manifestaron que a través de los diversos usos que obtienen de los árboles, pueden ahorrar dinero. Adicionalmente, debido a la alta demanda de eucalipto en el mercado local, es posible obtener dinero en caso de emergencias debido a pérdidas en la campaña agrícola o al inicio del año escolar en que se necesita mayor liquidez. Percepciones respecto a los árboles Para entender las percepciones positivas o negativas que los campesinos puedan tener sobre las especies forestales nativas y exóticas, se comparó y contrastó información de diversas fuentes. Las preferencias y percepciones sobre ORViUEROHVLQÀXHQHQODWRPDGHGHFLVLRQHVSDUDSODQWDUiUEROHV/RVFDPSHVLQRVUHFRQRFHQYHQWDMDV\GHVYHQWDMDV para cada especie. Esto determinará que ciertas especies sean plantadas por separado y otras, en determinadas condiciones, en combinación con los cultivos. De todos los métodos de colección de información, se obtuvo que la especie preferida por los campesinos es el eucalipto. La principal razón expresada se relaciona con la posibilidad de vender los árboles y obtener ingresos en un periodo de tiempo relativamente corto. Asimismo, es posible obtener buena calidad de leña y material de construcción. Aparentemente, el eucalipto permite diversidad de usos y satisface las necesidades inmediatas de los agricultores de manera adecuada. A pesar de la preocupación expresada por algunos profesionales sobre la proliferación de especies exóticas en la zona, la predilección de la población local por éstas sobre las nativas es clara. Con respecto a las ventajas y desventajas de los árboles plantados en cortinas rompevientos, se encontraron algunas contradicciones entre los entrevistados. Aproximadamente el 30% reconoció que ofrecen cierta protección para los FXOWLYRVGXUDQWHHYHQWRVFOLPiWLFRVH[WUHPRVFRPRODVKHODGDVVLQHPEDUJRXQUHFKD]yGLFKDD¿UPDFLyQ8QD Especie forestal Contribución Parte utilizada Eucalipto (Eucalyptus globulus) Generación de ingresos Leña Construcción Delimitación de linderos Muebles Medicinal Tronco, ramas y hojas Pino (Pinus radiata) Generación de ingresos Construcción Delimitación de linderos Tronco y ramas Quinual (Polylepis sp.) Leña Delimitación de linderos Construcción Corrales para animales Tronco y ramas Colle (Buddleja coriacea) Leña Delimitación de linderos Construcción Corrales para animales Tronco y ramas Mutuy (Cassia hookeriana) Leña Delimitación de linderos Construcción Corrales para animales Tronco y ramas Aliso (Alnus jorullensis) Fertilizante Muebles Delimitación de linderos Materia orgánica Tronco Árbol completo Tabla 4.2 Contribución de los árboles según especies a los medios de vida de los campesinos Fuente: Entrevistas a los hogares, 2011 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 113 respuesta frecuente fue la necesidad de proteger los cultivos de la intrusión de animales. A pesar de la controversia generada sobre las funciones de los árboles en los sistemas agroforestales, se observaron numerosas cortinas rompevientos de eucalipto y quinual en todas las comunidades. En la Tabla 4.3 se muestra un resumen de las percepciones de acuerdo a las especies que fueron más frecuentemente mencionadas por los campesinos. En general, existe renuencia a combinar los cultivos con árboles en el mismo espacio. Por esta razón, los agricultores suelen seleccionar suelos rocosos y de baja fertilidad para establecer plantaciones por separado. En caso de no tener áreas disponibles, se plantan los árboles en los bordes de las chacras, a pesar de los efectos negativos mencionados. Al parecer, los problemas generados por competencia pueden ser manejados. Sin embargo, un tercio de los entrevistados manifestó que a veces alquilan los terrenos con los árboles ya plantados, sin tener opción a retirarlos. En opinión de los agricultores que no plantan árboles, éstos representan demasiada competencia con los cultivos y mostraron poco interés en plantar árboles. Al parecer, mientras los agricultores están más orientados al mercado y se mudan a centros urbanos, su dependencia en los productos forestales también disminuye, en la medida que GHMDQGHXWLOL]DUOHxD\QRQHFHVLWDQGLYHUVL¿FDUVXV fuentes de ingresos. Conclusiones La conexión entre el componente forestal y RWURV VXEVLVWHPDV HVWi GHPRVWUDGR SRU HO ÀXMR de productos que abastecen a los hogares campesinos: leña, material de construcción, material para elaborar herramientas, muebles, materia orgánica usada como fertilizante, entre otros. La dependencia de los agricultores en los sistemas agroforestales para su supervivencia es directa. Asimismo, los efectos negativos del cambio climático son percibidos con intensidad y reconocidos como una amenaza para sus medios de vida. La actividad forestal no es muy demandante en términos de mano de obra o tiempo y puede ser llevada a cabo por personas de la tercera edad. Los campesinos ven los ingresos generados por la venta de árboles como una manera de contribuir y apoyar a sus hijos y nietos. /RV VLVWHPDV DJURIRUHVWDOHV PRVWUDURQ FLHUWR JUDGR GH ÀH[LELOLGDG /RV agricultores son capaces de encontrar soluciones a los problemas asociados con los árboles dentro de sus campos de cultivo. La falta de tierras puede ser superada compartiendo el recurso con vecinos y/o parientes y dividiendo los ingresos generados por la venta de productos. Los sistemas agroforestales desarrollados en la zona tienen el potencial de contribuir a reducir los niveles de pobreza y manejar los riesgos ocasionados por eventos climáticos extremos u otros factores. Futuros estudios podrían evaluar la factibilidad técnica, viabilidad económica, aceptabilidad social y sostenibilidad ecológica GHODVVROXFLRQHVTXHORVFDPSHVLQRVKDQLGHQWL¿FDGR(OUROGHODVPXMHUHV es determinante para la sostenibilidad de los sistemas agroforestales. Ellas se encargan de las tareas domésticas y a su vez participan activamente en labores de campo como cuidado de animales, preparación del terreno, siembra y cosecha de cultivos casi al mismo nivel que los hombres. Especie forestal Ventajas Desventajas Eucalipto (Eucalyptus globulus) Rápido crecimiento Rebrote Valor comercial Raíces profundas Durabilidad natural Exigente en agua y nutrientes Compite con cultivos 5DPL¿FDHQH[FHVR Descomposición lenta Pino (Pinus radiata) Valor comercial Buena calidad de madera Compite con cultivos 5DtFHVVXSHU¿FLDOHV Crecimeinto más lento Quinual (Polylepis sp.) Rebrote Durabilidad natural Madera dura Rápida descomposición Compite con cultivos Crecimiento lento 5DtFHVLQWHU¿HURQFRQ cultivos Poco valor comercial Seca y endurece el suelo Aliso (Alnus jorullensis) Rápida descomposición No compite con cultivos Buena calidad de madera Preferido por animales como alimento Muy delicado, necesita cuidados Crecimiento lento Tabla 4.3 Percepciones de la población sobre las principales especies forestales. Fuente: Entrevistas a hogares, entrevistas a comités de conservación y talleres participativos2011 Foto 4.8 El quinual es la especie nativa más comúnmente encontrada en sistemas agroforestales. Crédito C. Zuleta. Instituto Geofísico del Perú 114 Discusión La contribución de los árboles a los medios de vida de los pequeños agricultores es crucial. La leña es ampliamente utilizada por las familias de las comunidades de la parte intermedia de la sub cuenca del Achamayo. Para ellos, la generación de ingresos por venta de árboles es una contribución importante a su economía. Los árboles les proporcionan un medio para superar situaciones de emergencia. En el largo plazo, se espera que la generación de ingresos de las plantaciones individuales contribuya a reducir la dependencia en los cultivos agrícolas como actividad económica principal. Respecto a las percepciones sobre los árboles, las especies exóticas, especialmente el eucalipto, son preferidas sobre ODVQDWLYDVORFXDOIXHDVXYH]FRQ¿UPDGRSRUHOSHUVRQDOWpFQLFRGH$JUR5XUDO/RVSULQFLSDOHVHIHFWRVQHJDWLYRVTXH se perciben están relacionados con la competencia de los árboles con los cultivos agrícolas. Es interesante resaltar TXHDSHVDUGHODVSHUFHSFLRQHVQHJDWLYDVHOORQROLPLWDVLJQL¿FDWLYDPHQWHHOLQWHUpVHQSODQWDUiUEROHV/RViUEROHV constituyen oportunidades para obtener ingresos futuros, debido a que muchos campesinos no tienen acceso a créditos formales. Sin embargo, agricultores orientados a la producción agrícola a nivel comercial están más interesados en obtener grandes volúmenes de producción y en muchos casos evitan plantar árboles. Este artículo puede ser citado como: Zuleta, C. (2012): “Estudio de caso: Análisis de sistemas agroforestales desde la perspectiva de los pobladores locales en la subcuenca del Achamayo”, en Eventos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 115 Monitoreo de los cambios en los usos y cobertura del suelo utilizando teledetección y SIG en las subcuencas de los ríos Achamayo y Shullcas Fernando Jakitsch Medina Introducción /DGLVSRQLELOLGDGGHWHFQRORJtDVSDUDWHOHGHWHFFLyQ\6,* 6LVWHPDVGH,QIRUPDFLyQ*HRJUi¿FD SHUPLWHQHODQiOLVLV avanzado de cobertura y uso del suelo (Rogan y Chen, 2004). La aplicación de estas técnicas es particularmente ventajosa para áreas inaccesibles, remotas y montañosas (Kintz et al., 2006). Además, la teledetección con el uso de imágenes satelitales para el monitoreo de grandes áreas es considerada económicamente ventajosa (Luneta et al., 2006). Al examinar las imágenes de satélite pasadas y actuales, es posible determinar las tendencias y, por tanto, estimar la futura conversión de usos del suelo (Hall et al., 1995, Verburg et al., 2002b citado por Brandt and Townsend, 2006). Por lo tanto, la evaluación del uso y cobertura del suelo y de sus cambios proporciona una mejor comprensión del paisaje, siendo una herramienta importante para las evaluaciones del estado presente, pasado y futuro de los recursos naturales. Además, estos estudios también pueden dar ideas sobre una mejor gestión de los recursos naturales, ayudando en el desarrollo de planes de manejo y políticas para impedir la degradación futura de los recursos naturales (Lu et al., 2004; Rogan y Chen, 2004; Brandt y Townsend, 2006; FAO, 1976) y para optimizar los usos del suelo. La comprensión de esta dinámica y sus causas subyacentes es importante para la toma de decisiones frente a la ordenación del territorio (Müller y Zeller, 2002). Por lo tanto, estos estudios son muy importantes en zonas donde la dinámica de los cambios se relaciona con los impactos en el ecosistema y la población humana, especialmente al tomar en cuenta las áreas con importancia para la conservación como los Andes en Sudamérica. Los ecosistemas andinos son muy diversos y están amenazados. Las poblaciones han estado viviendo en la región desde hace más de cinco siglos y han transformando el paisaje de acuerdo a sus necesidades (Etter y Villa, 2000). De acuerdo con Seltzer y Hastorf (1990), los Andes Centrales del Perú están considerados como una zona con gran vulnerabilidad climática. Algunas zonas de la cuenca del río Mantaro, probablemente se verán afectadas negativamente por el cambio climático. De acuerdo con los cambios previstos, la intensidad y la frecuencia de las precipitaciones, heladas y sequías serán alteradas. Esto puede tener graves consecuencias para el ambiente y la población de la región. Por ejemplo, la producción de los cultivos puede ser afectada por las heladas y por lo tanto, los ingresos de los agricultores SXHGHQUHGXFLUVH/RVGHVOL]DPLHQWRVGHWLHUUD\HURVLyQGHOVXHORSXHGHQRFXUULUGHELGRD OD LQWHQVL¿FDFLyQGH ODV SUHFLSLWDFLRQHV\XQDXPHQWRGHODVHGLPHQWDFLyQHQORVUtRVSXHGHDIHFWDUHOÀXMR\ODFDOLGDGGHODJXD ,*3D  Además, la falta de cubierta vegetal permanente y el mal uso del suelo en las laderas aumenta la susceptibilidad a erosión (Loayaza, 1982). Foto 4.9 Plantaciones en las zonas altas y agricultura en la parte baja. Crédito F. Medina. Instituto Geofísico del Perú 116 El sector agrícola de la cuenca tiene una gran importancia para la región, la cual es una zona importante de producción en el centro de Perú (Latínez, 2010), que representa la principal fuente de alimentos para Lima (Martínez et al., 2006) y es el sector que emplea a más personas en la región (IGP, 2005b). La actividad está directamente relacionada con la seguridad alimentaria de las familias por medio de la producción o los ingresos por ventas. Por lo tanto, teniendo en cuenta la gran importancia de la agricultura de la zona, los árboles también tienen una relevancia notable. Se encuentran dentro de los campos agrícolas integrando los sistemas agroforestales. Ellos tienen múltiples funciones y, en general, se encuentran alrededor de los campos agrícolas, marcando la frontera de las propiedades y reduciendo los efectos de eventos climáticos extremos (Trasmonte, 2009). Además de los árboles en los sistemas agroforestales, también se puede encontrarlos en plantaciones que se componen principalmente de especies exóticas que se han originado a partir de los proyectos y los proyectos de reforestación en los últimos 100 años en los Andes centrales (Schwartz y Parraga, 1982). La degradación del suelo por prácticas no sostenibles y la deforestación son evidentes en los Andes bolivianos (Ayala Bluske, 1998 citado por Brandt y Townsend, 2006). Cambios en las poblaciones también podrían ser una causa para que esto suceda. El mismo estudio mostró que las zonas densamente pobladas y con baja disponibilidad de tierras SDUDODFRQYHUVLyQKDH[SHULPHQWDGRXQDLQWHQVL¿FDFLyQGHOXVRGHOVXHORHQOXJDUGHXQDFRQYHUVLyQ6LHVWRVHOOHYD DFDERODLQWHQVL¿FDFLyQGHODGHVHUWL¿FDFLyQHQXQDIRUPDQRVRVWHQLEOHSRGUtDRFXUULUDWUDYpVGHODSpUGLGDGHOD vegetación y la capa superior del suelo (Brandt y Townsend, 2006). Existe alguna evidencia en la literatura sobre el abandono de algunos campos de cultivo en la región andina (Wernke, 2010) y también de la degradación de las tierras de pastoreo (Yaranga, comunicación personal). En el Perú, la región andina ha sido poco estudiada teniendo en cuenta el uso del suelo/cambio de la cubierta cuando se compara, por ejemplo, con la región amazónica (Kintz et al., 2006). También hay un desconocimiento acerca de la extensión y el impacto de los cambios en el paisaje que afectan los ecosistemas (Etter y Villa, 2000). Por lo tanto, este artículo ofrece una descripción y análisis de uso y cobertura del suelo en la región de los ríos Achamayo y Shullcas. Área de estudio El área de estudio incluye el área total de las subcuencas de los ríos Achamayo y Shullcas, y la parte del valle del Mantaro ubicada entre estas dos subcuencas al margen izquierdo del río Mantaro. En total, son 709 km² de la parte central de la cuenca del río Mantaro, en tres provincias: Huancayo, Concepción y Jauja, siendo el relieve bastante complejo y con una topografía abrupta con pendientes muy fuertes (43% del área tiene pendiente mayor al 25%). Las características climáticas están relacionadas con la altitud. Para la temperatura, un aumento de 0,5° C es registrado hasta los 4.000 m. En altitudes mayores, la disminución puede ser más grande (Mayer, 1981; Seltzer y Hastorf, 1990). En relación a precipitación, los resultados son controversiales. Mayer (1981) presenta datos medios anuales de precipitación para diferentes rangos de altitud, siendo tan alta como 1000 mm/año en todo el nivel del mar (4800 m) y alrededor de 735 mm / año al nivel del valle (3500 m). Sin embargo, Seltzer y Hastorf (1990) no encontraron ninguna UHODFLyQVLJQL¿FDWLYDHQWUHSUHFLSLWDFLyQ\DOWLWXG Metodología Las imágenes seleccionadas para el estudio fueron del satélite Landsat TM 5 (path/row – 6/68), con resolución espacial de 30 m y adquiridas del US Geological Service. Para el análisis y selección de fechas se priorizó la estación seca, cuando la cobertura de nubes es menor. De acuerdo con las imágenes disponibles y con los años seleccionados (1985 y 2010), el mes de junio fue seleccionado. En el pre procesamiento de las imágenes, algunos procedimientos fueron aplicados para acercarlas a la realidad del campo. De esta manera, efectos de la atmósfera o desplazamientos en relación al sistema de coordenadas pueden ser minimizados. En este estudio, después de seleccionar la parte de interés de la imagen, se aplicó el método FLAASH (Fast Line-of-sight Atmospheric Analysis of Spectral Hypercubes) para corregir los efectos atmosféricos. Después de DSOLFDGRHOPRGHORORVYDORUHVGHFDGDSL[HOVRQWUDQVIRUPDGRVGHUDGLDQFLDDUHÀHFWLYLGDG /DFRUUHFFLyQJHRPpWULFDIXHKHFKDFRQEDVHHQSXQWRVFROHFWDGRVGXUDQWHODYLVLWDGHFDPSRHLGHQWL¿FDGRVHQOD LPDJHQGHO&RQHO¿QGHLQFUHPHQWDUODFRQ¿DELOLGDGGHODFRUUHFFLyQJHRJUi¿FDWDPELpQIXHURQFROHFWDGRV puntos derivados del SRTM MDT. A partir de esta imagen corregida, la de 1985 fue co registrada. El modelo utilizado fue el de primer orden polinomial. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 117 3DUD ODFODVL¿FDFLyQGH ODV LPiJHQHV IXHURQXWLOL]DGRV ORVPpWRGRVGHFODVL¿FDFLyQQRVXSHUYLVDGD\VXSHUYLVDGD /DSULPHUDFODVL¿FDFLyQIXHUHDOL]DGDDWUDYpVGHOPpWRGR,62'$7$\ OD LPDJHQFODVL¿FDGDD\XGyD ODSURGXFFLyQ de impresiones —para el trabajo de campo y para la recolección de datos acerca de puntos de entrenamiento— con ODVFXDOHVVH UHDOL]y ODFODVL¿FDFLyQVXSHUYLVDGDFRQHODOJRULWPRPi[LPDSUREDELOLGDG PD[LPXP OLNHOLKRRG 3DUD ODVGRVHWDSDVGHODFODVL¿FDFLyQIXHURQXWLOL]DGDVODVEDQGDVGH/DQGVDW70\HO1'9,8QPpWRGRGHSRVW FODVL¿FDFLyQIXHDSOLFDGRSDUDVXDYL]DUODFODVL¿FDFLyQPHMRUDQGRODSUHFLVLyQGHOPDSD Resultados Los mapas producidos presentan 13 clases de uso y cobertura de la tierra. La Tabla 4.4 presenta los cambios en cada una de las clases en los 25 años analizados. Se detectó que el paisaje es bastante dinámico. Un área de 306,7 km² —un poco más GH OD PLWDG GH OD VXSHU¿FLH WRWDO² presentó cambios durante el período de análisis. Debido a la gran cantidad de clases consideradas en este estudio, y la complejidad de los posibles cambios, algunos cambios relevantes fueron seleccionados para ser mostrados en mapa de cambios y presentados en los párrafos siguientes y presentados en el Mapa 4.1. El cambio más importante detectado durante el período de análisis ocurrió GHQWUR GH OD FODVH GH SDVWL]DOHV GH DOWD GHQVLGDG 6H REVHUYy XQD disminución de 52,94 km2 (21,26% GHODVXSHU¿FLHRULJLQDO ORTXHSRGUtDVHUXQLQGLFLRGHODGHJUDGDFLyQGHORVSDVWL]DOHVFRQ¿UPDQGRODLQIRUPDFLyQ reportada por Yaranga (comunicación personal). Los cambios fueron más representativos para dos clases de cobertura GHODWLHUUD³SDVWL]DOHVGHEDMDGHQVLGDG\VXHORFRQURFDV\FDGDFDPELRSXHGHKDEHUVLGRFDXVDGRSRUGLIHUHQWHV SURFHVRV7RPDQGRHQFXHQWDODViUHDVTXHVHFDPELDURQDSDVWL]DOHVGHEDMDGHQVLGDGHVSRVLEOHHVSHFXODUTXH el sobrepastoreo y los cambios en la disponibilidad de agua conducen a la reducción de la biomasa (Loayza, 1982). Asimismo, el sobrepastoreo, la menor disponibilidad de agua y la erosión del suelo podrían ser causas de la conversión DVXHORFRQURFDV\DTXHHOLPLQDODFDSDVXSHULRUGHOVXHOR\SRU ORWDQWRGL¿FXOWDHOGHVDUUROORGHODYHJHWDFLyQ Dado que la principal actividad relacionada con esta cobertura del suelo es el pastoreo de ganado, su reducción puede representar un problema para los pastores. Con esta UHGXFFLyQGHODVXSHU¿FLHORVDJULFXOWRUHVGHEHQOOHYDU a los animales a zonas más remotas, lo que aumenta la cantidad de tiempo dedicado a la actividad. El sobrepastoreo es una posible causa de esta degradación (Yaranga, comunicación personal), por lo tanto, una mejor gestión de la zona puede estar dirigida DUHGXFLURSRQHU¿QDHVWDFRQYHUVLyQ(ODXPHQWRGHO SDVWRUHR\HOSLVRWHRGHORVDQLPDOHVHQHOVXHORGL¿FXOWD la regeneración de la vegetación, que crea condiciones más favorables para la erosión del suelo (Harden, 1996). Las actividades pueden ser desarrolladas con los pastores para promover la regeneración de algunas zonas o incluso de rehabilitación. Foto 4.10 Ejemplo de área de pastizal de alta densidad. Crédito F. Medina. Clases Area 1985 (km²) Area 2010 (km²) Cambio en 2010 – 1985 (km²) Porcentaje (en relación al área de 1985) Agricultura - campos verdes 45.19 23.84 -21.35 -47.24% Bofedales 15.12 13.83 -1.3 -8.58% Pastizales - alta densidad 249 196.06 -52.94 -21.26% Pastizales - baja densidad 207.43 219.7 12.27 5.92% Plantaciones - alta densidad 1.76 4.21 2.45 139.08% Plantaciones - baja densidad 5.66 3.41 -2.25 -39.72% Plantaciones - densidad mediana 7.4 13.1 5.7 76.95% Rocas 21.73 35.74 14.01 64.45% Nieve/hielo 5.8 4.56 -1.24 -21.46% Suelo desnudo 13.58 22.46 8.88 65.36% Suelo con rocas 82.6 117.22 34.62 41.91% Urbano 9.46 11.15 1.68 17.81% Água 4.4 3.87 -0.53 -11.95% TOTAL 669.15 669.15 - - Tabla 4.4 Dinámica de los cambios en el uso y en la cobertura del suelo de 1985 a 2010 (los valores positivos indican aumento y los negativos disminución). Instituto Geofísico del Perú 118 4. 1 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 119 De acuerdo con Yaranga (comunicación personal), el mejor enfoque para mejorar las condiciones de los pastizales —en las zonas degradadas— es la exclusión de los animales en las mismas, favoreciendo la regeneración natural. También VHPHQFLRQDTXHODSODQWDFLyQGHDOJXQDVHVSHFLHVHQODV]RQDVGHJUDGDGDVSXHGHVHUH¿FD]HQODUHVWDXUDFLyQGH pastizales. Festuca dolichophylla, Dactilis glomerata y Phalaris tuberoarundinacea fueron citados como algunas que pueden ser utilizadas ya que son muy palatables a los animales. Por otra parte, la necesidad del establecimiento de esquemas de rotación es importante para que no haya sobrepastoreo. Estas prácticas ya fueron mencionadas por Dollfus (1982) y él aún destaca la necesidad de una mejor selección de razas mejor adaptadas a las condiciones locales. (QFXDQWRDORVERIHGDOHVXQDUHGXFFLyQGHVXVXSHU¿FLHWRWDOKDVLGRGHWHFWDGD(QHVWDFODVHSUHVHQWDED 15,12 km2, 8.58% mayor que en el 2010. La mayoría de las áreas de cambio son ahora en su mayoría pastizales (4,75 km2 son pastizales de alta densidad y 3,02 km2 son pastizales de baja densidad). Sin embargo, los cambios de SDVWL]DOHVDERIHGDOHVGHWHFWDGRVIXHURQNP\NPíFRUUHVSRQGLHQGRDSDVWL]DOHVGHDOWD\EDMDGHQVLGDG respectivamente. /DV H[SOLFDFLRQHV SDUD HVWRV UHVXOWDGRV SXHGHQ HVWDU UHODFLRQDGDV FRQ L  HUURUHV GH FODVL¿FDFLyQ GHELGR D OD complejidad estructural de estas áreas y la transición entre bofedales y zonas de pastizales; o también a (ii) cambios HQORVÀXMRVGHDJXDHQODFXHQFDODGLVPLQXFLyQGHODFDQWLGDGGHDJXDHQDOJXQDV]RQDV ORTXHSXHGHH[SOLFDU la disminución en las áreas de bofedales) o el aumento de la acumulación de agua en otros sitios (lo que puede explicar las zonas de el aumento de bofedales) . La limitada disponibilidad de datos de FDPSRGHHVWDViUHDV GHELGRDGL¿FXOWDGHV de acceso) determina que la primera causa sea una explicación más probable para estos resultados. Mayores estudios GHEHQ OOHYDUVH D FDER HVSHFt¿FDPHQWH para bofedales, debido a su complejidad e importancia, llenando los vacíos de información sobre su evolución en el tiempo \VXVLQWHUDFFLRQHVFRQORVÀXMRVGHDJXD (QFXDQWRD ODVSODQWDFLRQHV ODVXSHU¿FLH forestal total (considerando las tres subclases) ha pasado de 14,82 a 20,72 km2, lo que representa un incremento del 39,76% del área existente en 1985. Durante estos 25 años, 6,18 km2 se han mantenido como la misma clase. Nuevas áreas de plantaciones representaron el 10,23 km2, es decir, el cambio de otras clases de cobertura a plantaciones. Además, WDPELpQVHGHWHFWyTXHDOJXQDViUHDVLGHQWL¿FDGDVFRPRSODQWDFLRQHVHQ\DSUHVHQWDURQFXELHUWDDUEyUHDHQHO 2010. Esta disminución de plantaciones representó el 4,36 km2. (ODXPHQWRGHODVXSHU¿FLHIRUHVWDGDSRGUtDHVWDUUHODFLRQDGRFRQODVDFWLYLGDGHVFRPRUHVXOWDGRGHORVSURJUDPDV GHUHIRUHVWDFLyQOOHYDGDVDFDERHQHOiUHDGHHVWXGLR1RH[LVWHLQIRUPDFLyQR¿FLDOVREUHHOiUHDIRUHVWDOQLGHORV proyectos desarrollados para el área de estudio, pero los resultados más generales están disponibles para todo el departamento de Junín. De acuerdo a lo reportado por el PRONAMACHS, entre 1981 y 1998, se registró un incremento GHNPGHODVXSHU¿FLHSODQWDGDSRUHOHVWDEOHFLPLHQWRGHSODQWDFLRQHV 0LQLVWHULRGH$JULFXOWXUD (VWH UHVXOWDGRWDPELpQHVFRQ¿UPDGRSRUODLQIRUPDFLyQSUHVHQWDGDHQ3521$0$&+6  TXHLQGLFDODH[LVWHQFLDGH un gran programa de reforestación entre 1978 y 1998. La mayor parte del aumento de las plantaciones se encontraba en zonas anteriormente ocupadas por pastizales de alta densidad. Las áreas utilizadas para la actividad forestal son generalmente las de productividad marginal para agricultura, SRUORWDQWRDOJXQRVGHHVWRVGDWRVSRGUtDQUHÀHMDUORDQWHULRU\DTXHHVWDV]RQDVSXHGHQWDPELpQVHUiUHDVDJUtFRODV $GHPiVDOJXQDVGHODV]RQDVFODVL¿FDGDVFRPRSDVWL]DOHVHQHODxRSRGUtDQSUHVHQWDUSODQWDFLRQHVMyYHQHV\ HVWHDXPHQWRGHODVXSHU¿FLHHQUHDOLGDGSRGUtDFRUUHVSRQGHUGHEHUVHDXQHQYHMHFLPLHQWRGHODVSODQWDFLRQHV Foto 4.11 Área de bofedales en el valle del Mantaro. Crédito F. Medina. Instituto Geofísico del Perú 120 La variación relativa más representativa detectada en el estudio también se relaciona con el aumento de la densidad de la vegetación. Tomando en cuenta todas las clases de densidad de árboles, 3,73 km ² presentaron un aumento de ODGHQVLGDG/DFODVH³SODQWDFLyQGHDOWDGHQVLGDG´UHSUHVHQWyNPGHODVXSHU¿FLHIRUHVWDOHQ\ se incrementó en un 139,08% a 4,21 km ² en 2010 (20,31% de las áreas boscosas de 2010). La mayor parte de este DXPHQWRVHGLRDWUDYpVGHODPRGL¿FDFLyQGHFREHUWXUDGHOVXHORGHODV³SODQWDFLRQHVGHPHGLDQDGHQVLGDG´ En general, las “plantaciones de alta densidad”, más HVSHFt¿FDPHQWH HQ ODV iUHDV TXH KDQ SHUPDQHFLGR dentro de esta clase en los 25 años evaluados, podría indicar la necesidad de algún tipo de intervención UDOHRR FRVHFKD &RQHO ¿QGH WRPDUHVWDGHFLVLyQ una evaluación de la gestión más adecuada para cada área debe llevarse a cabo. Además, otras razones para que estas áreas se mantuviesen con alta densidad pueden ser: (i) estas áreas son inestables, por lo tanto, se mantiene con una cubierta forestal para proteger el suelo contra la erosión y deslizamientos de tierra, (ii) que son zonas donde el acceso es difícil y por eso no han sido cosechados a lo largo de estos años, o LLL DOJXQDVGHHVWDViUHDVHVWiQ LQÀXHQFLDGDVSRU OD VRPEUDTXHDIHFWDQDODUHÀH[LyQGHHVWRVSt[HOHVTXH tienen tanto un valor más oscuro. Sin embargo, es probable que la explicación de este resultado sea una combinación de las tres posibilidades mencionadas anteriormente. La mayoría de las zonas boscosas, donde la sombra estuvo presente, son las que tienen difícil acceso ya que el relieve favorece la creación de sombras. Además, la falta de acceso podría ser causado por la inclinación de la pendiente lo que puede hacer que estas áreas vulnerables a la erosión. Por lo tanto, esa cubierta forestal desempeña un importante papel en la interceptación de la precipitacion y la reducción de la escorrentía de agua (como se informa como objetivo de los proyectos de reforestación) (Loayza, 1982; Ministerio de Agricultura, 2000). (O iUHD XUEDQD WDPELpQ SUHVHQWy FDPELRV VLJQL¿FDWLYRV HVSHFLDOPHQWH DOUHGHGRU GH ODV FLXGDGHV GH+XDQFD\R \ Concepción. Tomando en cuenta la diferencia de la clase urbana total de 1985 y 2010, un incremento de 1,68 km ² ha sido detectado. 6LVHFRQVLGHUDVyORODVFRQYHUVLRQHVGHDJULFXOWXUD FDPSRVYHUGHVVXHORGHVQXGR\GHODVGRVFODVHV GH SDVWL]DOHV D XUEDQR XQ iUHD GH  NP í  KD sido detectado. La diferencia de estos dos valores es FDXVDGD SULQFLSDOPHQWH SRU OD VLPLOLWXG HQ ODV ¿UPDV HVSHFWUDOHVGHODFODVHXUEDQR\URFDVTXHJHQHUDQ HUURUHV GH FODVL¿FDFLyQ8Q DQiOLVLV FXLGDGRVR LQGLFD que el último valor presentado (3,96 km ²) debe ser entendido como el incremento de la zona urbana debido al crecimiento de las ciudades. Además, es importante tener en cuenta que la clase XUEDQR QR HV OD ~QLFD TXH UHSUHVHQWD ORV HVSDFLRV urbanos ya que algunas partes de las zonas urbanas SUHVHQWDQ KXHUWRV IDPLOLDUHV HQ WRUQR D ODV FDVDV \ FDOOHV VLQSDYLPHQWDU FRQ ORTXHVHFODVL¿FDFRPR VXHOR GHVQXGR DJULFXOWXUD  FDPSRV YHUGHV R SDVWL]DOHV(V LPSRUWDQWHGHVWDFDUTXHHVWHFDPELR UHÀHMD OD H[SDQVLyQ GH ODV FLXGDGHV \ HVWi WHQLHQGR lugar en zonas donde la agricultura y la agroforestería son practicadas. Estas áreas se encuentran en la parte más baja del área de estudio, en la llanura del valle del río Mantaro, y son muy productivas para la agricultura. Por lo tanto, es importante considerar que la futura expansión de las ciudades debería darse en áreas de menor potencial agrícola. Foto 4.12 Plantaciones de eucalipto en el valle del Mantaro. Crédito F. Medina. Foto 4.13 Vista de la ciudad de Huancayo. El área urbana también ha SUHVHQWDGRFDPELRVVLJQL¿FDWLYRV&UpGLWR$0DUWtQH] Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 121 2WURGHORVFDPELRVYHUL¿FDGRVHQHVWRVDxRVVHUH¿HUHDOD]RQDLGHQWL¿FDGDFRPRDJULFXOWXUDFDPSRVYHUGHV /DUHGXFFLyQYHUL¿FDGDWRWDOGHDJULFXOWXUDFDPSRVYHUGHVIXHGHNPí8QDSURSRUFLyQGHHVWDFODVHVH FRQYLUWLyHQSDVWL]DOHV DODVSDVWL]DOHVGHDOWDGHQVLGDG\HQSDVWL]DOHVGHEDMDGHQVLGDG (V PiVSUREDEOHTXHHVWRVUHVXOWDGRVUHÀHMHQODYDULDELOLGDGHQODVFXELHUWDVGHODWLHUUDUHODFLRQDGDVDOFLFORDJUtFROD FRVHFKDVYHUGHVVXHORGHVQXGRRFRVHFKDVVHQHVFHQWHVLGHQWL¿FDGDVFRPRSDVWL]DOHV &RQHO¿QGHGHWHFWDU este tipo de cambios, más imágenes deben ser evaluadas durante un período de tiempo para la captura de todo un ciclo agrícola. Por último, se detectó una reducción de 1,24 km ² en la clase “nieve” en el área de estudio. Esto sucedió por el derretimiento de la capa de hielo en la cordillera de Huaytapallana, revelando las rocas por debajo de ella, lo que también explica el hecho de que la clase de roca es 64,45% mayor que su área en 1985. Discusión Las actividades dominantes en el área son la agricultura \HOSDVWRUHRGHJDQDGRTXHFRQ¿UPDODGHFODUDFLyQ de Padilla (1995): las comunidades andinas son agrocéntricas. Los pastizales son la cobertura del suelo predominante en el área de estudio. Sin HPEDUJRHVWDFREHUWXUDQRVHLGHQWL¿FDHQODV]RQDV donde el pastoreo es el único uso, sino también en las ]RQDVDJUtFRODV/RDQWHULRUGL¿FXOWyODLGHQWL¿FDFLyQ de las áreas de cultivo y pastoreo. Pastizales de alta densidad es también la clase para la cual se registró la mayor variación. Se presentó una disminución de 52,94 km2 en 25 años. El sobrepastoreo y la erosión del suelo pueden ser considerados como posibles razones para esta reducción. Además de la agricultura y el pastoreo, los árboles también son un componente importante del paisaje. El eucalipto fue HOiUEROGRPLQDQWH\VXLQWURGXFFLyQHQOD]RQDFRLQFLGHFRQODLQWURGXFFLyQGHODHVSHFLHHQHO3HU~D¿QDOHVGHOVLJOR XIX. Así, la zona considerada en este estudio es notable por ser la primera zona donde se establecieron plantaciones de eucalipto en el Perú. Además de las plantaciones, los árboles también se encuentran en asociación con cultivos, principalmente como protección contra el viento que rodea los campos agrícolas en sistemas agroforestales. A pesar de esta importancia histórica de la zona, las plantaciones no son un uso predominante del suelo. Los resultados presentados en este estudio sobre las plantaciones son útiles para una visión general del área de estudio. Sin embargo, para indicaciones directas sobre manejo, un inventario de campo es necesario. 8QDFRUUHFFLyQWRSRJUi¿FDHVDOWDPHQWHUHFRPHQGDGDSDUDHODQiOLVLVGHLPiJHQHVHQODV]RQDVFRQODVFDUDFWHUtVWLFDV del área de estudio. Por lo tanto, una visita más amplia sobre estas áreas debe mejorar la calidad de los mapas y proporcionar una mejor información, sobre todo en relación con los pastizales y bofedales. El uso de imágenes con mayor resolución aumentaría los costos del proyecto, pero produciría mapas más detallados. Si una evaluación de las prácticas agrícolas de la zona es el objetivo de un estudio (por ejemplo, especies de cultivos, el tamaño de los campos o monitoreo de árboles en sistemas agroforestales), la adquisición de este tipo de imágenes con mayor resolución espacial y espectral debe ser considerada. /RVSUREOHPDVUHODFLRQDGRVFRQODFRUUHVSRQGHQFLDGHODFODVHGHFREHUWXUDDORVXVRVGHODWLHUUDYHUL¿FDGRVVREUHOD interpretación de los resultados pueden ser minimizados con la evaluación de las imágenes intermedias en el período de un año. Por ejemplo, la evaluación anual de cambios en un área puede indicar si se cultiva en la zona de que sólo se utiliza para el pastoreo. Además, esto también eliminaría los efectos de la estacionalidad de los pastizales y bofedales. Según Hill (2004), considerando una secuencia de tiempo hidrológico, un estudio puede asignar más de un paisaje, ya que también puede detectar: la regeneración de la semilla o las coronas latentes, la muerte de las plantas inactivas, los efectos de la herbivoría y el movimiento de los animales y los procesos biogeoquímicos, tales como el consumo de microorganismos e invertebrados (reacciones químicas orgánicas e inorgánicas). Sin embargo, podría minimizar la posibilidad de analizar los datos de años con condiciones climáticas inusuales. Foto 4.14 Laderas reforestadas en el valle del Mantaro. Crédito C. Zuleta. Este artículo puede ser citado como: Jakitsch, F. (2012): “Monitoreo de los cambios en los usos y cobertura del suelo utilizando teledetección y SIG en las subcuencas de los ríos Achamayo y Shullcas”, en Eventos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 122 Brandt, J.S.; Townsend, P.A. (2006). Land use–land cover conversion, regeneration and degradation in the high elevation Bolvian Andes, Landsc Ecol 21, pp. 607–623. Chepstow-Lusty, A.; Jonsson, M. (2000). Inca agroforestry: lessons from the past. Ambio: A Journal of the Human Environment, 29 (6): 322-328 'H 6FKXWWHU 2 9DQORTXHUHQ *   7KH QHZ JUHHQ UHYROXWLRQ KRZ WZHQW\¿UVWFHQWXU\ FDQ IHHG WKH ZRUOG En: Solutions – For a sustainable and desirable future. 33-44. Ciudad no disponible. Disponible en: http://www. thesolutionsjournal.com/node/971. Dixon, J.; Gulliver, A. (2001). Farming systems and poverty – Improving farmers’ livelihoods in a changing world. FAO y World Bank. Roma y Washington D.C. Dollfus, O. (1982). Development of land use patterns in the central Andes. Mountain Research and Development 2, 39-48. Dourojeanni, M. J. (2009). Crónica forestal del Perú. Lima, Perú. 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Bibliografía Capítulo 4 Sector Forestal Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 123 ,QIRUHJLyQ   /D WLWXODFLyQ OD ]RQL¿FDFLyQ \ OD LQVWLWXFLRQDOLGDG VRQ UHTXLVLWRV SDUD HO GHVDUUROOR DPD]yQLFR Entrevista a Manuel Pulgar-Vidal de la SPDA. Disponible en: http://www.spda.org.pe/ver-noticias.php?id=655 Jakitsch, F. (2011). Monitoring and analyzing land use/land cover and their changes using Remote Sensing and GIS in the Achamayo and Shullcas region, Peruvian Andes. Tesis para optar por el grado de M. Sc en “Tropical Forestry and Management”. Technische Universität Dresden. Dresden, Alemania. 117 pp. Kintz, D.B.; Young, K.R.; Crews-Meyer, K.A. (2006). Implications of land-use/land cover change in the buffer zone of a national park in the tropical Andes. Environmental Management, 38, 238–252 Kintz, D.B.; Young, K.R.; Crews-Meyer, K.A. (2006). 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Al comparar las pérdidas asociadas con El Niño 1997/98 con el evento 1982/1983, la CAF concluye que en Perú —aunque las cifras absolutas fueron del mismo orden— los daños del evento de 1982/1983 representaron cerca del 7% del PIB, mientras que en 1997/1998 fueron del 5% (CAF, 2000). Esta reducción de los daños correspondió principalmente a los sectores productivos (Bayal, 2009). Después del evento 1982/83, cada vez que las agencias internacionales encargadas del seguimiento del fenómeno El Niño manifestaban la posibilidad de la ocurrencia de un nuevo evento, los precios de los alimentos básicos comenzaban a subir y los préstamos para la agricultura disminuían, principalmente en la costa norte (Mendoza, 2009). Los problemas generados en el sector agrario del Perú, debido a la variabilidad y el cambio climático, están estrechamente relacionados FRQPRGL¿FDFLRQHVHQORVSDWURQHVGHORVYDORUHVPHGLRV\H[WUHPRV de temperatura, precipitación y otras variables meteorológicas, que sumado a la alta vulnerabilidad de los agricultores, falta de políticas \ DFFLRQHV GH SUHYHQFLyQ H LQVX¿FLHQWH DSR\R JXEHUQDPHQWDO FRQ¿JXUDQXQHVFHQDULRGHDOWRULHVJR El valle del Mantaro es una de las principales zonas de cultivo de la sierra, donde se desarrolla principalmente agricultura tradicional (papa, maíz amiláceo, cebada y alfalfa), sobre todo sobre laderas, y es en la sierra donde se concentra las mayores siembras y cosechas de los principales cultivos transitorios. Los agricultores de esta zona rural andina, manejan por lo general los riesgos climáticos en base a conocimientos saberes tradicionales, ya que los esfuerzos del gobierno se concentran mayormente en atender los efectos ex post; es decir, cuando ya ocurrieron. Foto 4.15 Vista del valle del Mantaro desde Chupaca (San Juan de Ninanya). Crédito L. Giráldez Foto 4.16 Agricultura tradicional sobre laderas en el valle del Mantaro. Crédito L. Giráldez. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 127 Situación de la agricultura nacional La agricultura nacional se desarrolla en condiciones complejas de vulnerabilidad y de alto riesgo (MINAG, SEGMA - 2011). En los últimos años el Perú, ha sufrido desastres ocasionados por inundaciones, sequías, heladas, granizadas, terremotos, deslizamientos de tierras, fenómenos “El Niño” y “La Niña”, etc., que han ocasionado daños e impactos en la seguridad alimentaria del sector agricultura. Los eventos climáticos ocurridos en el país, afectan las estructuras económicas y la competitividad del sector, reduciendo las oportunidades para mantener un desarrollo sostenible, a pesar de que actualmente se encuentra en pleno crecimiento (MINAG, SEGMA - 2011). Según cálculos del MINAG (Mendoza, 2009), por los efectos de la variabilidad climática (inundaciones, sequías, heladas, granizo, entre otros) se pierde y/o afecta en promedio cada año, la producción de más de 23 mil hectáreas de cultivos. En la Figura 4.5, se presenta el total de VXSHU¿FLH DJUtFROD SpUGLGD y afectada en el territorio nacional debido a eventos adversos ocurridos durante el periodo 1996/97 al 2009/10. Las campañas agrícolas más afectadas fueron 1997/98, 2003/04 y 2006/07; con 201.098, 181.445 y 199.200 hectáreas afectadas, respectivamente. Sub sector agricultura en la región Junín Uno de los principales sectores económicos de la región Junín es agricultura, el que en 2010 participó con el 5,9 % en la actividad económica regional (BCR, 2010). /DDJULFXOWXUDHQ-XQtQVHGHVDUUROODHQGRV]RQDVELHQGH¿QLGDVSRUXQODGROD]RQDVLHUUDGRQGHODSURGXFFLyQVH destina al mercado central del país y para autoconsumo (Foto 4.17), destacando la producción de papa, maíz (choclo y amiláceo), zanahoria, arveja, habas, cebolla serrana y olluco, donde la región es la tercera principal productora nacional de papa, atendiendo de manera especial los requerimientos de consumo nacional (MINAG – Junín, 2011). Por otro lado, está la zona de ceja de selva y selva (Foto 4.18), con producción destinada al consumo de la región centro y para la industria, predominando la naranja, piña, tangelo, plátano, yuca y mandarina tangerina para consumo humano; así como café, maíz amarillo duro y cacao para la industria, siendo el café el principal producto de exportación agrícola tradicional. )LJXUD6HULHKLVWyULFDGHVXSHU¿FLH DJUtFROD DIHFWDGD\SHUGLGDD FDXVDGHHYHQWRVDGYHUVRVD nivel nacional (Campaña agrícola 1996/97—2009/10). Elaboración L. Giráldez. Fuente de datos MINAG- SEGMA, 2011. De izquierda a derecha: Foto 4.17 Agricultura en zona sierra, cosecha de papa en Chupaca. Crédito L. Giráldez. Foto 4.18 Agricultura en zona de selva, La Merced. Crédito M. Remax. 201098 ha 181445 ha 199200 ha 0 50000 100000 150000 200000 250000 He ct ar ea s Campaña agrícola Serie historica de superficie agrícola afectada y perdida a causa de eventos adversos a nivel nacional (Campaña agrícola 1996/97 - 2009/10) Perdidas Afectadas Total Instituto Geofísico del Perú 128 El manejo hídrico en la zona está compuesto por tierras bajo sistema de riego (normalmente por inundación) y secano, por lo que existe una fuerte dependencia de los agricultores a las lluvias, quienes deben esperar la lluvia para poder sembrar, y entre el 70 - 75% de la agricultura se hace bajo el sistema de secano en la sierra de la región (Tabla 4.5). Esta situación se suma a la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos, así como al predominio del minifundio como sistema de tenencia de tierra; siendo éstos los principales factores limitantes para el desarrollo de una agricultura competitiva (MINAG – Junín, 2011). Impacto de los Eventos Meteorológicos Extremos (EME) en el agro de la región Junín El dinamismo de la actividad productiva en el campo está sujeto al comportamiento agroclimático de cada campaña DJUtFROD\DODLGLRVLQFUDVLDGHODJULFXOWRUTXHSODQL¿FDVXFXOWLYRGHDFXHUGRDODRIHUWD\GHPDQGDGHODFDPSDxD anterior. A estos factores, sobre todo en el caso de selva, se suman la presencia de plagas y enfermedades (MINAG – Junín). La agricultura intensiva en la región de Junín es afectada por eventos adversos recurrentes, que son la principal causa GH ODSpUGLGDGHVXSHU¿FLHDJUtFROD&RPRVHPXHVWUDHQ OD)LJXUDGXUDQWH ODVFDPSDxDVDJUtFRODV 2010/11 se registraron eventos meteorológicos extremos como heladas, veranillos y lluvias intensas. Estas últimas contribuyen indirectamente a la ocurrencia de inundaciones, desbordes, deslizamientos, enfermedades fungosas como la rancha, etc., los cuales perjudican grandes extensiones agrícolas, y en las últimas campañas agrícolas las pérdidas GHVXSHU¿FLHDJUtFRODVSRUHVWHWLSRGHHYHQWRVHKDQYHQLGRLQFUHPHQWDQGR En la Figura 4.7 puede apreciarse que las campañas agrícolas más afectadas por eventos extremos fueron 1997/98 (principalmente lluvias intensas), 2003/04 (principalmente veranillos) y 2006/07 (principalmente heladas), y se afectaron alrededor de 10.859, 14.402 y 12.235 hectáreas respectivamente. La mayor pérdida económica se tuvo durante la campaña agrícola 2006/07, perdiéndose alrededor de 26,85 millones a causa de heladas en el valle del Mantaro, incendio y lluvias intensas en la selva central. A ésta campaña la siguen la del año 2009/10 con 16,8 millones de nuevos soles, y la del año 2010/2011 con 10,23 millones de nuevos soles. Algunos otros eventos recurrentes que provocaron daños en el sector fueron granizadas, vientos huracanados e incendios, que también afectan los cultivos, aunque de una forma más localizada. Región Natural Bajo riego (%) Secano (%) Sierra 25,1 74,9 Selva 0,5 99,5 7RWDOVXSHU¿FLHDJUtFROD 11,6 88,4 Tabla 4.5 Junín, porcentaje de tierra agrícola bajo riego según región natural. Elaboración L. Giráldez. Fuente INEI-III Censo Nacional Agropecuario 1994. 10859 14402 12235 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 16000 He ct ar ea s Campaña agrícola Serie historica de superficie agrícola afectada y perdida de los principales cultivos transitorios a causa de eventos adversos en el departamento de Junín Sup. Perdida Sup. Afectada Total Sequía, helada, granizada Desborde, rancha, deslizamiento, granizada Granizada, helada, veranillo Helada, granizada, veranillo Vientos huracanados, granizada, veranillo, helada y sequía Incendio, helada, veranillo, lluvias intensas, desbordes, inundaciones Helada, granizo, incendio, sequía, inundación Inundación Rancha Inundación Inundación, vientos, plagas y enfermedades Lluvias, inundaciones, rancha, granizadas, vientos huracanados Incendio, granizada, desborde, lluvias, deslizamientos Deslizamiento, desbordes, veranillos, helada, granizada Lluvias, inundaciones, desbordes, deslizamiento, enfermedades , granizadas )LJXUD6HULHKLVWyULFDGHVXSHU¿FLHDJUtFRODDIHFWDGD\SHUGLGDGHORVSULQFLSDOHVFXOWLYRVWUDQVLWRULRVDFDXVDGHHYHQWRVDGYHUVRVHQ el departamento de Junín (1995/96-2010/11 Campaña incompleta agosto 2010—mayo 2011). Elaboración por L. Giráldez. Fuente MINAG- SEGMA, DRAJ, OIA. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 129 3.55 26.85 1.82 0.76 16.08 10.23 0 5 10 15 20 25 30 M ill on es d e so le s Campaña agrícola Valorización de las pérdidas económicas a causa de eventos adversos en el departamento de Junín Pérdidas económicas Lluvias intensas, deborde, inundación, granizadas, incendio Veranillo, granizada, deslizamiento, inundación, vientos huracanados Lluvias intensas, desborde, inundaciones, deslizamiento, enfermedades, granizadas Lluvias intensas, deborde, veranillo, helada, granizadas Helada, lluvias intensas, incendio Incendio, lluvias intensas, inundaciones, desborde, helada y granizada Figura 4.7 Valorización de las pérdidas económicas a causa de eventos adversos en el departamento de Junín (2005/06—2010/11) Elaboración L. Giráldez. Fuente: DRAJ, OIA. Agricultura en el valle del Mantaro 'HODVWUHVSURYLQFLDVHVWXGLDGDV+XDQFD\RHVODTXHFXHQWDFRQPD\RUiUHDDJUtFRODHQFRPSDUDFLyQDODVXSHU¿FLH DJUtFRODGH&RQFHSFLyQ\&KXSDFD '5$-2,$ /DVXSHU¿FLHVHPEUDGDYDUtDDxRWUDVDxRGHELGRDTXHHODJULFXOWRU considera factores como la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos, y la aparición de plagas y enfermedades que en gran medida son también dependientes del clima. Por ejemplo, cuando hay lluvias muy intensas se presenta la rancha en papa (Rhizoctonia solani), que es una enfermedad fungosa; y si hay sequía se presentan plagas como el epitrix (Epitrix sp), esto es decisivo para que un agricultor decida disminuir sus áreas de siembra o en muchos casos dejar de sembrar. Así, una de las causas para la decisión de que sembrar campaña tras campaña en la zona de estudio —Chupaca, Concepción y Huancayo— se rige directamente por los eventos adversos que se presentan en la campaña agrícola anterior; es decir, cuando hay ocurrencia de algún evento adverso fuerte en una campaña agrícola, en la siguiente FDPSDxD²SRUUHJODJHQHUDO²ODVXSHU¿FLHVHPEUDGDGLVPLQXLUi3RUHMHPSORDQWHODRFXUUHQFLDGHKHODGD\JUDQL]DGD HQODFDPSDxDDJUtFROD ODVXSHU¿FLHVHPEUDGDGHODFDPSDxDVLJXLHQWHEDMyFRQVLGHUDEOHPHQWH En forma similar ocurrió durante las campañas de 1999/00, 2003/04, 2004/05, 2005/06, 2007/08, 2008/09 y 2009/10; observándose que las áreas sembradas tienden a ser cada vez menores. En la provincia de Huancayo, en la campaña 1996/97 había 36.480 hectáreas, y disminuyó para la campaña de 2009/10 a 26.860 hectáreas. En forma general, los cultivos más representativos del valle son la papa, el maíz y la zanahoria. La producción de estos cultivos varía en cada provincia, hay mayor producción de papa en la provincia de Concepción, y la producción de maíz es mayor en la provincia de Huancayo mientras que, la producción del cultivo de zanahoria es mayor en la provincia de Chupaca (Fuente DRAJ, OIA). Impacto de los EME en la agricultura del valle del Mantaro Los impactos de los eventos meteorológicos extremos afectan especialmente aquellos campesinos que practican la agricultura de autoconsumo, quienes generalmente ubican sus cultivos en las laderas más altas del valle. Las heladas, granizada, veranillo, vientos huracanados y lluvias LQWHQVDV IXHURQ ODVSULQFLSDOHVFDXVDVGH ODVSpUGLGDVGHVXSHU¿FLH agrícola, registrada durante las últimas campañas agrícolas (2005/06 – 2010/11). De todos estos fenómenos, las heladas fueron los eventos TXH SURYRFDURQ PD\RUHV SpUGLGDV GH VXSHU¿FLH DJUtFROD FRQ FDVL 6.000 hectáreas afectadas, y ocasionando más de 10 millones de soles en pérdidas en las provincias de Chupaca, Huancayo y Concepción en conjunto (DRAJ, OIA 2011). Foto 4.19 Agricultura de autoconsumo en la zona alta del valle del Mantaro. Crédito L. Giráldez. Instituto Geofísico del Perú 130 Este artículo puede ser citado como: Giráldez, L.; Silva. Y. y G. Trasmonte (2012): “Antecedentes generales del sector agricultura y los impactos de los eventos meteorológicos extremos” en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Por ejemplo, para el caso de la fuerte helada del 17 de febrero de 2007, los impactos en el valle representan un 46% del total departamental. Haciendo un balance respecto a la producción perdida y afectada durante las últimas campañas agrícolas, la provincia que registra mayores pérdidas (campañas 2005/06 – 2010/11) fue Concepción, con 26.541 toneladas de producción de varios cultivos perdidos, lo que representa aproximadamente 10,5 millones de nuevos soles perdidos, mientras que Chupaca perdió 0,62 millones de soles y Huancayo 3,27 millones de soles. En la Tabla 4.6 se puede ver la valorización económica de las pérdidas de las últimas seis campañas agrícolas en el valle. La campaña agrícola con mayor pérdida fue la del 2006/07, con alrededor de 10,77 millones de nuevos soles. Por otro lado, el cultivo más afectado por los impactos de los eventos meteorológicos extremos fue el maíz, tal como muestran las cifras estimadas por el MINAG – Junín, que documentan que durante las campañas agrícolas 2005/06 – 2010/11, se vieron afectadas cerca de 3.800 hectáreas de maíz, lo que representó pérdidas económicas por 6,46 millones de nuevos soles; mientras que se vieron afectadas cerca de 2.250 hectáreas de papa, representando 8,05 millones de nuevos soles; mientras que solo se vieron afectados aproximadamente 50 hectáreas de zanahoria, lo que representó 0,10 millones de nuevos soles. Campaña agrícola Millones de Nuevos Soles en pérdidas CausasDepartamento de Junín Valle del Mantaro (Concepción, Chupaca y Huancayo) Soles perdidos en el Valle (%), respecto al departamental 2005/06 3.55 0.08 2.3 Granizadas 2006/07 26.85 10.77 40.1 Heladas 2007/08 1.82 0.02 1.1 Veranillo, granizada 2008/09 0.76 0.19 25.3 Exceso de lluvias, granizada 2009/10 16.08 2.45 15.3 Exceso de lluvias, rancha, inundación, desborde, granizada 2010/11 10.23 2.11 20.6 Exceso de lluvias, inundación, desborde, enfermedades, granizada Tabla 4.6 Valorización económica de las pérdidas de las campañas agrícolas en el valle del Mantaro. Elaboración L. Giráldez. Fuente: DRAJ, OIA. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 131 Impactos de las heladas en la agricultura del valle del Mantaro Lucy Giráldez y Grace Trasmonte Introducción Las heladas afectan de manera recurrente a las poblaciones de la sierra del Perú —como es el caso del valle del Mantaro— y sus efectos son sentidos principalmente por aquellos campesinos que presentan altos índices de pobreza y que por lo general subsisten de la agricultura para el autoconsumo, y representan una preocupación pues ocasionan pérdidas de VXSHU¿FLHDJUtFRODVHPEUDGD Para que se produzca una helada, se deben dar determinadas condiciones ambientales locales, como la ausencia o debilitación de los vientos, cielo despejado, sequedad atmosférica e inversión de la temperatura del aire cerca al suelo. Cuando OD WHPSHUDWXUD GHO DLUH EDMD VLJQL¿FDWLYDPHQWH SRU OD QRFKH tendiendo a los cero grados centígrados, se dice que va caer una helada, indicando que las bajas temperaturas podrían quemar o dañar los cultivos. El daño que las heladas produce a los cultivos depende de varios factores, tanto de amenaza como de vulnerabilidad, DVtFRPRODLQWHQVLGDGGHODVEDMDVWHPSHUDWXUDV TXHQRQHFHVDULDPHQWHWLHQHTXHVHUƒ& 7DPELpQLQÀX\HQRWURV factores, como el tiempo de duración de las bajas temperaturas, y la etapa fenológica en la cual se encuentra el cultivo. Estudios realizados sobre las heladas en la agricultura del valle del Mantaro Según Jacobsen y Sherwoog (2002), los daños que ocasionan las bajas temperaturas en las plantas debido a heladas, varía de acuerdo a la susceptibilidad que presentan las especies vegetales en los diferentes ciclos vegetativos. En experimentos agrícolas —realizados en condiciones de secano durante los años 2007 y 2008 en el valle del Mantaro (Silva et. al, 2010)— se obtuvo un bajo rendimiento del maíz en la variedad Blanco Urubamba, asociado principalmente DOGp¿FLWKtGULFRDOWDVWHPSHUDWXUDVHQHOGtD\QRFKHVIUtDVSUHVHQWDGDVGXUDQWHODHWDSDGHHVSLJD/DWHPSHUDWXUD junto con las precipitaciones y el fotoperiodo explicaron el 78,4% de lo que ocurre con el peso de la papa, siendo las temperaturas el principal factor (Giráldez, 2009). También en el estudio de Trasmonte (2009), se analizó una serie de heladas agronómicas ocurridas entre setiembre y DEULOYHUL¿FiQGRVHTXHKDQRFDVLRQDGRGDxRSDUFLDO\RWRWDODORVFXOWLYRVPiVLPSRUWDQWHVGHODUHJLyQUHÀHMiQGRVH en la disminución de la producción y rendimiento agrícola e importantes pérdidas económicas a los agricultores, en SDUWHRWRGRHOYDOOHVLHQGRODpSRFDGHPD\RULPSDFWRDORVFXOWLYRVORVSHULRGRVGHÀRUDFLyQ\RLQLFLRGHOOHQDGRGH granos ó tuberización, los cuales se dan entre enero y marzo. Para este estudio se recopiló información de reportes periodísticos, tesis y los formatos “F5” que utilizan las Agencias Agrarias de la zona para levantar información de los impactos de los evento climáticos adversos. Con ellos se LGHQWL¿FDURQODVIHFKDVHQODVTXHRFXUULHURQKHODGDVHQODFDPSDxDDJUtFRODJUDQGH 6HWLHPEUH±$EULO \TXHWXYLHURQ Foto 4.20 Cultivo de maíz afectado por la helada del 09 de diciembre de 2011. Crédito L. Giráldez Instituto Geofísico del Perú 132 impacto en la agricultura del valle (Tabla 4.7). Esas fechas fueron comparadas con datos de temperatura mínima de la estación de Huayao; observándose que son necesarias temperaturas mínimas por debajo de los 0°C para causar daños a los cultivos. Impacto de las heladas en los principales cultivos del valle La susceptibilidad de los cultivos agrícolas a las bajas temperaturas varía mucho de acuerdo a la especie, variedad y el estadio de desarrollo fenológico (Pereyra et. al. 2002). Los daños por bajas temperaturas pueden producirse en todas las plantas, pero los mecanismos y la tipología del daño varían considerablemente. Las plantas se agrupan en cuatro categorías de sensibilidad a la congelación: (1) frágiles; (2) ligeramente resistentes; (3) moderadamente resistentes; y (4) muy resistentes (Levitt, 1980). Las especies o las variedades de cultivos exhiben distintos daños debido a heladas considerando una misma temperatura y un mismo estadio fenológico, dependiendo además de las condiciones meteorológicas previas. Las heladas pueden dañar diversos órganos de los cultivos; tales como, la raíz, los tubérculos y hojas, siendo el área foliar la más expuesta. Dependiendo del estado fenológico de los cultivos, los principales daños son los siguientes: ‡ Muerte de las plántulas recién emergidas. ‡ Quemadura de follaje, que es la sintomatología más visible y puede ir desde un daño parcial en las hojas más expuesta hasta la muerte total del cultivo. ‡ Muerte total o parcial de los frutos en formación. ‡ Alteración de la calidad del producto cosechado. Por ejemplo, en el maíz los daños usuales son deshidratación, posterior a esto ennegrecimiento y secado de las hojas dañadas. Para el caso de la papa es la aparición de manchas grisáceas o gris azuláceas debajo de la piel, y los tubérculos descongelados se vuelven blandos. Finalmente, para el caso de la zanahoria, hay apariencia de hinchazón, grietas dentadas a modo longitudinal; y tras la descongelación oscurecimiento. Los daños severos desencadenan en pérdida por muerte de los cultivos Campaña agrícola Fecha °C Fuente 1965/66 11/03/1966 -1 Diario correo 1965/66 12/03/1966 -1,2 Diario correo 1971/72 25/02/1971 7,4 Wissar (1972) 1971/72 11/02/1972 -0,9 Diario correo 1980/81 20/12/1980 0,2 Rosas (1991) Villegas (1991) 1984/85 07/11/1984 -1,7 Diario correo 1986/87 28/11/1986 -0,6 Diario correo 1991/92 10/12/1991 -0,7 Chipana (1995) 1991/92 11/12/1991 -0,4 Chipana (1995) 1991/92 20/04/1992 -1,2 Chipana (1995) 1991/92 21/04/1992 -1,9 Chipana (1995) 1998/99 02/12/1998 -0,5 DRAJ. OIA. F5 2004/05 17/01/2005 0,9 MINAG (2005) 2005/06 23/11/2005 0,1 DRAJ. OIA. F5 2006/07 15/10/2006 -0,2 DRAJ. OIA. F5 2006/07 17/02/2007 -0,4 DRAJ. OIA. F5 2007/08 01/10/2007 -0,6 DRAJ. OIA. F5 Tabla 4.7 Fechas reportadas con ocurrencia de heladas en el valle del Mantaro. Fuentes: DRAJ, OIA, Diario Correo, Trasmonte (2009). De izquierda a derecha: Foto 4.21 Daño por helada en el cultivo de maíz. Crédito Juan Osorio. Foto 4.22 Daño por helada en el cultivo de papa. Crédito ANDINA (Agencia Peruana de Noticias). Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 133 Según la DRA-Junín, las heladas ocurridas en el valle en la campaña 2006/07 provocaron pérdidas de 10,77 millones de nuevos soles (Figura 4.8). Analizando la producción por cultivos, mientras que por cultivos, considerando el cultivo de papa y del maíz, las heladas ocurridas durante las campañas agrícolas del 2005/06 - 2010/11 afectaron alrededor de 1.574 hectáreas de papa y 2.243 hectáreas de maíz; siendo este último más susceptible a este tipo de eventos. Estudio de caso: V u l n e r a b i l i d a d agrícola a las heladas en la provincia de Chupaca Para este estudio de caso se delimitó la provincia de Chupaca, localizada en la subcuenca del río Cunas y que cuenta con 9 distritos dedicados a la agricultura (Ahuac, Huachac, Chupaca, San Juan de Iscos, Yanacancha, Tres de Diciembre, Huamancaca Chico, Chongos Bajo y San Juan de Jarpa). El análisis se realizó en 3 cultivos representativos de esta zona (papa, maíz choclo y zanahoria), y los meses de estudio considerados fueron los más críticos para los cultivos ante la ocurrencia de heladas en la campaña agrícola: diciembre, enero y febrero. Para determinar el nivel de vulnerabilidad de la agricultura en la provincia de Chupaca, se analizaron 18 factores de vulnerabilidad, presentados en la Tabla 4.8 y agrupados por tipo de vulnerabilidad, tales como: vulnerabilidad física, tecnológica, social, socioeconómica, educativa y cultural. Los datos tanto de las estadísticas agrícolas y socioeconómicas evaluados, se obtuvieron a una resolución distrital. Debido a la falta de información estadística no se pudieron considerar otros factores que podrían ser importantes como la participación de las instituciones de apoyo ex-ante y ex-post al evento. Las categorías del nivel de vulnerabilidades utilizadas fueron: Muy alto, alto, medio y bajo, según la metodología de estimación de la vulnerabilidad que recomienda el INDECI (2006). Cada factor fue valorado con una puntuación dependiendo si una zona evaluada en ese factor es más vulnerable (4) o menos vulnerable (1) ante la posible ocurrencia de una helada. Finalmente, estos puntajes de valorización se relacionan con rangos de probabilidades (0 – 100%). Figura 4.8 Valorización de las pérdidas a causa de los eventos extremos en el valle del Mantaro (provincias de Concepción, Chupaca y Huancayo). (*) Campaña agrícola 2010/11 incompleta (agosto 2010 – mayo 2011). Fuente: DRAJ, OIA. Tipo de vulnerabilidad N° Factores de vulnerabilidad ante heladas Vulnerabilidad física 1 Etapa fenológica en que se encuentra el cultivo 2 6XSHU¿FLHYHUGHH[SXHVWDGHOFXOWLYRHQOD]RQD GLVWULWR 3 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHVHPEUDGDFRQHOFXOWLYR 4 Susceptibilidad entre cultivos a temperaturas mínimas. 5 Susceptibilidad de las variedades a heladas 6 Zona agroecológica (altitud) 7 3HQGLHQWH 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJUtFRODHQODGHUDV 8 Tipo de suelo (por textura y contenido de Matera orgánica) 9 Ubicación de zonas heladizas Vulnerabilidad tecnológica 10 Nivel tecnológico de manejo agronómico de la zona (distrito) 11 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHFRQULHJRHQOD]RQD Vulnerabilidad social 12 Dependencia de la población por la agricultura 13 Nivel de organización de agricultores (según comités de regantes) 14 Población rural Vulnerabilidad socioeconómica 15 Nivel Socioeconómico 16 Acceso al crédito agrícola (Gestionó y Obtuvo) Vulnerabilidad educativa 17 Nivel educativo (superior) Vulnerabilidad cultural 18 Conocimiento local (según la dinámica de producción de la zona) Tabla 4.8 Factores de vulnerabilidad ante heladas evaluadas para la provincia de Chupaca. Instituto Geofísico del Perú 134 &RPRHMHPSORVHH[SOLFDDFRQWLQXDFLyQODYDORUDFLyQSDUDHOFDVRGHOIDFWRU³3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJUtFRODEDMR riego”: El riego es uno de los factores más importantes para la calidad y cantidad de producción, y es relevante para atenuar el impacto que podría traer una helada, ya que un área agrícola regada será menos perjudicada en comparación a un terreno en secano. Asimismo, el riego es importante en la capacidad de recuperación de los cultivos afectados por heladas. MATRIZ DE VULNERABILIDAD DISTRITAL DEL CULTIVO DE PAPA (Dic - Feb) A H U A C T R E S D E D IC IE M B R E C H O N G O S B A JO C H U P A C A H U A C H A C H U A M A N C A C A C H IC O JA R P A S . J . I S C O S Y A N A C A N C H A TIPO DE VULNERABILIDAD PONDERACION FACTORES Rango / Fase V B A JA V M E D IA V A LT A V M U Y A LT A Puntaje 1 2 3 4 V U LN E R A B IL ID A D vu ln er ab ili da d Te cn ol óg ic a 4 Porcentaje de VXSHU¿FLH agrícola con riego en la zona Menos del 25% de la VXSHU¿FLHDJUtFRODGHO distrito tiene riego 4 4 4 Entre el 25% y el 50% GHODVXSHU¿FLHGHO distrito tiene riego 3 3 3 Entre el 50% y el 75% GHODVXSHU¿FLHGHO distrito tiene riego 2 2 2 2 2 Más del 75% de la VXSHU¿FLHGHOGLVWULWR tiene riego 1 1 3 2 2 1 2 2 4 3 4 Distrito Vulnerabilidad de los Cultivos Papa Maíz Zanahoria Pje. % &DOL¿FDFLyQ Pje. % &DOL¿FDFLyQ Pje. % &DOL¿FDFLyQ Ahuac 2.9 76.4 Muy alta 3.1 78.2 Muy alta 2.07 51.8 Alto Tres de Diciembre 3.0 76.0 Muy alta 3.2 79.1 Muy alta 2.1 51.8 Alto Chongos Bajo 3.1 76.9 Muy alta 3.1 78.2 Muy alta 2.1 53.1 Alto Chupaca 2.4 63.5 Alta 2.7 68.6 Alto 1.7 42.0 Medio Huachac 2.4 65.9 Alta 3.0 75.0 Alto 1.9 46.9 Medio Huamancaca Chico 3.0 76.4 Muy alta 3.1 77.3 Muy alta 2.1 52.7 Alto Jarpa 3.5 88.0 Muy alta 2.9 71.9 Alto S. J. Iscos 3.2 79.8 Muy alta 3.4 84.1 Muy alta 2.4 58.9 Alto Yanacancha 3.8 94.2 Muy alta Tabla 4.10 Vulnerabilidad ante heladas por cultivos y distritos. 7DEOD9DORUDFLyQGHOIDFWRUGHYXOQHUDELOLGDGGH³3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJULFRODEDMRULHJR³SDUDQXHYHGLVWULWRVGHODSURYLQFLDGH Chupaca /DVXSHU¿FLHDJUtFRODGHODSURYLQFLDGH&KXSDFDHQVHFDQRFRQVWDGHKDV  VLHQGRHVWRVWHUUHQRVPiV YXOQHUDEOHVDQWHODRFXUUHQFLDGHXQDKHODGDHQFRPSDUDFLyQDODViUHDVEDMRULHJR6HJ~QHOSRUFHQWDMHGHVXSHU¿FLH agrícola presentada en cada distrito, se valoró cada distrito, tal como se muestra en la Tabla 4.9. El resto de factores se trabajaron en forma similar, para elaborar mapas de vulnerabilidad ante heladas por cada uno de los cultivos en estudio. Adicionalmente, se realizó un taller de validación, donde agricultores de la zona ayudaron D DMXVWDU OD SRQGHUDFLyQ GH ORV IDFWRUHV HYDOXDGRV DGHPiV GH LGHQWL¿FDU DOJXQDV FDUDFWHUtVWLFDV SDUWLFXODUHV GH YXOQHUDELOLGDGWDOHVFRPR]RQDVHVSHFt¿FDVHVSHFLDOPHQWHKHODGL]DV Resultados Los resultados del porcentaje de vulnerabilidad de los cultivos por distritos en la provincia de Chupaca se muestran en la Tabla 4.10, los mismos que han sido plasmados en los mapas 4.2 (Vulnerabilidad del cultivo de papa ante heladas), 4.3 (Vulnerabilidad del cultivo de maíz ante heladas), y 4.4 (Vulnerabilidad del cultivo de zanahoria ante heladas). Para todos los casos el color verde es nivel de vulnerabilidad bajo, amarillo indica nivel de vulnerabilidad medio, naranja nivel de vulnerabilidad alto, y rojo nivel de vulnerabilidad muy alto. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 135 Instituto Geofísico del Perú 136 Conclusiones Para el caso del cultivo papa, todos los distritos analizados presentan vulnerabilidad alta a muy alta a las heladas, debido principalmente a factores como: etapa fenológica del cultivo (el efecto de daño producido por las heladas es PD\RUHQODÀRUDFLyQ\WXEHUL]DFLyQMXVWDPHQWHGXUDQWHODPD\RURFXUUHQFLDGHKHODGDV VXSHU¿FLHH[SXHVWDGHOFXOWLYR HQWUHGLFLHPEUH\IHEUHURPiVGHOGHODVXSHU¿FLHVHPEUDGDD~QSHUPDQHFHHQHOFDPSR QLYHOWHFQROyJLFRGH manejo agronómico (la mayor parte de los distritos presenta nivel tecnológico de medio a bajo), escaso porcentaje de VXSHU¿FLHDJUtFRODEDMRULHJRODV]RQDVDJURHFROyJLFDV ORVGLVWULWRVTXHVHXELFDQHQ]RQDVPHGLDDDOWDVVRQPiV vulnerables a las heladas), nivel socioeconómico (la mayoría de los distritos son de nivel pobre y pobre extremo según cifras del INEI), etc. En forma similar al caso de papa, el caso del cultivo de maíz también presenta vulnerabilidad muy alta y alta, con la diferencia que para el maíz los porcentajes de vulnerabilidad en los distritos son mayores, considerando que el factor de tolerancia del maíz es menor ante las temperaturas mínimas. A esto se suma que las variedades comúnmente sembradas esta zona: San Jerónimo y Blanco Urubamba, son muy susceptibles a las heladas. Mientras que para el cultivo de zanahoria, se presentan vulnerabilidades alta y media. De manera general, se puede observar que la vulnerabilidad es mayor para el caso del cultivo del maíz, en comparación a los cultivos de papa y zanahoria. De ello, el cultivo de zanahoria es el menos vulnerable, debido a que las variedades utilizadas en la zona de estudio tienen cierto grado de tolerancia a las heladas. Este artículo puede ser citado como: Giráldez y G. Trasmonte (2012): “Impactos de las heladas en la agricultura del valle del Mantaro” en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 137 Impactos de los veranillos en la agricultura del valle del Mantaro Lucy Giráldez, Yamina Silva y Grace Trasmonte Introducción Los veranillos en el valle del Mantaro —a diferencia de otros eventos como heladas o inundaciones— siguen teniendo un riesgo menos visible, es difícil delimitar las pérdidas que causan, pero sin duda su impacto reside mayormente en la población rural, cuya principal actividad es la agricultura de subsistencia, que depende de las aguas de las lluvias y carecen de tecnologías que les ayuden a conservar agua para poder producir. En el departamento de Junín, entre el 70 y 75% de la agricultura se desarrolla bajo el sistema de secano, es decir, dependiente de las lluvias según el INEI (1994). En el valle, solo algunos productores medianos cuentan con riego por gravedad y la tecnología que utilizan es por inundación, siendo éste una RSFLyQVXSOHPHQWDULD\SRFRH¿FLHQWHDGLIHUHQFLDGHRWUDVTXH generalmente son caras y requieren mayores conocimientos. Si los veranillos se presentasen en los periodos más críticos para el desarrollo de los cultivos; es decir, en los que se requiere mayor cantidad de agua, habrá estancamiento en su FUHFLPLHQWRPDUFKLWH]GHOiUHDIROLDUGHORVFXOWLYRV )RWR \IDOWDGHIUXFWL¿FDFLyQRWXEHUL]DFLyQHQHOFDVRGH SDSDORVFXDOHV¿QDOPHQWHRFDVLRQDQGLVPLQXFLyQGHORVUHQGLPLHQWRV\SURGXFFLyQGHORVFXOWLYRV\SRUHQGHGHMDQ pérdidas económicas. El incremento de plagas, es un impacto directo de los veranillos, los cuales dañan a los cultivos, incrementan los costos de producción de los agricultores, debido a que requerirán algunos plaguicidas para combatirlas. Campañas agrícolas afectadas por veranillos en el valle del Mantaro /DVFDPSDxDVDJUtFRODVGRQGHVHLGHQWL¿FDURQODSUHVHQFLDGHYHUDQLOORVIXHURQODVFDPSDxDVGHO y 2007/08 (Figura 4.9), en las dos últimas los veranillos afectaron las áreas de cultivos, pero no se registraron áreas perdidas a causa de este evento según el formato de evaluación de daños que realizan las agencias agrarias de Junín. Es difícil delimitar el daño causado solamente por este evento, ya que en estas campañas agrícolas también se presentaron heladas y granizadas y muchas veces los veranillos vienen acompañados de heladas. Los veranillos muchas veces no producen muerte de los cultivos, pero si marchitez en alguna etapa vegetativa; lo cual, DIHFWDHOUHQGLPLHQWR¿QDOGHORVFXOWLYRV En el estudio realizado por Trivelli y Boucher (2005) sobre la “sequía” de la campaña agrícola 2003/04; se indica que el departamento de Junín fue el segundo con mayores pérdidas (3.627 hectáreas perdidas entre los meses de agosto y diciembre del 2003). Durante esta campaña, las precipitaciones en el departamento de Junín estuvieron por debajo de sus promedios normales, retrasando la instalación de cultivos, y poniendo en peligro la campaña de ese año, debido a que en enero del 2004 hubo un retiro de las precipitaciones sumamente peligroso para el período vegetativo de los cultivos instalados, además de este evento, se presentaron heladas, siendo éstas consecuencias de los veranillos. Foto 4.23 Cultivo de papa en el valle con síntomas de marchitez foliar causado por veranillo, campaña agrícola 2007/08. Crédito L. Giráldez Instituto Geofísico del Perú 138 (*) Campaña agrícola 2010/11 incompleta (agosto 2010 – mayo 2011. )LJXUD   6XSHU¿FLH DJUtFROD DIHFWDGD R SHUGLGD D FDXVD GH ORV HYHQWRV H[WUHPRV HQ HO YDOOH GHO 0DQWDUR SURYLQFLDV GH Concepción, Chupaca y Huancayo, se destacan los veranillos. Haciendo una comparación con otros eventos presentados en el valle, durante las últimas campañas agrícolas (2005/06 – 2010/11), el veranillo ocupa el cuarto lugar como causa de reducción de la productividad, afectando 7,8 toneladas de producción de los cultivos, causando en total 12.825,6 nuevos soles en pérdidas por este evento. En comparación a campañas anteriores, en las últimas campañas agrícolas las siembras de papa se retrasaron hasta el mes de noviembre (cuando usualmente ocurrían en octubre). En el maíz, cuya campaña usualmente comienza en el mes de setiembre, se retrasó la siembra hasta el mes de diciembre (MINAG – Junín, 2004). El resultado fue una disminución de 30% en la producción total de papa, y una caída de rendimientos en el maíz producto de la reducción de su período vegetativo. Durante las campañas agrícolas 1999/00 al 2010/11, en la provincia de Chupaca, las mayores áreas de cultivo están cubiertas por papa, cuya siembra se realiza mayormente en el mes de noviembre, como se puede ver en la Figura 4.10. Distribución del impacto por provincia Realizando un balance con la información de la OIA- Junín, se encontró que Huancayo fue la provincia más afectada por veranillos, estimándose las pérdidas en S/. 9.422,4, seguido por Chupaca con S/. 3.403,2 mientras que en la provincia de Concepción no se delimitaron las pérdidas causadas por este evento. Los reportes indican, que el cultivo de maíz, haba y arveja fueron los más afectados por veranillos. No se registraron áreas perdidas, por lo que las pérdidas económicas estimadas se produjeron por la afectación de los cultivos. Desde el momento de la siembra hasta la madurez, el cultivo de maíz requiere de 500 a 800 mm de lluvias, dependiendo de la variedad. Cuando las condiciones de evaporación corresponden de 5 a 6 mm/día, el agotamiento del agua del suelo es hasta un 55% del agua disponible, el cual tiene un efecto sobre el rendimiento. Durante el periodo de maduración puede llegarse a un agotamiento de hasta el 80% o más (Doorenbos y Kassam, 1979). Así, un veranillo ocasiona importante efectos negativos en un cultivo dado, especialmente en las etapas fenológicas más críticas. La etapa más susceptible en un FXOWLYRHVODÀRUDFLyQSXHVSXHGHRFXUULUTXHORVJUDQRV no llenen, perjudicando la producción. )LJXUD6XSHU¿FLHVHPEUDGD\FRVHFKDGDGHSDSDSURPHGLR para la provincia de Chupaca, durante las campañas agrícolas del 1999/00 – 2009/10. Fuente de datos: DRAJ, OIA. 0 1000 2000 3000 4000 5000 262 ha 2,241 ha 213 ha He ct ar ea s Campaña agrícola Superficie afectada y perdida Exceso de lluvias, granizada Exceso de lluvias, rancha, inundación, desborde, granizada (*) Exceso de lluvias, inundación, desborde, enfermedades, granizadaVeranillo, granizada Helada Granizada Veranillo Veranillo, Helada 0.0 20.0 40.0 60.0 80.0 100.0 120.0 A G O SE T O CT N O V D IC EN E FE B M A R A BR M A Y JU N JU L A G O SE T O CT N O V D IC He ct ar ea s Sup. Sembrada Sup. Cosechada Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 139 (OLPSDFWRSRUYHUDQLOORVHQHOFXOWLYRGHSDSDHQODVFDPSDxDVDJUtFRODVGHDOQRIXHVLJQL¿FDWLYRSDUD HOYDOOHSXHVWRTXHQRVHUHSRUWDQVXSHU¿FLHVDIHFWDGDVVLQHPEDUJRHOPDt]HVHOFXOWLYRPiVVXVFHSWLEOHGHKHFKR sólo para la provincia de Huancayo se estimaron pérdidas de 6.249,6 soles y en Chupaca 1.267,2 por este evento. La SDSDHVPX\VHQVLEOHDORVFDPELRVEUXVFRVGHKXPHGDG\HVDIHFWDGDSRUHOGp¿FLWRH[FHVRGHKXPHGDGGHOVXHOR en ciertas etapas fenológicas. Este cultivo no tolera la sequía y no debe faltarle agua en el período que abarca desde OD IRUPDFLyQGH ORV WXEpUFXORVKDVWD ODÀRUDFLyQHQFDVRFRQWUDULRHO UHQGLPLHQWRVHUiDIHFWDGR$VXYH]FLHUWDV variedades como la Canchán, Revolución y Única son también muy susceptibles a los veranillos. Estudio de caso: Vulnerabilidad agrícola a los veranillos en la provincia de Chupaca Un veranillo intenso o una serie de ellos puede producir problemas económicos y sociales. La mayor severidad del fenómeno se puede observar cuando prácticamente toda la población depende directa o indirectamente de la agricultura (FAO, 2003). El análisis de la vulnerabilidad busca entender el FRQWH[WR SDUWLFXODU TXH GH¿QH XQ JUDGR de susceptibilidad al daño. Las condiciones analizadas para este evento son las mismas que para el análisis realizado sobre vulnerabilidades a lluvias intensas, descrito en el capítulo anterior, los meses de estudio fueron diciembre, enero, febrero y marzo, los más críticos de la campaña agrícola ante la presencia de veranillos. Se han considerado 17 tipos de vulnerabilidades, que abarca Vulnerabilidad física, tecnológica, social, socioeconómica, educativa y cultural (Tabla 4.11). Figura 4.11 Producción total afectada por los veranillos en las provincias de estudio en el valle del Mantaro (2005/06—2010/11). Fuente: DRAJ, OIA. Figura 4.12 Producción de maíz afectada por los veranillos en las provincias de Huancayo y Chupaca (2005/06—2010/11). Fuente: DRAJ, OIA. Tipo de Vulnerabilidad N° Factor es de vulnerabilidad Vulnerabilidad física 1 Etapa fenológica en que se encuentra el cultivo 2 6XSHU¿FLHYHUGHH[SXHVWDGHOFXOWLYRHQOD]RQD GLVWULWR 3 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHVHPEUDGDFRQHOFXOWLYR 4 Susceptibilidad de los cultivos a los veranillos 5 Susceptibilidad entre cultivo al impacto de las lluvias intensas 6 Zonas agroecológicas (altitud) 7 3HQGLHQWH 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJUtFRODHQODGHUDV 8 Tipo de suelo (por textura y contenido de Matera orgánica) Vulnerabilidad tecnológica 9 3RUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHFRQULHJRHQOD]RQD 10 Nivel tecnológico de manejo agronómico de la zona (distrito) Vulnerabilidad social 11 Dependencia de la población por la agricultura 12 Nivel de organización de agricultores (según comités de regantes) 13 Población rural Vulnerabilidad económica 14 Nivel socioeconómico 15 Acceso al crédito agrícola Vulnerabilidad educativa 16 Nivel educativo (superior) Vulnerabilidad cultural 17 Conocimiento local (según la dinámica de producción de la zona) Tabla 4.11 Factores de vulnerabilidad de los cultivos a los veranillos 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 Huancayo Chupaca To ne la da s Produccion afectada (t) S/. 6249.6 S/. 1267.2 0 1 2 3 4 5 6 7 Chupaca Huancayo To ne la da s Producción afectada (t) S/. 3403.2 S/. 9422.4 (*) Campaña agrícola 2010/11 incompleta (agosto 2010 – mayo 201). Instituto Geofísico del Perú 140 Los resultados del análisis de vulnerabilidad a los veranillos de los cultivos se muestran en la Tabla 4.12; donde se observa que los cultivos estudiados en la provincia de Chupaca, en todos los distritos, presentan vulnerabilidad alta o muy alta. Los valores de vulnerabilidad (porcentajes) más altos son para el cultivo de zanahoria; debido a la mayor susceptibilidad de este cultivo y de sus variedades a los veranillos; es decir, por tener mayor requerimiento hídrico en comparación a otros cultivos estudiados. El nivel de vulnerabilidades (alta y muy alta) que se presentan para los cultivos de papa, maíz y zanahoria, se debe principalmente a la fenología del cultivo. Durante ciertas etapas fenológicas de los cultivos, se presentan períodos críticos, que son intervalos breves durante el cual la planta presenta la máxima sensibilidad ante un evento meteorológico extremo como es el veranillo. (VWRVSHULRGRFUtWLFRVVRQSRUHMHPSORODÀRUDFLyQ±WXEHUL]DFLyQHQSDSDÀRUDFLyQ\IHFXQGDFLyQHQPDt]\HQHOFDVR de la zanahoria para la etapa de engrosamiento de la raíz. Otros factores importantes aparte de la etapa fenológica del FXOWLYRVRQODVXSHU¿FLHYHUGHH[SXHVWDGHOFXOWLYR HQODPD\RUtDGHORVGLVWULWRVORVFXOWLYRVVHHQFXHQWUDQPiVGHO % aún en el campo expuestas al aire libre, donde pueden ser impactados por algún evento meteorológico adverso). El SRUFHQWDMHGHVXSHU¿FLHDJUtFRODEDMRULHJRHQHOGLVWULWRGH-DUSDHVGHVRORGHHQ 75%. Fr%: Frecuencia. Foto 4.31 Branquias. Linfocitos, necrosis con acortamiento de lamelas (compárese el tamaño de lamelas). 40X. Crédito J. Anicama. Foto 4.30 Lesiones adaptativas en branquias: Hiperplasia, fusión lamelar. 40 X. Crédito J. Anicama. Instituto Geofísico del Perú 162 El tejido renal presentó un incremento de frecuencia de lesiones adaptativas para el mes de noviembre (70,8 %); a diferencia de las lesiones de tipo degenerativas, que aumentaron progresivamente durante los meses del estudio, siendo mayor en el mes noviembre (Tabla 4.20). Las lesiones degenerativas descritas en mayor frecuencia fueron degeneración hidrópica a nivel del epitelio tubular y regeneración tubular como lesión adaptativa (Foto 4.32) y discretos casos con incremento de centros melanomacrófagos (CMM) asi como gotas hialinas (Foto 4.33). Los grados de lesiones a nivel renal en la mayoría de los casos fueron de grado leve, siendo de mayor frecuencia en noviembre (Tabla 4.21). Las lesiones degenerativas como degeneración hidrópica se observaron a nivel de la capa muscular y lesiones adaptativas como hiperplasia y producción de mucus en mucosa intestinal (Foto 4.34). Mes Deg. (Fr%) Adap. (Fr%) CMM (Fr%) Otros (Fr%) Agosto 15(55,6) 3(11,1) 5(18,5) 1(3,7) Setiembre 23(76,7) 6(20) 5(16,7) 4(13,3) Noviembre 41(85,4) 34(70,8) 12(25) 5(10,4) Tabla 4.20 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido renal Lesión degenerativo: Deg. ; Lesión adaptativos: Adap. ; Células melanomacrófagos: CMM; Otros lesiones: Otros. Fr% = Frecuencia. Foto 4.32. Riñón: Lesión adaptativa: Degeneración hidrópica, regeneración tubular. 40X. Crédito J. Anicama. Foto 4.33 Riñón. Incremento de Células Melanomacrófagas. 40 X. Crédito J. Anicama. Mes Escaso (Fr%) Leve (Fr%) Moderado (Fr%) Severo (Fr%) Agosto 1 (3,7) 10 (37) 6 (22,2) 0 (0) Setiembre 4 (13,3) 16 (53,3) 7 (23,3) 2 (6,7) Noviembre 0 (0) 42 (87,5) 4 (8,3) 0 (0) Escaso= <25%; Leve = 25-50%; Moderado = 50-75%; Severo= > 75%. Fr%: Frecuencia Tabla 4.21 Frecuencia de truchas arcoriris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido renal Foto 4.34 Intestino. Hiperplasia en mucosa. 40 X. Crédito J. Anicama. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 163 El grado de las lesiones fueron de tipo leves a moderadas, observándose este último en el mes de noviembre (Tabla 4.22). En el tejido esplénico no se ha encontrado un aumento en la frecuencia de células melanomacrófagas dentro de todo el tiempo de estudio (Tabla 4.23). Conclusiones En la mayoría de los casos las lesiones observadas fueron de leve a moderadas y no sugieren infección de Y. ruckeri. Sin embargo, en algunos casos (muy escasos) donde se observó hiperplasia, descamación con necrosis e hiperemia a nivel de branquias, incremento de CMM acompañado de regeneración tubular en riñones podrían sugerir una infección por Y. ruckeri. Esto puede relacionarse con procesos crónicos de las manifestaciones de Yersinia ruckeri como lo describe Tobback y colaboradores (2009) en truchas arcoíris infectadas experimentalmente. La mayoría de lesiones observadas obedecen a una mala calidad del agua, siendo mayores en el mes de noviembre lo cual coincide con el incremento de precipitaciones en ese mes. Para el caso de Y. ruckeri, sí ya se ha manifestado la enfermedad en el lugar de estudio y acontece un factor de estrés ambiental como precipitaciones, temperatura o disminuye la calidad del agua, la sintomatología o la mortalidad de los peces aparece a los 3-5 días post-infección y si no se ha reportado la presencia de Yersinia ruckeri, el agente bacteriano se presentaría 3-7 días post-infección según Hamdi Avci (2005). En el mes de noviembre, la colección de las muestras fueron al 5to día después de las precipitaciones, sin embargo, la frecuencia y la cantidad de precipitaciones fueron mucho menores a las reportadas y esperadas en años anteriores para la zona, según reportes del SENAHMI, lo cual podría explicar el porque hubieron muy escasos casos de lesiones sugerentes de infección de y. ruckeri, a pesar que la piscigranja tenía antecedentes de haber tenido yersiniosis. (OWHMLGRHVWRPDFDOSUHVHQWyXQPD\RUQ~PHURGHOHVLRQHVLQÀDPDWRULDVGHJHQHUDWLYDVDGDSWDWLYDVFRQXQDXPHQWRGH ODSUHVHQFLDGHFpOXODVJUDQXORHRVLQRItOLFDVSDUDHOFDVRGHOPHVGHQRYLHPEUH/DPD\RUtDGHSURFHVRVLQÀDPDWRULRV están asociados a cuadros de necrosis moderadas acompañados de un proceso degenerativo leve a nivel de la capa muscular del tejido. La presencia de las células granulares eosinofílicas era moderada; además, se denotaba un aumento en la presencia del mucus intestinal. Por otro lado, se debe de considerar que el intestino delgado forma parte del sistema inmune de los peces y alteraciones a ese nivel, aparentemente podrían evidenciar también un proceso de adaptación ante un estímulo. El tamaño de los pellets ofrecidos a los animales, ayunos prolongados o poca frecuencia de alimentación o mala calidad de los alimentos condicionaría a un proceso de adaptación por parte del tejido intestinal. En el estudio se observaron gotas hialinas a nivel del epitelio renal, lo cual Iregui (2004) y Jimenez y col (2008) lo describen asociado al alimento. Para el caso de las células granulares eosinofílicas normalmente se encuentran en el tejido conectivo, especialmente en tracto gastrointestinal y branquias (Anderson et al., 1979; Gunasena et al., 2003), así que su presencia, es característica en XQPD\RUQ~PHURDQWHXQSURFHVRGHSUREDEOHLQMXULDHOFXDOVHFRUURERUDUtDFRQODSUHVHQFLDGHOHVLRQHVLQÀDPDWRULDV descritas en el estudio. (QHOFDVRGHODVEUDQTXLDVVHREVHUYyXQPD\RUQ~PHURGHWLSRVGHOHVLRQHVUHODFLRQDGDVDSURFHVRVLQÀDPDWRULRV y adaptativos, los cuales se caracterizaban de presentar acortamiento o fusión de vellosidades y una leve a moderada hiperplasia en epitelio lamelar, respectivamente. Mes Escaso (Fr%) Leve (Fr%) Moderado (Fr%) Severo (Fr%) Agosto 4 (12,5) 12 (37,5) 8 (25) 4 (12,5) Setiembre 4 (11,4) 16 (45,7) 7 (20) 2 (5,7) Noviembre 0 (0) 21 (44,7) 26 (55,3) 0 (0) Mes CMM (Fr%) Otros (Fr%) Agosto 3 (75,5) 1 (25) Setiembre 2 (50) 2 (50) Noviembre 5 (62,5) 3 (37,5) Escaso= <25% ; Leve = 25-50% ; Moderado = 50-75% ; Severo= > 75%. Fr%: Frecuencia. Células melanomacrófagas: CMM ; Otras lesiones: Otros y Fr%: Frecuencia Tabla 4.22 presencia de truchas arcoiris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido intestinal Tabla 4.23 Frecuencia de truchas arcoiris que presentan un tipo de lesión a nivel del tejido esplénico Instituto Geofísico del Perú 164 Estos hallazgos fueron más evidentes en el mes de noviembre y se explica porque la calidad del agua fue menor debido al incremento de las mayores precipitaciones pluviales. La calidad del agua empobrece debido al mayor arrastre de sedimentos, lo cual enturbia el agua de los estanques depositándose en las branquias de los peces ya que estas están en contacto directo con la misma, estas partículas y PH del agua favorecen a la rápida adaptación celular, LQFUHPHQWiQGRVHHQQ~PHURVLQHPEDUJRVLHVPX\VHYHURDIHFWDODVXSHU¿FLHGHLQWHUFDPELRGHR[LJHQRSURGXFLHQGR un estrés severo en los peces, en nuestro caso las lesiones fueron de leves a moderadas no evidenciándose signos FOtQLFRVGHLQVX¿FLHQFLDUHVSLUDWRULDHQORVSHFHVHQHOPRPHQWRGHOPXHVWUHR7REEDFN\FRO  HQXQHVWXGLR de inoculación experimental de Y. ruckeri en truchas arcoíris, encontraron lesiones similares a las descritas en este estudio; sin embargo, se observaron tanto en truchas inoculadas y las de control, por lo que se atribuyó a la mala calidad del agua las lesiones encontradas. El tejido renal presentó lesiones degenerativas y adaptativas. Las lesiones degenerativas eran leves procesos degenerativos hidrópicos tubulares con un proceso regenerativo tubular. En algunos casos se ha encontrado presencia de células melanomacrófagas. En el caso del tejido renal son poco notorios los cambios en los túbulos renales; sin embargo, se observó en algunos animales una proliferación de las células mesangiales. En los casos que se observe un aumento de las célula melanomacrófagas en el tejido renal se le ha relacionado a procesos de nefritis crónica relacionado a infección por Y. ruckeri (Tobback et al., 2009) Discusión El intestino delgado es lugar en donde Yersinia ruckeri se aloja en los individuos portadores. En el tejido de intestino se ha encontrado una leve a moderada presencia de las células granulo eosinofílicas, esta presencia reforzaría la idea de un estímulo de injuria constante sobre el tejido intestinal. Ante esta situación, Yersinia ruckeri también tiene la FDSDFLGDGGHDGKHULUVHDODVXSHU¿FLHLQWHVWLQDOGHVSXpVGHXQSURFHVRGHLQIHFFLyQ 7REEDFNHWDOE  La eliminación intestinal de Yersinia ruckeri permite la recurrencia de la infección. Luego de realizado el muestreo, para los meses de lluvias del año 2011 (febrero y marzo), se presentó un brote de “Boca Roja”, según informaron el dueño y los técnicos de la piscigranja de estudio. La infección mediante individuos portadores presenta un papel importante bajo condiciones de estrés (Capkin y Altinok, 2009), el cual sumado a los factores de mala calidad del agua, mayores precipitasiones y estrés severo por las condiciones medioambientales, habría ocasionado este brote; pero no así, en los meses de la investigación desarrollada. Para el caso de las lesiones a nivel del ciego pilórico y del bazo no se han manifestado lesiones notorias. En el caso de infección de Yersinia ruckeri en truchas arcoíris la principal lesión a nivel esplénico es una necrosis focal. En nuestro estudio no se ha encontrado este tipo de lesión probablemente el proceso que se manifestaba era un proceso crónico y no agudo. El mayor número de lesiones se encontraron en el mes de noviembre, época de mayor precipitación pluvial, lo cual sería explicado por el stress causado por la mala calidad de agua generada por la presencia de lluvias en ese mes. Sin embargo, en las tres etapas de estudio ha sido muy escasa la presencia de animales con lesiones que sugieran una infección de Yersinia ruckeri. Esto se podría explicar debido a que el nivel de precipitaciones fue mucho menor a la que se esperaba, en la temporada muestreada —sobre todo en noviembre— lo cual generó un menor estrés en los peces, QRVLHQGRORVX¿FLHQWHSDUDXQDPD\RUFDUJDEDFWHULDQDGH I-4 I-3 I-2 I-1 VULNERABILIDAD SOCIAL 1.5 Tasa de Desnutrición Crónica en< de 5 años (cuartil 1) (cuartil 2) (cuartil 3) (cuartil 4) CENSOS NACIONALES 2007:XI DE POBLACION Y VI DE VIVIENDA -INEI. PMA(PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS) 0.25 Porcentaje de la población sin acceso a agua (cuartil 1) (cuartil 2) (cuartil 3) (cuartil 4) 0.25 Porcentaje de la población sin acceso a desagüe (cuartil 1) (cuartil 2) (cuartil 3) (cuartil 4) 0.25 Porcentaje de población sin acceso a luz (cuartil 1) (cuartil 2) (cuartil 3) (cuartil 4) 0.5 Porcentaje de analfabetismo en mujeres (cuartil 1) (cuartil 2) (cuartil 3) (cuartil 4) TOTAL 10 <25% 26-a <50% 50-a <75% 75-100% PUNTAJE Tabla 4.31 Matriz de ponderación del riesgo a las bajas temperaturas de niños menores de 5 años Instituto Geofísico del Perú 192 DPELHQWDOHV/DFDOL¿FDFLyQGHODVYXOQHUDELOLGDGHV\RULHVJRHQODVFXDWUR categorías de bajo, medio, alto y muy alto, se obtuvo por cada factor, evaluando para cada poblado a que cuartil pertenecía, en comparación a los YDORUHVGHWRGRVORVSREODGRVGHODVXEFXHQFD&RQOD¿QDOLGDGGHREWHQHU los datos necesarios para el estudio se realizó visitas de campo donde se desarrollaron entrevistas, encuestas, visitas a instituciones, etc. Entrevistas6HEDVyHQSUHJXQWDV¿MDV\RDELHUWDVFRQIRUPDWR estructurado y estandarizado, sobre temas relacionados a eventos meteorológicos y el impacto de estos a la salud de la población infantil, el cual estuvo dirigido a los responsables de cada centro de salud de los distritos evaluados, quienes conocen de la historia epidemiológica del lugar. Encuestas.- Las encuestas fueron dirigidas principalmente a las madres de familia de la zona de estudio, encargadas del cuidado de niños menores, mediante preguntas de respuesta múltiple sobre temas relacionados a: los eventos meteorológicos extremos, medidas preventivas para contrarrestar el frío fuerte, grupo de mayor riesgo dentro del núcleo familiar, enfermedades relacionados al frío fuerte, tipos de alimentos que consumen, etc. Visitas.- Se realizaron visitas a instituciones relacionadas al tema de estudio, como: Dirección Regional de Salud (DIRESA, JUNIN), 2¿FLQD5HJLRQDOGH'HIHQVD&LYLO-XQtQ*RELHUQR5HJLRQDOGH-XQtQ (GORE JUNIN), Ministerio de Salud (MINSA), Establecimientos de salud (EE.SS), ubicados en la zona de estudio, entre otros. Observación sistemática y estructurada in situ.- El objetivo de la observación durante las visitas de campo fue tener acceso a los grupos humanos y averiguar lo relacionado a la problemática de infecciones respiratorias agudas y neumonías en niños menores de 5 años, en periodos de frío. El grupo observado fueron las madres de familia y sus menores niños y los encargados de los establecimientos de salud ubicados en los distritos de estudio. Del proceso realizado se obtuvo el mapa de riesgo encontrándose que los centros poblados como: Taptapa (distrito de Ingenio), Tanyascocha (Quichuay), Cuchis, Morococha (Quilcas), etc. alejados y con difícil acceso a los establecimientos de salud, sin servicios básicos de agua, luz, desagüe, etc., con una tasa de desnutrición infantil del 64% en promedio y ubicados por encima de los 4.000 msnm, con peligro alto a ocurrencia de heladas, presenta un riesgo muy alto (color rojo en el mapa), mientras que los centros poblados con peligro medio a ocurrencia de heladas, se encuentran ubicados por encima de los 3.000 msnm, presentan una población infantil desnutrida por encima del 50% en promedio, y en conjunto presenta un riesgo alto (color naranja en el mapa). De arriba hacia abajo: Foto 4.45 Técnica en enfermería asiste a un niño de pocos meses de nacido en la posta de salud de Quilcas, quien ha sido llevado por la madre para ser registrado y atendido, ya que el parto fue atendida por una Partera (persona encargada de ayudar en el nacimiento, cuando las madres gestantes no pueden acudir a las postas de salud). Foto 4.46 Encuesta dirigida a una madre de familia en el centro poblado de Yanamuclo distrito de Matahuasi, quien con sus dos menores hijos, se encuentra en una de sus actividades (corte de alfalfa para dar a sus animales), esta tarea lo realiza conjuntamente con sus niños puesto que son muy pequeños para dejarlos en el hogar. Foto 4.47 Persona adulta mayor con su menor nieto, quien vive en la comunidad de Llacta-parte alta del distrito de Quilcas, dedicada a la crianza de animales como su principal sustento económico, el cual sirve de sustento a toda la familia -madre del niño apoya en las actividades de crianza de animales, producción de la papa, etc. Foto 4.48 Madre de familia a quien se encuesto sobre temas socioeconómicos y de salud, en el distrito de Ingenio, mientras realiza una de sus actividades, que es el cuidado de sus vacunos, esta tarea lo realiza todos los días acompañada de su menor hijo. Créditos L. Enciso. Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 193 En el caso de los centros poblados de: Santo Domingo del Prado, Quilcas, Matahuasi, que son capital de distrito, tienen condiciones más favorables por su ubicación en la zona baja de la subcuenca, su cercanía a los centros de salud así como un menor porcentaje de desnutrición infantil (debajo del 40% en promedio), y presentan peligro bajo a la ocurrencia de heladas. Estos centros poblados presentan un riesgo medio (color amarillo en el Mapa 4.12). Por otro lado analizando los distintos factores que intervienen en la ocurrencia de las infecciones respiratorias agudas, VHSXGRLGHQWL¿FDUTXHHOJUXSRGHPD\RUULHVJRVRQORVQLxRVPHQRUHVGHFLQFRDxRVSUHVHQWDQGRXQDHVWDFLRQDOLGDG marcada en la época de frío (a partir de los primeros días de abril hasta el 15 de septiembre), sobre todo cuando los rangos térmicos son los más amplios, mayores a 15°C aproximadamente (pudiendo llegar a 21ºC) y las temperaturas mínimas promedios semanales decaen a menos de 5°C. /DDFFHVLELOLGDGHVXQIDFWRULPSRUWDQWHFRPR\DVHPHQFLRQyDQWHVSXHVWRTXHHVWHLQÀX\HHQHOSHU¿OGHPRUELOLGDG por enfermedades respiratorias, ya que los centros poblados alejados como Sutule ubicado a 3936 msnm en la parte alta del distrito de Quilcas se demora de 2 a 3 horas en llegar a la posta de salud de Quilcas, esto por la falta de accesibilidad (ausencia de carreteras) a esto se suma la capacidad que tienen los centros de salud para poder atender emergencias como un problema de neumonías, siendo un factor limitante en la recuperación de la salud de los niños. En la zona de estudio se encontraron puestos de salud con las siguientes categorías: ‡ I-1 (Posta de salud de Nueve de Julio) que no está facultado para atender casos de emergencias. ‡ I-2, (Centro de salud de Matahuasi) con personal médico quien si está facultado y capacitado para resolver emergencias. Otro factor es la alimentación. En las visitas participativas y encuestas realizadas se pudo observar que las familias se alimentan de los productos que cultivan, pero también de productos que compran en la ciudad, tales como arroz y ¿GHRVGHEDMRFRQWHQLGRSURWHtFRSHURTXHHQWUHODVPDGUHVGHIDPLOLDHVFRQVLGHUDGR³EXHQDFRPLGD´HQGHVPHGUR de productos locales. También es frecuente notar que muchas madres tienen a sus niños más pequeños en las espaldas mientras están trabajando en las chacras (época de cultivos) o están cuidando sus animales, donde el niño se encuentra bajo el sol sin ninguna protección. En general, al preguntar a las madres por la salud de sus hijos más pequeños, casi invariablemente responden que están bien, o que no se enferman mucho. Sin embargo, se observa que es muy común ver a los niños con signos de resfrío (mucosidad, tos, etc.), pues mientras puedan realizar sus actividades normales no se considera que se encuentre enfermo. Conclusiones ‡ El impacto en la salud de la población infantil en la subcuenca depende la combinación de muchos factores ya sea ambientales como sociales. Entre los ambientales tenemos: las temperaturas bajas (menores o iguales a 5°C) y los rangos de temperatura (mayores o iguales a 15°C) pueden intervenir en el incremento del número de casos de IRAs. ‡ Del análisis de la problemática en la zona se concluyó que, los factores sociales de vulnerabilidad a las temperaturas bajas más importantes que intervienen son: la desnutrición, la pobreza, el acceso a servicios básicos (agua, desagüe, luz), la cercanía a los centros o establecimientos de salud y la tasa de analfabetismo en mujeres. ‡ El impacto de las bajas temperaturas, en el caso de número de IRAs en la población infantil, presenta una marcada estacionalidad desde inicios de abril hasta el mes de septiembre, donde al descender las temperaturas mínimas a 5°C —a partir de la semana epidemiológica número Nº17— empieza también a aumentar el número de casos registrados —tanto a nivel provincial como distrital— a valores entre 150 y 900 casos/semana epidemiológica a nivel provincial, y para los cinco distritos analizados se registraron de 7 a 9 casos por semana epidemiológica. ‡ Del mapa de riesgo se concluye que las zonas de mayor riesgo son los centro poblados ubicados a mayor altitud con difícil acceso a los centros de salud así como a los servicios básicos, zonas que presentan un peligro alto a la ocurrencia temperaturas bajas (heladas), y los centros poblados de menor riesgo son aquellos ubicados cerca al valle con población en mayor porcentaje que tienen acceso a los servicios básicos y de salud. Este artículo puede ser citado como: Enciso, L.; Trasmonte, G.; Villena, F. (2012): “Bajas temperaturas y su impacto en la salud infantil en la subcuenca del río Achamayo”, en Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro, Instituto Geofísico del Perú. Instituto Geofísico del Perú 194 4. 12 Volumen 2 Manejo de riesgos de desastres ante eventos meteorológicos extremos en el valle del Mantaro 195 Bibliografía Capítulo 4 Sector Salud DIRESA-JUNIN, (2004): Análisis de la situación epidemiológica de las Infecciones Respiratorias Agudas del GHSDUWDPHQWRGH-XQtQ2¿FLQDGH(SLGHPLRORJtD%ROHWtQHSLGHPLROyJLFRVHPDQDO1ž INEI, Dirección Técnica de Demografías, (2009): Mapa de Pobreza Provincial y Distrital 2007, (Enfoque de la pobreza monetaria). Lima Perú. FONCODES (2006): Mapa de pobreza 2006 a nivel departamental. INDECI, (2006): Manual Básico para la Estimación del Riesgo. Instituto Geofísico del Perú, (2005): Vulnerabilidad Actual y Futura ante el Cambio Climático y Medidas de Adaptación en la Cuenca del Río Mantaro. Fondo editorial del Concejo Nacional del Ambiente. Lima- Perú, ISBN 9972-824-15-2. INEI, (2007): Censos Nacionales: XI de población y VI de vivienda (Sistema de Consulta de la base de datos del censo de población y vivienda a nivel de centro poblado). Organización Panamericana de Salud, (2011): E:\OPS Colombia - Año Epidemiológico. Programa Mundial de Alimentos, (2007): Resultado de Estudio” Mapa de Vulnerabilidad a la Desnutrición Crónica Infantil” Lima-Perú. Rudan, I., Boschi-Pinto, C., Biloglav, Z., Mulholland, K., Campbell. H., (2008): Epidemiology and etiology of childhood pneumonia Bulletin of the World Health Organization, 86 (5). Trasmonte G., (2009):. Propuesta de Gestión de Riesgo de Heladas, que afectan a la agricultura del Valle del Mantaro (Andes centrales del Perú). Tesis para optar el grado de Maestría en Ecología y Gestión Ambiental, URP, Lima. 208p. TOMO II C P Instituto Geofísico del Perú MANEJO DE RIESGOS DE DESASTRES ANTE EVENTOS METEOROLÓGICOS EXTREMOS EN EL VALLE DEL MANTARO M A N EJ O D E RI ES G O S D E D ES A ST RE S A N TE EV EN TO S M ET EO RO LÓ G IC O S EX TR EM O S EN E L VA LL E D EL M A N TA RO